Enseñanza 276
1. Entre las multitudes que vienen a escuchar mi lección, veo llegar a los postreros, a los que por primera vez están escuchando esta palabra. Ellos recibieron el testimonio de los que con anterioridad habían sido invitados a mi banquete espiritual; pero se habían resistido a creer en mi presencia y en la llegada del Tercer Tiempo.
2. Vinieron venciendo obstáculos y prejuicios y les ha bastado escuchar las primeras palabras que pronunciaron los labios del portavoz, para decir: “Maestro, sois Vos, reconozco la esencia de vuestra palabra, mi espíritu se estremece”.
3. Bienaventurados los que escuchándome ya al final de mi comunicación en 1950, crean en mi presencia, porque de cierto os digo, que mi esencia no se apartará de su corazón aun después de mi partida. Leer Más