Enseñanza 233
1. La Luz de mi Espíritu sea con vosotros.
2. Discípulos, que venís luchando con vosotros mismos, que aspiráis a la eternidad espiritual, que no estáis satisfechos de vuestras obras; preparaos, porque si bien es cierto que no habéis alcanzado lo que vuestro espíritu anhela, ni habéis contemplado el fruto de vuestra labor, Yo os digo que habéis logrado elevación y adelanto. Esto vais a confirmarlo en aquella vida que os espera, en la que tendréis pleno conocimiento de vuestro progreso espiritual. Ahí será donde sintáis que el amor del Maestro en verdad se ha infiltrado en vuestro ser y que el sentimiento de caridad hacia los que sufren, se ha acrisolado en vuestro espíritu. Esa será la cosecha recogida por vosotros después de las diferentes reencarnaciones que habéis tenido.
3. El Valle espiritual se poblará de espíritus de luz, cuyas virtudes estarán al servicio del bien y del progreso de la humanidad.
4. Quienes en este mundo realmente se preparen y lleven su misión con verdadera caridad y amor, no aspirarán a contemplar la realización de su obra para escuchar el clamor del triunfo, porque el que a esto aspire, aún tiene mucho de materia y muy poco de espíritu.
5. Si os he dicho que deis a vuestra materia la importancia y el lugar que tiene en vuestro destino, me he referido a que sepáis conducirla para que ella sea instrumento para vuestro perfeccionamiento, porque es vuestro espíritu el que tiene que llegar a Mí.
6. Ved cuán simple es mi Doctrina en todas sus fases, por eso os digo, que nunca busquéis complicarla. Mirad cómo os facilito la forma de cumplir con ella, mas, a medida que veo que os compenetráis de mi enseñanza, os hago sentir la responsabilidad que con ello adquirís. Cuanto más ignorante de mi enseñanza se encuentre un hombre, menor es su responsabilidad.
7. ¿Por qué hay quienes habiendo estado Conmigo me abandonan? ¿Por qué llegan a cambiarme por satisfacciones que hacen daño a su espíritu? Y cuando les alcanzo en su camino y les llamo, llegan en su ingratitud a decirme: “Que nunca me han visto ni me han sentido”. Qué pronto han creído haber olvidado Al que marcha con ellos paso a paso, Al que les ha acompañado en las horas de prueba y en las vicisitudes. Quien ha llevado en esos instantes el corazón atormentado, la armonía celestial de mi caricia y de mi paz divina, le dice: “Venid a Mí, descansad en Mí; seguidme, Yo soy el Cielo que buscáis”. En ese instante, aquél corazón se ha sentido embargado de emoción porque ha comprobado que el hombre no está solo en su camino, y ha brotado de él una oración de amor que es acción de gracias al Maestro. ¿Es posible que alguien pueda olvidar estas pruebas de mi amor? ¿Es posible que después de recibirlas haya quien niegue haberme sentido?
8. Vosotros que me estáis oyendo, me preguntáis: “Maestro, ¿cómo puedo saber lo que es bueno y lo que es malo?” A lo cual os respondo: Yo soy la Justicia divina y como justicia me manifiesto en cada uno de vosotros por medio de la Conciencia que es Luz de mi Espíritu Divino. Esa es la voz de Dios dentro del hombre, y como en el hombre existen facultades que lo capacitan para interpretar y entender esa voz, sus llamadas y sus juicios, no podrá justificar que no conoce el camino del bien, que es la Ley del amor y la justicia. ¿Cuáles son esas facultades o atributos que permiten al hombre escuchar la voz de su propio guía y juez? La intuición, la razón, los sentimientos.
9. Por eso es que quien obra mal, no es que carezca de oídos para escuchar esa voz, es que los ha cerrado para no escuchar su propio juicio. No es que no tenga ojos para contemplar el buen camino, es que voluntariamente se hace ciego para caminar por el sendero que ha creado bajo su propia voluntad.
10. Os digo a vosotros: ¿Por qué callar la voz dulce y armoniosa de Dios que os habla a través de vuestra Conciencia, si ella siempre os guía con certeza por la senda del bien?
11. Es la carne muchas veces la que como un denso velo no os deja mirar la luz de la verdad, por eso os digo, que escucharéis aquella voz con toda claridad cuando os encontréis libres ya de la materia. Y aquel instante puede ser el de la suprema felicidad para el espíritu, que llegó al cumplimiento de su misión en la Tierra o también el de infinito dolor, al comprobar sus faltas y ver sus manchas, que le harán desear una nueva materia, como una oportunidad para empezar el camino. Ahí la justicia del Padre, que tiene como principio el amor, se manifiesta en poder, concediendo al espíritu un cuerpo humano más, donde cumplir su destino.
12. Como ésa, cuántas oportunidades os he confiado a cada quien para que al cabo del tiempo lleguéis a mi Seno, ya que como hijos me pertenecéis. Mas no quiero que sólo por mi caridad y amor lleguéis a Mí, sino que también sea por vuestros méritos, para que os hagáis dignos de poseer y contemplar toda la grandeza de mi Obra.
13. En verdad os digo, que hay más alegría en el Cielo a la llegada de un pecador convertido, que si en él penetrasen cien justos. Es el triunfo del bien contra el mal, cuando el espíritu caído en tinieblas recobra su grandeza.
14. Vengo a hablaros en esta forma para destruir en vosotros todas aquellas creencias fanáticas que entorpecían vuestro camino de evolución espiritual, pues mi Doctrina no os había sido expuesta con claridad por sus intérpretes.
15. Pueblo: Sed fuerte ante el dolor y cuando lleguéis a la comprensión, me daréis gracias por haberos probado.
16. Acercaos a Mí y oídme, que en mi palabra os sustentaré espiritualmente.
17. Mi enseñanza en este tiempo ha obrado el milagro de levantaros en multitudes ávidas de luz.
18. En el silencio de vuestro corazón me habéis escuchado y habéis descansado de los largos caminos, de los cuales traéis como cosecha vuestra fatiga y vuestros dolores.
19. De lo que el mundo está hambriento, es de amor, de paz, de verdad.
20. Llevad la unión donde reine la discordia, la luz donde exista la confusión, la moral en donde habite el pecado y el bálsamo en donde haya dolor.
21. Entonces seréis el espejo limpio, espejo que es vuestra Conciencia, donde se refleje mi divina lección y donde la humanidad contemple sus imperfecciones.
22. Grande es vuestro destino entre la humanidad, por eso he venido a enseñaros para que no tengáis tropiezo alguno que fuera causa de que os juzgasen vuestros hermanos.
23. Haced de vuestro cuerpo un siervo humilde que jamás se interponga entre vuestro espíritu y el Mío; que sepa rendirme el culto que a él toca y deje a vuestro espíritu elevarme el culto que le corresponde.
24. La espiritualidad bien entendida os dará fuerza y salud.
25. Desde el principio de los tiempos, los emisarios de la Ley y la Doctrina del espíritu, han encontrado como adversario al hombre de ciencia. Y entre unos y otros se han entablado grandes luchas; y ha llegado el tiempo en que os diga algo sobre estas controversias.
26. Yo hice este mundo para que sirviese de morada pasajera a espíritus encarnados, pero antes de que ellos viniesen a poblarlo, los preparé con los dones del entendimiento y de la voluntad, con mi luz en su Conciencia.
Yo, de antemano sabía el destino y la evolución de mis criaturas, deposité en la Tierra, en sus entrañas, en su superficie y en su atmósfera, todos los elementos necesarios para la conservación, el sustento, el desarrollo y aun el recreo del ser humano. Mas para que el hombre pudiera descubrir los secretos de la Naturaleza cual fuente de vida, Yo permití que su inteligencia despertara.
27. Y así le fue revelado al hombre el principio de las ciencias, cuyo don todos poseéis, aunque han existido siempre hombres de mayor capacidad, cuya misión ha sido la de arrancar a la Naturaleza el secreto de sus fuerzas y elementos para bienestar y regocijo de la humanidad.
28. También he enviado grandes espíritus a la Tierra para que os revelasen la vida espiritual, aquélla que se encuentra sobre esta Naturaleza, más allá de la ciencia. Y por medio de esas revelaciones ha sido presentida la existencia de un ser Universal Poderoso, Creador, Omnipotente y Omnipresente, quien reserva una existencia al hombre después de su muerte, la vida eterna del espíritu.
29. Mas trayendo unos misiones espirituales y otros misiones científicas, se han levantado en pugna unos contra otros en todos los tiempos, siempre como enemigos: Las religiones y la ciencia.
30. Hoy os digo que materia y espíritu no son fuerzas opuestas, entre ambas debe existir armonía. Luz son mis revelaciones espirituales y luz son también las revelaciones y descubrimientos de la ciencia.
Mas si habéis oído de Mí, que mucho censuro la obra de los científicos, es porque muchos de ellos, han tomado de la Naturaleza, su energía, sus elementos y fuerzas antes desconocidas, para fines perversos de destrucción, de odios y venganzas, de dominio terrestre y desmedida ambición.
31. Os debo decir que, en aquéllos que han desempeñado con amor y buenos fines su misión, en aquéllos que respetuosa y humildemente han penetrado en mis arcanos, me he complacido revelándoles grandes misterios en beneficio de mi hija, la humanidad.
32. La ciencia, desde el principio del mundo, ha hecho caminar a la humanidad por el sendero del progreso material, en cuyo camino y a cada paso el hombre ha ido encontrando los frutos de la ciencia, dulces unos, amargos otros.
33. Este es el tiempo en que debéis comprender que toda luz pertenece a mi Espíritu, todo lo que sea vida es de mi Divinidad, porque Yo soy el Arcano, la Fuente y el Principio de toda la Creación.
34. Esas pugnas de lo espiritual contra lo científico, desaparecerán de los hombres, hasta el grado de unir la espiritualidad a la ciencia en una sola luz que ilumine el sendero del hombre hasta lo infinito.
35. Vosotros comenzáis a preparar ese tiempo, porque el Espiritualismo tiene una misión universal que desempeñar, él será el que revele a todos los hombres la Verdadera Vida.
36. Concebid una humanidad que consagre su ciencia y su talento, al servicio de ella misma, que sin fanatismo ni idolatría, rinda culto agradable a Dios; que aun los placeres sean saludables y sus goces sanos al cuerpo y al espíritu y tendréis un mundo nuevo, moral, científico y espiritualmente elevado. Se respetará la vida del Semejante y no se dispondrá de la propia, porque comprenderán aquellos hombres que no son dueños de sí mismos y que el único dueño de todo soy Yo.
37. Señalados están aquéllos que tengan que morar en el mundo en esos tiempos de gracia; y lo que fue Valle de lágrimas, campo de destrucción y de muerte, será convertido en un Valle de paz.
38. Será tiempo propicio para el desarrollo y florecimiento de los dones del espíritu. Entonces la ciencia no se impondrá al avance del espíritu, mas sí les concederé penetrar aún más en mis arcanos, donde les revelaré grandes misterios para beneficio de la humanidad.
39. Mi Espíritu se recreará como siempre, con las obras buenas de mis hijos, ya sean espirituales, ya científicas o frutos de su sensibilidad a la belleza.
40. Este pueblo preparará el camino, pero vosotros, con los ojos de vuestro cuerpo, no contemplaréis aquel tiempo.
41. De entre vosotros no surgirá ningún llamado redentor, ni siquiera unificador de este pueblo, será mi palabra la que os una y redima.
42. Al finalizar mi comunicación en 1950, quiero presentarme en vuestro Santuario; ahí en vuestro corazón, será para Mí, el trono de amor que mi pueblo me prepare. No queráis que me presente en una cruz, en un cadalso o en un tribunal.
43. No dejéis que el tiempo borre estas palabras para que podáis formar con ellas, el gran álbum de sabiduría de vuestro Padre.
44. Orad, hablándome con el espíritu, ya que la voz de vuestra materia no resuena en la Gloria.
45. Mientras unos se presentan en espíritu, porque no pudieron venir junto con su materia, otros me presentan sólo a su envoltura, ya que su espíritu anda lejos, ocupado en la materialidad y os he dicho, que para oírme es necesario prepararse; mas quiero que mi luz, como un maná espiritual, descienda en todas partes donde se encuentren mis hijos.
46. Prepararé para ese día un festín, para que con él se recreen los que viven en la Tierra y aquellas grandes multitudes de espíritus que viven en el Más Allá.
47. Vengo a recibiros ante la luz del Libro de los Siete Sellos. Elías en este tiempo preparó el entendimiento humano para mi comunicación; desde entonces habéis venido descubriendo en mi Obra una nueva revelación. Unos dieron una justa interpretación a mi enseñanza, otros torcieron su sentido y cuando llegó la hora de que el pueblo se ramificara en congregaciones o recintos, cada uno obró de la manera en que había sido enseñado por los que iban adelante.
48. Cuando comenzasteis a oír mi palabra, era corto el número de mis oyentes, entre ellos había hombres y mujeres, adultos y niños. Aquella pequeña reunión creció y se convirtió en un pueblo y entonces le revelé que espiritualmente era Israel el cual se encontraba oculto y diseminado por el mundo. Pasó el tiempo y las multitudes se multiplicaron, entonces las llamé a congregación porque les hice descubrir que sus corazones vivían distanciados, que no había entre ellos unión ni armonía.
49. Mi palabra se manifestó gloriosa y mi Corazón se abrió como un arca donde brotaba la Ley y las promesas; ante ella inclinó su cerviz el pueblo y levantando su diestra juró seguir al Padre, juró unificarse. Imborrable fue mi palabra de ese día, porque quedó escrita en la Conciencia del pueblo, así como la promesa de este pueblo fue tomada como un nuevo pacto ante el Espíritu Divino.
50. Desde entonces venís luchando por vuestra unión, para que una sola luz y un solo culto sea en los corazones; pero este pacto, no todos lo respetaron, no todos hicieron suyo el ideal de unión y espiritualidad, y eso ha provocado torbellinos y huracanes sobre este pueblo, haciéndolo a veces debilitar. Hoy veo que mientras unos pugnan por conservar la limpidez, pureza y sencillez de esta Doctrina, otros no comprendiendo esta pureza por falta de espiritualidad, la han ido contaminando con ritos extraños y con influencias de diversas religiones.
51. Yo traje a los discípulos de este tiempo una Doctrina cuyo contenido es la esencia de lo que enseñó Moisés, de lo que Jesús derramó en la humanidad y lo que mi Espíritu viene a revelaros, mas he contemplado cómo ha habido entre vosotros quienes han ocultado mi verdad para poderse levantar como señores y reyes delante de sus pueblos. Si ellos pudiesen, llevarían corona en su cabeza, manto sobre sus hombros y cetro en su diestra; pero a falta de ello, humillan a sus hermanos y gustan de recibir tributos, adulaciones y alabanzas.
52. Los hombres llegan a mis recintos día tras día; nuevas multitudes y discípulos postreros van acrecentando este pueblo; si ellos llegan a un recinto donde mis hijos se preocupan por mostrar la bondad y pureza de mi Obra, se llenan de luz y me glorifican. Mas si llegan a donde la vanidad y las pasiones anidan, se confunden y así confundidos prosiguen su camino. ¿Cómo podrán detener el avance caótico de esos labriegos, quienes van delante de las multitudes? ¿Cómo podrán demostrar al mundo que no se trata de una secta o de una nueva religión, sino de la Ley eterna, la Luz del Espíritu Divino hecha Doctrina para conducir a los hombres a la perfección de su espíritu?
53. Si desde un principio hubieseis comprendido la esencia de mi Doctrina y su finalidad, no hubiese tantos confundidos en el camino. Creísteis que vuestros dones eran para vuestras satisfacciones terrenales y dejasteis que la luz de mi palabra se apagara al llegar a los corazones. Los portavoces han transmitido mi palabra desde el primero hasta el último de los recintos, haciendo enronquecer su garganta, para que al menos la intensidad de su voz, despertara e impresionara vuestro endurecido corazón.
54. Habéis visto a las congregaciones desconocerse por su diversidad de criterios y de conceptos, y habéis permanecido insensibles, sin intentar nada para evitar esa división. A veces queréis levantaros reclamando a vuestros pueblos para darles enseñanza, mas, ¿qué podéis enseñarles si nada sabéis?
55. Sé que los que han sufrido y luchado por demostrar mi Doctrina con toda limpidez, están llorando en estos momentos al escuchar estas palabras. Ellos me piden perdón y fortaleza para seguir en la brecha y a todos doy perdón, fortaleza y luz.
Bendigo a los humildes, mas a los que no lo son, les digo: Sed humildes, no olvidéis que os he comparado con el hijo pródigo de mi parábola, quien después de derrochar su herencia lejos de la casa paterna, cuando vio sus manos vacías y su cuerpo exhausto y desnudo, retornó al hogar en busca de los brazos de su padre. Él le recibió e hizo fiesta por la dicha de tenerlo nuevamente con él. Entonces aquel hijo se torno en humilde, en obediente y amoroso para con su padre, porque el dolor de sus faltas habían hecho luz en su corazón; mas a vosotros, a quienes he dicho que he recibido en este tiempo como al hijo pródigo, ¿creéis que sea justo que después de haber hecho fiesta a vuestra llegada, de haberos sentado a mi mesa y de haberos colmado de gracias, os llenéis de vanidad y os enseñoreéis de mi casa?
56. Mi palabra ha logrado conmover vuestro corazón y en él forman los unos el propósito de mejorar sus obras y los otros el propósito de enmienda. Os digo: El tiempo de la depuración ha llegado, id al seno de vuestras congregaciones y desenvolved los dones con que he agraciado a cada uno de vosotros. Es mi deseo que cesen tantas imperfecciones y profanaciones.
57. Analizad mis palabras, meditad en ellas y luego levantaos con el propósito firme de enmendar yerros, corregir imperfecciones y depurar prácticas. Orad y velad, aún es tiempo de exterminar la mala semilla, de sembrar la buena y de recoger su fruto.
58. En el fondo del espíritu de todo hombre, en lo más profundo de su ser, se encuentra un infinito, un arcano, un misterio, un Santuario y allí está el Padre. Mas ese Santuario se encuentra cerrado porque el hombre no se conoce a sí mismo.
59. No hay una sola religión o secta que se encuentre preparada para elevarme el verdadero culto.
60. No hagáis ayunos materiales ni sacrificios estériles para agradarme; no hagáis nada que no pertenezca al culto que debéis rendir a vuestro Padre.
61. Ofrendadme vuestro espíritu, los latidos de vuestro corazón que son vuestra vida; y si queréis ayunar, alejaos de lo superfluo e innecesario para vuestro espíritu y materia, apartaos de toda baja pasión, de todo pecado, este sacrificio sí lo recibo porque es en beneficio vuestro y de las futuras generaciones.
62. Si queréis entregarme una ofrenda, hacedme presente vuestros méritos de paciencia, de perdón, de Amor de los unos a los otros, de dominio sobre vuestras pasiones, de espiritualidad; ésa será la ofrenda que llegue hasta mi Espíritu Divino.
63. La verdadera espiritualidad es aquélla que coloca a vuestro espíritu en su debido lugar y a vuestra materia, con todos sus sentidos, en su debido sitio.
64. La verdadera espiritualidad es Libertad para vuestro espíritu en su camino y para vuestra carne en su sendero; que vuestra materia no invada los caminos del espíritu ni vuestro espíritu se convierta al materialismo.