Archivos en la Categoría: La Ley Espiritual

Ley y Doctrina

Quinto Libro

Capítulo 6

Ley y Doctrina

Come miel, hijo mío, porque es buena. Panal de miel es dulce a tu paladar. Pues sábete que así será la sabiduría para tu alma, y si la hallas, hay un mañana, y tu esperanza no será aniquilada. Proverbios 24:13-14

La misericordia del hombre sólo alcanza a su prójimo, la misericordia del Señor abarca a todo el mundo. El reprende, adoctrina y enseña, y hace volver, como un pastor, a su rebaño. Eclesiástico 18:13

Los judíos, asombrados, decían: “¿Cómo entiende de letras sin haber estudiado?” Jesús les respondió: “Mi doctrina no es mía, sino del que me ha enviado. Si alguno quiere cumplir su voluntad, verá si mi doctrina es de Dios o hablo yo por mi cuenta. El que habla por su cuenta, busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le ha enviado, ese es veraz; y no hay impostura en él”. Juan 7:15-18

Todo el que se excede y no permanece en la doctrina de Cristo, no posee a Dios. El que permanece en la doctrina, ése posee al Padre y al Hijo. 2 Juan 1:9 Leer Más

A las mujeres

Quinto Libro

Capítulo 5

A las mujeres:

Es grande la misión espiritual de la mujer, es delicado su corazón, su mente, su seno, todas sus fibras son delicadas. Sólo así puede ser capaz de desempeñar su misión tan alta y beber su cáliz tan amargo. 8-240-3

Corporalmente son distintos el hombre y la mujer, pero espiritualmente son iguales. Todos son espíritus que luchan por su perfección. 8-240-4

Yo he colocado a la mujer a la diestra del hombre para endulzar su existencia, para llenarla de encanto. 8-240-5

Es el hombre en la vida de la mujer, escudo, guardián; su señor, porque en él he puesto mi luz, mi Ley, mi fuerza. 8-240-6

Igualmente, vosotras, mujeres, sed sumisas a vuestros maridos para que, si incluso algunos no creen en la Palabra, sean ganados no por las palabras sino por la conducta de sus mujeres, al considerar vuestra conducta casta y respetuosa. Que vuestro adorno no esté en el exterior, en peinados, joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un alma dulce y serena: Esto es precioso ante Dios. Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor. De ella os hacéis hijas cuando obráis bien, sin tener ningún temor. 1 Pedro 3:1-6 Leer Más

A los varones

Quinto Libro

Capítulo 4

A los varones:

¡Oh sí, feliz el hombre a quien corrige Dios! ¡No desprecies, pues, la lección de Sadday! Job 5:17

Dichoso el hombre a quien corriges tú, Yahvéh, a quien instruyes por tu ley, (Salmos 94,12)

La ancianidad venerable no es la de los muchos días ni se mide por el número de años; la verdadera canicie para el hombre es la prudencia, y la edad provecta, una vida inmaculada. Sabiduría 4:8-9

No quiero que infrinjáis la Ley; a los unos os han sorprendido las tinieblas y esto os ha acontecido, porque no habéis querido escuchar mi voz de Pastor que con tanto amor os llama. 12-348-36

Pensad, varones, que muchas veces habéis sido vosotros los que habéis hecho caer en vuestras redes a mujeres virtuosas, buscando en ellas las fibras sensibles y débiles. Y esos espejos que fueron limpios y que hoy se encuentran empañados, debéis hacer que reflejen nuevamente la claridad y la belleza de su espíritu. 8-235-18 Leer Más

Israel, el Fuerte en la Ley

Quinto Libro

Capítulo 3

Israel, el Fuerte en la Ley:

Y habiéndose quedado Jacob solo, estuvo luchando alguien con él hasta rayar el alba. Pero viendo que no le podía, le tocó en la articulación femoral, y se dislocó el fémur de Jacob mientras luchaba con aquél. Este le dijo: “Suéltame, que ha rayado el alba”. Jacob respondió: “No te suelto hasta que no me hayas bendecido”. Dijo el otro: “¿Cuál es tu nombre?” “Jacob”. “En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido”. Jacob le preguntó: “Dime por favor tu nombre”. “¿Para qué preguntas por mi nombre?” Y le bendijo allí mismo. Jacob llamó a aquel lugar Penuel, pues (se dijo): “He visto a Dios cara a cara, y tengo la vida salva”. Génesis 32:25-30

Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy, para que os hagáis fuertes y lleguéis a poseer la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión, y para que prolonguéis vuestros días en el suelo que Yahvéh juró dar a vuestros padres y a su descendencia, tierra que mana leche y miel. Porque la tierra a la que vas a entrar para tomarla en posesión no es como el país de Egipto del que habéis salido, donde después de sembrar había que regar con el pie, como se riega un huerto de hortalizas. Sino que la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión es una tierra de montes y valles, que bebe el agua de la lluvia del cielo. De esta tierra se cuida Yahvéh tu Dios; los ojos de Yahvéh tu Dios están constantemente puestos en ella, desde que comienza el año hasta que termina. Deuteronomio 11:8-12 Leer Más

De la obediencia

Quinto Libro

Capítulo 2

De la obediencia:

Samuel respondió: «¿Se complace tanto el Señor en los holocaustos y sacrificios como en la obediencia a sus palabras? La obediencia vale más que el sacrificio, y la docilidad más que las grasas de los carneros. I Samuel 15:22

Purificados por la obediencia a la verdad con el fin de llegar a una fraternidad sincera, amaos entrañablemente unos a otros. I Pedro 1:22

De obediencia os he hablado para que todos vuestros actos estén sujetos a una voluntad perfecta como es la mía y cumpliendo con ella nunca erréis el camino. 9-275-24

Quien se aparta de la Ley espiritual, que es Ley superior, cae bajo el dominio de las leyes inferiores o materiales, de las que también poco saben los humanos. Mas quien obedece y permanece en armonía con la Ley suprema, está por encima de todas las reglas que vosotros llamáis naturales, y siente y comprende más que el que sólo posee conocimientos que ha encontrado en la ciencia o en las religiones. 1-24-42

En verdad os digo, que no debe ser sólo el dolor el que os acerque a Mí, sino la obediencia a mi Ley, vuestras buenas obras. 11-336-72 Leer Más

De la desobediencia

Quinto Libro

Capítulo 1

La Ley y su cumplimiento

 

De la desobediencia.

Temamos, pues; no sea que, permaneciendo aún en vigor la promesa de entrar en su descanso, alguno de vosotros parezca llegar rezagado. También nosotros hemos recibido una buena nueva, lo mismo que ellos. Pero la palabra que oyeron no aprovechó nada a aquellos que no estaban unidos por la fe a los que escucharon. De hecho, hemos entrado en el descanso los que hemos creído, según está dicho: “Por eso juré en mi cólera: ¡No entrarán en mi descanso!” Y eso que las obras de Dios estaban terminadas desde la creación del mundo, pues en algún lugar dice acerca del día séptimo: Y descansó Dios el día séptimo de todas sus obras. Y también en el pasaje citado: “¡No entrarán en mi descanso!” Por tanto, quedando en claro que algunos han de entrar en él, y que los primeros en recibir la buena nueva no entraron a causa de su desobediencia, vuelve a señalar un día, hoy, diciendo por David al cabo de tanto tiempo, como queda dicho: “Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones…” Porque si Josué les hubiera proporcionado el descanso, no habría hablado Dios más tarde, de otro día. Por tanto es claro que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios. Pues quien entra en su descanso, también él descansa de sus trabajos, al igual que Dios de los suyos. Esforcémonos, pues, por entrar en ese descanso, para que nadie caiga imitando aquella desobediencia. Hebreos 4:1-11

Cuando veáis el resultado de vuestras desobediencias, de vuestras profanaciones, de vuestra vanidad y falta de caridad y estéis bebiendo un cáliz de amargura, opuesto por completo al que Yo vine a ofreceros, será cuando exclaméis convencidos: “¡En el reclamo del Maestro había verdad y justicia!” 10-284-55 Leer Más

Ley y Conciencia

Libro Cuarto

Capítulo 7

Ley y Conciencia:

Bendigo a Yahvéh que me aconseja; aun de noche mi Conciencia me instruye. Salmos 16:7

Digo la verdad en Cristo, no miento, mi Conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. Romanos 9:1

Aunque a mí lo que menos me importa es ser juzgado por vosotros o por un tribunal humano. ¡Ni siquiera me juzgo a mí mismo! Cierto que mi Conciencia nada me reprocha; mas no por eso quedo justificado. Mi juez es el Señor. 1 Corintios 4:3-4

No me refiero a tu Conciencia, sino a la del otro; pues ¿cómo va a ser juzgada la libertad de mi Conciencia por una Conciencia ajena? Si yo tomo algo dando gracias, ¿por qué voy a ser reprendido por aquello mismo que tomo dando gracias? 1 Corintios 10:29-30

Vosotros que me estáis oyendo, me preguntáis: “Maestro, ¿cómo puedo saber lo que es bueno y lo que es malo?” A lo cual os respondo: Yo soy la Justicia divina y como justicia me manifiesto en cada uno de vosotros por medio de la Conciencia que es Luz de mi Espíritu Divino. Esa es la voz de Dios dentro del hombre, y como en el hombre existen facultades que lo capacitan para interpretar y entender esa voz, sus llamadas y sus juicios, no podrá justificar que no conoce el camino del bien, que es la Ley del amor y la justicia. ¿Cuáles son esas facultades o atributos que permiten al hombre escuchar la voz de su propio guía y juez? La intuición, la razón, los sentimientos. 8-233-8 Leer Más

La Ley de la Reencarnación

Cuarto Libro

Capítulo 6

La Ley de la Reencarnación:

Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Génesis 28:12

Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahvéh: Levántate y baja a la alfarería, que allí mismo te haré oír mis palabras. Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, transformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me fue dirigida la palabra de Yahvéh en estos términos: ¿No puedo hacer Yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel. Jeremías 18:1-6

Sus discípulos le preguntaron: “¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero?” Respondió Él: “Ciertamente, Elías ha de venir a restaurarlo todo. Os digo, sin embargo: Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos”. Entonces los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista. Mateo 17:10-13 Leer Más

La Ley de Evolución

Cuarto Libro

Capítulo 5

La Ley de Evolución:

Sea mi corazón perfecto en tus preceptos, para que no sea confundido. Salmos 119:80

Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. Mateo 5:48

Mas ahora, desechad también vosotros todo esto: Cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras groseras, lejos de vuestra boca. No os mintáis unos a otros. Despojaos del hombre viejo con sus obras, y revestíos del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento perfecto, según la imagen de su Creador, donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos. Revestíos, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, soportándoos unos a otros y perdonándoos mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor os perdonó, perdonaos también vosotros. Colosenses 3:8-13 Leer Más

La Ley de Restitución

Cuarto Libro

Capítulo 4

La Ley de Restitución:

Habló Yahvéh a Moisés, diciendo: Si uno peca y comete una prevaricación contra Yahvéh engañando a su prójimo acerca de un depósito o de un objeto confiado a sus manos, o de algo robado, o bien oprimiendo a su prójimo violentamente, o si halla un objeto perdido y lo niega, o jura en falso acerca de cualquiera de las cosas en que el hombre suele pecar; cuando así peca, haciéndose culpable, devolverá lo robado, o lo exigido con violencia, o el depósito que se le confió, o la cosa perdida que halló, o todo aquello sobre lo cual juró en falso. Lo restituirá íntegramente, añadiendo un quinto más, y lo devolverá a quien lo poseía en el día en que se hizo culpable. Entregará para Yahvéh su sacrificio de reparación: Un carnero del rebaño, sin defecto, según su valoración, como sacrificio de reparación ante el sacerdote. El sacerdote hará por él la expiación delante de Yahvéh, y será perdonado en cualquiera de los casos en que fuera culpable. Levítico 5:20-26 Leer Más

El Templo verdadero

Cuarto Libro

Capítulo 3

El Templo verdadero:

Así dice Yahvéh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies. Pues, ¿qué casa vais a edificarme, o qué lugar para mi reposo, si todo lo hizo mi mano, y es mío todo ello? Y, ¿en quién voy a fijarme? En el humilde y contrito que tiembla a mi palabra. Se inmola un buey, se abate un hombre, se sacrifica una oveja, se desnuca un perro, se ofrece en oblación sangre de cerdo, se hace un memorial de incienso, se bendice a los ídolos. Ellos mismos eligieron sus propios caminos y en sus monstruos abominables halló su alma complacencia. Isaías 66:1-3

No tendréis templos ni lugares de adoración, no limitaréis mi Doctrina ni vuestro campo de trabajo, vuestro hogar será el Universo, vuestra familia la humanidad y vuestro Templo mi Espíritu Divino. 11-333-84

En vuestro espíritu existe el Templo del Espíritu Santo. Ese Templo es indestructible, no existen vendavales ni huracanes capaces de derribarlo. Es invisible e intangible a la mirada humana; sus columnas serán el anhelo de superarse en el bien; su cúpula, la gracia que el Padre derrama sobre sus hijos; la puerta, el amor de la Madre Divina, porque todo aquel que llama a mi puerta, estará tocando el Corazón de la Madre Celestial. 6-148-46 Leer Más

De Penitencias y Ayunos

Cuarto Libro

Capítulo 2

De penitencias y ayunos:

¿Por qué ayunamos, si Tú no lo ves? ¿Para qué nos humillamos, si Tú no lo sabes?  “Es que el día en que ayunabais, buscabais vuestro negocio y explotabais a todos vuestros trabajadores. Es que ayunáis para litigio y pleito y para dar de puñetazos a malvados. No ayunéis como hoy, para hacer oír en las alturas vuestra voz. ¿Acaso es éste el ayuno que Yo quiero el día en que se humilla el hombre? ¿Había que doblegar como junco la cabeza, en sayal y ceniza estarse echado? ¿A eso llamáis ayuno y día grato a Yahvéh? ¿No será más bien este otro el ayuno que Yo quiero: Desatar los lazos de maldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todo yugo? ¿No será partir al hambriento tu pan, y a los pobres sin hogar recibir en casa? ¿Que cuando veas a un desnudo le cubras, y de tu semejante no te apartes? Entonces brotará tu luz como la aurora, y tu herida se curará rápidamente. Te precederá tu justicia, la gloria de Yahvéh te seguirá. Entonces clamarás, y Yahvéh te responderá, pedirás socorro, y dirá: “Aquí estoy”. Si apartas de ti todo yugo, no apuntas con el dedo y no hablas maldad, repartes al hambriento tu pan, y al alma afligida dejas saciada, resplandecerá en las tinieblas tu luz, y lo oscuro de ti será como mediodía. Isaías 58:3-10 Leer Más

De las ofrendas

Cuarto Libro

Capítulo 1

Las altas Leyes del espíritu

De las ofrendas:

No sigáis trayendo oblación vana: El humo del incienso me resulta detestable. Novilunio, sábado, convocatoria: No tolero falsedad y solemnidad. Vuestros novilunios y solemnidades aborrece mi alma: Me han resultado un gravamen que me cuesta llevar. Y al extender vosotros vuestras palmas, me tapo los ojos por no veros. Aunque menudeéis la plegaria, Yo no oigo. Vuestras manos están de sangre llenas: Lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda. Venid, pues, y disputemos, dice Yahvéh: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán. Isaías 1:13-18

De las ofrendas materiales que la humanidad me ofrece, sólo recibo la buena intención, cuando ésta en verdad es buena, porque no siempre una ofrenda representa una intención elevada y noble. Cuántas veces los hombres me presentan su ofrenda para cubrir sus maldades o para exigirme algo en cambio. Por ello os digo, que la paz del espíritu no se compra, que sus manchas no se lavan con la riqueza material, así pudieseis ofrecerme el mayor de los tesoros. 2-36-27 Leer Más

Otros Preceptos de Jesús

Tercer Libro

Capítulo 8

Otros preceptos de Jesús:

Parábola del banquete de bodas:

Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: Cuando seas convidado por alguien a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya sido convidado por él otro más distinguido que tú, y viniendo el que os convidó a ti y a él, te diga: “Deja el sitio a éste”, y entonces vayas a ocupar avergonzado el último puesto. Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”. Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. Porque todo el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado. Lucas 14:7-11

No seáis vanidosos ni frívolos, no améis los primeros lugares como lo hacían los fariseos, para lograr enseñorearse ante el pueblo y que este les hiciera honores. 6-152-55 Leer Más

El Sermón de la Montaña

Tercer Libro

Capítulo 7

El Sermón de la Montaña:

Muchas lecciones nuevas os revelaré ahora y os iré dando aquello que seáis capaces de poseer, sin engrandeceros, ni levantaros ante la humanidad con alarde de superioridad; ya sabéis que quien se envanece de sus obras, con su misma vanidad las destruye, por eso os he enseñado a trabajar en silencio para que vuestras obras den fruto de amor. 4-106-48

Hoy mi Cátedra está formada de consejos paternales y de estímulos, es sencilla, pero si penetráis espiritualmente a ella, encontraréis la solemnidad de aquel sermón que en la montaña di a las grandes multitudes en el Segundo Tiempo. 10-280-43

Las Bienaventuranzas:

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa”. Mateo 5:1-11 Leer Más

El Consejo de Elías

Tercer Libro

Los Veintidós Preceptos

El Consejo de Elías

Cumplid con estos veintidós Preceptos y veréis al Padre en todo Su esplendor; caridad y más caridad con vuestros hermanos y daréis testimonio de Él.

Roque Rojas, el precursor, escribió inspirado por el espíritu de Elías, esta frase: “Caridad y más caridad con vuestros hermanos y veréis a mi Padre en todo su esplendor”. Verdad y luz hay en esas palabras, discípulos, porque quien no practicare en su vida la caridad, no entrará jamás en mi Reino. Por el contrario, os aseguro que por la caridad alcanzará a salvarse el pecador más duro y empedernido. 10-308-52

No dejaréis para el último momento la práctica de la caridad, no sea que lleguéis con muy escasos méritos ante la puerta del Reino espiritual y no podáis penetrar. 10-308-53

Os aconsejo que en todo el trayecto que os falta por recorrer, vayáis sembrando y cultivando esa simiente para que podáis tener una abundante cosecha. 10-308-54 Leer Más

Vigésimosegundo Precepto

Tercer Libro

Los Veintidós Preceptos

Precepto 22

No tomarás armas en contra de tus hermanos, ni les darás muerte, sea con arma o sea civil.

Si sabes alguna cosa, a tu prójimo responde, si no, pon tu mano en la boca. Gloria y deshonra caben en el hablar, y en la lengua del hombre está su ruina. Que no se te llame maldiciente, no pongas lazos con tu lengua, que sobre el ladrón cae la vergüenza, y dura condenación sobre la lengua doble. Ni en lo grande ni en lo pequeño yerres, ni de amigo te vuelvas enemigo. Eclesiástico 5:12-15

¿Cuándo llegaréis a alcanzar la paz del espíritu, si ni siquiera habéis conseguido obtener la paz del corazón? Yo os digo, que mientras la última arma homicida no haya sido destruida, no habrá paz entre los hombres. Armas homicidas son todas aquellas con las cuales los hombres se quitan la vida, matan la moral, se privan de la libertad, se quitan la salud, se arrebatan la tranquilidad o se destruyen la fe. 5-119-53

¡Cuánto daño se hacen los hombres con sus guerras fratricidas! Los días, los meses y los años pasan sin tener un poco de paz en el corazón, viviendo en constante zozobra, bajo amenaza de sus propios hermanos convertidos en enemigos. ¿Es vivir esto o por lo menos, luchar por un ideal elevado? No, pueblo: Los hombres se matan por sus humanas ambiciones que valen mucho menos que su vida; pero no quieren conocer el precio de una vida. No quieren saber que la existencia de un hombre es sagrada y que sólo puede disponer de ella Aquél que la creó. 9-271-64 Leer Más

Vigésimoprimer Precepto

Tercer Libro

Los Veintidós Preceptos

Precepto 21

Visitarás y consolarás a los enfermos siempre que puedas.

No descuides visitar al enfermo, que por obras de éstas ganarás amor. Eclesiástico 7:35

No miréis cuadros de dolor tan sólo por curiosidad; id siempre animados de los más nobles sentimientos para que vuestras obras encierren verdadera caridad y para que llevéis el consuelo a vuestros hermanos. No huyáis de un hospital, ni os horroricéis de un leproso, de un mutilado o del que esté atacado de cualquier enfermedad contagiosa. No miréis con desprecio o repulsión un presidio, ni paséis junto a él sin elevar una oración por los que en él se encuentran. Tended vuestra mano con amor a los que han caído, a los que se encuentran olvidados de los hombres. ¡Cuánto bien les haréis en su espíritu! 3-61-6

Sanad enfermos, por fe y por amor; desarrollad vuestras potencias para que sepáis con cuanta gracia os he preparado y no digáis que lo que hoy os pido está fuera de vuestro alcance. 6-143-34 Leer Más

Vigésimo Precepto

Tercer Libro

Los Veintidós Preceptos

Precepto 20

No retendrás lo ajeno en tu poder.

Unos reparten sus propios bienes, y se hacen más ricos, otros roban lo ajeno y están siempre en miseria. Proverbios 11:24

En verdad os digo, que la época en que el hombre vivió en cuevas y se cubría con piel, también se arrebataban de la boca el alimento los unos a los otros; también los más fuertes se llevaban la mayor parte; también el trabajo de los débiles fue en provecho de los que se imponían por la fuerza, también se mataban hombres con hombres, tribus con tribus y pueblos con pueblos. 11-325-16 Leer Más

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