La barca es la Enseñanza

Libro de la Vida Verdadera - La Barca es la Enseñanza

En muchas partes del Libro de la Vida Verdadera, nuestro Padre hace mención que en este tiempo de grandes pruebas, quienes permanezcan en la barca serán salvos. Las pruebas son muchas, de diversa índole e intensidad, mas para aquellos que permanezcan en la barca, las pruebas algunas pasarán como leve brisa y otras tocando al espíritu del discípulo, sin embargo no será bebido con la misma intensidad con que lo hará o lo está haciendo la humanidad.
Esta Enseñanza tiene el poder de apaciguar las pruebas materiales y espirituales. Mas no es la Enseñanza en sí la que hace tal prodigio, sino el discípulo al hacerla parte de su existencia. Es muy importante enriquecerse de conocimiento; pero mucho más significativo, que quien conoce la Enseñanza la lleve a la práctica.
Cuando en el espíritu existe elevación espiritual, es porque hay práctica de la Enseñanza. Esa elevación habla de la sensibilidad que ha alcanzado el espíritu en su pensamiento y sentimiento. Esa sensibilidad nos va haciendo uno con el Maestro. El Maestro era y sigue siendo la misma elevación pura y perfecta. El poder que manifestó en el Segundo Tiempo era prueba que Su elevación le hacía uno con Dios. No había nada extraño en Sus prodigios, Sus obras poderosas estaban impregnados del amor divino.
Hoy el Maestro tiene no doce discípulos, sino cientos, miles, unos encarnados… otros no. Cada discípulo se hace así mismo, pues el Maestro ha sembrado la semilla y recoge la cosecha al uno por mil. Cuando la Enseñanza no se queda sólo en las hojas, sino penetra en el santuario del corazón del discípulo, éste podrá sorprenderse en su camino de lo que la Enseñanza ha hecho por él y por quienes le rodean, y no sólo eso, sino por quienes no conoce. Ese discípulo es como una lámpara puesta en lo alto de una casa, en donde no sólo su luz le sirve, sino también a quienes habitan esa habitación, y aún más a quienes le visitan. Y cuando más intensa es la luz, más abarca, más envuelve,… la oscuridad pierde dominio.
Cada uno se hace discípulo. Cada quien tiene un santuario, cada quien enriquece su templo según su elevación. Quien permanece en la barca que es la misma Enseñanza hará que las pruebas sean atenuadas, porque ese discípulo ha hecho poder en su propio espíritu.

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