Enseñanza 359

1. Discípulos amados: Gozad con mis postreras comunicaciones y después de este tiempo, venid por el camino de la oración a conversar Conmigo. Orad siempre en los días de paz, en los días de prueba, para que os sintáis fuertes y valerosos para afrontarlas.

2. El hijo ha venido al encuentro de su Padre y se ha sentido seguro en su regazo, fuerte en sus convicciones, por las enseñanzas que de Mí ha recibido y también tan amado, que sólo vivirá para cuidar su tesoro y para recordar el privilegio con que ha sido distinguido. Mas reconoced que Yo amo a todos mis hijos con el mismo amor; todos formáis una familia y si sólo un reducido número ha llegado a palpar mi comunicación por medio del hombre, todos habéis recibido de vuestro Padre, la luz y la inspiración.

3. Cada ser tiene una cita Conmigo y todos llegaréis a Mí. Los caminos están preparados. Los más sencillos han sido llamados antes, después vendrán los demás, llegarán humildes, con su espíritu doblegado, libres de rebeldía y de falsa grandeza, y en esa hora, por su humildad y su reconocimiento Yo los absolveré y les daré grandes mandatos para el cumplimiento de la gran misión que les espera.

4. En ese tiempo en que he de llamar a todos, los reacios se tornarán sumisos, los de duro corazón serán tiernos y los soberbios sabrán inclinarse con verdadera obediencia, porque a todos estará aleccionando mi Espíritu, iluminando y bendiciendo a mis hijos muy amados y de su espíritu se elevará una oración, un solo canto de amor a su Padre y Creador. En esos días penetrarán en este planeta espíritus de gran virtud y los que aquí ya hayan sido convertidos, irán a otras moradas espirituales con un gran anhelo de perfeccionamiento.

5. En verdad os digo, que vosotros que habéis seguido mis enseñanzas, al callar estos portavoces para no transmitir más mi palabra, no sentiréis que me ausento de vosotros, me percibiréis cerca, me tendréis en vuestro Templo interior y en él seguiréis oyendo mi voz y en ella mi dirección y mi consuelo.

6. De lo que ha de venir sobre este mundo después de 1950, poco sabéis, pero Yo os prevengo diciéndoos, que ese cáliz amargo que la humanidad está bebiendo, aún reserva en su fondo las heces y que el dolor aún crecerá, mas después le será apartado, cuando su expiación haya llegado a su fin, y un nuevo cáliz de dulzura le sea ofrecido.

7. El Mundo Espiritual seguirá velando y protegiendo a la humanidad, como guardián celoso de su vida y de su perfeccionamiento, atendiendo el mandato que de mi Espíritu ha recibido.

8. Después de mi última lección, quedaréis estudiando mis palabras, para que sepáis lo que debéis hacer, y cuando eso sea, formaréis Conmigo un solo espíritu de ayuda y protección para la humanidad.

9. La Madre Divina derrama su amor tiernísimo en todos sus hijos; Ella es manto para pobres y huérfanos, y solícito cuidado para los enfermos y desvalidos. Su Espíritu que vela por todos, acompaña a este mundo en la hora de prueba.

10. Recorred con el pensamiento vuestro mundo, llevando un mensaje de consuelo y fraternidad a vuestros hermanos. En el último día de mi comunicación hablaré a todas las naciones y mis palabras quedarán escritas imborrablemente en mis discípulos. Os dejo como los apóstoles para que vayáis en busca de los que os necesitan.

11. Sentíos tranquilos en mi regazo y olvidad vuestros pesares, que en el último día de mi comunicación, os resolveré los grandes problemas que me presentéis.

12. ¡Preparaos, porque la hora de prueba ya se acerca! ¡Bienaventurados los portavoces que celosos y conscientes de su cargo, hayan interpretado mi inspiración hasta el último momento!

13. Los videntes mirarán como si en Mí se consumase un nuevo sacrificio, porque mi Espíritu repite infinitamente su pasión por amor a los hombres. Recordad todas estas pruebas para que seáis salvos.

14. María velará por vosotros en vuestro largo camino, os acompañará como en el Segundo Tiempo fue con mis discípulos. Ella fue la dulce y tierna Madre que con su ternura dio fortaleza a aquellos espíritus, llenó de alegría sus corazones y compartió con ellos sus horas de dolor y cuando oraban, también los pensamientos de la Madre se elevaban para esperar del Padre su voluntad.

15. En este tiempo, María os cubrirá con su manto espiritual, para que no seáis sorprendidos por las pruebas que se avecinan.

16. Con vuestros espíritus y corazones formaréis el Templo en donde se manifestará el Espíritu Santo, para que dejéis al mundo una huella de obediencia y espiritualidad.

17. Mi palabra, cual luz de nueva aurora va iluminando y despertando a los moradores de todas las naciones.

18. Soy la Estrella que os guía hacia la Tierra Prometida. He aquí el concierto de mi palabra, impregnado de amor, alentando a vuestro espíritu en su camino.

19. Si el dolor os ha acercado al Padre, Yo os recibo con amor, confiad en Mí. Quiero estar con vosotros y que vosotros seáis Conmigo para que en esta armonía seamos uno, vosotros y Yo; quiero ser el Compañero que os muestre el camino de vuestra evolución, la Luz que va siempre delante de vosotros.

20. Soy el Maestro que viene a convertiros y a espiritualizaros, a llenar de ternura vuestro corazón para que ella brote en vuestras palabras, en vuestras miradas y obras.

21. Estad en armonía con el amor que es la potencia que mueve los mundos en el concierto universal. Acercaos a Mí para que recibáis la esencia de mi palabra, para que sintáis la inmensidad de mi amor, para que vosotros también alentéis al triste y enjuguéis las lágrimas del que llora.

22. Vengo a daros consuelo en vuestros sufrimientos, Yo sanaré vuestras heridas y sólo dejaré en vosotros la luz de la experiencia, para que meditéis y hagáis que vuestro espíritu se acerque a mi presencia.

23. Cuando vosotros os espiritualicéis, vuestras obras serán como fragantes rosas ante mi Espíritu. Cuando oréis, Yo os contestaré con una dulce vibración consoladora, sin voz, sin frases. Cuán dulce será el momento en que sintáis mi caricia como contestación.

24. Humanidad, escuchadme, no quiero que ninguno de vosotros os perdáis. Venid al llamado que hace el Pastor Divino a sus ovejas, muchas han quedado dispersas en el sendero del dolor, mas todos llegaréis al redil donde mi amor os espera para redimiros.

25. Pueblo amado: Unificaos con vuestros hermanos, que cuando estéis en comunión Conmigo perdonéis aun las ofensas más graves, por el amor que Yo os he inspirado; ¿cómo no habréis de perdonar a quien no sabe lo que hace? Y no lo sabe porque ignora que ese mal se lo está haciendo a sí mismo.

26. En el Segundo Tiempo vino el Mesías a morar entre los hombres para conducirles con amor, para aliviar sus sufrimientos y entregarles su Doctrina, para que se Amaran los unos a los otros.

27. En aquel tiempo encontré al hombre adormecido en un profundo letargo, engrandecido con las riquezas y poderes del mundo. Por eso cuando supieron que el Mesías prometido había nacido en una humilde cuna, fue muy grande su turbación.

28. Encontré a mi pueblo convertido en súbdito del César, mas le di la luz, la paz y el consuelo. Escrito estaba que vendría a encarnar el Verbo del Padre para hablar y doctrinar a los hombres, a enseñarles a obedecer la Ley y salvarlos del abismo. Fue necesario que apurara un cáliz de amargura para enseñaros el camino de redención.

29. Desde mi tierna infancia hablé a los doctores de la Ley, y fui como estrella salvadora conduciendo a los perdidos al puerto de redención.

30. Pueblo amado: Ardua fue la lucha de mis apóstoles para preparar a la humanidad con mi Doctrina. Después de mi partida, se levantaron a luchar sin titubeos, sin detenerse ante la maldad de sus hermanos; confiaron en Mí y día tras día esparcieron mis enseñanzas de amor y caridad. ¿Y qué hizo la humanidad con ellos? Desconocerles y llevarles al cadalso; fueron perseguidos y escarnecidos, mas ellos cumplieron mi mandato hasta el último instante de su vida.

31. En este tiempo os digo, pueblo: Vosotros ya no seréis los mártires, ahora sólo os pido preparación para que entreguéis el pan y el agua a la humanidad, mas también en este tiempo los hombres se interpondrán a vuestro paso.

32. Sois Israel, el fuerte de la humanidad, a quien he dejado como báculo de vuestros hermanos. Por vosotros alcanzarán misericordia, perdón, amor y caridad de vuestro Dios.

33. En el Segundo Tiempo los sabios que habéis llamado Reyes Magos, me ofrendaron como prueba de reconocimiento oro, incienso y mirra; también los humildes pastores llevaron ante mi planta sus ofrendas. Mas ahora recibo de vuestros espíritus como ofrenda de amor, vuestra elevación, vuestra oración.

34. Pueblo amado: En todas las Eras os he hablado y en este Tercer Tiempo mucho os he aleccionado. Algunos de vosotros sólo me habéis escuchado poco, mas mis grandes enseñanzas se encuentran grabadas por las Plumas de Oro, y cuando ya no me escuchéis a través del portavoz ellas os seguirán guiando y alentando, porque el manjar que os brindo en mi mesa, dulcificará vuestro paladar y hará que vuestro espíritu se sienta fortalecido.

35. En el instante que recibís mi palabra, olvidad vuestro dolor, alejaos de las tentaciones de este mundo, estad con recogimiento en esta mesa espiritual. Bienaventurados los que con esa preparación estén escuchando mi palabra, porque ella es vida para vuestro espíritu.

36. La tentación os despoja de la blanca vestidura y cuando Yo veo en vosotros la tristeza y el profundo dolor, vuelvo a cubriros con mi manto espiritual.

37. Sed fuertes ante las pruebas de esta vida, resolved vuestros problemas con la luz que os he confiado, apartad de vuestro camino todas las barreras que pudieran deteneros en vuestra evolución. Apartad el fanatismo y la hipocresía de vuestro corazón, sed los fuertes en el mundo y formad una cadena de amor y fraternidad.

38. Sois Espiritualistas, no vais a edificar templos materiales con campanas de bronce, vais a edificar un Templo en vuestro espíritu, en vuestro corazón y vendré a ese Templo y seré con vosotros eternamente. Yo mismo seré la luz de ese Templo.

39. Comprended que he venido en este tiempo para despertaros del sueño de la muerte, para mostraros un nuevo día, para que escuchéis mi voz y me contempléis.

40. Vosotros sois los hijos de la luz, a quien está encomendado esclarecer los misterios que los hombres han encontrado dentro de mi Obra, para que todos me comprendan.

41. Todas las pasadas costumbres que añadisteis a mi Obra, las tendréis que dejar, y con un solo propósito y con una sola voluntad os espiritualizaréis.

42. Os encontrabais oprimidos por la maldad y encadenados al materialismo, esperándome bajo los techos de los templos de cantera que el hombre ha formado. No habíais comprendido que en este tiempo Yo vendría en Espíritu para entregaros mi enseñanza, y heme aquí manifestándome entre los humildes para que lleven al mundo el Mensaje que libertará espiritualmente a la humanidad.

43. Como Padre amoroso vengo a vosotros para brindaros mi amor, porque antes que Juez, soy vuestro Padre que os perdona y viene a cubrir con su manto vuestra desnudez espiritual. Mas como Juez perfecto, os entrego mi palabra y os doy la oportunidad de restituir a vuestro espíritu su primitiva limpidez.

44. Ya es tiempo de que vosotros deis cumplimiento a mi Ley. ¿Acaso queréis que os reclame nuevamente el por qué no me habéis comprendido? Tenéis que ser los buenos y fieles discípulos del Tercer Tiempo, no durmáis más. Mirad que mis heridas aún se encuentran manando sangre divina.

45. No esperéis que mi justicia se haga sentir entre vosotros. Levantaos pueblo y hacedme presente la multiplicación de la semilla que os he confiado. Y si vosotros no habéis contemplado la conversión del mundo, ha sido porque no os habéis preparado y espiritualizado.

46. Israel: Preparaos, porque tendréis que transitar por los caminos difundiendo mi enseñanza, para que la humanidad la comprenda y cuando dejéis de escuchar mi palabra, no sea en vosotros el dolor.

47. Pueblo escogido: Espiritualizaos, seguid adelante para que los tiempos no os sorprendan, haceos dignos del galardón que os espera en el Más Allá.

48. El instante llega en que ya no os entregaré mi palabra a través de los portavoces, mas no es mi voluntad que retornéis a los caminos en donde podáis perder la preparación que habéis logrado con la práctica de mis enseñanzas. Tomad mi fuerza y sea en vuestro entendimiento la luz.

49. He venido a iluminar vuestro sendero porque soy el Guía de vuestro espíritu. Soy vuestro Padre y como Padre he venido a daros mi palabra para que no caigáis más en vuestro camino.

50. Buscadme mis hijos, en vuestro corazón, que es allí donde me encuentro morando. Penetrad en arrepentimiento para que podáis vivir en la Tierra de Promisión.

51. Soy la Luz que se derrama incesantemente.

52. Soy el Verbo eterno que os pregunta: “¿Hasta cuándo retornaréis a Mí?”

53. Bienaventurado seáis, pueblo bendito; mi paz, mi luz y mi amor sean con vosotros.

54. Pueblo mío: Es día de recordación en el que toda la humanidad se prepara para festejar el nacimiento de Jesús. Los hombres se han unificado espiritualmente para elevar sus plegarias, pidiendo la paz del mundo. Mas esta oración en unos brota desde el fondo de su corazón y en otros consiste sólo en palabras. La verdadera oración, nacida de la espiritualidad, es practicada por un número muy reducido. Mas la preparación de todos los pueblos de la Tierra, unida a la preparación del pueblo Espiritualista, forma una sola oración, una sola plegaria que llega a Mí.

55. El amor que cual Maestro vine a predicar al mundo, no ha sido comprendido y por esta causa el hombre alimenta con sus odios las guerras fratricidas. Son vuestras obras las que están dando el fruto que después recogeréis. Si queréis ser justos, tenéis todas las oportunidades para practicar el bien. Yo derramo mi gracia en vosotros, para que cumpláis vuestra misión con toda perfección, mas si queréis imponer vuestra voluntad y egoísmo, desobedeciendo mi Ley, entonces seréis responsables del mal que os habéis causado.

56. Pueblo Espiritualista: A vosotros toca unificaros con las fuerzas espirituales que vibran en el espacio para ayudar al mundo. Unificaos también con aquéllos que piensan en un mundo de paz y tranquilidad, de amor y bienandanza.

57. Mi palabra no sólo a vosotros alimenta. Mi palabra se derrama en inspiración en todos aquéllos que sienten el dolor humano, en los que anhelan el bien y la caridad para la humanidad. Bienaventurados aquellos que perdonan y se arrepienten de sus culpas, que están dispuestos a purificarse y vencerse a sí mismos, para elevarse espiritualmente y servir a la humanidad. A ellos les entrego mi gracia, mi inspiración, mi perdón.

58. La única forma de que las naciones vivan en paz, es la obediencia a los principios cristianos que Cristo en Jesús vino a enseñar en el Segundo Tiempo y los que vengo a recordaros.

59. Son los principios de amor, comprensión y caridad, los que debe practicar la humanidad para vivir en paz. Mas a los faltos de evolución espiritual, también les entrego mi amor y mi gracia sin contemplar sus culpas. Yo a todos os considero como mi rebaño y a todos os amo por igual, por ello os digo: Nadie está lejos de Mí, mi perdón abarca al mundo entero, aún cuando os rebeláis ante mi Ley y alimentáis vuestros odios, Yo os perdono una y mil veces para que tengáis las mismas oportunidades de regeneraros y de llegar a la eterna perfección.

60. El Espiritualismo no es una religión, es la misma Doctrina que en cuerpo de Jesús vine a derramar en el mundo, para la orientación de todos los hombres en todos los tiempos: Es mi Doctrina de amor, de justicia, de comprensión y de perdón.

61. En este Tercer Tiempo por vuestra evolución espiritual, material e intelectual, os he hablado con más claridad.

62. El Espiritualismo debe estar en todos y en cada uno de los hombres. Al espíritu vengo a hablarle para que se eleve en unión de su materia y ésta reciba de su propio espíritu, revelación e inspiración que pueda ser aplicada a él mismo y para beneficio común, cumpliendo con la Ley universal de trabajar en bien de la humanidad.

63. Mi Obra espiritual ha sido comprendida en todos los tiempos por todos los seres que han despertado y evolucionado hacia la eterna perfección. Ellos han recibido de la fuente inagotable de mi gracia y de mi sabiduría divina, y han preparado un futuro mejor para los hombres, inspirados por el Mundo Espiritual. Todo el desarrollo científico y benéfico de la humanidad, ha sido inspirado por los espíritus elevados que como maestros están dirigiendo continuamente a los cerebros que se disponen a trabajar por un bien común.

64. De esta manera la esencia de mi enseñanza, la inspiración de mi sabiduría, la recibe el cerebro; mas, de acuerdo con la preparación espiritual del hombre, con sus inclinaciones y con la libertad de pensamiento, puede acoger esas ideas para su bien o para su propio perjuicio.

65. Si el hombre científico por su capacidad intelectual, trabaja para el perjuicio y destrucción de la humanidad, no debe atribuirse esto a la inspiración de los seres elevados.

66. Esos seres han inspirado su cerebro para que comprendan a la Naturaleza, para que la escudriñe y encuentre sus grandes misterios y comprenda todas sus manifestaciones. Mas el hombre está en libertad de aplicar esa inspiración, esa gracia en la forma que quiera. A él llega como un beneficio, mas si sus sentimientos carecen de nobleza o por sus instintos perversos y falta de espiritualidad quiere aprovechar esa inspiración para causar mal, también puede hacerlo.

67. Esto es el libre albedrío que he concedido al hombre, para que él sea el responsable de sus actos y tenga méritos para ellos o se haga acreedor a la purificación que originan sus obras imperfectas.

68. El hombre en su parte espiritual está hecho a imagen y semejanza de su Dios, pues está dotado de las mismas facultades del Espíritu Divino. Vuestro cuerpo pertenece a la Tierra, mas vuestro espíritu ha brotado de mi Espíritu y a Mí tiene que volver puro y perfecto. Por ello el camino del espíritu es de larga evolución.

69. No basta a vuestro espíritu una sola materia en su existencia eterna, como tampoco es suficiente para vuestro cuerpo un solo vestido durante su vida en este mundo. Por ello la reencarnación del espíritu es necesaria para su evolución. En cada etapa conocéis la riqueza y la pobreza, la salud y todas las enfermedades que afligen a la humanidad; conocéis el egoísmo, la soberbia, la inquietud y la falta de caridad, también el perdón y el amor, la nobleza y la generosidad.

70. Habéis llegado a este tiempo encarnando en una y otra materia; vuestro espíritu ha ido purificándose de sus manchas, porque desde el principio se dejó vencer por las inclinaciones de la materia, alejándose de la pureza y perfección que tenía cuando brotó de mi Seno.

71. Habéis llegado hasta el Tercer Tiempo y vuestro espíritu ha evolucionado, mas no lo suficiente para poder dominar por completo sus instintos materiales y vivir en una etapa enteramente espiritual.

72. En este Tercer Tiempo, Yo he venido a esclarecer mi Doctrina a través del entendimiento humano, para daros una nueva oportunidad en el camino de la evolución de vuestro espíritu.

73. Pueblo: Así como mis discípulos en el Segundo Tiempo, escuchándome y siendo testigos de mis grandes obras, no comprendieron la grandeza de mis enseñanzas hasta que ya no estuve con ellos, y hasta entonces hicieron el propósito de que sus actos se ajustaran en todo lo posible a mi enseñanza, a vosotros también os sucederá lo mismo. Yo os dejo la sabiduría espiritual para que vuestros actos sean dignos y nobles de mi Obra, os sirvan de base y de inspiración, y que en cada una de vuestras obras vayáis diciendo al mundo que Cristo, se ha manifestado espiritualmente derramando su inspiración, como fuente inagotable de gracia y de sabiduría, por conducto del entendimiento humano preparado por su caridad infinita.

74. Os he enseñado a ver a Dios como el Todo, como la Maravilla sin límite para vuestra concepción mental, como la Fuerza que origina el movimiento y la acción en todo el Universo; como la Vida que manifestándose está tanto en la planta sencilla, como en aquellos mundos que giran por millones en el espacio, sin que ninguno de ellos desobedezca la Ley que los rige.

75. Esa Ley soy Yo, es vuestro Dios, es la Ley de continua evolución que está maravillando al hombre, dándole amplios campos de investigación que le permiten ir penetrando en los secretos de la Naturaleza.

76. De esta manera la comunicación entre el hombre y Dios, se verificará también por medio del conocimiento de esa Naturaleza, en la que se manifiesta la grandeza y el poder de Dios.

77. Dios entonces no es una figura, no es una imagen, ni un fenómeno.

78. Todo lo creado ha sido formado a través de una evolución continua, ya os lo he dicho, desde el comienzo de la vida, es decir, desde el instante en que manifesté la vida en un átomo y este se fue desarrollando en moléculas y las moléculas en elementos y de éstos brotaron los mundos, los que se fueron poblando de acuerdo con esa misma Ley de evolución lógica y natural.

79. Mi Doctrina es la base de todo conocimiento, de toda acción, es luz para poder conocer todas las maravillas que el hombre por su falta de espiritualidad, no logra todavía comprender.

80. El hombre es el que pone barreras para su adelanto espiritual. Dios no castiga ni es verdugo. Dios es Poder, Fuerza, Luz, Vida y Amor. Encarnó su Verbo para vivir con vosotros en la Tierra, expuesto a las mismas tentaciones y por ello os amó más.

Siendo Dios: Sabiduría, Comprensión, Paz universal, ¿cómo podéis creer que amándoos como os ama, que dotando al hombre de tantas gracias y dones, que preparándolo para una vida espiritual eterna, pueda castigarlo? No, humanidad, sois vosotros los que vais atrayendo todas las pruebas de dolor que llegan a vosotros. Lanzáis el dardo que va a herir a vuestro hermano, levantáis la mano homicida para eliminar al que os estorba; por eso os digo, que sois vosotros los que en mi justicia divina os vais haciendo acreedores a una purificación. Si vuestras obras están encaminadas hacia la perfección universal, entonces sois dignos por vuestros méritos de un galardón, mas si vuestras obras son malas, a una purificación, ya sea en materia o en espíritu.

81. Las fuerzas que constituyen la maldad, van formando un núcleo poderoso para precipitar al mundo en sus guerras, para que el hombre se desconozca y la destrucción sea por doquier.

82. Este será el último año en el que con mi palabra a través del entendimiento humano, os recuerde los principios cristianos de amor y perdón.

83. Amad a vuestro prójimo, vivid en paz con vosotros mismos, perdonad a los que os ofenden; porque Cristo os perdonó y vuestro Maestro manifestado en este Tercer Tiempo como Luz del Espíritu Santo, también perdona a la humanidad.

84. Pueblo: Abrid vuestros labios para prodigar consuelo, aliento y consejo. Que cada uno de vuestros actos sea ejemplo de amor, para que mi enseñanza sea comprendida por vuestras obras, más que por vuestras palabras.

85. De esta manera el mundo comprenderá que Cristo pasó nuevamente por la Tierra, no en forma material con el cuerpo que Jesús llevó durante 33 años, sino con la luz y sabiduría derramada en cada uno de sus discípulos.

86. Pueblo amado, por lo noble y generoso que hay en vuestro espíritu os digo: Practicad mi Doctrina, haced el bien, no juzguéis a nadie. Cuidad que vuestro cuerpo no sea el instrumento que os lleve a la degeneración y a la impureza, sino que os ayude a la elevación de vuestro espíritu y aún cuando tengáis tentaciones podáis salir triunfantes de ellas.

87. Tomad vuestro cuerpo como algo delicado que se le ha dado al espíritu para su evolución.

88. No juzguéis las demás doctrinas como imperfectas, concretaos a obrar bien.

89. Mi Obra limpia y pura la deposito en vuestras manos y seréis responsables de la forma en que se desarrolle el Espiritualismo.

90. No os dejo establecidas prácticas ni obligación de cumplir con ciertos ritos, porque no es mi voluntad que caigáis nuevamente en fanatismo; os reuniréis a estudiar mi palabra y haréis que los demás participen de este conocimiento.

91. La espiritualidad se hará sentir cuando todos los pueblos tengan la misma ideología, entonces será el reinado de Cristo.

92. El principio cristiano prevalecerá y la Espiritualidad servirá de guía a los hombres para que establezcan las leyes justas que rijan a la humanidad. Sólo así será la paz en el mundo.

93. Cuantas veces os reunáis para estudiar mi palabra, para comunicaros vuestros problemas, para hacer un bien común, para pedir ayuda espiritual, haced la oración; concentraos en vosotros mismos y cualquiera de vosotros preparado así, hablará y dará consejos. En él se repetirán las palabras del Maestro, que ha dado a través de los portavoces. Mas no será necesario que entre en éxtasis, sólo a través de la inspiración tendrá la ocasión de ejercer la caridad y hacer que se conozca y se sienta mi Obra.

94. Pueblo: Id a la humanidad, habladle como Cristo os habló a vosotros, con la misma caridad, con la misma determinación y esperanza.

95. Hacedles ver que hay caminos de elevación que dan satisfacciones mayores que los que dan los bienes materiales. Hacedles ver que hay una fe que hace creer y esperar más allá de lo tangible. Decidles que su espíritu vivirá eternamente y que por lo tanto tienen que prepararse para llegar a gozar de esa eterna felicidad.

96. De esta manera cumplid, id por los caminos con la verdad y la elevación de vuestras obras y cuando lleguéis ante mi presencia, os diré: “Bienaventurados seáis, venid a formar parte de Mí mismo, venid a gozar de la dicha inefable de mi Divinidad. Olvidaos de la materia, olvidad que tuvisteis penas en el mundo, y ya no tendréis porqué volver a sentir dolor ni enfrentaros a un cúmulo de tentaciones”.

97. Sólo seréis espíritus que por vuestros méritos habréis recorrido la Escala de Perfección: Esa escala de Jacob, escala de evolución que parte de la tierra y se pierde en el infinito. Habréis ido escalando peldaño a peldaño y al final os conducirá a la eterna vida, al Reino de la Luz.

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