Enseñanza 264

1. Pueblo amado: En vos descubro al espíritu luchador que quiere apegarse a mi Ley, que trata de inspirarse en mi palabra y dejar una huella de luz en el camino de la humanidad.

2. Para que este pueblo se multiplique como se multiplicó Israel en el Egipto y para que otros pueblos se le adhieran, necesitáis dar pruebas de verdadera obediencia a mi Ley. Yo vengo a estimularos para que prosigáis en la jornada espiritual que os he confiado como misión; por lo que os digo, que es difícil que desmaye quien haya dejado penetrar mi palabra en su corazón, la haya analizado y comprendido.

3. No os pido todo vuestro tiempo para el desempeño de esta misión: Me basta con que dediquéis unos minutos del día al estudio de mi palabra, que realicéis una buena obra o que en alguna forma deis un paso hacia adelante en el sendero espiritual.

4. Sois como un espejo al cual quisiese asomar mi caridad y mi amor, pero está empañado y no deja reflejar la luz y la verdad; limpiadlo y veréis a mi Espíritu reflejado en el vuestro.

5. Cuando desde lo más profundo de vuestro corazón me digáis: “Maestro, soy tu siervo, estoy presto a obedecer tu voluntad”, ese será el instante en que verdaderamente comience a manifestarme en vosotros.

6. Hoy, a pesar de vuestra buena voluntad, vuestro corazón aún está durmiendo para mi amor, y es necesario que comprendáis que vuestro cumplimiento ha de estar inspirado en el amor. El discípulo que se levante movido por esa fuerza, será en su vida un apóstol, será capaz de grandes obras, porque a nada temerá, nada lo hará debilitar.

7. Si vais a hablar de paz, llevad paz en vuestro corazón; si vais a hablar de Mí y de mi Obra, conocedme primero para que nunca deforméis la verdad. No vayáis a creeros sus únicos poseedores, porque pecaríais de ignorancia y de fanatismo. Yo quiero que a la vez que prediquéis con enseñanzas que encierran verdad, sepáis encontrar la verdad en vuestros hermanos. Unos tendrán mucha luz, otros sólo un átomo, pero en todos encontraréis mi presencia, porque todos sois mis hijos.

8. Dad gracias a vuestro Padre y gozaos, porque habéis asistido al tiempo de la restauración, recreaos mañana, cuando ya en el Mundo espiritual contempléis el fruto de vuestras obras en la Tierra. Sí, discípulos; este Valle de lágrimas y expiación se convertirá en Tierra de paz y de progreso espiritual.

9. Hasta ahora la humanidad no ha construido el verdadero Templo para amar a su Señor. Muchos cultos ha elevado, muchos ritos ha establecido y muchas religiones ha fundado; pero aquel Templo del espíritu, cuyos cimientos sean inconmovibles, no lo ha levantado hasta ahora.

10. Cuando ese Santuario sea edificado sobre la piedra inconmovible y eterna del amor, de la verdad y la justicia, se desvanecerán todas vuestras diferencias de credos y veréis desaparecer vuestras guerras.

11. Sólo en mi verdad podréis descubrir vuestra hermandad, mas si estáis distantes de ella, tendréis que olvidaros hasta de que sois hermanos.

12. Vos, mi pueblo Espiritualista: Tendréis por misión fraternizar con todos, para enseñar con ejemplos mis máximas de amor.

13. Todavía no sabéis cómo vais a trabajar, ni sabéis hasta dónde llegará la fuerza de vuestro espíritu; pero Yo sí lo sé y os digo: No temáis, confiad en Mí, mi luz os mostrará la brecha y mi voz os marcará el instante para que iniciéis la jornada.

14. Vuestro espíritu ya me escuchó y despertó, por lo tanto ya nunca os dejará dormir. Él tiene anhelos de elevarse a través de sentimientos puros, porque presiente mi amor en su destino. Dejadle cumplir, dadle libertad para su misión y no desoigáis su voz cuando os haga sentir que aquella hora le pertenece para alguna obra elevada.

15. Los que desde ahora se consagran al estudio de mis revelaciones, los que se desvelan meditando en mi palabra, serán los que encuentren más transitable el sendero y más liviana la cruz; la palabra brotará de sus labios como torrente y el bálsamo será milagroso en sus manos espirituales.

16. ¡Benditos los que me escuchen y aprovechen mi enseñanza, porque tendrán mucha satisfacción, goces y triunfos en su espíritu!

17. Los buenos discípulos tendrán que ser humildes y sus obras de caridad serán las que diga quiénes son; no como algunos de mis párvulos que sin tener noción aún de lo que significa un cargo dentro de mi Obra, van haciendo alarde de ser de mis escogidos y quisieran que el mundo contemplase en su frente la señal de mi Marca.

18. Esta humanidad, intuitiva y despierta, descubrirá muy pronto a los que predican con verdad y a los que sólo la fingen.

19. Si Yo os he hablado a todos, prueba es de que quiero que todos poseáis la luz.

20. Vuestra responsabilidad no se limita a enseñar el camino al que nunca había venido por él, sabed que a vuestro paso tendrán que cruzarse los labriegos descarriados del sendero, a ellos tendréis que aconsejar para hacerles retornar al redil.

21. Velad todos por lo que os he confiado; caminad con humildad y prudencia y triunfaréis. Si apuráis el cáliz de amargura, hacedlo con paciencia y él pronto pasará.

22. Si presentís o sabéis que ya es el juicio en vosotros y que ha llegado la hora de las grandes pruebas, elevad vuestro espíritu, aumentad vuestra fe y fortaleced vuestro corazón.

23. Si hasta ahora os habéis sentido como desterrados, si os sentís lejos de la Patria o ausentes de la Casa paterna, no temáis; vuestros méritos os llevarán a la Patria por la que ha suspirado vuestro espíritu y por otra parte vuestras obras habrán hecho que se aproxime el tiempo de la paz en la Tierra, cuando améis a vuestro Padre Celestial, amando y perdonando a vuestros hermanos.

24. No os podéis imaginar el gozo del espíritu que ha salido avante en esta vida de pruebas y llega a la presencia de su Señor. En el sublime lenguaje espiritual le dice a su Padre: “Vencí, Señor, vencí por la luz que disteis a mi espíritu, por el amor que me revelasteis. Muy grandes fueron mis pruebas, muy fuertes las tempestades que me azotaron; pero con vuestro poder triunfé en todo y aquí estoy ante Vos”.

25. Esa flama de amor la encendieron las pruebas, porque la vida del espíritu si careciese de lecciones, dejaría dormidas en él todas sus potencias.

26. Veo tristeza en muchos de mis discípulos, porque presentís que no tardará mucho mi llamado y que al dejar esta Tierra, vuestro espíritu no tuvo la dicha de contemplarla en paz. Yo os digo también: No temáis, que ya vuestro espíritu gozará desde el Reino espiritual de donde vino, cuando vea llegar a este mundo los tiempos de paz.

27. Ya se acerca el tiempo en que mi palabra de vida florezca en el corazón de la humanidad, en que veáis cumplida día por día mi palabra y si para entonces ya no pertenecieseis a esta Tierra, desde la Morada espiritual todo lo miraréis y testificaréis con absoluta claridad y comprensión.

28. Calmad vuestra sed de saber y os maravillaréis a cada paso en el trayecto de vuestra vida y si vuestra cruz fuese pesada, aprenderéis a hacer la existencia breve y llevadera.

29. Elevaos en virtud como discípulos para que descienda mi enseñanza a vuestro espíritu y en ella encontraréis toda la fuerza que necesitáis para vencer en las tentaciones y en las pruebas.

30. Ya he recogido en mi granero las primicias de vuestro cumplimiento como sembradores de mi campiña y con mi palabra os he alentado para que sigáis propagando la semilla. No desfallezcáis, si algunos corazones no responden pronto a vuestro mensaje, sabed que, así como hay espíritus a punto de despertar, los hay también que serán tardíos.

31. Ya contemplo a las grandes multitudes llegando a la fuente de la gracia que es mi Doctrina, a lavar sus manchas, a despojarse de sus vestiduras impuras y a revestirse de mi luz.

32. ¿Quién de los que han escuchado mi palabra en este tiempo, ignora que al concluir el año de 1950 haré cesar esta forma de comunicación? Nadie. Lo mismo en las grandes que en las pequeñas congregaciones, en los recintos de las ciudades y en los de las aldeas; a través de todos los portavoces he manifestado mi voluntad de dar por terminada en esa fecha, esta etapa de comunicación a través del entendimiento humano.

33. Un nuevo día será para el pueblo Espiritualista el tiempo en que no escuchándome bajo esta forma, me reciba y me sienta en lo más sublime de su espíritu.

34. Cuando dejéis de escucharme a través del pedestal, meditaréis profundamente en mi enseñanza y llegaréis a comprender muchas de las lecciones que ahora no lograréis explicaros, así cuando seáis interrogados por quienes no me escucharon; cuando os pregunten el por qué de mi venida y de mi manifestación, vosotros, con palabra clara sabréis decirles: “Que mi retorno obedeció a la misma causa que me hizo venir al mundo en cuanto hombre en aquel tiempo, a encaminaros por el camino de la verdad, de la Ley, de la cual os habíais alejado, porque tratabais de sustituir el verdadero cumplimiento con tradiciones, ritos y cultos idólatras, y eso no es lo verdadero, aunque a veces lleve la buena intención de adorar al Padre y de agradarle”.

35. Si en aquel tiempo se habían dado falsas interpretaciones a los mandatos divinos, en este también se había falseado mi Doctrina, y fue necesario que el Maestro viniese de nuevo a ayudaros a salir de vuestros errores, ya que por vosotros mismos, muy pocos son los que logran liberarse de las confusiones.

36. Ciertamente Yo os prometí desde aquel tiempo que volvería; mas también debo deciros que lo hice porque sabía que llegaría un día en que la humanidad, creyendo vivir dentro del camino de mis enseñanzas, andaría muy alejada de ellas, y este es el tiempo que Yo anuncié para mi vuelta.

37. Os he cumplido mi palabra: He venido en Espíritu, tal como os lo prometí en aquel tiempo, cuando por última vez fue contemplada mi silueta por mis apóstoles. Si me he comunicado a través de estos portavoces, ha sido porque mi presencia en Espíritu no la hubieseis podido sentir, ni hubieseis captado mi inspiración.

38. Se hacía necesaria mi manifestación al alcance de vuestro espíritu y aun de vuestros sentidos, la cual sirviese de peldaño para la comunicación de espíritu a Espíritu, por eso me habéis tenido temporalmente comunicado a través de estos entendimientos, por los cuales he señalado el día de mi última manifestación.

39. Esta ha sido la forma intermedia elegida por Mí para hablaros, antes de que llegase el tiempo de la comunicación espiritual entre los hijos y el Padre; intermedia porque, ni vine en cuanto hombre, visible y tangible como en aquel tiempo, ni absolutamente en Espíritu, sino comunicado por medio de entendimientos iluminados por Mí.

40. Esta forma de comunicación ha servido para infundiros confianza en mi presencia. Algo semejante concedí a mis apóstoles en el Segundo Tiempo, cuando después de mi sacrificio, me manifesté delante de ellos a través de la forma de un cuerpo que ni era divino ni era completamente humano, pero sí visible y tangible, y por lo tanto capaz de infundir confianza hasta a los más incrédulos.

41. ¡Cuánto hubieseis querido tener en este tiempo mi presencia como la tuvieron aquellos caminantes de Emaús, y cómo hubieseis querido escuchar a través de aquélla forma la palabra que escucharon los apóstoles; pero era otro tiempo y por lo tanto, otras lecciones!

42. Creedme que esta forma en que ahora me escucháis, es más adelantada que aquélla, porque ésta se verifica en vuestro ser, brota del entendimiento, de la Conciencia, del espíritu, y aquella que contemplaron y escucharon mis discípulos estuvo fuera de ellos y sólo se manifestó a sus sentidos.

43. Hoy no necesitáis abrir vuestros ojos para contemplar forma humana en Mí, ni recibir de mi mano un pan para creer en mi presencia, ni hundir vuestros dedos en mis heridas para creer que soy Yo.

44. Preguntáis: “¿Cómo contemplaban mi forma humana y aún pudo tocarme uno de mis discípulos, no perteneciendo ya al mundo de los hombres?” Mucho tendréis aún que aprender de vuestro Maestro para conocer la verdad de cuanto os he mostrado, pero todos los misterios se disiparán a su debido tiempo; que os baste saber por ahora, que entre la naturaleza divina y la naturaleza del hombre, existen muchas otras de las cuales el Señor se sirve para sus altos fines.

45. Cristo se adelantó mucho tiempo con sus revelaciones y enseñanzas, para que cuando llegaran los tiempos en que el hombre despertara para lo espiritual y se interesara por todo lo relacionado con aquella Vida superior, a cada paso encuentre en Cristo al Maestro que todo lo reveló, lo dijo y lo legó a sus hijos.

46. Orad y meditad en mi palabra, porque vienen los días de trabajo y de lucha para este pueblo que tuvo esta manifestación de su Maestro, de la cual tendrá que llevar el testimonio por todo el mundo.

47. Pueblo de Israel, discípulo amado: Os habéis preparado como guardianes de la humanidad. Guardáis las puertas de la Ciudad bendita de la Nueva Jerusalén, las doce puertas espirituales por las cuales entrará el forastero, en busca de luz.

48. ¡Benditas sean las doce tribus! ¡Cuántas bendiciones habéis recibido, cuántos privilegios! He descendido a vos en todos los tiempos a conversar de Espíritu a espíritu. Os he preguntado por vuestro afán y me habéis contestado: “Nuestro anhelo es que la humanidad se salve”.

Consideráis que vosotros estáis a salvo; que podréis vencer las vicisitudes de la vida y miráis en vuestro derredor una humanidad empobrecida, ignorante y materializada, que no aspira a elevarse y sufrís por ella; oráis, pidiéndome que llegue a poseer los dones espirituales para ser salva. Y os digo: Yo salvaré a todos los espíritus. La Buena Nueva llegará a ellos.

Sólo un reducido número ha escuchado mi palabra por el entendimiento humano. No todos conocerán esta fase de mi Obra, pero estoy buscando en cada ser la comunicación espiritual. Mi Verbo se derrama en múltiples formas, por medio de la Conciencia; por pruebas que hablan de Mí, por los elementos o por mis hijos espirituales. Mi Verbo es universal. Todo el que se prepare oirá mi voz.

49. Mi Doctrina os enseña el amor perfecto, el amor desinteresado. Os he mostrado mi amor de Padre, de Amigo y de Hermano. Así quiero que os Améis los unos a los otros, que sintáis por vuestro hermano, verdadera caridad. Que levantéis al que cae, que perdonéis siempre. Mi vida que estuvo tan cerca de vosotros en el Segundo Tiempo, es un ejemplo para que cada uno pueda imitarme. Esa lección que os di, es para los hombres de todos los tiempos.

50. Devolved a vuestro espíritu toda la gracia de que ha sido revestido en el principio y que habéis ido dejando en jirones en el camino a través de los tiempos. Quiero que lleguéis a ser el Templo en donde Yo pueda morar eternamente.

51. ¡Oh, Israel amado! Id en ayuda de la humanidad. Preparad su sendero, fortificad su fe, llenad de esperanza su corazón. ¿Cómo podréis volver al camino a ese mundo lleno de confusiones, si él mirase en vosotros sus mismos errores e imperfecciones? Vos, párvulos, hablad íntimamente con vos mismos, examinaos, gobernad con amor la envoltura que os he dado, guiad sus pasos y formad de espíritu y materia, un solo cuerpo y una sola voluntad. Someteos a la Ley. Usad el libre albedrío para amar sin límite y haced una existencia útil y armoniosa. Cumplid con las leyes del espíritu y las del mundo, que ambas Yo las he dictado y son perfectas.

52. Yo, el Padre, siempre os he mirado con benevolencia y he preparado y dispuesto todo para que lleguéis a poseer todos los dones espirituales. He ofrecido a vuestro espíritu el pan de los ángeles y a vuestra materia los frutos de la Naturaleza, creada por Mí. Habéis tenido oportunidad de venir a la Tierra a concluir el trabajo empezado para perfeccionar vuestro espíritu, y en todo esto, ¿no descubrís mi amor?; ¿no habéis penetrado en vosotros mismos para mirar que sois semejantes a Mí? Todo os lo he dado porque os amo y quiero que estéis Conmigo, en la perfección.

53. Rechazad el pecado. No os dejéis seducir por falsas promesas, aunque veáis que son gratos a vuestro corazón los placeres terrestres. Mientras mi camino está sembrado de espinas, tomad este sendero, porque éste es el que conduce a la paz. Yo tengo para cada herida un bálsamo, mientras que el mundo no tiene para vosotros amor ni caridad.

54. La humanidad prepara para Mí una cruz. Su falta de fe hiere a cada instante mi Divino Espíritu, mas Yo ocultaré bajo el manto de perdón todas mis heridas y acallaré mis quejas para que no os acobardéis.

55. Velad al pie de la cruz del Tercer Tiempo. Mi cáliz es muy amargo; vosotros me pediréis una gota de ese cáliz para conocer su sabor y desde ahora os digo: Si vuestra vida ya es muy dolorosa, si estáis viviendo una vida de expiación, mas bien, endulzad vuestros días, sonreíd de amor, gozad contemplando mis revelaciones que os anuncian que después de este tiempo vendrá la paz, que todo será renovado y la gracia y la virtud serán las fuerzas que moverán al hombre.

56. Yo estoy preparando a todas las naciones, a todos los hogares y corazones, para enviar mi Mensaje de paz y unión, y después de la última batalla que la humanidad librará, mi Reino se acercará al espíritu de los hombres, para establecerse eternamente en él. Yo os dejo a vosotros como luchadores del bien contra el mal, para que destruyáis todo elemento de guerra, todo germen de vicio o de enfermedad. Acompañad en ese trance a la humanidad y desplegad todo vuestro amor para aliviar sus penas.

57. En este tiempo he dado mi palabra por conducto de muchos portavoces, ha sido manifestada siempre con la misma esencia, su sentido es el mismo. Me he servido de hombres y mujeres, rudos, sencillos, que he tomado como instrumentos para entregar mi palabra vivificante, amorosa y sabia.

Después de mi partida, cuando hayáis reunido mis enseñanzas y analicéis cada una de mis inspiraciones, distinguiréis lo perfecto y apartaréis lo imperfecto. No me atribuyáis al Maestro la parte que corresponde al portavoz. Yo os iluminaré para que unáis en un solo Libro, las tres partes que he entregado en los Tres Tiempos y que forman una sola Obra. Por eso a cada instante os hablo de Moisés, el enviado del Primer Tiempo. Avivo el recuerdo de Jesús y sus hechos, y uno a ellos mi manifestación del Tercer Tiempo, como Espíritu Santo.

58. Siempre que estéis en paz y unidos, oh, discípulos, os daré mis revelaciones. Que vuestra faz refleje al espíritu lleno de sinceridad. Os dejaré en posesión de todos vuestros dones y desde el Más Allá, seguiré vuestros pasos, miraré vuestros actos, porque estaré muy cerca, en el Templo y en el hogar de vuestro corazón.

59. Yo contemplo que alejáis a los niños, porque creéis que no comprenden mi palabra, y no recordáis que os he dicho, que dentro de esos pequeños cuerpos, habitan grandes espíritus que saben mucho del Padre. No queráis cerrar sus pupilas para la luz de esta Obra, cuando ellos están ansiosos de palpar el cumplimiento de las profecías. Vuestra obra será ratificada por ellos. Este mundo no se detendrá en su evolución hacia la espiritualidad. En diferentes edades os llamo porque el espíritu no tiene edad, ni sexo, su esencia es eterna, es semejante a mi Espíritu. Recreaos con la luz de esos espíritus y velad por su cumplimiento, desde sus primeros pasos.

60. Vuestra oración en este día, es una invocación de paz para el mundo. Yo me convierto en Mensajero vuestro. Por cada acto bueno Yo derramaré beneficios, por cada perdón vuestro, perdonaré a una nación. Vuestra simiente será multiplicada por Mí en la eternidad.

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