La necesidad de normas y preceptos
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Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste”, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Lucas 14:7-11
No seáis vanidosos ni frívolos, no améis los primeros lugares como lo hacían los fariseos, para lograr enseñorearse ante el pueblo y que este les hiciera honores. 6-152-55 Leer Más
No se concretó Moisés a transmitir a los hombres el Decálogo, también instituyó leyes secundarias para la vida humana, e implantó tradiciones, ritos y símbolos dentro del culto espiritual, todo de acuerdo con los pasos que daba entonces el espíritu humano. Pero vino el Mesías prometido y borró tradiciones, ritos, símbolos y sacrificios, dejando intacta solamente la Ley, por eso cuando los fariseos dijeron al pueblo que Jesús venía en contra de las leyes de Moisés, les respondí que Yo no venía contra la Ley, antes bien venía a darle cumplimiento, y que si mis enseñanzas venían borrando las tradiciones, era porque el pueblo por cumplir con ellas se había olvidado de observar la Ley. 9-254-18
No ha de haber en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, que practique adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos. Porque todo el que hace estas cosas es una abominación para Yahvéh tu Dios. Deuteronomio 18:10-12 Leer Más
Ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal. Éxodo 21:24-25
Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pues Yo os digo: No resistáis al mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra. Mateo 5:38-39
En los tiempos de Moisés, le fue dada al pueblo una ley de justicia que decía: “Ojo por ojo y diente por diente”. Dicha ley, que hoy os parecería monstruosa y vengativa, era, sin embargo, justa para los hombres de aquellos tiempos. 1-16-38
Tiempo después cuando me humanicé en Jesús, me oísteis decir y escrito quedo, que: “Con la vara que midieseis seríais medidos”. Ante esa palabra algunos han preguntado: “¿Si en esa frase existen el amor, la caridad y el perdón que Jesús predicaba?” 1-16-39
Tiempo es que Yo mismo os explique el por qué de aquella ley del Primer Tiempo y el por qué de aquella frase de Jesús, porque muchas de mis lecciones he tenido que dároslas por partes a través de los tiempos. 1-16-40 Leer Más
“Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?” Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: “Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Mostradme la moneda del tributo”. Ellos le presentaron un denario. Y les dice: “¿De quién es esta imagen y la inscripción?” Dícenle: “Del César”. Entonces les dice: “Pues lo del César devolvédselo al César, y lo de Dios a Dios”. Mateo 22:17-22
Os enseñé a dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, mas para los hombres de hoy sólo existe el César y a su Señor nada tiene que ofrecerle. Y si al menos le dieseis al mundo lo justo, vuestras penas serían menores; pero el César que habéis puesto delante de vuestras acciones, os ha dictado leyes absurdas, os ha convertido en esclavos y os quita la vida sin daros nada en compensación. 6-155-15
Estudiad cuán distinta es mi Ley, que no ata al cuerpo ni al espíritu, sólo os persuade con amor y os guía con dulzura; todo os lo da sin interés y egoísmo y todo lo premia y os lo compensa a lo largo del camino. 6-155-16 Leer Más