Enseñanza 259
1. Bienvenidos seáis mis discípulos, habéis venido a escuchar mi enseñanza y Yo os preparo el banquete, para que os alimentéis con los manjares de Vida Eterna.
2. Si vuestra carne es débil, vuestro espíritu en cambio es fuerte para obedecerme. Bienaventurado sea el discípulo que ha preparado su corazón dejando lo que pertenece al mundo por venir a escuchar al Verbo.
3. Vengo a ofrecer a vuestro espíritu la vestidura de gracia, porque a través del tiempo habéis hecho jirones la que os di.
4. Mi Ley es la Doctrina que a través de los tiempos habéis recibido, Ley que no habéis cumplido y por vuestra desobediencia caísteis en confusión. Ahora vengo nuevamente a iluminaros con la Luz de mi Espíritu Santo.
5. Os he confiado una joya de incalculable valor, para que brille ante la humanidad no la ocultéis ni os despojéis de ella.
6. En este día conmemoráis mi entrada triunfal en la antigua Jerusalén. Ahora también el hombre me presenta palmas en sus manos materiales, mas en su corazón no veo la paz.
7. En aquel tiempo las multitudes me recibieron entonando con su espíritu el “hosanna”, porque sabían que la gracia del Señor era con ellos; en esa forma dieron testimonio de que el Hijo de Dios estaba con los hombres.
8. Después, cuando llegué al sacrificio en el ara santa de la cruz, para enseñaros a cumplir vuestra misión, muchos dudaron de que Jesús fuese el Hijo del Dios verdadero, el Cordero de Dios anunciado mucho tiempo antes por los profetas, mas así estaba escrito que el Cordero os iluminaría con su sangre.
9. Ahora vengo en Espíritu a daros nuevamente mi enseñanza para espiritualizaros, para disipar con la Luz de mi Espíritu Santo las tinieblas, para que os regeneréis y dejéis que las virtudes se manifiesten en plenitud.
10. La humanidad aún no ha escuchado esta palabra, se desconocen los unos a los otros y a vosotros os he nombrado: “El Fuerte Israel”, porque os levantaréis llenos de mi fortaleza para dar testimonio de mi presencia espiritual entre la humanidad, para que llevéis mi verdad y apartéis el cáliz de amargura que apura en este tiempo el mundo.
11. Entre vosotros está el lobo hambriento. Tenéis que velar y orar, tenéis que practicar mi Doctrina. Aquel que sepa cumplir con mis mandatos, sentirá mi paz.
12. En este tiempo os he hablado con toda claridad para que me comprendáis, os he mostrado que este camino está limpio y si el dolor os sorprende, no es el Padre quien os lo ha puesto, sois vosotros mismos que en vuestra desobediencia lo habéis labrado.
13. Ved que soy Amor infinito, sublime y santo, que a todos amo, mas os digo: Amad como el Padre os ama, porque os seguiré amando en todos los tiempos.
14. He venido a purificaros, como el oro en el crisol, para que seáis el ejemplo de la humanidad. Es menester que comprendáis mis enseñanzas, para que seáis entre vuestros hermanos, una antorcha de luz, que ilumine a todos los espíritus.
15. Es a vuestro espíritu a quien vengo a darle Vida Eterna, porque ha brotado de Mí, a él vengo a prepararle para que me obedezca y sepa comunicarse Conmigo de espíritu a Espíritu.
16. Mostradme espiritualmente vuestras palmas, porque las palmas materiales no llegan a Mí. Estáis viviendo el tiempo en que la humanidad apura un cáliz de dolor; velad y orad para que ese dolor no os sorprenda.
17. En estos días la humanidad conmemora mi pasión, mas de cierto os digo, que ahora estáis en el tiempo en que he venido a resucitaros.
18. Grande es el dolor en mi Espíritu al contemplar que la humanidad en su fanatismo, confusión y pecado aún sigue crucificándome. Mas vosotros, pueblo escogido, que sois los iluminados, practicad mi verdadera Doctrina, la cual reinará eternamente entre la humanidad. Los hombres no podrán retener mi amor ni oscurecer mi Luz divina, Yo vengo a fortaleceros y a guiaros con mi palabra para que sigáis mis huellas, y deis cumplimiento a mi Ley.
19. Mañana os elevaréis en oración a mi Divinidad e iluminados por la intuición, seréis guías en la senda de vuestros hermanos.
20. La misión que os he confiado, es un mandato que tenéis que cumplir a través de los tiempos, porque por vuestro conducto tiene que recibir mi luz la humanidad y Yo la levantaré a la vida de la gracia.
21. Israel, no queráis permanecer dormido, porque si así lo hiciereis, los elementos de la Naturaleza os despertarán y os reclamarán vuestra falta de cumplimiento a la misión sublime y delicada que os he confiado.
22. Os he hecho reconocer vuestros dones y la inmensidad de las tierras que os confío para que las limpiéis y las cultivéis.
23. Sois mis hijos que estáis bajo mi amparo, bajo el follaje del Árbol de la Vida y vuestro espíritu ha sido de regocijo. Yo os digo, pueblo escogido: ¿Quién de vosotros que ha implorado mi caridad, no la ha recibido? Bienaventurados seáis aquellos que reconociendo mis grandes beneficios os levantéis a testificar que el Padre ha estado con vosotros, porque por vuestro testimonio se levantarán grandes multitudes.
24. Testificad que he estado con vosotros, para que la humanidad lleve en su espíritu la vida de la gracia, para que encuentre en Mí al Doctor de los doctores y para que me busque de espíritu a Espíritu.
25. En el Segundo Tiempo mis discípulos esparcieron mi enseñanza para que la humanidad la estudiase, la meditase y la pusiese en práctica, pero más tarde el hombre se apartó de la esencia de mi Doctrina y forjó su propia ley para guiar a las multitudes. Mas Yo no vengo a recibir lo que el hombre en su confusión y materialidad ha edificado, sólo vengo a recordaros que mi verdadero Templo debe estar edificado en vuestro corazón y en vuestro espíritu.
26. En este tiempo, a los que me habéis buscado, os he enseñado a sentirme en vuestro corazón, a grabar en él mis enseñanzas, para que seáis el pueblo que viváis llenos de gracia y de luz.
27. Preparaos y levantaos llenos de humildad para que llevéis a la humanidad este Mensaje de paz, orad por ella, que vuestro Padre hará que su Ley sea reconocida y practicada por todos los hombres, para que lleven vida de gracia y sepan buscarme de espíritu a Espíritu.
28. Recordad que he dicho: Cuando estéis reunidos dos o tres en mi Nombre, Yo seré entre vosotros y me manifestaré según sea vuestra preparación.
29. He venido en este tiempo a dar una prueba más de mi amor a la humanidad al manifestarme entre vosotros, pueblo escogido.
30. Vosotros tenéis que dar testimonio a la humanidad y enseñarle que si sabe prepararse, si sabe despojarse de su materialidad, me sentirá y me verá con su espíritu. Por eso he venido a hablaros a través del entendimiento humano, y esta comunicación a través de un pecador ha sido la prueba de amor que os he concedido para que recibáis mi palabra y más tarde la llevéis a la humanidad.
31. Preparaos, Israel, porque es corto el tiempo de mi comunicación a través del entendimiento humano, y no quiero que el mañana por vuestra falta de preparación os vayáis a sentir como huérfanos y vayáis a imitar a las multitudes que se reúnen en sus templos de cantera y se conforman con ceremonias y cánticos materiales. Dentro de esas multitudes, muy pocos son los que me han sentido, mas he venido a vosotros para preparar vuestro corazón y a iluminar vuestro espíritu, a entregaros mi palabra llena de amor para que sintáis mi presencia y seáis los que mañana entreguéis a vuestros hermanos este amor y esta paz.
32. Si con mi palabra llena de amor, no preparáis vuestro corazón, entonces, ¿qué va a ser de vosotros, qué va ser de vuestros Semejantes, si estáis viviendo el tiempo en que la grandes pruebas y torbellinos están azotando a la humanidad? No hay paz en los corazones y si por instantes esa humanidad se entrega a los placeres buscando el consuelo, en verdad os digo, dentro de esos placeres llevan un espíritu sufriente y enfermo que no siente mi paz; en el recreo que ellos buscan sólo satisfacen sus sentidos materiales, pero sus espíritus sólo llevan el dolor.
33. Esa humanidad no me ha sentido, a ella aún no ha llegado quien la tome de la mano y le muestre el camino; a ella Yo le recibiré cual inocente y con caridad juzgaré sus faltas, Yo le daré la oportunidad de restituir.
Mas vosotros, pueblo escogido, que me habéis escuchado, en quien me he manifestado, ¿cómo os sentiréis ante Mí, si llegáis en espíritu haciéndome presente vuestra desobediencia? Sois los agraciados por mi Espíritu y quiero recibiros con el cumplimiento de vuestra delicada misión; no quiero que seáis el reo ante mi presencia, quiero recibiros con mi sonrisa paternal y enviaros nuevamente al mundo como espíritus de luz, como guías y protectores de vuestros Semejantes.
34. En verdad os digo: Habéis llegado ante Mí, porque Elías os ha entresacado de diversos caminos, porque sois los escogidos a quienes Elías me ha mostrado como ovejas. El que está dentro del redil de Elías, está defendido por él, ese pastor incansable os protege de las asechanzas.
35. El Espíritu Santo ha venido a iluminaros, mas no solamente los que ostentáis mi Sello divino tenéis esta gracia, sino todo aquél que se prepare y se eleve a Mí, guiados por Elías.
36. La Luz del Espíritu Santo ha venido a iluminaros para que seáis Conmigo en espíritu y en verdad. He aquí el camino en donde sentiréis mi amor y hallaréis la salud.
37. Vengo a recibir a las ovejas que Elías me hace presente. Él seguirá buscando a las descarriadas, porque Yo entregaré mi caridad a todos los pueblos de la Tierra y a todas las generaciones venideras.
38. El Maestro os dice: Bebed de esta fuente inagotable sus aguas cristalinas; alimentaos con el pan de Vida Eterna, tomad el fruto de la vid. He aquí que en mi mesa os he preparado el mejor lugar.
39. Yo os pregunto, Israel: ¿Qué pedís para las naciones? Porque esta caridad no es tan solo para vosotros, ved que las naciones han sido sorprendidas por las grandes pruebas del dolor y a vosotros os he dicho: Israel, si veláis y oráis por vuestros hermanos, mi voluntad se hará en toda la humanidad.
40. Los hombres han equivocado mi Doctrina, mas Yo he venido entre vosotros para prepararos nuevamente con mi enseñanza, con mi sabiduría, para que os convirtáis en mis discípulos y seáis los que mañana enseñéis al mundo y le hagáis sentir mi presencia en su espíritu.
41. Las naciones se preparan para lanzarse a nuevas guerras, mas si vosotros veláis y oráis, por vuestro conducto propondré y entregaré mi paz a la humanidad.
42. He venido en Espíritu en este Tercer Tiempo a levantaros a la vida, como a Lázaro de su sepulcro. He sanado vuestra lepra y he apartado vuestro dolor.
43. He venido a daros mi enseñanza para que llevéis en vuestro corazón mi amor y así preparados os levantéis para guiar a la humanidad, para mostrarle el árbol que os ha dado sombra y vida en sus frutos.
44. Invitad a la humanidad a que venga hacia Mí para darle mi caricia de Padre, para iluminar su espíritu, para salvarle del mar anchuroso de maldades, para darle leche y miel y apartar la amargura de su vida.
45. Si así habláis a vuestros hermanos, habéis cumplido con el mandato que os he dado a través de los tiempos. Escuchad, pueblo amado en vosotros mismos la voz de la Conciencia y fortaleced el propósito de amarme y de amar a vuestros hermanos.
46. Vengo buscando el amor de vuestro corazón para que en él me forméis un Santuario, Yo os amo, os he engalanado con mi gracia divina y os he iluminado para que seáis a mi servicio.
47. En vosotros he depositado esta palabra, que cual buena semilla el mañana se multiplicará, porque cuando ya no me escuchéis en esta forma, las multitudes serán en pos de mis discípulos para recibir la enseñanza que no alcanzaron a escuchar a través de mis portavoces. Vosotros les enseñaréis y Yo seré con ellas. Seréis sumisos y obedientes a mi Ley para que mi Obra os sirva de baluarte y levantaréis en alto el estandarte de la espiritualidad.
48. Israel, las grandes pruebas prestas están para ser entre la humanidad, porque los hombres así lo han querido, porque en su corazón aún está el propósito de destrucción y también han formado su propio dios en este mundo; mas antes de que el hombre haga su propia voluntad, el Padre se hará sentir nuevamente entre la humanidad. Vosotros, mi pueblo, os levantaréis para mostrar nuevamente el arca de salvación que es mi Ley, así como Noé habló a la humanidad de aquel tiempo.
49. Preparaos, mi pueblo, para que recibáis a los que van a llegar a vosotros, entregadles mi amor, enseñadles a Amarse los unos a los otros, mostradles mi Ley, encended en sus corazones la flama de fe y dadles en mi palabra la paz, para que de ella se alimenten en sus caminos. Enseñaréis a esas multitudes a buscarme de espíritu a Espíritu.
50. Vosotros habéis venido a la Tierra a cumplir esta misión, por eso he venido a prepararos con mi palabra, a saciar la sed de vuestro espíritu con estas aguas cristalinas, a fortaleceros y a ungiros. Fuertes os levantaréis a hablar a la humanidad en mi Nombre, seréis mis mensajeros y por vuestro conducto Yo le entregaré mi luz.
51. Elevaos en oración, que Yo seré con vosotros y en unión de mi Mundo Espiritual poco a poco iréis despertando a la humanidad. Velad y orad por aquellos que no me han sentido y en su dolor claman y me dicen: “Padre, Padre, ¿por qué no nos escucháis?” Y vosotros, que ya sabéis buscarme de espíritu a Espíritu, enseñaréis a vuestros hermanos a orar y a buscarme en el silencio y en la elevación de su propio espíritu. Yo les haré sentir mi perdón, a ellos les entregaré la luz y la sabiduría, para que cumplan con mi Ley.
52. Por aquellos que me han reconocido y están Conmigo, Yo entrego a los que perecen en el mar anchuroso de maldad, Yo los perdono y los bendigo. Mas vosotros, que habéis recibido de vuestro Dios, testificad ante la humanidad, todo lo que os he enseñado y revelado para que ella también me ame y se levante en pos de su misión espiritual.
53. Está profetizado que en este tiempo aparecerá en la Tierra el nuevo pueblo de Dios, el pueblo de Israel, y mi palabra habrá de cumplirse, mas no os confundáis creyendo que se trata del pueblo Judío cuando menciono al nuevo pueblo de Israel, ya que el pueblo de que os hablo estará formado por todas las razas y todos los idiomas. Su unión no será material, sino espiritual, así como también su misión será espiritual.
54. Si en aquel Primer Tiempo Israel se formó con doce tribus, ahora serán doce misiones las que desempeñe el nuevo pueblo, doce misiones diferentes que, con su armonía le darán la fuerza de un pueblo invencible.
55. No necesitarán agruparse los hombres para formar las nuevas tribus, esas Yo las formaré, dándole a cada una un diferente cargo que desempeñar entre la humanidad.
56. Los dones de intuición, de revelación e inspiración estarán despiertos en el espíritu del nuevo Israel, porque a través de ellos será como reciban mis mensajes.
57. Los hombres que formen el nuevo pueblo no serán escogidos en la Tierra, sino que por mi amor ya irán señalados o marcados en su espíritu, como seres evolucionados, como seres de luz que no podrán perderse de la senda que les haya trazado.
58. Así como en el Primer Tiempo Israel se preparó y ordenó para cruzar el desierto en pos de la tierra prometida, y a cada tribu le fue confiada diferente misión, así en este tiempo unos a otros se fortalecerán espiritualmente y cada quien cumplirá con la misión que se le haya confiado.
59. Vosotros que me estáis escuchando, sois sólo una parte de ese pueblo que estará diseminado en toda la Tierra y que será tan numeroso como las estrellas del firmamento.
60. Esa marca que algunos de vosotros habéis recibido, es solamente un símbolo de la señal que trae en su espíritu todo aquél que en este Tercer Tiempo venga a cumplir una misión dentro del nuevo pueblo de Israel.
61. Muchas veces os he dicho que todo cuanto posee vuestro espíritu, ya lo traía consigo desde antes de llegar a la Tierra, por lo que ese acto al que llamáis: “La Marca” no ha sido más que un símbolo. Mas llenaos de gozo, porque vuestra misión ya está definida, porque ya sabéis cuál será vuestro destino y vuestro papel en el seno del nuevo pueblo.
62. Vosotros seréis el heraldo que anuncie a los pueblos mis órdenes y seréis quienes reveléis a la humanidad el divino Mensaje de que os he hecho portadores, porque en ese Mensaje se unirán todos los enviados y los señalados, espiritualmente. Vosotros anunciaréis a la humanidad este tiempo en que han sido desatados todos los dones y facultades del espíritu y enseñaréis la forma de descubrirlos, de desarrollarlos y de emplearlos.
63. Inspiración, intuición, don de palabra, curación, profecía, revelación, comunicación espiritual: He ahí los dones que, derramados sobre mi pueblo, harán de todos los hombres una nueva humanidad. Mas orad, tened fe, fortaleza, para que derraméis paz, justicia y caridad entre vuestros hermanos.
64. Mis enviados estarán cumpliendo misiones en todas partes, en el seno de toda institución. Su corazón ignorará el encargo espiritual que está cumpliendo, pero su espíritu estará absolutamente consciente de cuanto haga. Él será quien haga presentir al corazón el destino que ha venido a cumplir en la Tierra y le revelará a la mente cuanto tenga que realizar.
65. ¡Qué grande es la responsabilidad de vosotros que habéis recibido este Mensaje!, porque tenéis que prepararos para dar testimonio de lo que oísteis y para dar ejemplo y enseñanza de espiritualidad.
66. Ni una sola confusión deberá haber entre vosotros cuando llegue el momento de abrir vuestros labios para anunciar a la humanidad la Buena Nueva, y tanto en vuestras obras, como en vuestras palabras y escritos, habrá verdad y elevación.
67. Ahora os pregunto: ¿Queréis ser vosotros los que deis la voz de alerta a la humanidad, despertándola con el toque de una campana cuyo sonido sea el de la verdad llamando a los corazones? ¿O queréis que aguarde a que haya desaparecido la última de vuestras huellas en la Tierra, para que sean las nuevas generaciones las que den ese testimonio a los pueblos del mundo?
68. No me he equivocado al enviar a cada uno de vosotros, a pesar de que a veces dudéis de vuestra fortaleza, para cumplir con tan elevado destino.
69. Dudáis de ser escogidos o enviados porque conocéis vuestras flaquezas, mas debo deciros que esas flaquezas no están en el espíritu que Yo envié, sino en la carne que os sirve de prueba en la Tierra.
70. El instante en que el espíritu se sobreponga a la materia, llegará, y la luz se hará en todo entendimiento. Entonces seréis uno dentro de vosotros, porque habrá una sola voluntad: La de obedecer al mandato escrito por el Padre en vuestro espíritu, para poder ser dignos hijos del nuevo pueblo de Israel.
71. La Luz divina del Maestro se esparce en todo el orbe. Hago el llamado a mis labriegos para que puedan apacentarse en mi mesa. Manifestad vuestra obediencia y humildad. Venid a alimentaros para que llevéis amor, comprensión y caridad.
72. Yo, el Maestro de maestros, doy el ejemplo perfecto a mis labriegos; vengo preparando a mis discípulos en este Tercer Tiempo, para que seáis los corazones que cumpláis la Ley y entreguéis la caridad de la cual sois poseedores.
73. Vengo hasta vosotros, discípulos amados, para alentaros con mi amor, para que podáis sentirme y conocerme, para que sepáis de Quién estáis escuchando la palabra y podáis comprenderla penetrando en el estudio y el análisis.
74. Contemplad, labriegos amados, que la tiniebla se extiende en la humanidad, el odio, la codicia y la vanidad y vosotros tenéis una grande potestad, sois los que debéis hablar de mi Obra, para que el enfermo, el leproso, el incrédulo pueda conocer lo que el Verbo Divino entregando se encuentra en este tiempo.
75. Sois la luz del mundo y brillando entre la humanidad, aún no os conocéis ni os reconocen los hombres.
76. La humanidad incrédula abre su labio para desconocer mi poder, porque espera contemplar las pruebas y los prodigios que le entregué en el Segundo Tiempo. Alimenta la idolatría porque no ha sabido elevar su espíritu, no ha sabido orar, ni ha sabido pedir.
77. Cuando a vosotros os he enseñado a pedir, os he puesto en el camino de la verdad, de la elevación y de la preparación. Yo os he dicho: Enseñaréis a la humanidad a velar y a orar.
78. Penetrad en meditación, estudiad y así comprenderéis que el Maestro se manifiesta en vuestra humildad para entregaros la luz, el perdón y la bendición; que nunca os ha abandonado. Yo estoy con vosotros para haceros liviana vuestra cruz, para daros el consuelo.
79. Os he confiado las parcelas y las herramientas para que podáis labrar y cultivar las tierras.
80. La humanidad tiene hambre y sed de la verdad que Yo os he confiado. La humanidad se encamina a la tiniebla, hacia el abismo, hacia la perdición, mas hay corazones que me han de amar, de distintas lenguas, razas y colores; Yo sólo vengo haciendo el llamado a los espíritus sin contemplar diferencias.
81. Sois vosotros, Israel, los que debéis indicarles el camino, los que debéis de darles mi enseñanza.
82. Reconoced la gracia que poseéis y el valor de mi palabra, levantaos como un solo corazón, como un solo hombre y con una sola voluntad, a cumplir con la misión que os he confiado.
83. Amaos los unos a los otros, unificaos y sed ejemplo de humildad, dad mi palabra, entregad la salud, dad el consuelo, levantad a Lázaro de su sepulcro y entregad la luz al ciego, sanad al paralítico y por estos prodigios espirituales, la humanidad me reconocerá.
84. Después de 1950 ya no me escucharéis a través del portavoz, y entonces reconoceréis que era el Maestro, que era el Espíritu Santo quien se estaba comunicando por el entendimiento humano.
85. Hoy como Padre vengo a entregaros mi gracia y como Maestro vengo a daros la enseñanza. Os he hecho el llamado con mi campana sonora y os he entresacado de diversos caminos para convertiros en este tiempo en los guías de la humanidad. He venido a recordaros la misión que debéis cumplir y he preparado vuestros ojos espirituales para que me contempléis a través de símbolos y figuras. Os he entregado el don de palabra para que podáis dar testimonio a la humanidad de las revelaciones que habéis recibido de Mí.
86. Sois mis escogidos y os he dicho: Doquier que caminéis, dejaréis una estela de luz, mas para que dejéis esta huella, tenéis que regeneraros, tenéis que prepararos.
87. Si ponéis en práctica mis enseñanzas, ¿qué podréis temer del mundo? Estoy hablándoos con claridad para que podáis comprenderme, para que sepáis imitarme.
88. Vengo a aleccionaros para que entreguéis al mundo palabras de verdad, para que le hagáis sentir mi presencia. Ofrendadme las flores de vuestro corazón, elevad a mi Espíritu el perfume de vuestras buenas obras, sed el buen ejemplo de vuestros hermanos y el mañana, cuando ya no me escuchéis a través de estos portavoces, levantaos como mis buenos discípulos a mostrar este camino a la humanidad.
89. Los hombres han adulterado mi Obra y se han confundido, mas vosotros preparaos y no caigáis más en idolatría, porque las imágenes hechas por la mano del hombre, no hablan, no sienten ni oyen. ¿Acaso mi esencia necesita materializarse para estar cerca de vosotros? La verdad triunfará a través de los tiempos, mas siempre Yo os he entregado palabras de verdad para que vosotros también sepáis dar testimonio de Mí.
90. La tentación, como ave de rapiña, querrá despojaros de vuestros dones, mas estáis en el tiempo en que tenéis la libertad de creencias, porque la Era de la opresión ya ha pasado y vosotros debéis aprovechar esta libertad y no dejaros convertir en los esclavos de la maldad y de la mentira de los hombres.
91. Vosotros, impartid esta enseñanza con amor, porque amor es lo que os he entregado, no he tomado el látigo para que creáis en Mí, porque si así lo hiciere dejaría de ser vuestro Padre y vuestro Dios.
92. En los caminos y en las veredas del mundo, encontrasteis el dolor, ahora contemplad este camino en donde está mi verdad, contemplad su grandeza con vuestra vista espiritual. Yo os he confiado llaves, dones y poder, haced buen uso de todo esto, para que la humanidad os reconozca como discípulos míos.
93. Es el tiempo en que debéis prepararos para que os levantéis al cumplimiento de vuestra misión cuando ya no me escuchéis a través de los portavoces; jamás me apartaré de vosotros, Yo os inspiraré y os hablaré de Espíritu a espíritu para que podáis cumplir con vuestra delicada misión.