De Su manifestación en México
Libro de la Vida Verdadera
De Su manifestación en México
Velad por vuestra nación, no dejéis que penetre en ella la guerra. Abrid las puertas de vuestro corazón y dejad que penetre al que llamáis extranjero, al hombre de buena voluntad y también aquel que encierre en su corazón la maldad, porque en esta tierra se iluminará su espíritu y ella será para todos como una madre solícita. Preparo los graneros para que deis alimento a los hambrientos y haya bienandanza y paz entre todos mis hijos. 1-13-35
Así como en los tiempos pasados, los lugares de Jerusalén y de Roma, fueron para la humanidad tierras de promisión y fuentes de gracia en donde el Señor se manifestó, a esta nación empequeñecida y humillada, le he señalado una elevada misión para este tiempo; deberá de estar preparada, porque tanto el eco de mi manifestación, como el rumor de mis prodigios y el fervor de los testigos, atraerán la atención de la humanidad. 1-24-65
Serán primero los pobres, los ignorantes, los necesitados, los inocentes, los esclavos, los hambrientos y sedientos de justicia, los que vengan, y después llegarán los escépticos, los señores, los científicos. 1-24-66
Velad y orad, estad preparados para la llegada de las grandes muchedumbres. Velad en vuestras obras, orad en el rincón de vuestra alcoba o dónde os sorprenda el instante de comunicaros Conmigo, y allí estaré con vosotros. 1-24-67
En vuestra nación he cumplido mi promesa de volver entre los hombres; mas no por ello vayan a sentirse privilegiados entre el resto de la humanidad, quienes hayan tenido la gracia de escuchar mis enseñanzas, porque la esencia de mi palabra llegará a todo corazón a su debido tiempo, diciéndoles: “Bienvenidos seáis, mis hijos, que sin cansancio llegáis hasta mi presencia para escuchar mi palabra; sois los discípulos entresacados de las grandes muchedumbres que a Mí han venido y vuestro corazón lleno de fe, creyendo firmemente en esta manifestación, recibe mi palabra y mis máximas como simiente de verdad”. 1-25-48
Esta nación poco conocida en el mundo, será pródiga en bendiciones. Su suelo será próspero y sus arcas se abrirán para enviar alimento a las naciones desbastadas por la guerra; el espíritu de sus moradores inspirados en mi amor, enviará pensamientos de luz a los necesitados, y llegado el tiempo de la predicación, llevará mi palabra para vivificar y sanar con ella a los que sufren. 1-26-65
Muchos extranjeros vendrán para unirse a vosotros en vuestras ideas de paz y de concordia. La Espiritualidad como semilla benéfica se extenderá y la verdad que ella predica será conocida. Entonces el hijo sabrá amarme con pureza y la fuente de gracia de donde brota todo bien, se derramará sobre la humanidad. 1-26-66
Vosotros os sentís tranquilos en vuestra nación, porque disfrutáis de paz y de bienestar; mas os digo, que no os confiéis demasiado, que no durmáis, sino que veléis y hagáis méritos, si queréis conservar esa paz. 2-32-18
Mi voluntad sabia y poderosa, prepara los caminos por los que habrán de levantarse mis emisarios, mis discípulos, mis profetas, con la Buena Nueva de la manifestación de mi palabra, para que a la vez preparen los caminos por donde habrán de llegar al seno de vuestra nación, las grandes caravanas de hermanos vuestros que llamáis extranjeros. 2-35-53
Esas caravanas en apariencia vendrán buscando el pan del cuerpo y la paz para el corazón, mas Yo sé que será su espíritu el que venga en pos del cumplimiento de mi promesa, la cual está guardada en el fondo de cada espíritu. 2-35-54
La intuición y el presentimiento serán los que guiarán a aquellos hacia vosotros, vendrán en busca de vuestro testimonio y de vuestra paz, a muchos de ellos les bastará una palabra de las que Yo os enseñé, para levantarse al cumplimiento como verdaderos apóstoles del Espiritualismo. 2-36-32
¡Ay, de este pueblo si no estuviese preparado para recibir al forastero con su corazón amoroso, porque de aquellas ciudades no quedará ni piedra sobre piedra, como aconteció con Jerusalén! 2-36-33
¿No os habéis dado cuenta de que vuestra purificación es para haceros dignos de recibir mis lecciones, las que debéis de participar a los que vengan a llamar a vuestra puerta? ¿No habéis grabado en vuestra mente que Yo quiero que en este tiempo de tempestades, de guerras, de pasiones, seáis vosotros la barquilla salvadora que cruce serenamente entre las olas de maldad, rescatando a vuestros hermanos? 2-36-34
Orad por vuestros hermanos de esta nación en que habitáis, para que sean pacientes con las pruebas y alcancen su purificación. Un gran destino espiritual ha traído este pueblo sobre la Tierra y para cumplirlo es indispensable que esté limpio, preparado y alerta. 2-36-36
Las naciones que hoy viven en guerra, son las vírgenes imprudentes que no quisieron permanecer velando, y cuando apareció el Esposo y llamó a su puerta, ellas dormían. Este pueblo me ha sentido y por ello ha logrado conservar la paz. 2-49-57
Orad y haced méritos pueblo, porque la guerra acecha vuestra nación. Vuestra misión espiritual os espera, no dejéis que el hambre, la peste y la muerte penetren entre vosotros. Si faltare fuerza a vuestra fe, tendréis que mesar de desesperación vuestros cabellos al ver a vuestros hermanos matándose, a vuestros hijos sufriendo el hambre; el agua que bebáis será amarga, vuestros montes y vuestros valles se secarán y los árboles no darán frutos, y esta tierra que por muchos es mirada como tierra de promisión por su riqueza y abundancia, no tendrá nada que ofrecer al extranjero, que en busca de libertad o de pan se acerque a ella. 2-51-67
Preparo los caminos para que el extranjero llegue a esta nación y escuche mi palabra a través de esta comunicación. 3-60-11
Esta nación estará dispuesta y ataviada para recibir a las multitudes que buscando sustento y paz se acerquen a ella. Vosotros, preparaos, limpiad vuestro hogar y aderezad el mejor manjar para que sentéis a vuestra mesa al forastero. 3-64-33
Esta nación en donde mi palabra se ha manifestado, no es la Nueva Jerusalén que Juan vio con los ojos del espíritu cuando así profetizó: “Y yo, Juan, vi a la Santa Ciudad, la Nueva Jerusalén que descendía del Cielo como una novia ataviada para el esposo”. Sin embargo, esta nación será un símbolo de aquella Ciudad espiritual. Sus moradores serán preparados, de sus corazones brotará la paz y la bienvenida para todo el que a sus puertas llamare, de su espíritu brotará la luz que resuelva los conflictos que han envuelto a la humanidad y de su culto saldrá el ejemplo de espiritualidad y elevación para otros pueblos. 3-68-15
Hoy todavía dudáis de que pueda cumplir tal destino esta nación y esa duda surge en vuestro corazón, cuando veis que aún escuchando al Divino Maestro y llamándoos sus discípulos, os encontráis materializados, ligados a los deleites del mundo. 3-68-16
Velad también por la paz de esta nación a la que he señalado para que en ella sea escuchada y estudiada mi palabra. La guerra, la codicia, las ambiciones y las falsas doctrinas acechan a vuestro pueblo. Mas Yo os libraré de las garras del faraón que quisiera convertiros en sus vasallos, porque ahora estáis sirviendo a mi causa. 3-71-25
Mas si vosotros quisieseis nuevamente la esclavitud, ella os será dada; pero no olvidéis que estáis destinados a velar por la paz del mundo e impedir que la guerra arrebate a los hijos de los brazos de sus padres. Orad para que con vuestra oración se disipen las tinieblas. 3-71-26
¡Oh, nación bendita donde he hecho llegar mi rayo de luz convertido en verbo, donde he hecho surgir a mi pueblo! ¡Destruid vuestro fanatismo religioso, libertaos de la ignorancia y nunca más seréis esclavos! 3-72-62
Yo he donado a estas tierras para que llegado el día descienda a ellas el Maná de misericordia y de él coman las grandes multitudes que buscan la verdad. 3-72-63
Velad por vuestra heredad, velad por vuestros dones, porque estáis destinados a enseñar a la humanidad la Espiritualidad: La Doctrina que revela la mayor sabiduría y asegura la paz de los hombres y la elevación del espíritu. 3-72-64
Delicada misión tendrá que cumplir esta nación entre las demás de la Tierra; mas para ello, antes arrancaré de raíz toda mala hierba, haré que los hombres se despojen de la máscara de hipocresía y que llenen su corazón de sinceridad, de fraternidad y de luz. En lo espiritual, también habrá de dar ejemplo esta nación, pero es preciso que espiritualice su culto dando muerte al fanatismo religioso y a la idolatría. 3-73-53
Es menester que mi Doctrina sea vivida por vosotros, para que los demás puedan darle crédito y cuando este pueblo se levante, surgirán de todos los puntos de la Tierra hombres iluminados para extender mi Doctrina; ellos entonces me darán gracias, porque no se sentirán solos y reconocerán que todos poseen dones, porque antes de venir a la Tierra los recibieron de mi caridad bajo promesa de cumplir con su misión. 3-73-54
Mis escogidos están diseminados sabiamente en todas las naciones, todos tienen un encargo mío que cumplir. Algunos vendrán a esta nación, movidos aparentemente por causas materiales, unos en busca de trabajo, otros de tranquilidad; para ese tiempo quiero que estéis preparados, que ya seáis mis discípulos. Sólo así será creída mi palabra, por el ejemplo y la fe que el pueblo sepa dar a sus hermanos. 3-76-15
No penséis que a última hora elegí esta nación para mi nueva manifestación, todo había sido previsto desde la eternidad. Este suelo, esta raza, vuestros espíritus, habían sido preparados por Mí, así como el tiempo de mi presencia, también había sido marcado por mi voluntad. 4-87-11
Las naciones han sido tocadas por mi justicia, la vuestra también lo será; mas de cierto os digo: Que si mis discípulos perseveran en la fe y en el bien, no perecerán, porque sus oraciones y obras de amor les harán alcanzar el perdón para la humanidad. 4-87-20
He venido a comunicarme en este punto de la Tierra, y dejaré mi palabra como un don para todos los hombres, este don apartará la pobreza espiritual de la humanidad. 4-95-58
Vendrán a esta nación hombres y mujeres de todos los lugares de la Tierra en busca de testimonios sobre mi nuevo advenimiento, y mi Obra representada por mis discípulos, les recibirá como madre amorosa. 4-96-22
He prometido a esta nación que en ella no habrá guerra si mis discípulos practican mi enseñanza. Ellos al contemplar en otras naciones los estragos que causan la división y el odio, me piden que en este suelo no se derrame sangre. Yo sólo les pido que oren y velen para que se hagan dignos del cumplimiento de esa promesa. No quiero veros llorar; si la injusticia reina y sufrís la tiranía y el rigor de quienes os gobiernan, no me culpéis; Yo os he dado el poder para que hagáis grandes obras que transformen vuestra morada en un valle de paz. 4-97-66
Siete naciones serán elegidas para que hagan la paz mundial y la verdadera fraternidad exista entre los hombres, en ellas Yo me manifestaré. Hoy las he encontrado ocupadas en guerras fratricidas, entregadas a sus sueños de grandeza y a sus insaciables ambiciones de poder. De esta nación enviaré un mensajero de buena voluntad ante los grandes pueblos del mundo, a hablarles de paz, y cuando ellos hayan dado fin a la guerra, llegará hasta su espíritu la luz de la concordia y de la paz, pero esta luz no aparecerá por el Oriente ni por el Occidente, ella descenderá de mi Espíritu al espíritu de la humanidad. 4-103-55
Esta nación, fertilizada por el dolor, dio albergue a mi simiente y ésta germinó, mas no creáis que sólo vosotros tenéis esta luz; cuando llevéis mi Doctrina a otros pueblos, veréis cuán pronto germinará y se extenderá. En aquellas tierras seréis profetas y emisarios y por lo tanto seréis creídos. 4-106-21
Aprovechad este tiempo de enseñanzas, ved que en vuestra nación existe paz, mientras que otros pueblos se están destrozando. Es necesario que comprendáis que debéis crear un ambiente de paz en vuestro pueblo, para que todo aquel extranjero que entre vosotros penetre, descanse y se conforte en vuestro seno, y a su retorno se sienta iluminado por buenos pensamientos y animado de nobles propósitos. 4-110-67
Envío mi paz sobre vuestra nación, recibidla en vuestro espíritu y hacedla llegar a otras naciones. Yo a todas las bendigo. Orad para que la paz sea en el corazón de todos los hombres. 5-121-7
Vuestra tierra tiene semejanza con aquella que se le dio al pueblo de Israel, mas ni aquella fue patria para el espíritu ni ésta es la segunda Jerusalén, porque la Ciudad espiritual no es de este mundo. 5-122-21
He preparado este jirón de tierra que pisáis, para que mi Luz divina descienda en este tiempo entre sus moradores. Aquí vine a recordaros la Ley divina que como Padre os enseñé en el Primer Tiempo; aquí os he repetido mi palabra que como Jesús os diera, como el verdadero Cantar de los cantares del espíritu, y os he traído la luz de la verdad que esclarece todo misterio y explica toda lección no comprendida. 5-122-56
Así como Cristo en aquel tiempo buscó el hueco de la roca para nacer como hombre, hoy encontré este rincón de la Tierra dispuesto a oírme, el cual tiene semejanza con la gruta y el pesebre, que recibieron en aquella noche bendita al Hijo de Dios. 5-124-14
Todo lo preparé en este rincón de la Tierra para que pudierais cumplir vuestra misión. Una nueva tierra que manaba leche y miel, un cielo purísimo, una tierra virgen, fecunda y pródiga, colmada de maravillas y bellezas. Todo estaba dispuesto para que vuestra lucha y vuestras faenas terrestres no os agobiaran y dejaran tiempo y fuerza a vuestro espíritu, para que recordaseis a vuestro Padre Celestial, siendo útiles y amando a vuestros Semejantes; pero si no supisteis orar para alcanzar vuestra elevación espiritual, tampoco velasteis por lo que en el mundo poseíais, y he aquí, que caminando en vuestras tierras, os sentisteis extraños, y contemplando vuestra heredad, no teníais derecho a ella. Ahora tenéis que cumplir con vuestro destino espiritual, aunque llevéis muchas veces amargura y hasta miseria en vuestro espíritu. Por eso en mi palabra os revisto de fuerza para que no desfallezcáis en la lucha y sepáis que aun podéis ver el tiempo de la justicia. 5-124-52
Interpretad debidamente mi palabra, dad cumplimiento a mis mandatos, continuad vuestra obra de regeneración, uníos en verdad y os digo, que la paz será en esta nación. Volveréis a recrearos con la abundancia y buen sabor de sus frutos y será vista por los extranjeros como un faro de luz, como un baluarte de la justicia y como un emporio de paz. 5-124-57
Yo fui quien señaló en aquel tiempo el lugar y la hora para mi advenimiento en cuanto hombre; también Yo he marcado el lugar y el tiempo en que vendría entre los hombres en la Tercera Era. Todo fue preparado con perfecta justicia y sabiduría. Una nueva tierra habría de ser testigo de mi nueva venida: El Occidente habría de iluminarse con el resplandor de mi presencia. Escuchad: Hace tiempo en el norte de vuestras tierras habitaba una grande tribu, de la cual surgió un profeta inspirado por mi luz. Él levantó y condujo a aquel pueblo en pos de una hermosa tierra, donde deberían fundar su ciudad. Ante tan grata promesa, aquellas tribus se levantaron con la esperanza de merecer aquella tierra; nada los detuvo, y cuando a su paso encontraron obstáculos, su fe les ayudó a vencerlos hasta llegar al lugar profetizado, que era, como en el Primer Tiempo, una imagen de Canaán, la tierra prometida a los Israelitas, la tierra que manaba leche y miel. 5-125-41
Ved como la hoja del árbol no se mueve sin mi voluntad y como nada es ajeno a mis designios y planes divinos. 5-125-42
Aquella tribu inspirada en la fe de una promesa que llegó a ver cumplida, levantó su ciudad, y en ella elevó a su dios su culto primitivo, formó sus hogares y dio esplendor a su imperio, que en su magnificencia se asemejó al de Salomón. Fue aquella tierra, según las promesas, tierra de bonanza y de prosperidad. El varón era fuerte, la mujer dulce y tierna, y ambos eran hermosos; mas llegó el tiempo en que ese pueblo había de conocer el Nombre y la obra de Cristo, su Señor, llegando a ellos la Buena Nueva en labios de hombres extraños que venían del otro lado del mar y a los cuales ya habían visto en sueños. Muy grande fue la misión de quienes trajeron a estas tierras la luz de mi Doctrina; mas en verdad os digo, que fueron muy pocos los que supieron cumplir con la Ley de amor, de caridad y humanidad que mis enseñanzas aconsejaban, porque en su mayoría aquellos hombres se dejaron poseer de la codicia, olvidando todo principio de fraternidad, haciendo correr a torrentes la sangre inocente, para adueñarse de cuanto sus ojos contemplaban. 5-125-43
Los invasores derribaban los ídolos de aquel pueblo, haciendo que éste blasfemara en contra del Dios que aquellos venían a revelarles con tanta injusticia y con tanta crueldad. ¿Podrían aquellos idólatras reconocer a través de actos tan inhumanos a Cristo, el Dios del Amor, Aquél que a nadie quita la vida, sino que antes da la suya para salvar al mismo que le ha ofendido? Aquellas tribus cayeron bajo la esclavitud y el dominio del fuerte, como en el Primer Tiempo, Israel había caído bajo el yugo de faraones y Cesares. Fueron tiempos de dolor, de amargura y de lágrimas los que vinieron sobre aquel pueblo, y fue entonces cuando su clamor, resonando en los Cielos, atrajo sobre sí como un manto de infinita ternura, el amor de María, la dulce Madre del Universo. 5-125-44
Por su sensibilidad, ese pueblo estaba destinado a ser Mariano, porque al reconocer y amar esa divina verdad, encontró la Escala espiritual que conduce a Mí a los espíritus. 5-125-45
Y ese pueblo, ¿cuál es? Es el vuestro, el cual después de sus luchas y de su larga jornada ha contemplado la llegada del Tercer Tiempo, con mi nueva venida. 5-125-46
¡Cuán pocos son los que se han detenido a meditar sobre la historia de este pueblo, sobre las circunstancias en que ha vivido siglo tras siglo! 5-136-24
Mientras las grandes naciones se encuentran en guerra, he conservado a este pueblo en paz, para que pueda recibir mi mensaje y para que se prepare, porque aquí en su seno se refugiarán los extranjeros. 5-136-54
Velad por vuestros gobernantes y respetad sus determinaciones. He mantenido en paz esta nación, porque quiero que sea refugio para los corazones fatigados y un rincón de paz sobre la Tierra. No dejéis que la guerra llegue a ella; mas si la llamáis, si así lo deseáis, que no se haga mi voluntad sino la vuestra; si es menester que conozcáis el rigor de las pruebas para sensibilizaros, para que así sepáis tener caridad del dolor ajeno, sea como vosotros lo pedís. Pensad que el elemento bélico sólo esperó vuestro llamado para presentarse a invadir comarcas y naciones. Mientras unos han pedido guerra, otros han orado por la paz del mundo. Esta nación ha compartido su pan y su vestido con aquellas que han atravesado grandes vicisitudes. He permitido que vuestra tierra, pródiga en frutos, ofrezca su ayuda a los que carecen de ellos. 5-140-63
Las puertas de esta nación pronto se abrirán para dar albergue a hombres y mujeres que vendrán de naciones extranjeras; todos traerán hambre, dolor, necesidad y entre vosotros encontrarán calor, pan y consuelo. Preparad vuestro corazón para que les recibáis con amor. 6-144-14
No os ofendáis si vuestra nación es juzgada por otras como inferior, demostrad que ante mi amor y bajo mi Ley todos sois iguales; que vuestro espíritu se refleje con limpidez en vuestras obras y de vuestro entendimiento brotarán lecciones y explicaciones sobre los errores de los hombres en sus distintas ideologías. 6-158-11
Os he anunciado que a este suelo vendrán caravanas de gentes de países extranjeros, en busca de su paz para su corazón y de luz para su espíritu. Encontrarán a los discípulos de esta Doctrina a los cuales interrogarán, les pedirán testimonio de lo que oyeron y les pondrán a prueba para confirmar la verdad de esta palabra. 6-163-7
Esta nación fue escogida para cumplir en esta Era mi promesa, para que fuerais vosotros los testigos de la llegada y la partida de mi palabra. En el Segundo Tiempo tampoco fue necesario que mi manifestación se extendiese a todo el mundo para que éste supiera de mi venida, fue suficiente despertar a un pueblo para que él se levantara a testificar y a esparcir la simiente recibida. Debo advertiros, que el pueblo al que he doctrinado con mis lecciones, no debe considerarse como dueño absoluto de tal heredad, ni tampoco el único a quien se le confíe una misión espiritual en esta Obra. Mi mensaje de todos los tiempos se ha dirigido a toda la humanidad y ha sucedido que el pueblo que recibió la revelación fue el que menos provecho supo obtener, porque no logró apreciar los dones y gracias que en él había derramado el Señor. 6-164-59
Yo daré esplendor a esta nación. No sólo se elevará espiritualmente, sino materialmente alcanzará poder. Sus tierras serán fructíferas, en sus moradores habrá energía y fuerza moral, y el espíritu preparado por Mí dará prueba de elevación y conocimiento de mi Ley. 7-179-53
Y cuando el hombre del mundo se acerque y contemple en vosotros mi Obra, sentirá el anhelo de enmendar su vida y buscará los principios naturales, que lo ayuden en su restitución; meditará en la Ley, buscará mi palabra, y su espíritu volverá a estar en contacto Conmigo. Yo le hablaré secreta y amorosamente y lo pondré en el principio del camino, y a partir de esta etapa empezará a subir para escalar el monte en donde Yo le espero. 7-179-54
Todos buscan un horizonte y no lo han encontrado, porque no existe fraternidad entre los hombres, y al ver el panorama sombrío de las naciones, donde se ha desatado la guerra, sólo les alienta el presentimiento de que sobre el haz de la Tierra ha de existir un rincón de paz. Ese rincón será esta nación, la cual será vista desde la distancia como una estrella luminosa. 7-189-36
Esa es la responsabilidad de este pueblo, el cual debe prepararse espiritual y materialmente para dar un ejemplo de fraternidad, de elevación y caridad, ya sea para sanar al enfermo, como para estrechar la mano del enemigo en señal de perdón. 7-189-37
Si lo queréis saber: Éste era el lugar señalado para mi nueva manifestación al mundo, en el que habríais de verme venir sobre la nube delante de todos los pueblos de la Tierra. 7-198-62
Entended bien las lecciones; con esto Yo quiero deciros, que en Espíritu desciendo a todos, pero que esta palabra, no todos la escucharán. Así pasó en aquel tiempo: Un pueblo fue el testigo de mi enseñanza, de mis obras y los demás pueblos de la Tierra creyeron por los testimonios. 7-198-63
Hoy me encuentro congregando al espíritu de aquel pueblo, para que perfeccione su misión bajo la palabra de su Maestro. 7-198-64
En este tiempo de confusiones y maldades he escogido una nación desconocida y menospreciada: La nación Mexicana, para hacer el llamado hacia ella a los escogidos que se encuentran morando en otras naciones, para reunirlos en torno mío, pulimentarlos con el cincel de mi palabra, entregarles cargos y ya preparados y llenos de amor, enviarlos como emisarios de mi Obra por todo el orbe. 8-209-62
Este jirón de Tierra donde en este tiempo me he manifestado, será un reflejo de la Nueva Jerusalén, la cual abrirá sus doce puertas para dar acceso a los forasteros que en caravanas llegarán preguntando: “¿En dónde estuvo el Maestro en este tiempo?”; a pedir testimonio de los milagros que hizo y las pruebas que dio, a estudiar su palabra y observar a los que fueron sus discípulos. Muchos traerán las Escrituras con las profecías de los tiempos pasados para confirmar si en verdad estuve entre vosotros. 9-260-40
Tenéis mi amor y mis complacencias espirituales y vosotros que gozáis de mi paz, pedid por las naciones que están en el caos. 12-340-32
Yo soy el Padre Universal, mi amor desciende a todos los corazones. Yo he venido a todos los pueblos de la Tierra, mas si he escogido esta nación mexicana para desatar en toda plenitud mi palabra y mis revelaciones, es porque la he encontrado humilde, porque he encontrado en sus moradores las virtudes y he hecho encarnar en ellos a los espíritus del pueblo de Israel. Mas no todos pertenecen a esta nacionalidad, ni todos están encarnados. En todo el mundo están dispersos los espíritus que pertenecen al número de los escogidos. Ellos han sido señalados, he abierto sus ojos, he sensibilizado su corazón y de espíritu a Espíritu se comunican Conmigo. 12-341-25
Estáis habitando, discípulos amados, en el corazón de este continente. Me ha placido enviar a vuestro espíritu Israelita a esta tierra abundante y pródiga, con su espléndido Sol, con un cielo luminoso, con valles y montañas cubiertas de verdor, hermosos y caudalosos ríos y flores maravillosas, todo cuanto puede recrear y embellecer vuestra vida terrestre. Y en medio de este esplendor y de esta gracia, amenaza el ambiente la guerra despiadada; llegan hasta vosotros los ayes de dolor, las quejas, las blasfemias y las ofensas; pero no veo en vosotros el ambiente de guerra, no habéis tomado armas para defenderos o para atacar. Miro en esta nación sólo resignación ante la injusticia y repulsión por la maldad humana; mas Yo os pido algo más que eso: Quiero ver vuestra confianza en Mí, vuestra preparación espiritual para ayudar en sus penas y pruebas a vuestros Semejantes. 12-357-32
El culto imperfecto de esas criaturas que me amaban, Yo lo recibí porque era ofrecido inocentemente. Más tarde, cuando uno y otro continente salvaron las distancias y la semilla fue traída para ser esparcida en este mundo nuevo, y depositada en el corazón amante de sus moradores, ¡cuánta injusticia y violencia ejercieron los que se decían discípulos míos, sobre estos hombres de corazón sencillo y de elevado espíritu! 12-357-38
Sus prácticas y costumbres puras y sinceras, sólo recibieron la censura y el rigor de aquellos que sintiéndose superiores, daban muestras de mayor retraso. Fue lentamente como este pueblo recibió mi herencia por conducto de los fieles discípulos y comprendió su pureza y procedencia divinas. 12-357-39
La luz vino simbólicamente de Oriente a Occidente y ahora, este Mensaje que os he traído irá del Occidente al Oriente y se fundirán los dos en uno solo, así como el conocimiento de la verdad, las civilizaciones y las razas. Y cuando os hayáis unificado reconoceréis que la luz no ha venido de los hombres a los hombres, sino del Espíritu Divino a sus hijos. 12-357-43
Mi paz sea con vosotros.