La curación espiritual

Libro de la Vida Verdadera

La curación espiritual

Para vencer la debilidad, la pequeñez, la miseria, las pasiones y destruir la duda, es indispensable la fe y las buenas obras que son virtudes que vencen lo imposible, ante ellas lo difícil e inalcanzable se desvanece como sombras. 1-20-63

A los hombres que en Mí creyeron en el Segundo Tiempo les dije: “Tu fe te ha salvado”. Así lo declaré porque la fe es una potencia curativa, es una fuerza que transforma y su luz destruye las tinieblas. 1-20-64

En verdad os digo, que lo imposible no existe. En casos tan pequeños como vuestros quebrantos de salud, hablad a Dios que habita en cada uno de vosotros, que sabe lo que necesitáis y lo que sentís, y os daré según sea mi voluntad. 1-20-65

En la Doctrina que prediqué cuando estuve en la Tierra y en la que ahora os enseño a través del portavoz humano, se manifiesta mi Espíritu, por eso mi enseñanza os recrea y al mismo tiempo os fortalece, porque no es palabra que halague sólo los sentidos materiales, sino que sustenta al espíritu. 1-20-66

Por eso entre las multitudes que me escuchan unos vienen a curarse con la palabra de sabiduría, con el consuelo que vierte; otros vienen a aligerar su carga de pecados oyendo mi enseñanza de justicia, de perdón y de amor. 1-20-67

Al oírme hablar así, vuestras fibras sensibles por el dolor se estremecen y si me llamáis como Doctor, a vosotros me acerco a sanaros. 1-20-68

Os digo a todos: “Yo soy la Salud, Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. 3-80-32

En el Segundo Tiempo, cuántas veces aquellas gentes sencillas que oían la palabra de Jesús, los enfermos que a Él se acercaban, lograban hacer prodigios mayores que los de mis discípulos, sin ser del número de mis apóstoles. 5-111-23

Cuando no podáis acercaros a un ser que sufre para ungirlo y consolarlo, orad, y vuestro espíritu llegará a él y así podréis cumplir vuestra bendita misión. Por los esforzados, alcanzarán los negligentes y por un justo será salva una nación. 5-111-47

Si la humanidad, persiguiendo a mis nuevos discípulos, tratase de impedir que ellos sanen a los enfermos y hablen de mi Doctrina, se desatarán entre los hombres, las enfermedades más extrañas; los hombres de ciencia enfermarán, de muchos se cerrarán sus ojos, a otros se les trastornará su cerebro. Las puertas del Más Allá se abrirán y legiones de espíritus turbados asolarán comarcas y poseerán a los hombres. Entonces, ante la impotencia de los hombres de ciencia, se levantarán mis humildes labriegos, dando pruebas de su saber, por medio de los cuales muchos creerán. Ha tiempo que os fueron anunciadas todas estas desgracias, a pesar de lo cual permanecéis sordos y ciegos. Sois ingratos. 5-130-49

A veces es menester que os hable así, mas no toméis mi palabra de amor confundiéndola con un látigo. Yo os amo, venid para que sintáis mi calor; acercaos a Mí, para que sintáis la paz de mi Reino. Sois los que a través del desierto me habéis buscado, sois los que habéis caminado siempre en pos de mi promesa. 5-130-50

No siempre los que han creído, han despertado al primer instante a la fe. Casi todos han luchado interiormente. Yo he sorprendido en su corazón éstas o parecidas preguntas: “¿Será verdad? ¿Será posible que aquí encuentre la presencia del Señor? ¿Será posible que aquí encuentre alivio para mis males por tanto tiempo considerados como incurables?” Y cuando han recibido el milagro, todavía algunos me han preguntado: “¿Sería Él quien me sanó?” Pero también ha habido muchos que desde el primer instante en que llegaron a oír mi voz, han creído y aun ha habido quienes desde antes de escuchar mi palabra ya creían en ella. 7-185-44

Hoy no tengo manos para tocar vuestro cuerpo enfermo, porque vengo en Espíritu, mas el espíritu también puede tocaros con su amor y haceros sentir su presencia. 8-210-31

¿Ya examinasteis vuestras heridas? ¿Habéis dejado caer en ellas el bálsamo que os he entregado? 9-256-9

Si dudáis de la efectividad de mi bálsamo, curadlas nuevamente; mas si creéis, apartad de ellas la curación y veréis cómo mi amor las cura y cuando las busquéis, ya habrán cerrado. A otros les concederé que encuentren su salud a través de la fe, de la oración, del pensamiento. Vendrán multitudes de seres espirituales, quienes uniendo su potestad y su fuerza, os ungirán y vosotros os curaréis con su ayuda. 9-256-10

Es menester que se cumpla mi palabra: “Vuestra fe y vuestros méritos os salvarán”, porque después, cuando estéis sanos, os enviaré a la lucha para alcanzar lo más elevado de vuestra vida: El amor a vuestros Semejantes. ¿No os agradaría ser luz para los demás? ¿No os agradaría que vuestras palabras tuvieran esencia de verdad? ¿No os agradaría tener algo que enseñar a los que en vosotros buscaran un consuelo? Pues si eso os agrada, podéis hacerlo porque mucho depende de vuestra buena voluntad y esfuerzo en alcanzarlo, todo lo demás lo hago Yo. 9-256-11

Yo os doy una gota de bálsamo, para que cuando seáis perseguidos, hagáis prodigios de curación entre la humanidad, porque en las grandes epidemias, cuando surjan las enfermedades extrañas y desconocidas para la ciencia, se manifestará la potestad de mis discípulos. 9-260-37

Soy vuestro Doctor, pueblo amado, en verdad os digo, que nadie vela por vuestra salud como Yo, y nadie siente vuestro dolor como Yo lo siento. 9-266-71

¿Queréis sentir en este instante mi bálsamo bañando vuestro cuerpo y vuestro espíritu? Penetrad en oración, elevaos hacia Mí, purificad vuestro corazón y vuestra mente y sentiréis el bálsamo del Doctor de los doctores. 9-266-72

Vuestra mirada intuitiva sabrá descubrir entre las multitudes a los nuevos labriegos, pero vuestras manos no serán las que unjan o consagren, porque el único que puede entregar dones, cargos o misiones a un espíritu, soy Yo, el único que escribe el destino de cada ser. 10-281-58

Os digo todo esto para libraros de caer en falsedades o en prácticas y ritos, que ninguna verdad encierran. 10-281-59

Surgirán los analizadores de mis enseñanzas, los videntes de mirada limpia y palabra verdadera; practicaréis una forma más espiritual para curar a los enfermos. El bálsamo que en vosotros he depositado, llegará primero al espíritu del enfermo, estimulándole a levantar su cuerpo decaído y enseñándole la forma de vencer los sufrimientos y las pasiones, para recobrar la libertad verdadera del espíritu. 12-356-66

Mi paz sea con vosotros.

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