Archivos en la Categoría: Tomo 06 – LVV: 143 al 174

Enseñanza 174

1. Amados discípulos: Cada instante que transcurre en vuestra vida, es un paso más que os acerca a vuestro Padre. Lentamente, paso a paso, vais recorriendo el camino que conduce al Reino de la luz.

2. Os acercáis a un tiempo en el que sabréis dar en justicia lo que corresponde a vuestro espíritu y al mundo lo que a él le pertenece. Tiempo de verdadera oración, de culto libre de fanatismo, en el que sabréis orar antes de cada empresa, en el que sabréis velar por lo que os haya sido confiado.

3. ¿Cómo podrá equivocarse el hombre, cuando en lugar de hacer su voluntad se anticipe a interrogar a su Padre a través de la oración? Quien sabe orar vive en contacto con Dios, sabe el valor de los beneficios que de mi Espíritu recibe y a la vez comprende el sentido o la finalidad de las pruebas por las que atraviesa.

4. El hombre que ora directamente ante Dios, es un hombre espiritualizado, que no lleva venda en sus ojos y que está preparado para descubrir dentro y fuera de él, mundos desconocidos, de sabiduría y verdad, que existen en la vida de la humanidad sin que ésta lo perciba. Leer Más

Enseñanza 173

1. Ya no sois niños en el camino espiritual, sois espíritus evolucionados. ¿Sabéis qué quiere decir Espiritualista? Yo os lo diré en una breve frase, Espiritualista quiere decir: Discípulo del Espíritu Santo.

2. Todos seréis grandes cuando alcancéis la verdadera humildad, cuando practiquéis el verdadero amor. Mientras la maldad exista en vuestro corazón, no alcanzaréis a conquistar el galardón que os tengo prometido, por eso vengo a doctrinaros, a corregiros y a lavaros en las aguas puras del río de la vida, para que seáis dignos de llegar a Mí. Leer Más

Enseñanza 172

1. Con vestidura de gracia os he cubierto, para que sea ella la que os distinga entre los pueblos y religiones de la Tierra.

2. Sólo con la práctica de mi Doctrina podréis conservar limpia esa vestidura, que no es material, sino que la lleváis hecha de luz en vuestro espíritu.

3. Es tan delicada, que hasta una mala mirada que refleje malos sentimientos para vuestros Semejantes, es capaz de imprimir en ella una mancha; ya podréis comprender que si cometéis faltas mayores, entonces no serán manchas, sino jirones los que arranquéis a vuestra vestidura. Leer Más

Enseñanza 171

1. La fuente de la gracia viene a desbordarse sobre vosotros, para que calmáis vuestra sed de paz y os purifiquéis.

2. Es preciso que venga a aleccionaros, porque aún os contemplo débiles. En esta palabra está la fortaleza que reanima al espíritu.

3. ¿No veis cómo al escucharme se alejan de vuestro corazón las penas? Es que mi voz de Padre os alivia y conforta.

4. Sois niños aún en el largo camino del espíritu, y por eso mi caridad os sostiene y mis consejos os guían. En el camino hay espinas y a sus lados existen precipicios, mas Yo os enseño a no dar pasos en falso, a no dejaros vencer por la tentación; porque estáis destinados a dar enseñanza a vuestros hermanos con el ejemplo de vuestra vida; con ello daréis el mejor testimonio de que escuchasteis al Maestro de maestros. Leer Más

Enseñanza 170

1. Cuando pensáis en los tormentos que padecí en la cruz, os horrorizáis de que la maldad humana hubiera llegado a esos extremos de crueldad y Yo os digo, que ese dolor y el cáliz que entonces bebí, no fue la mayor amargura.

2. El dolor más grande para Mí fue ver que, estando entre mis hijos, ellos no querían darse cuenta de quién era Yo, el de estar revelándoles la verdad con palabras llenas de luz, y ver que las rechazaban y me negaban, y el de estar derramando mi amor en sus corazones, mientras ellos se burlaban de Mí y de sus labios brotaban blasfemias en contra mía.

3. El último suspiro que exhalé en la cruz, fue el perdón divino que broto de mi Corazón sobre tanta miseria y muerte, pero mi pasión no terminó al exhalar aquel suspiro; os había dicho que Yo era la Vida y mi Espíritu en la eternidad siguió recibiendo las ingratitudes de todos los hombres. Leer Más

Enseñanza 169

1. Mi mirada penetra en vuestro corazón. Dejad que ella sea en vosotros como el trigo en tierra fértil. Si os viniese a juzgar en este instante, os diría que vuestras herramientas para cultivar la campiña se encuentran enmohecidas por el ocio; que las armas se encuentran abandonadas, que habéis ocultado la semilla y las fuentes de agua vivificante las habéis dejado secar.

2. Mas hoy sólo he venido a recibir vuestras cuitas. Lloráis y sufrís y todo vuestro dolor lo atribuís a mi justicia, y no os dais cuenta que vosotros sois los responsables de vuestros tropiezos porque en vez de levantaros con ahínco a la lucha, os habéis recostado a dormir bajo la sombra del Árbol corpulento. Leer Más

Enseñanza 168

1. Velad y calmad vuestra sed en mi amor, dejad vuestro cansancio, caminantes. Os traigo un presente en mi palabra, que es una enseñanza para vosotros. Si ante mi llegáis desnudos de méritos, me place confiaros cargos dentro de mi Obra, para que os sintáis hijos del Señor y hermanos de todos los hombres.

2. Vuestros dones, siendo atributos innatos al espíritu, se manifestarán en forma desconocida para esta humanidad y nadie podrá deciros que habéis hurtado o usurpado. Más tarde, este pueblo será considerado como el precursor del tiempo de la espiritualidad.

3. Una legión de seres espirituales ha sido enviada en vuestra ayuda, para que unos y otros os unáis en esta misión. Esos seres os darán valor, os inspirarán y os levantarán cuando tropecéis, y cuando vuestro camino se vea invadido por los seres en tinieblas, ellos os indicarán la forma de hacer luz, que los ilumine y los libre de su turbación. La luz de vuestros guardianes os iluminará para que podáis contemplar el sendero y descubrir las asechanzas. Leer Más

Enseñanza 167

1. De muchos corazones se eleva hacia Dios esta pregunta: “Señor, ¿el dolor que aflige a este mundo, se prolongará por siempre?” A lo cual os digo: No, mis hijos muy amados, vuestro dolor desaparecerá cuando lleguéis a encontrar el verdadero amor.

2. Aunque mucho se habla de amor en la Tierra, en realidad no existe entre vosotros. Hay quienes lo fingen, otros lo confunden con un sentimiento egoísta y otros con una baja pasión. Reina la falsedad en el corazón humano, impera la mentira, se finge amor, amistad, caridad. La mala hierba ha crecido y se ha extendido por doquiera y sólo el fuego del dolor será el que llegue a exterminarla.

3. Ese fuego lo encenderán los hombres con sus guerras de ideas, credos, filosofías y ciencias; es la guerra que se está aproximando a grandes pasos. Ahí, en ese fuego que será encendido por sus propias ambiciones, pasiones y odios, encontrarán su purificación. Así lo han querido, así lo han exigido. Leer Más

Enseñanza 166

1. Día de júbilo para mi pueblo, día de paz para los que han venido a escuchar mi palabra. Cuando entregué a los primeros esta heredad, les dije que la cuidasen porque era como un pequeño arbusto que más tarde se convertiría en frondoso y corpulento árbol; hoy vienen las grandes multitudes a escuchar mi palabra testificando con ello el cumplimiento de mi profecía.

2. El árbol dio ramas y éstas fueron desprendidas para ser plantadas en otras tierras, mas de cierto os digo, que unas han sido plantadas por mi voluntad y otras por la voluntad de los hombres.

3. Hace tiempo os dije, que el árbol por su fruto es conocido, y en breve, cuando estos árboles comiencen a fructificar, veréis que clase de fruto da cada uno, si es bueno o no. Leer Más

Enseñanza 165

1. Descansad unos instantes, pueblo amado, dejad en Mí vuestra fatiga. Mi caridad os ha llamado para que lleguéis ante el Maestro. Sólo os pido que limpiéis vuestra mente, para que la esencia de mi palabra sea recibida por vuestro corazón y mi presencia sentida por vuestro espíritu. No habéis comprendido muchas de las enseñanzas que os he dado por esa falta de preparación y de espiritualidad. Por tiempo indefinido venís como párvulos, debiendo ser ya los discípulos si hubieseis analizado mi palabra y puesto en práctica mi Doctrina.

2. Comprended que si queréis dominar vuestras pasiones y rechazar la atracción que el mundo ejerce sobre vosotros, en mi palabra podéis encontrar la luz y la fuerza para hacerlo.

3. Quien se conforma y pretende tranquilizar su Conciencia tan sólo con escucharme, pronto volverá a su letargo y vive expuesto a caer en tentación. Por eso viene mi palabra alentando y levantando a los que caen en el camino. Leer Más

Enseñanza 164

1. Mucho os he probado en este tiempo, para que podáis adquirir la luz y la fortaleza necesarias al espíritu para alcanzar su perfeccionamiento. No hay prueba que no tenga solución, ni dolor que no deje un rayo de luz en el espíritu. Ahí es donde vosotros os podéis dar cuenta de vuestra resignación y donde podéis apreciar vuestras flaquezas; porque es menester que deis muestras de fe y testimonio de mi Doctrina, no sólo con vuestras palabras, sino con vuestras obras, que servirán de ejemplo a vuestros hermanos.

2. Os preparo para que después de recibir la lección, tengáis la oportunidad de ponerla en práctica y no la olvidéis. Os estoy pulimentando en el camino de vuestra vida, para que cuando llegue el tiempo en que ya no tengáis mi palabra a través de los portavoces, podáis seguir comunicándoos Conmigo de espíritu a Espíritu. Doquiera que vayáis, iréis acompañados por mi Espíritu y en vuestra palabra estará mi Verbo, en vuestro pensamiento mi inspiración, y en vuestro espíritu estará el Mío. Sois mis nuevos discípulos y no os abandonaré, como no abandoné a los que me siguieron en el Segundo Tiempo. También ellos fueron probados y en el momento supremo de la prueba, los observé y juzgué su fe. Leer Más

Enseñanza 163

1. Pueblo: Veo vuestras lágrimas y escucho vuestros sollozos. Contemplo vuestros trabajos y sufrimientos. Veo las cadenas de pobreza y privaciones que lleváis, el desengaño que aflige a vuestro corazón, porque os habéis convencido que en el mundo no existe justicia ni caridad. Entonces oráis diciéndome: “Señor, no soy digno de tu paz, si no merezco tus beneficios, dame fuerza para soportar los sufrimientos y las injusticias de esta vida”.

2. En esos instantes se hace sentir mi presencia que os dice: “Perseverad en la paciencia, seguid vigilantes, no desesperéis ni un momento, porque no sabéis en qué instante puede llamar mi paz a vuestra puerta. Reclinad vuestra cabeza en mi pecho y ahí dejad de oír el rumor de la guerra; olvidad vuestras aflicciones y pensad que, estando Conmigo, no moriréis. Venid a Mí, acompañadme. En Mí, hallaréis al Hermano, al Esposo, al Amigo, al Padre. Leer Más

Enseñanza 162

1. No hay día en que la humanidad no se estremezca ante una prueba o no se maraville ante un acontecimiento que califica de extraordinario, y sin embargo, no ha llegado a darse cuenta del tiempo en que vive ni del significado de cada una de esas pruebas.

Con cuánta claridad os anunciaron los antiguos profetas, Joel, Daniel y el apóstol Juan sobre lo que había de ocurrir en estos tiempos; mas cuán indiferentes han sido los hombres de esta Era ante los llamados de su Señor. Si acaso llegan a romper su indiferencia y materialismo, es tan sólo para preguntarse: “¿Qué es lo que está pasando en la Tierra, que todo es zozobra, guerra, dolor, desolación y muerte?” Mas no velan, no oran, ni llegan a meditar en lo que les ha sido revelado, porque hasta ahora sólo les han interesado las falsas satisfacciones que el mundo les proporciona. Leer Más

Enseñanza 161

1. Soy el inseparable Amigo del corazón humano. Os he acompañado en todos los caminos a través de los tiempos. Si me habéis buscado como Consejero, habéis recibido sanos y amorosos consejos. Si habéis recurrido a Mí en busca de alivio, me habéis tenido como Doctor, fortaleciendo vuestro espíritu.

En los días de placer he compartido vuestras alegrías y he sonreído cuando habéis sonreído llenos de inocencia por los sanos goces que encontráis a vuestro paso. Invocadme con respeto cuando en medio de los vicios os encontréis, sabiendo que hacéis daño a vuestro espíritu y causáis degeneración a la envoltura. No me busquéis en la sombra ni en el materialismo de una vida complicada o artificial. Buscadme en la luz y emplead vuestros dones en beneficio de vosotros y de vuestros hermanos. Leer Más

Enseñanza 160

1. El fruto de vida, el fruto dulce y agradable al espíritu, es el que vengo a daros en mi palabra. Comed y sentid que os encontráis en torno a la mesa del Señor.

¡Oh, profetas del Tercer Tiempo!, preparaos para que miréis lo que sólo a los señalados les es dado contemplar. Mientras que muchos de los que forman estas multitudes no sienten mi presencia en su corazón y espíritu, vosotros podéis dar testimonio de vuestros mirajes, un testimonio lleno de luz y de verdad, tanto en el contenido como en la forma: De cierto os digo, que cuando uno de vosotros se prepara, el espíritu penetra en la luz de la vida espiritual, donde se satura y se inspira para poder después explicar su visión a quienes están esperando su testimonio.

2. Cuando este pueblo se espiritualice y aprenda a sentir mi presencia, dejará de tener necesidad de que el vidente le dé pruebas de que ha sido una verdad mi manifestación. Entonces podré decirles: “Bienaventurados los que sin ver han creído”. Leer Más

Enseñanza 159

1. Multitudes: Vuestro espíritu se llena de júbilo por haber tenido la gracia de ver la aurora del nuevo tiempo, que os fuera anunciado por los profetas y por vuestro Dios. Estad pendientes de todo cuanto pasa por el mundo, porque no es solamente a vosotros a quienes me estoy manifestando.

2. He venido a sorprender a los hombres en su materialismo, para que se den cuenta del tiempo que están viviendo y reconozcan como señales divinas, muchos de los acontecimientos que han visto con indiferencia, por haberlos atribuido a otras causas.

3. En los tiempos pasados, hubo épocas en que el pueblo de Dios supo interpretar espiritualmente todo cuanto pasaba a su alrededor, porque era el pueblo que vivía dentro de la Ley, que me amaba, y que hacía una vida sencilla y virtuosa; las fibras de su corazón aún eran sensibles, así como también lo era su espíritu. Leer Más

Enseñanza 158

1. La Luz divina de mi Espíritu sea entre vosotros.

2. Sed bienvenidos, discípulos amados, que acudís cual mansas ovejas al llamado del Buen Pastor, y si después de encontraros dentro del aprisco, alguna osare saltar el cerco, Yo dejaré a las demás a buen cuidado para ir en busca de la perdida, porque no es mi voluntad que se pierda una sola de mis ovejas.

3. Estoy velando por todos, estoy dando a vuestro corazón mi paz y luz a vuestro entendimiento, para que sigáis por el buen camino, y si alguna vez llegáis a abandonarlo, olvidando a Aquél que todo lo ha dado por salvaros y con el cual vivisteis y os confortasteis con su calor, de cierto os digo: Mi caridad os seguirá por doquier y mi voz a través de vuestra Conciencia, os estará haciendo incesante el llamado. Leer Más

Enseñanza 157

1. Pueblo de Israel: Me presentáis vuestro corazón. Quiero que me améis como Padre; mi Espíritu se encuentra deseoso de vuestro amor. El mundo me ha olvidado, y si me busca, lo hace por medio de cultos imperfectos, y como no tiene pruebas de mi presencia, pierde su fe y se vuelve incrédulo. Si alguien le dijera que estoy hablando al pueblo de Israel, no lo creería, me pediría pruebas y sería como Tomás; y Yo os he dicho: “Bienaventurado el que sin ver, ha creído en Mí”.

2. El Templo que he preparado para Mí, está en el mismo espíritu del hombre, como siempre os lo he enseñado.

3. Estudiad mis manifestaciones y pensad que he venido una vez más entre vosotros porque no habéis sabido venir al Padre; teniendo la Ley, mi palabra y las profecías, no habéis cumplido vuestra misión. Si hubieseis analizado, estaríais esperando los acontecimientos que han de señalar esta nueva Era. Leer Más

Enseñanza 156

1. Sean bienvenidos los discípulos que en pos de la sabiduría llegan ante el Maestro. Heme aquí, hijos míos, una vez más entre vosotros, porque contemplo que sois el discípulo ávido de enseñanza. Consideráis que aún no estáis preparados para entregar mi palabra a vuestros hermanos y acudís a oír a Aquél que todo lo sabe. Mañana ya estaréis doctrinados y seréis maestros.

2. Me pedís mi gracia para poder comprender mi palabra y Yo os la concedo. Mas reconoced que os estoy hablando en este tiempo con absoluta claridad.

3. Tomad mi palabra y alimentaos con ella porque vengo a fortalecer a vuestro espíritu. Leer Más

Enseñanza 155

1. Os parecen nuevas muchas de las lecciones que en este tiempo os doy porque permanecían olvidadas por vosotros, mas este es el tiempo en que Yo os las vuelva a mostrar. Tengo preparada para vosotros una gran campiña en la cual os invito a que vengáis a sembrar la Simiente de eternidad que es la que os estoy entregando.

2. Vengo a preparar a mis nuevos discípulos, los cuales llegarán a alcanzar, mediante su fe y su caridad, potestad sobre las enfermedades del cuerpo y del espíritu, potestad sobre los elementos y también sobre el Mundo espiritual.

3. Comprended que ya no son los tiempos de la ignorancia; ahora vivís en los tiempos de la comprensión y de las grandes prácticas de mi enseñanza. Leer Más

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