Enseñanza 275

1. Yo soy el Amor, razón por la cual sois perdonados y gozáis de mis complacencias; pero no sólo esperéis caricias y dones de vuestro Padre, recordad que también he venido como Maestro para haceros comprender vuestros defectos e imperfecciones y enseñaros la forma en que debéis corregiros.

2. Soy con vosotros en vuestro espíritu y hago vibrar mi luz en vuestro entendimiento, para que apreciéis el valor de lo que estáis recibiendo y reconozcáis al mismo tiempo, que no todo lo que os llega ha sido ganado con méritos. También os hago comprender que lo que hasta ahora habéis recibido, no es todo lo que tengo que daros y que lo que ahora deseáis, tampoco es todo lo que llegará a abarcar la aspiración de vuestro espíritu cuando se encuentre más desarrollado.

3. Junto a las pruebas y lecciones que os da la vida, va mi enseñanza que explica y esclarece el sentido de cada lección, porque sólo el conocimiento, la experiencia y la evolución podrán daros con justicia el título de discípulos de mi Divinidad en el Tercer Tiempo.

4. ¿Qué podríais dar a vuestros hermanos que fuese fruto vuestro, que fuese testimonio y afirmación de la palabra o Doctrina que vais a predicar, si carecéis de experiencia propia?

5. Cuando ya estéis espiritualizados y os encontréis con hombres que sufren y se desesperan, porque no pueden poseer lo que ambicionan en el mundo, veréis cómo su materialidad contrasta con la elevación de mis discípulos, cuya conformidad será grande porque sus ambiciones y anhelos serán nobles, basados en el firme convencimiento de que en esta vida todo es pasajero.

6. Mis discípulos hablarán al mundo con ejemplos de espiritualidad, a través de una vida que lucha por acercar el espíritu a la Divinidad, en vez de encadenarlo a las falsas riquezas del mundo.

7. Sé que los materializados en los tiempos futuros se escandalizarán al conocer esta Doctrina; pero su Conciencia les dirá que mi palabra sólo habla de la verdad.

8. En la vida del hombre todo es pasajero: Su juventud es una ilusión, su gloria de corta duración; el placer momentáneo; por eso que mi Doctrina viene a inspiraros el ideal de alcanzar lo eterno, porque los goces del espíritu y la gloria reservada para él, una vez conquistados, no pasan jamás.

9. Pueblo: Es tan fácil dar un poco de espiritualidad a vuestra vida, que os pregunto, ¿por qué no lo hacéis?, ¿por qué no lo intentáis? No es necesario que os apartéis de vuestros deberes humanos.

10. Basta que a vuestras obras les deis un principio de espiritualidad, para que dejéis de ser simples seres en la Tierra y os convirtáis en seres de elevada vida espiritual, capaces de comprender el sentido que encierra el destino del hombre.

11. Vuelvo a deciros que Yo no os aparto de vuestro cumplimiento en el mundo, porque también ahí tenéis deberes sagrados; pero os digo, que no deis al mundo más importancia que a vuestro desarrollo espiritual.

12. Es necesario que os profundicéis en el cumplimiento de mi Obra, que analicéis mi palabra y comprendáis el alcance de mis enseñanzas.

13. Estoy hablando a los espíritus, sabiendo que mi luz pasará de ellos a las materias y que ésta una vez iluminada la mente y los sentidos, sabrán tornarse en instrumentos dóciles de la Conciencia.

14. Multitudes que escucháis esta palabra: Cerrad vuestros ojos materiales y oíd la voz de vuestro Dios en el infinito.

15. No es en este tiempo Jesús hombre el que os habla y a quien podáis mirar por plazas y calles, por caminos o valles, es Cristo en Espíritu, presente en toda Conciencia y en todo entendimiento; es mi Luz universal derramada en todos mis hijos.

16. Pueblo: ¿No os agradaría contemplar la fructificación de mi Doctrina en el mundo? ¿No anheláis ver convertido este Valle de lágrimas en Tierra de paz? Pues trabajad con amor y tendréis esa dicha en vuestro espíritu. Sí, discípulos, en vuestro espíritu, porque no sabéis para entonces, cuál será vuestra morada; pero no importa que el triunfo de la luz lo miréis desde el Valle espiritual, más aún, desde allí apreciaréis mejor el fruto de vuestras obras y de vuestra lucha.

17. Late presuroso vuestro corazón, diciéndome: “Maestro, ¿cuándo podrá nuestro espíritu entonar ese canto de victoria?”

18. Los guías de multitudes me dicen: “Padre, que nuestra lucha no vaya a ser estéril”, mas os digo a unos y a otros, que sí es posible llegar a esa meta, que no requiere el sacrificio de vuestra vida alcanzar ese ideal. Pero tenéis que observar uno a uno de mis mandatos, para que toda vuestra labor sea cimentada en mi verdad y la lucha de todos se encamine al fin que os he trazado.

19. Espiritualidad, unión, obediencia, he ahí la base firme para el Santuario que habréis de elevarme; cumpliendo con ello, alcanzaréis a ver el florecimiento y la fructificación de mi Obra y de vuestra lucha en la humanidad.

20. Desde que mi palabra comenzó a manifestarse por estos portavoces, he venido inspirándoos espiritualidad, os he venido pidiendo unificación y os he enseñado la obediencia.

21. Los primeros y los postreros conocen estas enseñanzas, repetidas sin cesar por medio de mis portavoces.

22. De espiritualidad os ha hablado mi enseñanza, para que os despojéis de todo culto exterior y lleguéis a amarme y servirme en forma espiritual, profunda, sincera, elevada y pura.

23. De unificación os he hablado mucho, porque si no unís el fruto de vuestros dones y vuestras fuerzas para luchar, si trabajáis aisladamente, vuestra labor no dará fruto.

24. De obediencia os he hablado para que todos vuestros actos estén sujetos a una voluntad perfecta como es la mía y cumpliendo con ella nunca erréis el camino. Cuando la manifestación de mi palabra llegue a su término, todos podréis dar al mundo una prueba de la verdad de mi Revelación.

25. Quienes cumplan con estos mandatos, tendrán que ser creídos por sus hermanos, mas quienes pasen sobre ellos y en medio de su desunión, su desobediencia y su falta de espiritualidad pretendan doctrinar a las multitudes, Yo os digo, que tarde o temprano será descubierta su mentira y su hipocresía, viéndose envueltos en las mayores pruebas y abandonos aun de los más fieles.

26. ¿A esto podríais llamar el triunfo de mi Doctrina? No, pueblo, no es confusión lo que debéis encontrar al final de la lucha. Es paz, regocijo, luz, en lo que deberá culminar vuestra jornada.

27. ¿Creéis que ante una prueba de ingratitud y desobediencia por parte de este pueblo, mi Espíritu va a permanecer impasible indefinidamente? No, pueblo, Yo haré llegar mi justicia y haré estremecer con ella a los que me desobedezcan, como les hice estremecer con mi ternura cuando oyeron mi palabra.

28. Mi enseñanza no puede ser más clara ni sencilla, mas si vuestra memoria os fuese infiel y la llegaseis a olvidar, Yo inspiraré a quienes tengan que reunir mis lecciones para formar con ellas el Libro de mi palabra dada en este Tercer Tiempo. Ese Libro os hará recordar todo lo olvidado, os hará llorar de arrepentimiento cuando estéis en vuestras pruebas y os hará comprender que al fin es mi voluntad la que se hace y mi verdad la que triunfa.

29. ¿Por qué a veces os parece dura mi palabra? No encierra dureza, va llena del amor que os tengo, porque vuestro Padre no quisiera que sus hijos lloraran.

30. Cuando os hablo en este tono, buscad tras de la palabra del Juez, la presencia del Maestro y la esencia del Padre y todo ello lo encontraréis.

31. Cuando os prevengo y os profetizo, sabed que Yo conozco vuestro futuro y que os conozco mejor que vosotros mismos, porque Yo soy la Vida.

32. En vuestro silencio, aprended a elevaros mentalmente a Mí. En vuestro recogimiento, habladme con el espíritu y tendréis mi respuesta.

33. Educad vuestro entendimiento, haciéndolo que se aparte de toda idea superflua, enseñándolo a despejarse en el instante de vuestra comunión espiritual, para que no sea obstáculo que os impida concentraros y desprenderos en aquel bendito instante.

34. ¡Cuán dichoso es el espíritu que logra esa preparación mental y ese desprendimiento interior, todos sus dones surgen y se manifiestan! La inspiración, la revelación, la intuición, el poder curativo, la palabra y muchos atributos más aparecen mostrando cada uno su esencia y su misión.

35. Apartad de vuestro tiempo unos instantes en cada día y dedicadlos a la oración espiritual y pronto veréis el fruto de aquel ejercicio. No esperéis el día en que Yo me presente a daros mi enseñanza para prepararos; porque siempre estaréis empezando y tropezando con perturbaciones que no os dejarán recrearos espiritualmente.

36. Dedicad cada día unos momentos a esta práctica, siempre me encontraréis dispuesto a escucharos y ayudaros.

37. La verdadera oración no es practicada en este tiempo por la humanidad, de ahí que haya tenido que formar oraciones y preces para repetirlas maquinalmente cuantas veces le es necesario.

38. Ya no sabe el hombre inspirarse para hablarme con el espíritu, desconoce por completo el idioma espiritual que a todos corresponde conocer. Es que ignora la forma de ejercitarse: Despojándose de todo rito, apartándose de toda materialidad, hasta concentrarse en el fondo de sí mismo para poder percibir mi presencia y recibir la luz de la inspiración.

39. Por eso os digo a vosotros, que mientras más sacrifiquéis vuestra inclinación a orar ante símbolos y dedicarme ceremonias para buscar el Santuario interior, iréis contemplando cómo se desarrolla, crece y se eleva vuestro don de comunicación espiritual, aproximándoos paso a paso a la comunicación de espíritu a Espíritu que será cuando el hombre alcance a orar con perfección.

40. Ahora, comprended que si mi voluntad es que enseñéis a vuestros hermanos la forma de alcanzar la perfección en la oración, tenéis que prepararos para dar pruebas de la verdad y de la fuerza que en ella existe.

41. ¿Vais acaso a enseñarles que basta con cerrar los ojos, para que la forma sea perfecta? ¿Vais a engañar a vuestros Semejantes, adoptando prácticas sin importancia, mientras en vuestro interior no existe verdadera preparación? Eso no, pueblo, porque no vais a engañaros a vosotros mismos, ni a vuestros hermanos y menos a vuestro Padre.

42. Cuando enseñéis a orar, es porque vais a poder probar la verdad, la fuerza y la eficacia de orar espiritualmente. Vais a sanar al enfermo con la oración, vais a hacer la paz donde impere la discordia, vais a salvar a quien se encuentre en peligro. Entonces sí seréis creídos y querrán imitaros; vuestra enseñanza despertará fe en los corazones maravillados ante la verdad de las pruebas que les disteis.

43. No olvidéis que para que la oración resulte efectiva, vuestra fe tiene que ser firme, grande, que la caridad sea la esencia de vuestra elevación hacia vuestro Padre.

44. Todos los que han alcanzado milagros, todos los que han dado pruebas de poder espiritual, así han orado. Así oraron los patriarcas de los primeros tiempos: De espíritu a Espíritu; así oró Moisés en el desierto y Daniel en el foso de los leones. Así vine Yo en Jesús, a fortalecer al hombre en el conocimiento de la oración verdadera, probando ante sus ojos el poder de la oración espiritual.

45. Jesús oró en el desierto ante la multitud y multiplicó los panes y los peces, maravillando a los hombres. Oró ante el sepulcro de Lázaro y dio pruebas de que la oración nacida de la fe y de la caridad, da la salud y la vida. Oró ante sus discípulos, revelándoles el poder que el hombre adquiere cuando sabe ponerse en comunicación con su Padre.

46. ¡Cuánto se ha alejado de mis enseñanzas esta humanidad! Todo en ella es superficial, falso, exterior, ostentoso. Por eso su poder espiritual es nulo y para suplir la falta de fuerza y desarrollo en su espíritu, se ha entregado en brazos de la ciencia, desarrollando la inteligencia.

47. Así, por medio de la ciencia, el hombre ha llegado a sentirse fuerte, grande y poderoso, mas os digo que esa fuerza y esa grandeza, son insignificantes junto al poder del espíritu, al que no habéis dejado crecer ni manifestarse.

48. Cuando la lujuria y el materialismo han llegado a su grado máximo en los hombres, haciendo que olviden su procedencia; cuando el torrente desbordado de las pasiones, de los placeres y los vicios han hecho de muchos hombres seres inconscientes, sin noción de sus deberes para con Dios, para con su familia y para con los demás, es cuando ha venido a la humanidad esta palabra, como un manantial de aguas cristalinas para los corazones sedientos.

49. Estáis tan familiarizados con el pecado, que vuestra vida llega a pareceros lo más natural, normal y lícito, y sin embargo, tal parece que Sodoma y Gomorra, Babilonia y Roma, hubiesen volcado sobre esta humanidad, toda su perversidad y su pecado.

50. Aunque parezca absurdo, esta es la hora propicia para que mi palabra encuentre eco en el corazón de los hombres.

51. Recordad a la pagana Roma, hastiada de placer, cansada de gozar de los deleites de la carne, abrió su corazón para recibir mi Mensaje.

52. Aquellos hechos se repetirán y veréis germinar mi semilla en los pueblos donde contemplasteis a los hombres más alejados del camino de la verdad.

53. Mi palabra llena de sabiduría, de consuelo y de promesas de regeneración, buscará las fibras a las cuales nunca haya llegado lo inmundo, lo malo. Los muertos a la luz y a la verdad de la vida resucitarán, y la moral tiempo ha destruida, será reconstruida.

54. Si en aquel tiempo los paganos convertidos a mi Doctrina, buscaron la salvación en el amor que enseña mi palabra, los materialistas de este tiempo buscarán el camino de su redención en el ejemplo que Jesús escribió con su vida; pero también se inspirarán con la luz espiritual que en este tiempo mi Espíritu viene a derramar sobre los hombres.

¿Qué contiene esta luz? El conocimiento de la vida espiritual, la revelación de las potencias del espíritu, el esclarecimiento de los misterios que el hombre no lograba penetrar.

55. A vos, pueblo, os he convertido en depositario de mi nueva palabra. Por largo tiempo me he manifestado a vosotros, a fin de que tengáis la certeza de que es mi presencia en Espíritu, la que tenéis y de que habéis tenido tiempo suficiente de asimilar mis enseñanzas, de escribirlas y de meditarlas.

56. ¿Para qué todo esto? Para que al desaparecer mi manifestación de entre vosotros, no digáis que ha sido una aparición fugaz, de la cual no estáis ciertos ni seguros.

57. Ahora que sabéis por Mí, que el día postrero para estas enseñanzas se aproxima, comenzáis a sentir la responsabilidad al quedaros ya no como párvulos o discípulos, sino como explicadores, como emisarios y como testigos del mensaje que del Maestro escuchasteis.

58. Algunos estáis llenos de fe, de vigor y ahínco, esperando la hora propicia para iniciar la jornada, otros en cambio, dudan de sí mismos y tiemblan ante la lucha. A estos últimos les pregunto: ¿Será posible que otros pueblos, que no escucharon directamente mi palabra, se levanten antes que vosotros, conmovidos tan sólo por el testimonio de lo que hasta ellos llegue?

59. ¿Qué es lo que os intimida? Vuestro corazón me dice: “Señor, el no poder demostrar palpablemente la verdad delante de los materialistas y de los incrédulos”. No me habéis comprendido; Yo no he dicho que lo espiritual, que es invisible e intangible, vayáis a materializarlo ante los ojos de los hombres escépticos, para que crean en lo espiritual. Yo ante todo he querido que purifiquéis vuestra vida y os espiritualicéis de tal manera, que con vuestras palabras y con vuestras obras deis las mejores pruebas de que la Doctrina que profesáis, encierra verdad.

60. Muy difícil os parece presentar pruebas que dejen satisfechos al que busca la explicación científica de todo, sin embargo, es tal la grandeza que he depositado en mi enseñanza, que en ella encontraréis la solución para dar contestación y explicación a cuanto problema se os presente.

61. ¿Creéis acaso que os haya traído una Doctrina retrasada? Estudiad mi palabra y os convenceréis de que ella se ha venido a manifestar en una forma que va de acuerdo con la evolución tanto espiritual como mental de esta humanidad.

62. Ni antes ni ahora he condenado vuestra ciencia, porque es un camino por el cual el hombre también encuentra mi verdad; quien me busca en todo conocimiento, me encuentra y siente mi presencia y descubre mis leyes. Lo que repruebo es el mal empleo que se haga de lo que sólo fue creado para buenos fines.

63. Hoy los hombres están mucho más capacitados que los antiguos para comprender la esencia y el poder de Dios, en ello ved la influencia que la ciencia ha tenido sobre el conocimiento de los hombres.

64. Cuando la humanidad sólo creía que existía lo que con sus ojos alcanzaba a descubrir y hasta ignoraba la forma del mundo que habitaba, concebía a un Dios limitado a lo que sus ojos conocían; pero a medida que su mente fue descubriendo misterio tras misterio, el Universo se fue ensanchando ante su vista y la grandeza y omnipotencia de Dios fueron creciendo ante la inteligencia maravillada del hombre. Por eso he tenido que traeros en este tiempo una enseñanza que esté de acuerdo con vuestra evolución.

65. Mas os pregunto: ¿Es ciencia material lo que encierra mi revelación? No, la ciencia que os enseño habla de una existencia más allá de la Naturaleza que contempláis y examináis hace tanto tiempo. Mi revelación descubre el camino que eleva al espíritu hasta una morada desde donde puede descubrirlo, conocerlo y comprenderlo todo.

66. Que Dios se comunique espiritualmente con los hombres, que el Mundo Espiritual se comunique y se manifieste en vuestra vida, que los mundos y las moradas desconocidas lleguen a comunicarse con vosotros, ¿os parece imposible o al menos extraño?; ¿queréis acaso que vuestro conocimiento permanezca estacionado y el Padre nunca os revele más de lo que ya os ha revelado?

67. No seáis rutinarios ni limitéis el conocimiento a vuestro espíritu.

68. Hoy podéis negar, combatir y perseguir mi Doctrina espiritual, mas Yo sé que mañana os rendiréis ante la verdad.

69. Toda Revelación divina, al aparecer, ha sido combatida y negada, más a la postre aquella luz se ha impuesto.

70. Ante los descubrimientos de la ciencia, también la humanidad se ha mostrado escéptica y al fin se ha tenido que rendir ante la realidad.

71. Habéis sido incrédulos a causa de vuestra materialidad. En un principio creísteis sólo en lo que vuestros ojos miraban; pero evolucionasteis y ya creísteis en lo que vuestra inteligencia descubría, ¿por qué no habréis de creer y conocer lo que está más allá de vuestro Universo material, una vez que vuestro espíritu sea el que penetre en aquel campo de infinito saber? No sabéis aún cuánto tenga que conocer la humanidad del futuro. Comparad el conocimiento tanto espiritual como material de los hombres de los primeros tiempos, con el conocimiento que hoy tenéis, y ello os dará una idea de lo que será la vida humana en los tiempos venideros.

72. Este es tiempo propicio para despertaros a una nueva Era, para prepararos y profetizaros cuánto habéis de contemplar.

73. Comprended, pueblo, que mi venida ha sido oportuna.

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