El destino
El Libro de la Vida Verdadera
El destino
El destino tiene la piedad que Dios ha puesto en él, el destino de los hombres está lleno de la bondad divina. 1-11-10
Vosotros no encontráis muchas veces esa bondad, porque no la sabéis buscar. 1-11-11
Si dentro del destino marcado por Mí a cada espíritu, vosotros trazáis un camino duro y amargo, Yo trato de endulzarlo, mas nunca de aumentar su amargura. 1-11-12
En el mundo los hombres se necesitan los unos a los otros, ninguno está de más y ninguno está de menos. Todas las vidas son necesarias las unas a las otras para el complemento y la armonía de su existencia. 1-11-13
En este mundo, cada uno de vosotros está colocado por la sabiduría de Dios en su sitio y cerca de quien debe estar. 1-11-14
A cada hombre le es asignado el círculo donde debe habitar, en el cual hay espíritus encarnados y desencarnados con los que debe convivir. 1-11-15
Así, cada quien en su camino, todos vais encontrando a los que os han de enseñar el amor que os eleva; otros, recibiréis el dolor que os purifica. Unos os harán sufrir porque así lo necesitáis, mientras otros os darán su amor para compensar vuestras amarguras; pero todos tienen un mensaje para vosotros, una enseñanza que debéis comprender y aprovechar. 1-11-16
Vuelvo a deciros que a pesar de encontraros ante mi enseñanza, no habéis reconocido el mensaje que cada ser os brinda. 1-11-17
Buscad en cada uno de vuestros hermanos la parte buena que os presenta, para que aprendáis de él, así como la parte mala para que le ayudéis a elevarse y de esa manera iréis por el camino, ayudándoos los unos a los otros. 1-11-18
Detened vuestro paso y meditad, porque habéis dejado pasar a muchos que pudieron haceros bien. No dejéis pasar esas oportunidades, porque son lecciones que vais desaprovechando. 1-11-19
Cada ser humano es una lección, una esperanza de amor o desamor que al fin os da su verdad dulce o amarga. Así iréis de lección en lección, a veces aprendiendo y a veces enseñando, porque también debéis entregar a vuestros hermanos el mensaje que hayáis traído a la Tierra. 1-11-20
En verdad os digo, que si esta humanidad entendiese estas enseñanzas, no lloraría tanto en la Tierra. 1-11-21
No olvidéis que todo espíritu encarnado o desencarnado que cruce en vuestra vida en alguna forma, viene a ayudaros en vuestro destino. 1-11-22
¡Cuántos espíritus de luz os he enviado al mundo y no os habéis detenido para bendecir mi amor por vosotros! 1-11-23
¡Muchos espíritus que os he enviado, les habéis despreciado sin daros cuenta de que ellos formaban parte de vuestro destino, pero que al no saber recibirlos, os quedasteis con las manos vacías y tuvisteis después que llorar! 1-11-24
Vuestro destino, humanidad, es armonizar con todo lo creado. Esa armonía de que os hablo, es la más grande de todas las leyes, porque en ella encontráis la comunicación perfecta con Dios y con sus obras. 1-11-25
Estudiad a los espíritus que os rodean y a los que cruzan por vuestras vidas, a fin de que estiméis sus virtudes, recibáis el mensaje que os traigan o les entreguéis lo que de vosotros deben recibir. 1-11-26
¿Por qué habéis despreciado a vuestros Semejantes que el destino ha puesto en vuestro camino? Les habéis cerrado la puerta de vuestro corazón sin saber la enseñanza que os traían. 1-11-27
¡Cuántas veces habéis alejado de vosotros precisamente a quien traía un mensaje de paz y de consuelo a vuestro espíritu, y luego os quejáis cuando vosotros sois los que habéis llenado vuestro cáliz de amargura! 1-11-28
La vida tiene cambios inesperados y sorpresas, y, ¿qué haréis vosotros si mañana tenéis que buscar ansiosamente a quien hoy orgullosamente desechasteis? 1-11-29
Pensad que es posible que a quién hoy desecháis y despreciáis, mañana le busquéis con ansia, pero que muchas veces ya será tarde. 1-11-30
Si sois hijos, entended y estimad la bondad de vuestros padres. Si sois padres, sabed comprender a vuestros hijos. Si sois esposos, conoceos y amaos el uno al otro, mas si aún no lo sois y esperáis a quien se una a vuestro destino, preparaos para recibirle, para comprenderle. 1-11-31
Dejad de crearos mayores amarguras con errores y frivolidades. Y ya que no habéis aprendido a leer en el Libro de la Vida, al menos leed en la nobleza espiritual de aquellos que de cerca os rodean. 1-11-32
Humanidad: Comprended mi palabra, aprended de Mí y mirad como Yo no desecho a ninguno de los que a Mí se acercan, sabiendo que todos sois mis hijos, que todos necesitáis de Mí. 1-11-33
Aprended de esta enseñanza para que sepáis ser maestros, pero antes sabed ser hermanos. 1-11-34
Es necesario que todos conozcáis que vuestro destino es aprender las grandes lecciones de la vida, porque sólo así llegaréis a la cumbre de vuestra perfección, sólo así llegaréis a ser grandes, de lo contrario, siempre llevaréis la inconformidad, las quejas, la incomprensión, la blasfemia y el reproche para vuestro Dios. 1-11-35
Dejad que mis enseñanzas sean vuestro consejero en el camino y sentiréis en vosotros, una fuerza que jamás os dejará desmayar y que os llevará paso a paso a la cima de la comprensión. 1-11-36
Consolad a los que veáis llorar, porque os he llevado a ellos, para que cumpláis vuestra misión. 1-11-37
Entended mi lección para que no cometáis más faltas en vuestra vida, porque cada ofensa que hagáis a vuestros hermanos, ya sea con palabras o con obras, será un recuerdo imborrable en vuestra Conciencia, la cual implacablemente os reclamará. 1-11-38
Vuelvo a deciros que todos sois necesarios para que se cumpla el plan divino y para que termine tanta miseria espiritual entre la humanidad. 1-11-39
Mientras el egoísmo exista, el dolor también existirá. Cambiad vuestra indiferencia, vuestro egoísmo y vuestro desprecio, por amor, por caridad y veréis cuán pronto os llegará la paz. 1-11-40
Pensad detenidamente en toda mi enseñanza. 1-11-41
Conoceos a vosotros mismos. He contemplado la existencia de la humanidad de todos los tiempos y sé cuál ha sido la causa de todos sus dolores y desdichas. 1-11-42
Desde los primeros tiempos, he visto a los hombres quitarse la vida por causa de la envidia, por el materialismo, por la ambición del poder. Siempre han descuidado su espíritu, creyéndose materia solamente. Y cuando ha llegado para los espíritus la hora de dejar en la Tierra la forma humana, sólo ha quedado en ellos lo que hicieron en su vida material, sin recoger ninguna gloria para sus espíritus porque no la buscaron, no pensaron en ella, ni les preocuparon las virtudes ni el saber. Se conformaron con vivir sin buscar el camino que los conduce a Dios. 1-11-43
No seáis fatalistas, afirmándoos en la creencia de que vuestro destino es directamente el que Dios puso en vuestro camino, y si sufrís es porque estaba escrito, y si gozáis es porque también estaba escrito. Yo os he convencido de que lo que sembréis, eso tendréis que recoger. Mas oíd bien, porque habrá veces en las que recogeréis de inmediato la cosecha y en otras ocasiones vendréis en nueva existencia a segar y recoger vuestra simiente. Analizad esto que acabo de deciros y destruiréis muchos malos juicios sobre mi justicia y muchas confusiones. 7-195-53
¿Por qué muchos de vosotros teméis que vuestro destino haya sido escrito por Mí con pruebas, dolores, castigos o desgracias? ¿Cómo podéis concebir que Quién os ama con perfección, os depare un camino de abrojos? En verdad os digo, que el camino azaroso y sembrado de vicisitudes, es el que vosotros tomáis por vuestra voluntad, creyendo que en él están los placeres, la libertad, la felicidad. Aún no habéis comprendido que mi camino destinado a vosotros y del cual os apartáis, es donde se encuentra precisamente la verdadera paz, la seguridad, la fuerza y la salud, el bienestar y la abundancia. 10-283-10
Mi paz sea con vosotros.