Los libros sagrados de los hombres

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Justicia, Amor y Sabiduría, y entre esta trinidad dos Mandamientos, los más grandes para el espíritu: Amar a Dios y el Amarse los unos a los otros. Donde quiera se encuentre esa trinidad, donde quiera se manifieste la inspiración como luz de amar a Dios y de los unos a los otros, de cierto hay inspiración espiritual en los libros de los hombres que consideran sagrados. Porque el Cristo de Dios no es de un solo pueblo, sino de todos; no es la luz de inspiración de un solo mundo, sino el de todos. La luz divina ilumina, desciende a la Conciencia del espíritu,.. es la voz que sólo lo bueno, lo noble, lo puro puede determinar,… la voz que no se mancha con el pecado del espíritu. Es la voz inmaculada que ha permanecido santa desde el inicio de los tiempos y del espíritu. Porque si en algunos mundos han necesitado de un Cristo Salvador, en otros sólo les ha sido indispensable el atender la voz sublime de la Conciencia, para ascender en el sendero del perfeccionamiento espiritual.
Esa trinidad no sólo es guía del espíritu para tener certeza que es de Dios y que no en los libros sagrados de la humanidad,… sino guía también para la determinación de sus normas y legislaciones, de sus leyes humanas. Las leyes humanas como bien dice el Maestro evolucionan, las leyes que proceden de la Divinidad no. Llegará el momento en que las leyes humanas tengan cariz espiritual, entonces habrá justicia verdadera, habrá amor, habrá sabiduría. Será el tiempo en que el espíritu deje los libros sagrados, la letra, porque él mismo será el espíritu que vivifica.
Mucho tiempo el espíritu de la humanidad ha necesitado de una guía espiritual a través de un libro. Mas llegará el momento del Reino de la Conciencia y tenga por libro, la luz que surge viva y sonante desde su propio ser. Esa luz que desde un principio debió escuchar y atender, y le invitaba,…a amar a Dios amándoos los unos a los otros. Esa Ley es Mandamiento divino, no pasa, es eterna. En esa Ley están condensadas todas las normas y preceptos espirituales, que proceden de la virtud, del bien.
Sí,… hay inspiración espiritual y divina en los libros que los hombres consideran sagrados cuando existe el Mandamiento mayor. Pero también existe en ellos lo que es del hombre, lo que le pertenece, lo que es suyo como obra y hecho, su falta y desvío, su temeridad y insensatez. Si el Maestro ha dicho que los libros antiguos volverán a las manos de los hombres, es para que a través de la luz de la Conciencia ahora pueda reconocer que le pertenece a Dios y que al hombre. Que es lo que debe prevalecer como trigo dorado por provenir de la Justicia, del Amor y la Sabiduría divinas, y que es lo que debe ser consumido por el fuego de esa misma trinidad.

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