Enseñanza 273
1. Habéis descendido tanto y os habéis alejado de tal manera de lo espiritual, que consideráis sobrenatural todo aquello que por pertenecer al espíritu, es completamente natural; así le llamáis a lo divino, así miráis todo lo que pertenece a vuestro espíritu y eso es un error. Lo que ha acontecido es que sólo miráis y percibís lo que está cerca de vuestros sentidos o al alcance de vuestra humana inteligencia, y a lo que está más allá de los sentidos y de la mente lo habéis considerado sobrenatural.
2. Ya es tiempo que penetréis al fondo de mis enseñanzas que os revelan la verdad que la vida encierra, para que os consideréis mis discípulos y pronto comencéis a ser maestros.
3. El discípulo es el que aprende, el maestro el que lleva a la práctica mis enseñanzas. Así quiero que seáis, porque si sólo aprendieseis y ocultaseis en vuestro corazón mi sabiduría o si alteraseis mis enseñanzas, seríais como aquellos hipócritas fariseos a quienes juzgué tanto en aquel tiempo para probarles su falsedad.
4. El sendero es estrecho y debéis caminar con cuidado para que no toquéis ningún extremo, o sea que no os familiaricéis con lo espiritual ni caigáis en fanatismo.
5. Cuando logréis el equilibrio que debe existir entre el espíritu y la carne, veréis cuán fácil es la existencia y qué llano el camino. Paso a paso iréis por la senda, aprovechando todas las oportunidades que la vida os ofrezca para el progreso de vuestro espíritu y cuando lleguéis a los umbrales de la vida espiritual, cuando se acerque la hora de decir adiós al mundo que os dio albergue y al cuerpo que os sirvió de apoyo, que no haya la menor resistencia en el uno o en el otro, que no desee el espíritu alargar la vida de su cuerpo, ni la envoltura retener más tiempo al espíritu.
6. ¡Qué goce y cuánta luz encontrará el espíritu al penetrar en su nueva morada y cuánta paz y conformidad sabrá dejar en el corazón de los que le pertenecieron en la Tierra!
7. Contemplo que el ambiente que reina en el mundo es contrario a la espiritualidad, por esa causa será muy meritorio que logréis libraros de los obstáculos que os impiden adelantar en el camino.
8. Os he enviado un Mensaje por medio del cual podréis vivir en el mundo sin contaminaros.
9. Aprended con mi fuerza a sobreponeros, luchad por elevaros sobre las miserias humanas y una vez que hayáis elevado vuestra vida y liberado vuestro espíritu, ya no descendáis más.
10. En mi camino no hay encrucijadas; pero es necesario velar y orar, porque a los lados del sendero crece la maleza y entre ella se oculta a veces el lobo traidor. Velad y orad para que no seáis sorprendidos y que más bien seáis vosotros los que sorprendáis a los que se ocultan para hacer tropezar al que quiere caminar por la buena senda o para robarle la fe.
11. Yo anuncié que mi pueblo surgiría nuevamente en el mundo cuando la humanidad estuviese bebiendo su mayor cáliz de amargura, por eso estoy enviando a la Tierra a mis emisarios, a mis labriegos, a mis soldados y profetas, porque el tiempo de la lucha se aproxima.
12. Mi pueblo, no es tan sólo éste que me ha escuchado a través de los portavoces. Mi pueblo se extenderá por toda la Tierra y sus hijos serán todos los que den testimonio de mi verdad, todos los que abran brechas de luz al espíritu, todos los que combatan la mala hierba y anuncien el Tercer Tiempo.
13. Espiritualizaos y podréis comprender y cumplir vuestra misión; así, cuando en otras tierras se levanten otros enviados míos, tendrán noticias unos de otros, y sabrán unirse y ayudarse espiritualmente, combatiendo con la fuerza del pensamiento la discordia, la desunión y la guerra que ha invadido al mundo.
14. No temáis, pueblo, Yo recibo vuestros méritos hechos hasta hoy. No os detengáis en los primeros pasos, no os conforméis con las primeras obras que hayáis realizado. Caminad pausadamente y con firmeza y llegaréis al triunfo.
15. Vuestros méritos no siempre tendrán que esperar a que lleguéis al Reino espiritual para recoger el galardón, sino que aquí en vuestro mundo los veréis premiados.
16. Aquí tendrá salud y fortaleza vuestro cuerpo y en la vida espiritual habrá luz y gozo verdadero.
17. El que ha llegado ante Mí en busca de sabiduría, nunca se ha sentido defraudado. He visto que no ha habido obstáculo que os detenga en vuestro anhelo de escuchar mi palabra, y ¿cómo no había de premiar vuestro esfuerzo y vuestros sacrificios? Sólo Yo sé lo que habéis tenido que evolucionar para poder llegar a estos lugares y permanecer Conmigo escuchándome.
18. Ha llegado la hora en que los hombres rompan por sí mismos sus cadenas, arranquen la venda de sus ojos y busquen el camino verdadero.
19. El hombre aspira a poseer una luz que le permita saber qué es lo que lícitamente le pertenece, así como también conocer todo lo que realmente le esté prohibido.
20. Espiritualmente la humanidad es una criatura ignorante; el sinnúmero de prejuicios que la rodean y las amenazas y anatemas que sobre ella pesan, han sido la causa de su desinterés por lo espiritual.
21. Sólo mi luz, es la que está despertando a los espíritus; es mi voz la que les invita a la meditación y es mi fuerza la que los hace perseverar y luchar por alcanzar la meta.
22. La humanidad pronto se libertará de sus prejuicios, como quien se despoja de una raída y vieja vestidura y con ansia elevará su mirada y su mente más allá de las barreras que por mucho tiempo le impidieron evolucionar.
23. Los temores infundados que por siglos han alimentado los hombres en su corazón, también desaparecerán al recordar que Cristo fue quien vino a abrir las puertas del Reino espiritual, y que, no habiendo revelado todo lo que tenía que enseñarle a la humanidad, porque aún no era el tiempo oportuno, prometió su nueva venida en una Era que estaría llena de luz, de inspiración y de revelaciones espirituales.
24. En Mí hallarán valor los hombres para emanciparse del yugo de su ignorancia.
25. ¿Cómo esperáis que en la Tierra se haga la paz y cesen las guerras; que los hombres se regeneren y disminuya el pecado, si carecen del conocimiento espiritual que es base, principio y cimiento de la vida?
26. En verdad os digo, que en tanto no se comprenda ni se practique mi verdad, vuestra existencia en la Tierra será como un edificio construido sobre arena movediza.
27. Son en menor número los que han despertado que los que aún permanecen fríos o indiferentes para lo espiritual. Estos no se inquietan ni se angustian ante el caos que reina, atribuyéndolo todo a causas superficiales. Se conforman con su escasa comprensión y dicen: “¿Para qué esclarecer misterios o tratar de penetrar en lo insondable, si cumplo con todas las obligaciones impuestas por quienes gobiernan en lo material, así como por quienes me guían espiritualmente a través de las religiones? ¿Acaso en ese cumplimiento no existe el principio de bien que Cristo enseñó?” Y con estos pensamientos se tranquilizan y se persuaden a sí mismos de que están cumpliendo su misión espiritual.
28. Mas os digo, que ese cumplimiento de vuestros deberes es aparente y no real, que delante de vuestra Conciencia y delante de Dios es muy poco lo que hacéis de bueno, porque vuestra vida es superficial, vuestro conocimiento espiritual insignificante, vuestras obras llenas de egoísmo y vanidad.
29. Delante de vuestros Semejantes a quienes fácilmente podéis engañar, podréis estar cumpliendo fielmente vuestros deberes espirituales y humanos; pero delante de vuestra Conciencia y de vuestro Padre, no podréis llegar con apariencias, porque allí surge la verdad y ésta es que los hombres se encuentran estacionados espiritualmente.
30. Esto ha originado que entre unos y otros aparezca la lucha; mientras los despiertos hablan de espiritualidad, de dones, de potencias y de revelaciones, los aletargados se levantan diciendo que aquéllos vienen dividiendo y confundiendo a la humanidad y creando dudas e incertidumbres acerca de las creencias.
31. Esa lucha será inevitable para que surja la luz y brille la verdad. Será hasta entonces cuando os deis cuenta de que la verdad no establece división y que mi Doctrina, teniendo por esencia la verdad, no podía venir a hacer obra de división o de discordia entre los hombres, aunque al principio los obligue a luchar entre sí para alcanzar la luz.
32. Cada quien esgrimirá sus armas, unos las espirituales, otros las de la mente, otros las materiales.
33. Quienes se confíen tan sólo a la fuerza de sus armas físicas, tendrán que sucumbir, porque el triunfo se inclinará del lado de los que empleen las armas espirituales, cuya naturaleza y fuerza es mayor.
34. Aunque mi Doctrina en el Segundo Tiempo, todo lo reveló, el Espiritualismo viene a explicar y a esclarecer todo lo que entre los hombres era un misterio, sin cuya ayuda ellos jamás penetrarían al fondo de las revelaciones.
35. En verdad os digo, que sólo el Cordero podía desatar el Libro de los Siete Sellos para mostraros todo su contenido.
36. Practicad esta Doctrina, pueblo; ha llegado el momento de mostrar al mundo la verdad de mi palabra. Os he llamado para convertiros en los emisarios, que lleven a la humanidad el Mensaje que tanto necesita conocer.
37. No vengo a deciros que al llegar mi palabra a los pueblos de la Tierra, todos los hombres van a convertirse en Espiritualistas inmediatamente, no, por lo pronto bastará que la espiritualidad sea aplicada a cada religión y ya veréis cómo, cuando menos lo piensen los hombres, todos se habrán ido acercando a un mismo punto, o sea a la armonía, a la unidad y a la comprensión que nunca ha existido entre unos y otros.
38. La mala hierba será arrancada de raíz y en su lugar crecerá el trigo, símbolo de abundancia, de trabajo, de progreso y de paz.
39. Bienvenidos todos aquéllos que vienen buscando la luz que ilumine su camino.
40. Estad Conmigo, Yo soy el Faro luminoso que alumbra en todos los senderos. No es nueva esta luz, desde el principio de la vida del hombre está brillando en su Conciencia. Pero habiendo sido el hombre creado para penetrar por sí sólo en los misterios de la vida espiritual, fue preciso que el Verbo se hiciese hombre en Jesús y descorriese con su palabra el velo de los misterios.
41. ¿Por ventura toda la humanidad en sus diferentes generaciones, ha sabido llegar hasta la cima del Calvario para meditar en el amor infinito que hizo a Jesús morir a manos de los hombres? No, la humanidad no ha querido mirar todo lo que la luz del Maestro Divino le vino a revelar, prefirió la luz de la ciencia que escudriña los misterios de la Naturaleza, prefirió el poder de la Tierra a la grandeza del espíritu.
42. Mi luz no ha dejado de brillar un solo instante en las Conciencias, pero siendo aún pequeño el hombre, y necesitando que su Padre se le aproximara en alguna forma, envié al espíritu de Elías con el mensaje venturoso de una nueva Era. Elías trajo al mundo la revelación de la forma en que vendría Yo a comunicarme con los hombres, y como precursor mío, abrió el entendimiento de un hombre para hablar a través de sus labios, pero también se manifestó a través de mirajes y de inspiraciones para anunciaros que después de la comunicación a través del entendimiento humano, vendría la comunicación de espíritu a Espíritu.
43. Habrá quienes digan que no era necesaria mi vuelta, mas, quienes así piensen, será porque no saben que Cristo descubre la hipocresía de los fariseos, arroja a los mercaderes del Templo y no se inclina ante los que se dicen grandes.
44. Me necesitan los que sufren, los que tienen hambre y sed de justicia, los que tienen anhelos de luz y elevación, los que comprenden que el espíritu debe avanzar sin detenerse. Todos ellos me llaman en su oración, en su dolor me invocan y me preguntan, cuándo vendré, ellos saben que la humanidad tiene imperiosa necesidad de Mí, de mi palabra, de mi bálsamo y de mis prodigios.
45. ¿Veis a los pueblos en eternas pugnas? ¿Veis esas guerras que son la negación más rotunda del amor que enseñé? ¿Miráis a las religiones, enemigas unas de otras, aún diciéndose cristianas y predicando mi máxima de Amaos los unos a los otros?
46. De esas guerras movidas por ambiciones humanas y de esas divergencias de credos, ¡cuánta miseria y cuánta amargura ha caído sobre la humanidad!
47. Os he traído una semilla en este tiempo, la que apenas comienza a germinar en el corazón de este pueblo, mas en verdad os digo, que esta Doctrina conmoverá a la humanidad y será creída como revelación verdadera de Dios. Todos cuantos habéis recibido misión o cargo en mi Obra, tenéis el deber de presentar mi Doctrina en toda su pureza.
48. El Espiritualismo nada tiene que ver con ritos, tradiciones o ceremonias religiosas, está por sobre todo culto externo, por lo que os digo, que quien mezcle a mi Doctrina las prácticas aprendidas de sectas o religiones, se convierte en un profanador.
49. ¿Cómo podrían vuestros hermanos admirar la luz de esta revelación si la ocultaseis tras el velo de vuestras materialidades y mistificaciones?
50. El Espiritualismo no es una mezcla de religiones, es la Doctrina más pura y perfecta en su sencillez, es la Luz de Dios que desciende al espíritu humano en este Tercer Tiempo.
51. Os digo todo esto, pueblo, que sois la primera simiente mía en este tiempo, para que abracéis la verdad y no os vaya a acusar la humanidad de falsos o profanos.
52. Si descendéis al fanatismo será por vuestra culpa, porque el Libro del Saber ha estado delante de vuestros ojos iluminando el espíritu.
53. Vosotros que venís de diferentes caminos, tomad mi palabra, llevad mi semilla y sembradla en vuestras tierras. Ved cuál es la verdad que viene a dejaros el Maestro.
54. No os creáis perfectos por llevar el conocimiento de una Doctrina perfecta, pero si tratáis de cumplir con la mayor limpidez de que un humano puede ser capaz, Yo pondré a vuestro paso a todos los que ansían una palabra de verdadero consuelo.
55. Tened en cuenta que por muy limpias y llenas de amor que sean vuestras obras, no dejaréis de ser atacados, entonces tendréis ocasión de enseñar con ejemplos de perdón, de nobleza y de caridad, cómo se defiende la verdad que sentís llevar en vuestro corazón. No defenderéis vuestros templos materiales, ni defenderéis vuestros nombres o vuestra personalidad, sino la verdad que ha sido depositada en vosotros.
56. Multitudes que llegáis ante Mí con la tristeza y el cansancio en vuestro corazón, oídme, porque sé que volveréis a la paz, a la fe, a la alegría, con la esencia de mi palabra.
57. Venís descalzo, con las plantas heridas, porque en el vasto desierto dejasteis las sandalias que os protegían de los guijarros y de las arenas candentes; pero aquí recobraréis cuanto habéis perdido, porque os amo, y nuevamente vengo a daros prueba de ello.
58. ¿Cómo pudisteis empañar la luz de vuestra fe? ¿Cómo pudisteis alejaros tanto del camino verdadero, que hasta la intuición de que poseéis espíritu, en vosotros se había perdido?
59. Sólo mi manifestación divina puede haceros saber que os encontráis en un nuevo tiempo, porque vosotros habéis estado durmiendo.
60. Allá, en el fondo de vuestro ser, una ansiedad desconocida se iba dejando sentir y una sed extraña os iba dominando sin que os dieseis cuenta de su origen, cuando aquella necesidad se hizo angustiosa, era porque había llegado el tiempo en que recibieseis mi nuevo Mensaje.
61. Hambre y sed del espíritu, era lo que os martirizaba, hambre de verdad y de paz, sed de amor y de luz.
62. Yo quise que mi palabra fuese como agua cristalina y fresca, cuya esencia contuviera el sustento verdadero y eterno del espíritu, de tal manera que cuando llegaseis a escucharme os entregaseis a Mí, como aquel peregrino cansado que al encontrar una fuente, se deshace del fardo que carga y se arroja sobre el deseado líquido, ávido de frescura.
63. No todos habéis traído sed espiritual, el que verdaderamente la ha sentido, la ha calmado simplemente con mi palabra, en cambio, hay muchos que aún oyéndome repetidas veces, se quejan de que su dolor y sus problemas siguen siendo iguales; es que éstos no buscan mi esencia, sino los bienes del mundo.
64. Comprended bien esto, para que nunca os engañéis.
65. Fijaos en que hay quienes no carecen de lo necesario, viven rodeados de comodidades y sin embargo, algo ensombrece su vida, algo les angustia, algo les falta, es la presencia de lo espiritual en su vida lo que añoran, es la ausencia de esa luz la que oscurece su vida, éstos cuando han llegado a escucharme, interiormente han exclamado: “Esto era lo que buscaba, lo que esperaba, lo que me hacía falta”. Otros, en cambio, han llegado hasta aquí quejándose de haber perdido bienes, salud, afectos, y el vacío de su corazón no se ha llenado con mi palabra, mas en cuanto han recobrado lo que habían perdido, se han alejado sin siquiera acordarse de esta Palabra celestial que un día escucharon.
66. No todos están a tiempo de sentir ni comprender esta Revelación, mientras unos se quedan, otros se van, es que no todos tienen sed de Mí, es que la necesidad de lo espiritual no es la misma en unos que en otros.
67. Quiero deciros que os fijéis bien en la humanidad, en los pueblos y naciones, con el fin de que os deis cuenta cómo han hecho de su vida un penoso desierto, cuyo sol candente les deprime y cuya aridez les domina y extenúa. ¿No presentís la sed inmensa que en el corazón de los hombres se está acumulando? Pues ya está también formándose el oasis de grata sombra y frescura, de perennes y cristalinas aguas, para que en él calme su necesidad de verdad, su sed de amor y de paz.
68. Muchos llegarán ante el manantial y al beber de sus aguas, dirán como vosotros. “Esto es lo que buscaba”, pero también otros muchos llegarán ante él creyendo encontrar lo que han perdido en el mundo y desengañados, me volverán la espalda y negarán que en esta Revelación exista alguna verdad; ellos se irán, mas todo está previsto y preparado para que retornen, cuando al fin la verdadera sed del espíritu aparezca y me invoque en su desierto, diciéndome: “Padre, perdonadnos y concedednos una nueva oportunidad para llegar al conocimiento de vuestra verdad”. Y entonces, Yo que ya les había perdonado, cuando altivamente despreciaron el agua de mi fuente y el pan de mi mesa, les ofreceré mi camino para que en él dejen su fatiga, para que se sanen, se llenen de paz y se eleven a través de mi luz.