Décimocuarto Precepto
Tercer Libro
Los Veintidós Preceptos
Precepto 14
Nada de lo creado maldecirás.
No devolváis mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendecid, pues habéis sido llamados a heredar la bendición. 1 Pedro 3:9
Todo es bendito por Mí a toda hora, en todo instante. De Mí no ha brotado ni brotará maldición o abominación alguna para mis hijos; por eso sin contemplar justos ni pecadores, hago descender sobre todos mi bendición, mi ósculo de amor y mi paz. 11-319-50
Aprended a bendecir vuestro dolor lo mismo que si se tratase de vuestras alegrías. Bendecidlo todo. 10-286-40
¿No bendigo Yo a la humanidad entera, sin distinguir a nadie? Ahí, bajo aquel manto de bendición quedan envueltos lo mismo los buenos y mansos, que los soberbios y los criminales. ¿Por qué no me imitáis? ¿Acaso sentís repugnancia por los actos de los demás? No olvidéis que vosotros formáis parte de la humanidad, que debéis amarla y perdonarla, mas no rechazarla, porque sería tanto como si sintieseis asco por vosotros mismos. Todo lo que veis en vuestros Semejantes lo tenéis vosotros en mayor o menor grado. 10-286-41
Quiero que todo lo bendigáis sin que haya nada que no podáis bendecir, para que poco a poco os acerquéis por vuestra espiritualidad y perfección a la comprensión de lo sublime. 8-228-67
No reneguéis del mundo, ni de sus vicisitudes y sufrimientos, recordad que ellos fueron los que os acercaron a Mí; tampoco os alejéis de vuestros hermanos, por el contrario, ahora que habéis visto como os recibo y como os entrego, aproximaos más a ellos, haciendo en los necesitados lo que habéis visto que he hecho entre vosotros. 5-117-38
Si derramo mis complacencias sobre los hombres, éstos se vuelven egoístas; si les concedo que saboreen el gozo, llegan al exceso; si pongo a prueba su fortaleza, con el fin de templarles el espíritu, protestan; y si permito que el cáliz de amargura llegue a sus labios para purificarles, reniegan de la vida y sienten perder la fe; si pongo en sus hombros la carga de una familia numerosa, se desesperan y cuando levanto de la Tierra a alguno de sus seres queridos, me acusan de injusto. 5-117-56
Nunca os veo conformes, nunca escucho que bendigáis mi Nombre en vuestras pruebas, ni contemplo que tratéis, a través de vuestra vida, de trabajar en mi Obra creadora. 5-117-57
¿No recordáis los ejemplos que en Jesús vine a daros, al consagrar aquella vida a glorificar a su Padre? 5-117-58
Jesús nada poseyó en la Tierra, y sin embargo jamás protestó por su pobreza, tuvo que dejar a su Madre y supo renunciar a todo, por amor Al que le envió; su obra fue ardua y su camino penoso hasta el fin, mas nunca se rebeló; fue perseguido y burlado, juzgado y finalmente muerto, mas de su Corazón, de sus labios y aun de sus ojos, sólo brotaron bendiciones, perdones y consuelo para quienes lo amaron, igual que para quienes lo denigraron. 5-117-59
Mas no sólo en Mí podéis hallar ejemplos dignos de imitar; recordad la mansedumbre de Abraham, cuando su Señor le pidió la vida de su hijo; la paciencia de Job, que me bendecía en cada una de sus tribulaciones, y así como esos ejemplos, muchos más que hasta vosotros han llegado a través de la historia. 5-117-60
Es esta Doctrina la que proporcionará al hombre la espiritualidad que necesita para elevarse paso a paso, escalón por escalón, hacia la sabiduría espiritual donde encontrará su origen, su esencia, su razón de ser y entonces será muy grande su amor hacia Mí y bendecirá a toda la vida y a cuanto existe y le rodea, porque en todo verá, escuchará y sentirá la presencia de su Padre Celestial. 11-325-92
Voy a dejaros en representación mía y así como Yo amo, bendigo y estrecho a la humanidad, vosotros haréis lo mismo; ella está hambrienta de amor, de ejemplos y de luz. Yo he de decir a la humanidad: “¡Buscad al pueblo de Israel y en él encontraréis mi representación y mis prodigios; en él derramaré mi enseñanza y mis complacencias!” 11-324-25
Mi paz sea con vosotros.