Archivos en la Categoría: Tomo 04 – LVV: 083 al 110

Enseñanza 110

1. Discípulos: Elías ha venido a prepararos y ha dejado en vuestro espíritu, elevación y paz. De cierto os digo, que no sabéis quién es Elías, ni quién fue, ni quién será, mas llegará el instante en que le contempléis y digáis: “Señor, no supimos reconocer quién era el Pastor hasta hoy”.

2. Voy a conversar una vez más con vosotros en el leguaje de amor que os he enseñado, para que alcancéis la comunicación perfecta con vuestro Padre. No es vuestra envoltura la que siente mi presencia divina, porque no son vuestros ojos los que me ven ni vuestros oídos los que me escuchan, ni vuestros labios los que me hablan. Vuestros sentidos corporales reciben mi manifestación a través de un cuerpo humano, mas la esencia de la palabra que pronuncia el portavoz, es la parte divina que recibe vuestro espíritu. Leer Más

Enseñanza 109

1. Llegáis humildes ante mi manifestación, como llegaron aquellos pastores de Judea ante el Redentor que acababa de nacer. Ellos doblaron con respeto su rodilla ante la gracia y la belleza del cuadro que contemplaban sus ojos extasiados.

2. Aquel pueblo oprimido y humillado, hacía siglos, que esperaba al Mesías, por lo que al llegar Éste al mundo, rodeado de pobreza, fue reconocido por los humildes. También los señores, los grandes y los ricos esperaban al Mesías, mas ellos lo concebían en otra forma; por eso aquella estrella que apareció en el firmamento anunciando la llegada del Salvador, aunque brilló para todo el mundo y todos los espíritus, sólo fue contemplada por los que velaban y oraban. Leer Más

Enseñanza 108

1. Bienaventurados los que venís de las tribus de Israel, mi voz os ha llamado. Estoy reuniendo espiritualmente a mi pueblo que se hallaba disperso, cumpliendo mi promesa para señalarle con mi luz y darle su heredad. Le he buscado porque llegará el instante en que le sea confiada esta Doctrina y cada uno de los discípulos tendrá que levantarse a buscar a sus hermanos para darles a conocer mi Mensaje. Hasta que reine la fraternidad, la unión y la paz en el corazón de mi pueblo, será cuando sienta en plenitud mi presencia ante su espíritu.

2. Estudiad mi palabra y su esencia os hará comprender que ya estáis muy cerca de la Liberación espiritual. Leer Más

Enseñanza 107

1. Guardad en vuestro corazón mi palabra paternal, para que ella sea como un faro luminoso en el fondo de vuestro ser; desde ahí guiará vuestros pensamientos, palabras y obras y esa luz vivirá en vuestro espíritu aún cuando vuestra envoltura muera.

Este es el tiempo en que la humanidad despierta para las bellezas del espíritu, en que se interesa por lo eterno y se pregunta: “¿Cómo será la vida que nos espera después de la muerte?” ¿Quién, por incrédulo que sea, no se ha preguntado si existirá en él, algo que sobrevivirá a la materia? En verdad os digo, que no hay quien no presienta aquel misterio ni medite un momento en lo insondable. Sobre el misterio de la vida espiritual que parece estar lejos, y que en realidad está frente a vuestros ojos, unos preguntan, otros se confunden y otros niegan; unos hablan creyendo saberlo todo, y otros callan y esperan; mas, cuán pocos son los que verdaderamente saben algo del Más Allá. Leer Más

Enseñanza 106

1. Discípulos, he aquí a vuestro Maestro. Vengo a descorrer ante vosotros el velo de muchos misterios; preguntad, pedid que se os dará. Mas no me pidáis más de lo que debéis saber.

2. En los tiempos pasados, no os revele los misterios que os estoy dando a conocer en este Tercer Tiempo, porque vuestro espíritu no estaba capacitado para comprender o concebir más allá de lo que su desarrollo espiritual le permitía, pero mi palabra es la misma, inmutable, eterna. Vuestro espíritu es el que ha nacido, el que crece y evoluciona hasta alcanzar la perfección. El Espíritu Divino no tiene principio ni tendrá fin, es Inmutable.

3. Vuestro espíritu forma parte de un pueblo al cual he tomado como medio o instrumento para entregar mis grandes lecciones a la humanidad. Leer Más

Enseñanza 105

1. Con esta palabra haréis un Libro que quedará en la Tierra, para que los hombres encuentren el sendero de la espiritualidad. Muchos de ellos negarán su verdad, pero muchos también afirmarán que es cierto cuanto él dice.

2. De generación en generación se irán manifestando más grandes y claros los dones del espíritu, y esos hechos, surgiendo hasta en los más escépticos e incrédulos, serán el testimonio de la verdad de cuanto os anuncié en los tiempos pasados y os vine a confirmar en éste.

3. ¿Veis con cuánta intensidad ha vibrado mi palabra en este tiempo, al comunicarse por el cerebro del portavoz? Pues no os imagináis el prodigio de la comunicación de espíritu a Espíritu cuando ésta alcance su plenitud. Leer Más

Enseñanza 104

1. Humanidad: Me presentáis vuestra hambre de paz, a lo cual os digo, que el hombre que no ama, no puede tener paz. He escuchado vuestras plegarias, en las que decís: “Paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”, mas no habéis comprendido que la buena voluntad sólo puede provenir de la inclinación al bien y a la justicia, que son frutos del amor.

2. Cuando exista amor entre los hombres, sentiréis en todas partes la presencia de mi paz; porque la armonía que habéis roto con los elementos y con todo lo que os rodea, volverá, y esa bienandanza será semejante al mensaje que os trajeron los ángeles cuando os dijeron: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.

3. Mucho es lo que habéis buscado por medio de la ciencia y sin embargo no habéis podido descubrir la relación tan íntima que existe entre el hombre y lo espiritual, entre la criatura humana y su Creador. Leer Más

Enseñanza 103

1. Observad lo que sucede cuando dejáis lo que os pertenece en la Tierra por venir a escuchar mi palabra o por ir a mitigar algún dolor; cuando retornáis a vuestro trabajo o a vuestro hogar, os parece como si alguien hubiese estado ahí supliéndoos en vuestra ausencia. Y así es en verdad discípulos, porque soy Yo quien vela por lo que dejáis en los instantes de ocuparos en el desempeño de vuestra misión espiritual.

2. Tomad esto como una prueba de que cuando abandonéis este mundo para consagrar vuestra existencia a mi servicio, Yo quedaré velando por los que dejáis, a quienes cubriré con mi manto de paz, llenando con mi presencia el vacío que dejasteis en ellos.

3. Comprended que si hace mucho tiempo que os vengo enseñando la forma de vivir en el mundo como hijos de Dios, ahora os estoy preparando para que penetréis en la vida espiritual que después de esta obra os espera. Pasad por esta existencia cumpliendo con la misión que habéis traído a la Tierra, para que podáis entender el sentido de la vida espiritual cuando hayáis penetrado en ella. Leer Más

Enseñanza 102

1. Vuestra plegaria ha llegado hasta los Cielos y como prueba de ello, sentís en estos momentos mi paz. Si en alguna ocasión llegáis a sentir que una dulce paz invade vuestro corazón, podréis decir con certeza que ha pasado junto a vosotros vuestro Creador. Si vuestro corazón late apresuradamente y un goce indefinible os invade, es que vuestro espíritu ha escuchado la voz de su Señor.

2. Tomad vuestra cruz, pensando en que mi presencia es con vosotros, para alentaros en vuestro camino de evolución.

3. Todos podéis y debéis ser de los iluminados por el Señor, no hay un corazón que no lleve en su interior el germen divino del amor y de la virtud. Leer Más

Enseñanza 101

1. Si las ovejas no llaman al pastor, éste las busca para conducirlas al aprisco.

2. Discípulos: Vengo a prepararos para que después de mi partida os levantéis de comarca en comarca, dando la Buena Nueva de que el Maestro estuvo entre los hombres. Para ese tiempo, los cerebros de mis portavoces se habrán cerrado a esta comunicación, mi Rayo divino y mis hijos espirituales ya no se manifestarán en esta forma. Todo cambiará después de 1950; mas si los que fueron pedestales y facultades, perseveran en su preparación y elevación, serán quienes primero alcancen la comunicación de espíritu a Espíritu para enseñarla a las multitudes.

3. Los labios de mis discípulos quedarán preparados para dar el consuelo a los necesitados y su hogar dispuesto para recibir a los que vengan en busca de paz. Leer Más

Enseñanza 100

1. Cuando vengo a vosotros como Juez, volvéis a escuchar aquella voz de Jehová que hacía estremecer vuestro cuerpo y espíritu en el Primer Tiempo. Entonces, los hombres tapaban sus oídos pretendiendo no escuchar la voz omnipotente de su Dios; hoy digo a este pueblo: “No tapéis vuestros oídos, no me cerréis vuestro corazón, mirad como mi gracia infinita se extiende en todo el Universo. No temáis, sólo quiero la ofrenda de vuestro amor”.

2. El que ha faltado, me ha desconocido. ¿Acaso vosotros habéis faltado? Si así es, reconoced que también he descendido como Padre y como Maestro, para perdonaros y enseñaros nuevamente el camino de salvación.

3. Mi juicio es de amor, no de venganza. Leer Más

Enseñanza 099

1. Bienvenidos seáis discípulos a la mesa celestial. Saboread el delicado manjar que os traigo en mi palabra. Como el ladrón que penetra en una alcoba, así he llegado a vuestro corazón y he encontrado que tenéis hambre de conocimientos espirituales.

2. Nadie debería sorprenderse de mi presencia; ya a través de Jesús os señalé los acontecimientos que anunciarían mi manifestación como Espíritu de Verdad. También os dije, que mi llegada sería en Espíritu, para que nadie estuviera en espera de manifestaciones materiales, que nunca han de llegar.

Mirad al pueblo Judío esperando aún al Mesías, sin que éste llegue en la forma que ellos esperan, porque el verdadero ya estuvo con ellos y no lo reconocieron. ¿Queréis, humanidad, desconocer mi nueva manifestación para seguir esperándome según vuestra creencia y no conforme a lo que Yo os prometí? Leer Más

Enseñanza 098

1. Voy a daros el fruto de la vid para que os alimentéis en mi amor, olvidéis dolores y penalidades y sintáis que mientras os doy mi palabra habitáis Conmigo en la Mansión de la paz. Sentid mi presencia, pueblo, aprovechad este tiempo y si en él queréis reparar vuestras faltas, venid a aprender de Mí, que os estoy dando la oportunidad de elevaros espiritualmente.

2. Hombres en edad madura y ancianos: No lamentéis el tiempo que dejasteis pasar sin haberme oído, hoy estáis Conmigo. Si me amáis podréis en poco tiempo conocer mi enseñanza y aprovecharla. Ya estáis en el camino y podéis dar principio a la jornada y vuestro guía será la voz de vuestra Conciencia. Yo iré delante de vosotros y no habrá prueba, por dura que sea, que os aparte de Mí. Si me amáis, no volveréis atrás, porque vuestra fe brillará como una nueva aurora y veréis el camino por donde debéis transitar bañados en luz. Leer Más

Enseñanza 097

1. Mi amor de Maestro y el bálsamo maternal de María descienden sobre vuestras heridas. La Madre está siempre junto a Mí para unir su tierna enseñanza a la lección que os doy, y su manto protector lo extiende sobre esta humanidad que camina alejada del sendero que con mi ejemplo le dejé trazado en la cruz.

2. Con cuánto amor vuelvo a vosotros después de haber sido crucificado y desconocido en el Segundo Tiempo. Vengo como Padre, como Hermano, como Maestro, como Amigo.

3. Ahora sois vosotros los que lloráis, porque ante mis palabras de perdón se estremece vuestro espíritu, mas ese llanto os purifica y os conduce al sendero que mañana como discípulos míos tendréis que recorrer.

4. En verdad os digo, que son pocos los que habiéndome escuchado en este tiempo, no han sentido que su corazón se conmueve. Por eso, mientras unos se entregan a mi servicio llenos de sumisión y desinterés, otros permanecen escuchándome en espera de que Yo les señale su misión. Leer Más

Enseñanza 096

1. Sustentaos con mi palabra que es el pan del espíritu. Mas para que este pan llegue verdaderamente a vuestro corazón, es preciso que os despojéis, aunque sea por unos instantes, de cuanto os ata a este mundo. Nadie ignora la forma de elevarse a mi Espíritu, y sin embargo muchas veces os veo llorar creyéndoos indignos, sin saber que ese llanto os purifica y os prepara para llegar a Mí.

2. En mi palabra encontraréis Vida Eterna para vuestro espíritu; analizadla y encontraréis en ella esencia divina, amor y fortaleza que estoy derramando sobre el Universo.

3. Párvulos y discípulos: Mirad cuan cerca de vosotros me encuentro, y si sabéis esto, ¿por qué hay ocasiones en que me llamáis con desesperación creyendo que no os escucho? A vuestra incomprensión se debe que tenga que repetiros mis lecciones. Leer Más

Enseñanza 095

1. ¿Qué podréis pedir al que os ha creado que no os conceda, siempre que lo que pidáis sea para bien de vuestro cuerpo o de vuestro espíritu? Mas debéis aprender a ser conformes con mi voluntad. Estáis en un tiempo de restitución en el cual no debéis ser inconformes con vuestras pruebas.

2. Amad, que vuestro amor os ayudará a restituir. Destruid con vuestra caridad todo egoísmo.

3. La tierra que pisáis es pasajera, vuestro viaje aquí es corto, después penetraréis en la Vida Eterna. Sin embargo, Yo quiero que desde este Valle de lágrimas conozcáis el camino trazado en los preceptos de mi Ley.

4. No debilitéis en la fe ni en la esperanza; tened siempre presente que el fin de esta jornada llegará; no olvidéis que en Mí habéis tenido vuestro principio y que el fin lo tendréis también en Mí, y ese fin es la eternidad porque no existe la muerte del espíritu. Leer Más

Enseñanza 094

1. Mi palabra se ha manifestado entre vosotros llena de amor; se ha derramado como bálsamo de consuelo, cuando habéis venido ante Mí llorando y con paternal consejo os he tenido que corregir.

2. De Mí nunca diréis, que no os señalé vuestras imperfecciones o que en mi Doctrina os enseñé lecciones engañosas. Mañana, cuando descubráis vuestros errores y estiméis la grandeza de esta revelación, sabréis hacer justicia a vuestro Padre.

3. Aún no palpáis esta verdad, primero eran las tinieblas las que ponían una venda de oscuridad en vuestros ojos, después vino la luz de mi palabra, pero os habéis deslumbrado con ella; es menester que caminéis a tientas unos instantes para que os acostumbréis a esta luz y podáis mirar cuanto os rodea. Leer Más

Enseñanza 093

1. Bienvenidos seáis, corazones hambrientos y sedientos de luz. Estad Conmigo y jamás moriréis porque Yo soy la Vida.

2. Ayer os sentíais morir porque habíais perdido la esperanza y la fe; no había en vuestro corazón una luz que os guiara por el sendero de la Vida Verdadera, ni una voz que os dijera con caridad: “Venid, esta es la senda de la paz”, hasta que oísteis mi palabra siempre llena de amor y de consuelo, y su luz os devolvió la calma.

3. Vuestra ceguedad se ha iluminado con la luz de vuestra Conciencia y ésta siempre os dicta oración, caridad y enmienda. Así habéis llegado ante mi presencia y mi palabra ha sido como un faro luminoso y salvador que iluminó vuestra senda. Desde ese instante, habéis comprendido que esta luz sólo de Mí puede brotar y me habéis dicho: “Señor, eres Tú a quien tanto esperaba, hoy sé que te amaba y te necesitaba, Maestro”.

4. Sí, discípulos, aquí me tenéis ayudándoos a dar los primeros pasos en el camino de ascensión, hasta dejaros preparados como verdaderos discípulos de mi enseñanza y de mis revelaciones, para enviaros más tarde a comarcas y naciones a propagar esta fe. Leer Más

Enseñanza 092

1. Para vosotros es día de fiesta aquel en que escucháis mi palabra. Los que tenéis fe os recreáis, y los que tenéis dudas os atormentáis, porque quisierais verme en cuanto hombre para tener absoluta certeza de mi presencia.

2. Mi palabra a la vez que persuade, sensibiliza todas las fibras espirituales de vuestro ser y llegaréis a sentir las manifestaciones espirituales junto a vosotros, cuando la paz llama a vuestras puertas o el amor se acerca a vuestro corazón, cuando la muerte ronda o la tentación acecha.

La mejor herencia que os dejaré será esta Doctrina, porque aquel que sepa interpretarla y practicarla como ella requiere, alcanzará la suprema paz del espíritu; mas quien la altere en la interpretación o en la práctica, llorará con gran amargura, pero estos no me podrán culpar a Mí, porque su Conciencia les dirá que ese dolor es la prueba de que han estado fuera de la Ley. Leer Más

Enseñanza 091

1. Vosotros que venís en busca del alimento espiritual, acercaos y si estáis cansados, deteneos bajo la sombra de este árbol para que os confortéis. Si estáis tristes, oíd el trino del ruiseñor que canta entre el follaje del árbol y, escuchándole, sentiréis un dulce consuelo en vuestro corazón.

2. Si la incredulidad hace presa de alguno de vosotros, no se lo reprocharé ni juzgaré la ideología o credo que me presente en el fondo de su corazón.

3. Mi voz llega hasta vuestro espíritu para deciros que sigáis adelante, caminando con fe a través del extenso desierto de la vida, alentados siempre por la divina promesa de alcanzar la verdadera Tierra Prometida que es el Reino espiritual.

4. Oíd y grabad mi palabra en vuestro corazón, para que su recuerdo sea imborrable. Leer Más

« Entradas Anteriores