Enseñanza 366
1. Desde lo alto del monte de la Nueva Sión os envío mi palabra, ¡oh, pueblo amado! En esencia, presencia y potencia me tenéis por vez postrera comunicado a través del entendimiento humano, medio que elegí por mi divina voluntad en este Tercer Tiempo para manifestarme aquí, para derramar mi Verbo entre los hombres y prepararlos para la perfecta comunicación de espíritu a Espíritu, y por medio de esta preparación poder recibir del hombre el culto perfecto a mi Divinidad.
2. Tiempo de preparación ha sido este, en el que el Padre seguido de sus huestes espirituales, ha venido a entregaros la lección abriendo el Gran Libro de la Vida, el Libro de la Sabiduría divina, el Libro de los Siete Sellos, para que este pueblo, leyendo página por página, escuchando la explicación divina de todas sus lecciones, pudiera convertirse en verdad en el discípulo del Espíritu Santo, en el apóstol fuerte que en este tiempo lleve con el ejemplo, el pensamiento y la palabra, mi Obra al corazón de esta humanidad; a este mundo que en estos instantes de entregaros mi último mensaje, se debate en su zozobra, en su dolor y en su propia sangre. Leer Más