Enseñanza 241
1. Yo os recibo, pueblo, que venís a alimentaros con la Palabra divina que es el pan del espíritu. Vengo a vosotros por el amor que os tengo. ¡Ah, humanidad que sólo vais en busca de dolores, de sangre y angustias; las sombras del materialismo han empañado la mirada de los hombres y no pueden contemplar el camino de restitución!
2. Al menos vosotros que me oís, regocijaos con mi palabra y consolaos en Mí, porque esta humanidad ha extraviado su mente y sus sentimientos, ya que en vez de ir en pos de la verdad, va en pos de confusión.
Las grandes inteligencias humanas florecen hoy en el crimen, y de ellos hacen su ideal, por eso ha mucho que os he dicho a los que he nombrado mis discípulos, que desempeñando ellos esta misión que les he confiado, su ejemplo influirá en la vida, en el pensar y hablar de los demás, al grado que puedan decir: “Hoy me encuentro utilizando mi espíritu que antes creía inútil”. Leer Más