Letra LL
LL
Llama:
12-352-70 El hombre siempre ha necesitado para mantener su fe como una llama viva, de hechos extraordinarios que lo hagan meditar y elevar sus sentimientos. Por la falta de evolución espiritual duda de la verdad cuando se manifiesta con sencillez y no llega envuelta con velos de misterio.
Llamar:
4-103-23 Discípulos, en quienes he depositado el Libro de mi palabra, fortaleceos desde ahora, para que no retrocedáis cuando llaméis a una puerta y no os abran. No olvidéis que os he dicho que llaméis en mi Nombre por primera, segunda y tercera vez, y que cuando comprobéis que vuestro llamado no ha logrado dulcificar la actitud de vuestros hermanos, me dejéis la causa y prosigáis vuestro camino, sin llevar amargura en vuestro corazón y menos deseando que el dolor se presente en aquellos que no os quisieron oír. Revestíos de bondad, porque no sabéis en que día o en que hora tengáis que volver a llamar a la misma puerta o que ellos vengan en busca vuestra. Sólo el amor y la paciencia lograrán conmover los corazones de roca y por ello debéis estar siempre preparados.
7-193-68 Os he llamado, os he escogido; no han sido órdenes de los hombres, ha sido mi voluntad la que os ha acercado a estos humildes lugares donde escucháis mi palabra. Ha tiempo que os estaba llamando para que escuchaseis mis enseñanzas, porque esta manifestación está próxima a terminar. Unos llegaron a temprana hora y muchos se recrearon, otros llegaron tardíamente, pero sabrán aprovecharlas.
7-200-54 al 55 No os sorprendáis cuando el momento llegue y sólo queden rodeándome los apóstoles de la fe. Yo os he dicho: “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”. Mas no es que Yo escoja a unos y rechace a otros; a todos llamo, pero mientras unos se quedan Conmigo, otros se alejan. Muchos han venido y aun vendrán a Mí, mas sólo quedarán aquéllos que lleven dentro de sí, simiente de caridad.
9-251-33 El llamado puede llegar a todos al mismo tiempo; pero no todos pueden responder en el mismo momento. Unos estarán prestos a acudir, otros no podrán hacerlo porque su espíritu aún no ha evolucionado para levantarse al cumplimiento de su misión.
Llanto:
11-326-7 ¡Sí, discípulos! El llanto en los instantes de vuestra meditación es prueba de sincera emoción y cada lágrima es más elocuente que mil palabras, de las más hermosas y expresivas de vuestro idioma. Pero no en todos se manifiesta por medio de lágrimas el llanto del espíritu, el arrepentimiento o el gozo. En muchos de mis hijos ese sentimiento es interior, oculto, callado, visible sólo para Mí. Ellos parecerán insensibles o impasibles; pero su corazón es tanto o más sensible que quienes exteriorizan sus sentimientos.
Llave:
7-188-41 Es Elías en este Tercer Tiempo el precursor de mi llegada, a quien le di la llave para que abriera las puertas del Mundo Espiritual de Luz, para que sus moradores tuvieran acceso en el Mundo material, así como a los hombres les permití que penetrasen en el Más Allá y hubiera aproximación, armonía y caridad entre unos y otros.
12-356-60 al 61 Os doy una llave invisible que cerrará la puerta de toda tentación; pero que al mismo tiempo os abrirá las puertas a la inspiración, pues tened siempre presente que será entonces cuando la revelación del Tercer Tiempo se derrame en plenitud sobre vosotros, porque esta comunicación por medio de mis portavoces ha sido sólo para prepararos. La espiritualidad, el recogimiento y la elevación de vuestro pensamiento serán la llave que os abra la puerta hacia las nuevas revelaciones, en cuya luz encontraréis el esclarecimiento de todos los misterios y de todo aquello que no estuviese definido.
Llorar:
7-180-63 Yo lloré vuestra partida desde el instante en que dejasteis la Morada espiritual para ir a la Tierra. Desde entonces han sido mis lágrimas y mi sangre las que os han perdonado vuestros pecados, y mi voz dulce y serena no ha dejado de aconsejaros en vuestra jornada. Mi sombra os ha seguido por todos los caminos. Yo soy quien en verdad os ha extrañado, vosotros no, porque cuando partisteis os sentíais fuertes y creíais que ya no necesitaríais de mi apoyo. Vuestro camino fue el libre albedrío, vuestros sentidos se dilataron para aspirar y palpar todo cuanto os rodeaba, y fue necesario que cayeseis muy abajo para que volvierais vuestros ojos nuevamente hacia Mí. Hasta entonces recordasteis que teníais un Padre a cuya mesa os sentabais. Entonces clamasteis a vuestro Señor, mas antes ya os había llamado Yo y estaba reclamando en mi mesa vuestra presencia. Os había buscado, como el padre que vio partir a su hijo llevando la inocencia en su corazón y desconociendo el camino.
8-219-15 Debo deciros que mientras habitéis en la Tierra, debéis luchar por hacer lo más amable posible vuestra existencia en ella, no es forzoso llorar, padecer y sangrar infinitamente para poder merecer la paz en el Más Allá.
9-262-73 No temáis llorar delante de Mí, varones, que las lágrimas no sólo son del niño o de la mujer; bienaventurados los que lloren delante del Padre, porque mi mano enjugará su llanto y mi palabra de consuelo descenderá a su corazón. El que venga débil ante Mí, después será fuerte delante de sus hermanos, porque supo fortalecerse en el poder de su Padre.
10-303-27 Cuando os he dicho que os apartéis de los placeres habéis interpretado mal mi palabra, llegando a pensar que más me agrada veros en los sufrimientos que en los goces, y estáis en un error. Si soy vuestro Padre, ¿cómo concebís que prefiera miraros llorar que reír? Al deciros que os apartéis de los placeres, me refiero únicamente a aquellos que son insanos para el espíritu o nocivos para vuestra materia. Mas Yo os aconsejo que procuréis todas aquellas satisfacciones sanas para el espíritu y para el corazón que estén a vuestro alcance.
11-325-1 Bienaventurados los que saben llorar de amor, porque esa es la prueba de que su espíritu y su corazón viven en armonía.
11-326-5 Llorad, pueblo amado, porque también el llanto es un medio que he otorgado al hombre para que se purifique y se libre del fardo que le agobia. Ved como después os sentís más libres, más ligeros y limpios para reanudar la jornada.
11-326-11 ¿Imagináis la dicha que experimentará vuestro corazón, cuando al hablar a vuestros hermanos de lo que os revelé en este tiempo, les miréis llorar en silencio, con un llanto que no sólo será de la carne sino también del espíritu, sediento de ternura?
Lluvia:
7-182-38 Mis elementos se desatarán y asolarán comarcas. Los hombres de ciencia descubrirán un nuevo planeta y una lluvia de estrellas alumbrará vuestro mundo, pero esto no acarreará desastres para la humanidad, sólo anunciará a los hombres la llegada de un nuevo tiempo.