Enseñanza 276
1. Entre las multitudes que vienen a escuchar mi lección, veo llegar a los postreros, a los que por primera vez están escuchando esta palabra. Ellos recibieron el testimonio de los que con anterioridad habían sido invitados a mi banquete espiritual; pero se habían resistido a creer en mi presencia y en la llegada del Tercer Tiempo.
2. Vinieron venciendo obstáculos y prejuicios y les ha bastado escuchar las primeras palabras que pronunciaron los labios del portavoz, para decir: “Maestro, sois Vos, reconozco la esencia de vuestra palabra, mi espíritu se estremece”.
3. Bienaventurados los que escuchándome ya al final de mi comunicación en 1950, crean en mi presencia, porque de cierto os digo, que mi esencia no se apartará de su corazón aun después de mi partida.
4. Mi voz está llamando a las grandes multitudes, porque para muchos espíritus se está acercando el final de su peregrinaje en la Tierra. Ese abatimiento, ese hastío, esa tristeza que llevan en el corazón, son la prueba de que anhelan ya una morada más alta, un mundo mejor; pero es necesario que la última etapa que recorran en el mundo, la vivan obedeciendo los dictados de su Conciencia, para que la huella de sus últimos pasos en la Tierra sea de bendición para las generaciones que después vengan a cumplir sus diversas misiones en el mundo.
5. La tristeza de muchos hombres proviene de no haber encontrado en su larga jornada un árbol frondoso a cuya sombra descansar. Encontraron árboles en el camino, pero estaban secos y su semilla era vana.
6. Todos esos hombres que me han buscado, que han esperado mucho tiempo, pronto escucharán mi voz y acudirán a ella, porque el último resto de esperanza y el último destello de fe, no se han apagado en su corazón.
7. Mi Obra espiritual les espera; es el Árbol corpulento que buscan, bajo cuya sombra quieren reposar y con cuyos frutos anhelan sustentarse.
8. Cuando lleguen y satisfagan su hambre y su sed y se deleiten descansando, verán pasar por su imaginación todo su pasado: Las penosas jornadas por el desierto, las tinieblas con sus tentaciones, los abismos llenos de peligros, de vicios y de muerte. Recordarán uno a uno los cálices amargos que bebieron y contemplarán en sí mismos las huellas de la lucha de la dura jornada.
9. Aquí recobrarán la paz. Yo les espero. Limpiad vosotros el camino para que no se pierdan y preparad un himno, para que les recibáis con fiesta y alegría en vuestro corazón.
10. Empezarán siendo párvulos ante mis nuevas revelaciones, luego con su amor y su ahínco, se tornarán en discípulos, y cuando su espíritu se haya sustentado verdaderamente y se haya impregnado de esta esencia, ya no buscarán árbol para sombrearse. Doquiera sentirán mi presencia y en ella encontrarán sombra, refugio, fruto, reposo y paz
11. Cuán importante es que los postreros encuentren fuertes a los primeros, para que se fortalezcan con su buen ejemplo y desde sus primeros pasos se encaucen por la senda de la obediencia, del celo y de la limpidez.
12. Muchas veces me habéis tenido como Maestro, mas cuando me manifiesto como Juez, os sentís invadidos de temor, entonces quisierais purificaros en un instante hasta de la más insignificante mancha, para mostraros limpios delante de Mí. El pesar de haberme ofendido se traduce en llanto y vuestro espíritu me busca en la oración; cuando comprendéis que habéis hecho un buen acto de arrepentimiento os tranquilizáis y os sentís ya dignos de escuchar la palabra del Divino Juez que viene a tocar con su luz a los espíritus.
13. Benditos sean los que se arrepienten y forman firmes propósitos de enmienda y regeneración, porque lograrán elevarse por encima de lo impuro y lo superfluo. Sin arrepentimiento, meditación y propósitos de mejoramiento, no habréis puesto cimientos al Santuario que tenéis que edificar en vuestro espíritu, pero si reconocéis vuestras faltas y lucháis por eximiros de ellas en lo sucesivo, vuestra Conciencia os guiará en todas las obras de vuestra vida.
14. Lejos estáis ya de aquellos tiempos en que los hombres buscaban su purificación mediante el sacrificio de víctimas inocentes; también habéis comprendido la inutilidad de los ayunos y las penitencias mal entendidas que por mucho tiempo practicasteis, ahora sabéis que sólo la regeneración y la espiritualidad podrán dar a vuestro espíritu la paz y la luz.
15. Yo vine en el Segundo Tiempo en cuanto hombre predicando mi Verdad con el ejemplo, detuve el sacrificio inútil de seres inocentes e inconscientes, sacrificándome en aras de una lección perfecta de amor.
“Cordero de Dios”, me llamasteis por haberme inmolado aquel pueblo en sus fiestas tradicionales. Ciertamente mi sangre fue derramada para enseñar a los hombres el camino de su redención. Mi Amor divino fue derramado desde la cruz sobre la humanidad de aquel y de todos los tiempos, para que en aquel ejemplo, en aquella palabra, en aquella vida perfecta se inspirase la humanidad y encontrase la salvación, la purificación de los pecados y la elevación del espíritu.
16. Ya estáis comprendiendo que Yo vine a dar el ejemplo; pero que vosotros tendréis que hacer los méritos imitándome, a fin de labraros una mansión de paz eterna, una vestidura de luz y una paz inagotable.
17. Quiero en mi nuevo apostolado a los discípulos fuertes, espiritualizados y llenos de la luz del saber.
El saber Yo os lo he dado a través de mis revelaciones que en los Tres Tiempos os he hecho. No quiero que analicéis mi Espíritu ni nada de lo que pertenece a lo espiritual como si fuesen objetos materiales; no quiero que me estudiéis a la manera de los científicos, porque caerías en grandes y lamentables confusiones.
Os he enseñado a elevar el espíritu por medio de la oración para consultar con humildad y respeto a vuestro Padre, porque entonces el Arcano se entreabrirá para dejaros contemplar lo que esté reservado a vuestro conocimiento y sentiréis llegar a vuestro entendimiento la luz divina de la inspiración.
18. La oración es el medio revelado a vuestro espíritu para llegar hasta Mí con vuestras interrogaciones, con vuestras inquietudes y vuestros anhelos de luz. A través de esa comunicación podréis disipar vuestras dudas y descorrer el velo que oculte algún misterio.
19. La oración es el principio de la comunicación de espíritu a Espíritu que en los tiempos venideros florecerá y dará frutos entre esta humanidad, hoy le he revelado todo esto al pueblo que me escucha, para que sea el precursor del tiempo de la espiritualidad.
20. No penséis que hasta entonces va a comenzar a vibrar mi Espíritu sobre el de todos los hombres: De cierto os digo, que mi vibración, mi inspiración, mi presencia y mi luz han sido con los hombres en todos los tiempos, pero que éstos, nunca habían estado preparados para recibir directamente mis mensajes.
21. En todos los tiempos he ido hacia vosotros, siempre os he hablado, siempre os he buscado, en cambio, vosotros nunca habéis venido a Mí por el verdadero camino, nunca me habéis hablado con el lenguaje del espíritu, ni me habéis buscado en donde verdaderamente estoy.
22. No os desalentéis ante mi palabra cuando os señale vuestras faltas, también os digo, que todos los errores y deficiencias que la humanidad ha tenido, Yo se las he perdonado, abriendo ante su espíritu una Era de Luz, en la que conocerá sus imperfecciones, para que se levante de su estancamiento y conozca la verdad que hay en mi Obra en la que hasta ahora no ha logrado penetrar.
23. ¿Queréis que sea mi voz la que mañana conteste a vuestras preguntas? Aprended a orar porque si así no fuere, será entonces vuestra mente la que conteste y, ¿qué podrá ella revelaros si jamás ha penetrado en el Reino del espíritu? Dejad que sea el espíritu quien se eleve, el que llegue hasta Mí, llame a las puertas de mi amor y de mi sabiduría y por medio de él encontraréis la vida maravillosa que jamás habíais descubierto.
24. Id al fondo de mi palabra, ¡oh, discípulos! Y ahí encontraréis la esencia de la lección que os he dado en este día.
25. Soy vuestro Amigo, Aquél a quien podéis confiar vuestros secretos, Aquél que todo lo da por vosotros.
26. Veo que venís a confiarme una pena, para que libre de ella a vuestro corazón, y en verdad voy a concedéroslo, mas ello será cuando comprendáis que el mal no hay que curarlo superficialmente, sino en su origen; que además de orar y de pedir es menester la enmienda, la reflexión, la regeneración.
27. ¿Qué mérito tiene que Yo os sane de una enfermedad o que os libre de algún sufrimiento, si persistís en la causa de vuestros sufrimientos?
28. Orad para que recibáis mi luz y por medio de ella lleguéis a descubrir las causas o el origen de vuestras pruebas y vicisitudes. Pedid para que en vuestra humildad os sintáis fortalecidos, pero antes poned toda vuestra voluntad en evitar todo cuanto os pudiese perjudicar, en el espíritu como en la envoltura.
29. Venid todos a Mí y sanad de vuestros males, haced que vuestra fe obre el milagro de devolveros la salud y de alcanzar vuestra salvación. El milagro no está en Mí, sino en vosotros, mas no olvidéis que ya no es mi túnica la que habréis de tocar para recibir el prodigio, sino que debéis llegar ante mi Espíritu por medio de vuestra fe y elevación.
30. ¡Cuántos han encontrado su salud en este camino, porque a tiempo supieron descubrir el origen de sus males y pusieron toda su fe y su voluntad en luchar hasta vencer! ¡Cuántos también se han alejado tristes, confusos o decepcionados, sin haber conseguido lo que deseaban porque creyeron que con sólo acercarse a uno de estos lugares de reunión o simplemente con pedir, todo lo tenían ya logrado!
Nunca se interesaron por descubrir la causa de sus sufrimientos y tuvieron que alejarse sin haber alcanzado el bien que buscaban. Esos son los que viven sin luz espiritual, los que ignoran la causa de sus sufrimientos, y el valor que tiene la salud o la paz.
31. La mayor parte de los hombres llevan un Tomás en el corazón, quisieran ver y tocar para poder creer y Yo os digo, que aquellas pruebas concedidas al más incrédulo de mis discípulos, no se repetirán en este tiempo, porque no me tendrá el mundo otra vez en cuanto hombre y porque aquel ejemplo quedó como libro abierto delante de cada uno de mis hijos, para que analizaran esa lección.
32. No penséis que sólo haciéndome hombre puedo manifestarme al mundo, no, porque ahora me estoy haciendo sentir espiritualmente en vosotros, y esa es una prueba de que Yo puedo manifestarme delante del hombre en número infinito de formas. Todo lo he creado y os conozco, por lo cual sé cómo hacer estremecer el espíritu dormido de esta humanidad.
33. Mi humildad en aquel tiempo hizo vibrar de amor el corazón del pueblo. Habituado a contemplar la ostentación de quienes decían representarme en el mundo, cuando vieron que el Rey de los reyes venía sin corona y carecía de trono en la Tierra, abrieron sus ojos y contemplaron la verdad.
34. Así también en este tiempo haré estremecer al mundo con mi humildad, de la que os he dado las primeras pruebas, buscando la sencillez y el recogimiento de los primeros en sentir la llegada del nuevo tiempo, para manifestar entre ellos mi Mensaje.
35. ¡Ay, de los que han tomado mi Nombre para gobernar espiritualmente a la humanidad si con ello la han estacionado o confundido, porque verán partir de entre sus filas a millares de hombres en busca de la Verdad! ¡Ay, de los hombres de ciencia, que en vez de hacer liviana la vida, la han hecho más penosa a los hombres, porque entonces verán a los pobres y a los ignorantes realizar prodigios que ellos no serían capaces de hacer con toda su ciencia!
36. Los milagros de este tiempo también quedarán escritos para testimonio de las generaciones venideras, mas en verdad os digo, que estos milagros se realizarán más en el espíritu que en la materia.
37. En aquel Segundo Tiempo sané a multitud de enfermos. Curé ciegos, leprosos, poseídos, sordos, paralíticos y mudos. Todos eran enfermos del cuerpo, mas, por el milagro hecho en sus cuerpos resucitó su espíritu.
38. Ahora vengo primero a dar luz al espíritu, a despertarle, a darle libertad, a encender su fe y a sanarle de todo mal, para que después él se encargue de fortalecer y sanar su cuerpo.
39. ¿No creéis que de tiempo en tiempo debo encontraros más adelantados y que por lo tanto mis lecciones tienen que ser cada vez más elevadas?
40. Es por eso que en este tiempo no me verá el mundo nacer en un establo ni me verá morir en una cruz, sino que habrá de elevarse para sentir mi presencia espiritual.
41. Humanidad: ¿Os parece imprevisto el dolor, la miseria y el caos que os envuelve en este tiempo? Si estáis sorprendidos, es porque no os interesasteis por mis profecías y no os preparasteis. Todo estaba previsto y todo estaba anunciado, pero faltasteis a la fe y ahora apuráis las consecuencias como un cáliz muy amargo.
42. También ahora estoy profetizando por medio del entendimiento humano; unas profecías son de realización próxima y otras para tiempos más distantes.
Este pueblo que las escucha, tiene la gran responsabilidad de darlas a conocer a la humanidad, porque ellas contienen luz que hará a los hombres comprender la realidad en que viven, para que se detengan en su veloz carrera hacia el abismo.
43. Mis emisarios harán saber a las naciones, que de seguir en sus necias e incesantes ambiciones de grandeza y poderío, valiéndose de fuerzas y elementos que aún no conocen ni saben emplear, esta Tierra que fue el paraíso creado por el Señor y más tarde Valle de lágrimas por los pecados y desobediencias humanas, quedarán convertidos en campo de muerte y de silencio, en mundo inhabitable, a causa de la perversidad de los hombres.
44. ¿Acaso a eso le podréis llamar conquista o triunfo de la ciencia? Triunfo será para la humanidad, cuando llegue a vivir en paz y en armonía, porque entonces habrá construido la base para sus más grandes conquistas, tanto humanas como espirituales, habrá cumplido con el precepto que os aconseja, Amaos los unos a los otros.
45. Vendrán de otros países hacia este pueblo, multitudes ansiosas de interrogaros acerca de los acontecimientos espirituales que en este tiempo habéis presenciado y también sobre las revelaciones y profecías que os he entregado, porque en muchas partes del mundo han recibido mis mensajes que dicen, que en un lugar de Occidente ha descendido mi Rayo divino para hablar a la humanidad de este tiempo. Veréis cómo llegado el instante, de otros pueblos y naciones vendrán a buscaros. Entonces los hombres de las grandes religiones se sorprenderán de que no sea a ellos a quienes vine a buscar.
46. Ahora comprendéis por qué quiero que luchéis contra vuestro materialismo, que destruyáis todas vuestras dudas y confusiones, porque no quiero que cuando vuestros hermanos lleguen ante vosotros, sufran desengaño o decepción; no quiero que en vez de llamaros hermanos, se vayan a tornar en vuestros enemigos.
47. ¿No os duele tanta confusión como reina en el mundo? ¿No sufrís ante tanta tiniebla espiritual?
48. Sed los buenos discípulos: Grandes en vuestro conocimiento y humildes en vuestra forma de enseñar, os digo que debéis aprovechar cuanta ocasión de sembrar os ofrezca la vida. Mas debéis de tener presente que todo aquél que a sí mismo se llame maestro, sin serlo, será responsable de cuanto haga en su camino, así como de las pruebas que a su paso reciba.
49. Este es un instante precioso para que reflexionéis, a fin de que os libertéis de la rutina, os coloquéis en una senda de adelanto y lleguéis a conocer verdaderamente la pureza de esta Obra, porque no todos habéis considerado su pureza ni la habéis comprendido. Aún contemplo entre vosotros formas y prácticas tan extrañas, que aunque agradan a algunos que tienen tendencia a los ritos, a los más les confunde y no se dan cuenta que con ello sólo están preparando un motivo de mofa para el mañana.
50. ¿Creéis que el Maestro tema que los hombres destrocen su Obra? No, pueblo, el Padre a nada puede temer, su Obra es indestructible; lo que Yo quiero es que améis la verdad, que presentéis mi Obra en toda su pureza, porque si no lo hacéis, causaréis mucho dolor, tal como lo han causado todos aquellos que, dentro de cualquier religión, sin caridad para sus hermanos han confundido, perdido o lastimado a sus Semejantes, dándoles piedras por pan, tinieblas por luz o mentira por verdad.
51. Todos habéis recibido esta palabra, pueblo, estáis conscientes de lo que habéis escuchado y sin embargo os digo: Nada os obliga a servirme ni a seguir el camino trazado, mas, el que esté dispuesto, el que no pueda resistir al amor que su corazón siente, el que no tema sangrar su planta en el sendero, tome su cruz y venga en pos de su Maestro, dispuesto a servirme en sus hermanos.
52. Es Elías quien ha estado entre las grandes multitudes para enseñarles el camino de verdad, para hablarles del Reino de Dios, para mostrar a los hombres la espiritualidad liberándolos de la confusión, la injusticia y la maldad.
53. Elías invita a los hombres al arrepentimiento, mostrándoles las virtudes y el amor, para encaminarlos como ovejas de su redil hasta Mí.
54. En este Tercer Tiempo, he posado mi Rayo universal en el entendimiento del hombre para entregaros mi palabra. Mas la humanidad aún no se ha dado cuenta de mi manifestación divina; porque ha forjado muchos dioses según su entendimiento, según sus ideas y os digo: Sólo existe un Dios verdadero que no tiene principio ni fin, y ha dado al hombre una chispa de su Espíritu Divino que es la luz de su Conciencia que le enseña a distinguir el bien del mal.
55. Pueblo escogido: Los hombres de ciencia, de diferentes credos y doctrinas, de diferentes sectas y religiones, se preparan para escudriñar el fruto de esta Doctrina espiritual, ellos os preguntarán: “¿Cuál es el Dios que vais buscando?” Si estáis preparados, seréis el pueblo iluminado que sepa contestar a toda pregunta. Quiero que sepáis defender esta causa, porque de vosotros brotarán palabras de verdad. Si os habéis espiritualizado, nada temáis de los hombres, porque daréis testimonio de mi verdad con vuestras palabras, pensamientos y obras.
56. Si dais cumplimiento a mi Ley, los hombres no os señalarán como los impostores, porque contemplarán vuestra obediencia y os verán como sus propios hermanos.
57. Todo el que lleva buenos principios, que medita sus actos, que aparta de su palabra la mentira, que obra con amor, piedad y caridad para sus Semejantes, sentirá en sí mismo la manifestación de mi Divinidad y será semejante a su Dios en la grandeza de sus actos y en sus propósitos para hacer el bien.
58. ¡Cuán pocos son esos corazones; corto es el número de aquellos que así dan cumplimiento a mi Ley! Mas a vosotros que sois el pueblo escogido, os he enseñado a hacer el bien. Podréis hacerlo con vuestros buenos pensamientos, con vuestra oración. A través de la oración podéis elevar a vuestro espíritu hacia mi Divinidad, porque siendo infinito, desciendo hasta vuestro mundo para acariciaros, para daros el consuelo y para enseñaros a obedecer mi Ley.
59. Día a día he estado entre vosotros para enseñaros a practicar las virtudes, para confiaros mi amor y he iluminado a vuestro espíritu y a vuestro entendimiento, para que doquier os levantéis con el propósito de hacer el bien, con el propósito de regeneración. Os he enseñado a perdonar, para que aquél que está en las tinieblas, vea que vosotros sois los hijos de la luz, y así con vuestro buen ejemplo podáis mostrar al mundo el camino de la verdad y podáis testificar que habéis recibido mi palabra con vuestras obras de amor.
60. Los hombres de nada tendrán que acusaros, porque contemplarán que habéis sido inspirados por mi Espíritu para practicar el bien.
61. Practicad esta Obra espiritual como es mi voluntad, para que le mostréis nuevos horizontes a la humanidad, para que iluminéis los senderos oscuros por los cuales ha transitado hasta ahora.
62. Confesaos directamente Conmigo, porque soy el único que puede penetrar en vuestro espíritu y escuchar vuestros secretos con infinita piedad y amor.
63. Mi paz sea con vosotros.