Archivos en la Categoría: Tomo 09 – LVV: 242 al 276

Enseñanza 276

1. Entre las multitudes que vienen a escuchar mi lección, veo llegar a los postreros, a los que por primera vez están escuchando esta palabra. Ellos recibieron el testimonio de los que con anterioridad habían sido invitados a mi banquete espiritual; pero se habían resistido a creer en mi presencia y en la llegada del Tercer Tiempo.

2. Vinieron venciendo obstáculos y prejuicios y les ha bastado escuchar las primeras palabras que pronunciaron los labios del portavoz, para decir: “Maestro, sois Vos, reconozco la esencia de vuestra palabra, mi espíritu se estremece”.

3. Bienaventurados los que escuchándome ya al final de mi comunicación en 1950, crean en mi presencia, porque de cierto os digo, que mi esencia no se apartará de su corazón aun después de mi partida. Leer Más

Enseñanza 275

1. Yo soy el Amor, razón por la cual sois perdonados y gozáis de mis complacencias; pero no sólo esperéis caricias y dones de vuestro Padre, recordad que también he venido como Maestro para haceros comprender vuestros defectos e imperfecciones y enseñaros la forma en que debéis corregiros.

2. Soy con vosotros en vuestro espíritu y hago vibrar mi luz en vuestro entendimiento, para que apreciéis el valor de lo que estáis recibiendo y reconozcáis al mismo tiempo, que no todo lo que os llega ha sido ganado con méritos. También os hago comprender que lo que hasta ahora habéis recibido, no es todo lo que tengo que daros y que lo que ahora deseáis, tampoco es todo lo que llegará a abarcar la aspiración de vuestro espíritu cuando se encuentre más desarrollado.

3. Junto a las pruebas y lecciones que os da la vida, va mi enseñanza que explica y esclarece el sentido de cada lección, porque sólo el conocimiento, la experiencia y la evolución podrán daros con justicia el título de discípulos de mi Divinidad en el Tercer Tiempo. Leer Más

Enseñanza 274

1. Bienvenidos seáis, peregrinos de todas las Eras que en este día de gracia hacéis un alto en vuestro camino para escuchar mi palabra y sentaros a mi mesa espiritualmente.

2. Le doy sosiego y calma a vuestro corazón para que me escuchéis, porque en verdad os digo: Mi palabra es el camino que conduce a la paz y a la bienandanza.

3. Pero no vengáis a buscarme tan sólo por pedirme lo que atañe a la materia, ciertamente tengo el bálsamo para cualquiera de los males que os aquejan y poseo las llaves que abren las puertas del trabajo; pero además de eso, traigo un caudal infinito de bienes para el espíritu, un torrente de sabiduría, un manantial inagotable de deleites espirituales. Leer Más

Enseñanza 273

1. Habéis descendido tanto y os habéis alejado de tal manera de lo espiritual, que consideráis sobrenatural todo aquello que por pertenecer al espíritu, es completamente natural; así le llamáis a lo divino, así miráis todo lo que pertenece a vuestro espíritu y eso es un error. Lo que ha acontecido es que sólo miráis y percibís lo que está cerca de vuestros sentidos o al alcance de vuestra humana inteligencia, y a lo que está más allá de los sentidos y de la mente lo habéis considerado sobrenatural.

2. Ya es tiempo que penetréis al fondo de mis enseñanzas que os revelan la verdad que la vida encierra, para que os consideréis mis discípulos y pronto comencéis a ser maestros.

3. El discípulo es el que aprende, el maestro el que lleva a la práctica mis enseñanzas. Así quiero que seáis, porque si sólo aprendieseis y ocultaseis en vuestro corazón mi sabiduría o si alteraseis mis enseñanzas, seríais como aquellos hipócritas fariseos a quienes juzgué tanto en aquel tiempo para probarles su falsedad.

4. El sendero es estrecho y debéis caminar con cuidado para que no toquéis ningún extremo, o sea que no os familiaricéis con lo espiritual ni caigáis en fanatismo. Leer Más

Enseñanza 272

1. Yo os bendigo Israel, y en vosotros bendigo a las generaciones presentes y futuras. Sois mis discípulos amados, los que habéis sabido de mis revelaciones y mis mandatos en todos los tiempos. Os he enviado a la Tierra en una nueva reencarnación, mas antes os he preparado y prevenido, diciéndoos cómo se encuentra la humanidad de este tiempo, os he hablado de su materialismo y confusión, y os habéis preguntado: “¿Si podréis cumplir vuestra misión, y cómo podréis hacer penetrar mi palabra que es esencia sutil, que es ternura y luz, en esos corazones duros como la roca?” El Maestro os enseña a luchar, os convierte en labriegos y os entrega los corazones como tierras que debéis preparar, cultivar y hacer fructificar.

2. Al oír mi palabra por conducto del hombre y al llamaros Israel, se ha estremecido vuestro espíritu. Vuestra materia frágil ignoraba estas revelaciones, mas el espíritu sabe y reconoce su misión. Yo os digo, que estáis señalados para colaborar en mi Obra y debéis velar por vuestros pasos. No descendáis, no os materialicéis, confundíos con las muchedumbres, porque no sois superiores a vuestros hermanos, trabajad en silencio, que sólo os distinga el amor y la caridad por vuestros Semejantes. Leer Más

Enseñanza 271

1. Yo os bendigo, pueblo, en vos bendigo a las futuras generaciones.

2. Contemplo que os habéis contaminado de los males del mundo, que como todos los seres débiles también habéis enfermado, pero vengo a purificaros porque os aguarda una grande, noble y delicada misión espiritual que cumplir.

3. En mi palabra os he nombrado “Israel”, y cuando habéis escuchado ese nombre os habéis estremecido bajo el peso de una responsabilidad que nunca habíais imaginado poseer.

4. Ese nombre os hizo despertar y desde entonces dejasteis de alimentaros de satisfacciones frívolas, superfluas o malas, para sustentar el corazón y al espíritu con manjares sustanciosos, sanos, limpios. Leer Más

Enseñanza 270

1. Bienaventurados los que en el último día de mi comunicación estén preparados, porque en verdad os digo, que su espíritu estará presente en mi nuevo Cenáculo. Allí, recibiendo por vez postrera este pan invisible, verdadero pan sin levadura, vuestro espíritu se fortalecerá, se saturará de espiritualidad y de luz, con lo que pronto comprenderá la esencia de esta Doctrina.

2. ¡Qué solemnidad en esa hora postrera! ¡Cuánta luz sobre este pueblo!

3. El Reino de los Cielos se aproximará a vuestro espíritu con su eterna invitación a morar en él; los espíritus grandes, los fuertes, los espíritus de la luz, verdaderos sabios en el reino espiritual, estarán presentes en aquellos instantes. Leer Más

Enseñanza 269

1. Pueblo de Israel, que lleváis grabada en el espíritu la Ley de Jehová y la Enseñanza de Cristo, recibid mi Palabra, que os doy por conducto del hombre. Abrid vuestros ojos y mirad los acontecimientos de este tiempo para que sepáis que he venido una vez más a comunicarme con vosotros. Oíd mi palabra y analizadla, asimilad su esencia para que forméis con los dos Testamentos anteriores, un solo libro en donde podáis estudiar eternamente.

2. Estoy acariciando vuestro corazón, con las pruebas lo preparo para los tiempos venideros porque después de mi partida, vosotros quedaréis en lugar mío. Habéis conmemorado en estas albas mi pasión. Habéis recordado y meditado en los hechos de aquel Maestro, sin hacer representación de estas lecciones sagradas. Habéis vivido aquellos días, porque sois los mismos espíritus que en aquel tiempo contemplasteis sorprendidos, llenos de asombro, mi jornada de principio a fin. Leer Más

Enseñanza 268

1. Amados discípulos: Cuando mi palabra haya dejado de escucharse en el día marcado por mi voluntad, tened cuidado de no dormir para el cumplimiento, porque vuestras facultades se entorpecerán. Tened presente que desde el día en que dejéis de oírme, va a comenzar para vosotros un nuevo desarrollo por medio del cual alcanzaréis la comunicación de espíritu a Espíritu.

2. Vuestra sensibilidad tendrá que ser cada día más elevada para que en vuestra inspiración sintáis mi presencia y pronto llenéis el vacío que en vosotros dejará la ausencia de mi palabra.

3. Si algunos cayesen en esa flaqueza de que os hablo, recordad esta enseñanza, para que al momento os entreguéis a la oración. Orando recordaréis mis palabras que habrán quedado guardadas en vuestro espíritu y con gozo veréis reaparecer vuestros dones que creíais haber perdido para siempre. Leer Más

Enseñanza 267

1. Amados párvulos que unís vuestro espíritu para esperar mi presencia entre vosotros, benditos seáis.

2. Venís a buscar el fruto en el Árbol de la Vida y el fruto os doy a cada uno de vosotros.

3. La irradiación de mi amor es la brisa que mece estos árboles.

4. La vida, discípulos, es el más hermoso y profundo libro que el Creador ha legado a sus hijos; pero es necesario aprender a leer en él para encontrar cuantas bellezas y maravillas encierra. ¿Quién mejor que Yo, el Divino Maestro, os puede enseñar página por página y lección por lección el contenido de ese libro? Leer Más

Enseñanza 266

1. Soy el Maestro. Venid a deleitaros ante la Cátedra de enseñanza eterna. También cuando no estoy comunicándome por estos cerebros, está presente mi Cátedra.

2. A vosotros os doy mi palabra por breves momentos, porque sois tan pequeños, que no resistiríais escuchar la enseñanza eterna que sin cesar vibra en el infinito, hablando a todos los seres, a todos los espíritus en sus diversas moradas.

3. Yo sólo os hablo la Verdad. ¿Por qué muchos dudan de lo que os revelo? Vosotros sois también una verdad, ¿cómo es que si creéis en vuestra verdad y en vuestra existencia, no creéis en la mía?; ¿no sabéis que la Verdad es una sola?

4. Aquí os doy una Cátedra breve, pequeña, para que podáis abarcarla, comprenderla, y aún así, sólo la conserváis unos instantes para después olvidarla. Leer Más

Enseñanza 265

1. Discípulos: Venid ante mi Cátedra y meditad en mis enseñanzas, veréis cómo de vuestra meditación llegaréis a encontrar la esencia que contiene esta palabra, la cual os descubrirá el verdadero sentido de vuestra vida.

2. Si los hombres desde un principio y a través de todas las Edades hubiesen reconocido que el perfeccionamiento del espíritu constituía su finalidad, otra hubiese sido su existencia y otras sus obras. Pero el hombre desde sus primeros pasos se consideró dueño de lo que sólo se le había prestado por breve tiempo y utilizó para fines impuros todo cuanto se le confió para obras nobles.

3. Ved a este mundo esforzándose por descubrir con su ciencia sólo la grandeza y el poder de la Tierra, sin preocuparse por su Perfeccionamiento espiritual, y si el espíritu no desarrolla su potencia ni emplea las virtudes que en él existen, no podrá haber paz en su vida, ni amor, ni sentimientos de verdadera caridad. Leer Más

Enseñanza 264

1. Pueblo amado: En vos descubro al espíritu luchador que quiere apegarse a mi Ley, que trata de inspirarse en mi palabra y dejar una huella de luz en el camino de la humanidad.

2. Para que este pueblo se multiplique como se multiplicó Israel en el Egipto y para que otros pueblos se le adhieran, necesitáis dar pruebas de verdadera obediencia a mi Ley. Yo vengo a estimularos para que prosigáis en la jornada espiritual que os he confiado como misión; por lo que os digo, que es difícil que desmaye quien haya dejado penetrar mi palabra en su corazón, la haya analizado y comprendido.

3. No os pido todo vuestro tiempo para el desempeño de esta misión: Me basta con que dediquéis unos minutos del día al estudio de mi palabra, que realicéis una buena obra o que en alguna forma deis un paso hacia adelante en el sendero espiritual. Leer Más

Enseñanza 263

1. Que la paz de mi Espíritu sea en vosotros en este instante de comunión, en que mi luz divina os ilumina y alienta a vuestro espíritu.

2. Benditos seáis los que soñáis con un paraíso de paz y armonía.

3. Bienaventurados aquéllos que han despreciado y visto con indiferencia las trivialidades de lo superfluo, las vanidades y pasiones que ningún bien le dan al hombre y menos al espíritu.

4. Benditos los que han apartado las prácticas fanáticas que a nada conducen y han alejado antiguas y erróneas creencias, para abrazar la verdad absoluta, desnuda y limpia. Leer Más

Enseñanza 262

1. Mi Espíritu se complace al contemplaros unidos en el mismo anhelo de acercaros al Maestro. Aquí, ante la manifestación de mi palabra, olvidáis miserias, rencores, envidias y sufrimientos.

2. Hacéis bien en limpiar vuestro corazón, porque mi palabra debe llegar a él, cuando lo hayáis preparado como un Santuario.

3. Humildad y sencillez es lo que debe existir en vuestro culto espiritual, para que lo material y ostentoso no os distraiga de lo esencial que es el amor a vuestro Padre y la caridad hacia vuestros Semejantes. Cuando habéis llegado a tener esos instantes de elevación, vuestro pensamiento ha vibrado bajo el pensamiento divino. Leer Más

Enseñanza 261

1. Mi palabra es clara, su expresión sencilla persuade y conmueve lo mismo al culto que al rudo. Ante su claridad, habéis comprendido con facilidad muchas lecciones que, o no podíais comprender o no queríais aceptar.

2. Ahora sabéis que el hombre puede reconocer a su Dios sin necesidad de recurrir a la exaltación de los sentidos para percibir a través de ellos lo espiritual. Hoy sabéis que a pesar de vuestro cerebro limitado, podéis daros una idea de cómo se realizará la comunión perfecta entre Dios y el hombre, así como también estáis convencidos de la verdad de mi manifestación a través del entendimiento de mis portavoces.

3. Se ha hecho la luz en quienes me han escuchado, por lo cual, lo falso y lo impuro no volverá a entrar en su corazón.

4. Es el Tiempo de la Luz, en el que el hombre, además de creer, comprenderá, razonará y sentirá mi verdad. Leer Más

Enseñanza 260

1. Volvéis en este tiempo ante el Maestro para escuchar la nueva lección, para recoger la hoja de mi Doctrina que habíais olvidado y buscar el Libro de mis revelaciones que los hombres os habían ocultado.

2. Yo he venido a abriros un capítulo más del Libro de la Vida, el Sexto Sello, que contiene infinita sabiduría, que es la que os estoy revelando en forma sencilla y comprensible. Esta revelación os esclarece los misterios en los cuales no podíais penetrar.

3. El Sexto Sello se encuentra abierto en plenitud y sus páginas un tras otra, las voy mostrando a vuestros ojos. Leer Más

Enseñanza 259

1. Bienvenidos seáis mis discípulos, habéis venido a escuchar mi enseñanza y Yo os preparo el banquete, para que os alimentéis con los manjares de Vida Eterna.

2. Si vuestra carne es débil, vuestro espíritu en cambio es fuerte para obedecerme. Bienaventurado sea el discípulo que ha preparado su corazón dejando lo que pertenece al mundo por venir a escuchar al Verbo.

3. Vengo a ofrecer a vuestro espíritu la vestidura de gracia, porque a través del tiempo habéis hecho jirones la que os di.

4. Mi Ley es la Doctrina que a través de los tiempos habéis recibido, Ley que no habéis cumplido y por vuestra desobediencia caísteis en confusión. Ahora vengo nuevamente a iluminaros con la Luz de mi Espíritu Santo. Leer Más

Enseñanza 258

1. Os presentáis temerosos delante de Mí, oh, pueblo, porque mi voz de justicia os hace estremecer, mas os pregunto: ¿Es acaso a mi justicia o a una injusticia a la que teméis? Si es a mi justicia, sabed que debéis ser conformes en recibir el juicio divino de vuestras obras, si es a una injusticia, estáis en un error, porque Yo no podría cometerla.

2. Tenéis por Juez al más inexorable, pero al mismo tiempo al más dulce, paciente y comprensivo Padre. Un Juez que en vez de publicar vuestras faltas o de delataros delante de vuestros Semejantes, os llama a solas, os habla al corazón, os prueba según sea necesario y os da nueva oportunidad, ya sea para concluir una obra o de reparar una falta.

3. Si en la justicia divina no existiese el mayor amor del Padre, si su justicia no tuviese ese principio, no existiría ya esta humanidad, su pecado y sus ofensas incesantes hubieran acabado con la paciencia divina; pero no ha sido así. La humanidad sigue viviendo, los espíritus siguen reencarnando, y a cada paso, en cada obra humana, se manifiesta mi justicia que es amor y caridad infinita. Leer Más

Enseñanza 257

1. En silencio habéis quedado. Los pensamientos se elevan hasta mi Espíritu.

2. Bienvenidos seáis, buscáis reposo, paz o consuelo y habéis acertado en venir a escucharme, porque Yo soy quien posee todo lo que necesitáis.

3. Si buscáis la esencia de la palabra de Jesús, de cierto os digo, que también la encontraréis.

4. La palabra de Jesús fue la voz del Verbo Divino, Jesús fue el nombre del cuerpo de Cristo, cuerpo que fue como un Templo para albergar mi Espíritu y manifestar la verdad en mis palabras. Leer Más

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