Explicación 55
1. En esta alba de gracia, llega a vosotros mi consejo, el mensaje que el Divino Maestro ha inspirado a mi espíritu, y que a través de mi protegido y con la ayuda de vuestro pensamiento elevado he de entregaros.
2. Haced que en el futuro, el Maestro encuentre vuestra preparación más y más elevada, para que vuestra entrega sea mayor, olvidándoos de vosotros mismos y únicamente penséis en los demás.
3. Os entrego este mensaje: Pedid por la paz del mundo, elevad vuestro espíritu y ayudad a esos hombres y mujeres, a las grandes cabezas de vuestro mundo porque delicada es su misión que les ha confiado el Señor.
4. Grandes misiones tienen esos líderes que cumplir, y grandes restituciones espirituales, llenas de sabiduría y de justicia divinas.
5. Ayudadles con vuestro pensamiento y no os detenga el que unos pertenezcan a una nación y otros a otra, ayudadles a todos por igual, porque en el espíritu hay una sola patria, y esa patria es el Corazón divino.
6. Siempre que sintáis que las pruebas cubren a las naciones, elevad esos cinco minutos de oración espiritual de la que os habla el Maestro, y trasladad vuestro espíritu hacia el de aquéllos que dirigen a las naciones; llevadles paz y fuerza, porque ellos solos no lograrán evitar el caos.
7. Los que gobiernan a este mundo no saben, no se dan cuenta, de que se encuentran bajo la justicia divina, y que son empujados por una fuerza universal e infinita. Tienen ellos que cumplir su destino, su misión y su restitución.
8. Acompañadles para que les ayudéis a evitar cualquier mal paso o mala determinación, para que les evitéis todo derramamiento inútil de sangre o todo aquello que no está permitido ni escrito por la mano del Señor.
9. Si así veláis y oráis, veréis el fruto de vuestra oración y el Señor os concederá grandes pruebas de amor.
10. Ved como nuestros hermanos sometidos a inmensas pruebas se encuentran, el ambiente que les envuelve es de guerra, de destrucción, de sangre y de lucha; ¿vais a permitir que ese ambiente os envuelva también a vosotros?, ¿vais a permanecer indiferentes e insensibles en esta hora grave de justicia y de dolor para la humanidad?
11. Depositad vuestra simiente y vuestro grano de arena para combatir ese ambiente que reina en vuestros hermanos.
12. Luchad en contra de esa influencia, luchad contra esa fuerza del mal, porque el Señor mucho os concederá.
13. Hablad con amor a todos aquellos que en vuestro camino encontréis, hacedlo ampliamente, para que con vuestra sana intención lleguéis a sus fibras más sensibles, y así lleguéis a descubrir en cada corazón, no su falsedad o su pequeñez, sino su necesidad.
14. Esclarecedles la verdad, tal y como es, para que cada uno de esos corazones despierte, porque no sabéis si en ese corazón que habéis despertado se encuentre un guía que a su vez despierte a todo un pueblo, o se esconda un labriego que haga florecer la palabra del Señor.
15. Conversad, en fin, con todos los corazones porque nunca sabréis en dónde estéis sembrando, conversad con calma y en paz.
16. Cuando estéis en cumplimiento de vuestra misión, que no os importen o preocupen los problemas materiales, dejad atrás los conflictos terrenales o de índole doméstica, preocupaos tan sólo de elevar vuestra preparación, preocupaos únicamente de obtener de la Divinidad y de Su mundo espiritual de luz, mejores armas con las cuales luchar contra el pecado de la humanidad, contra todo lo superfluo o lo que sea impostura.
17. La Obra del Señor no está sujeta al tiempo material, la Obra del Padre es la eternidad misma de Él, y después del año de 1950, muchos que antes no se levantaron, se levantarán, muchos de los que no practicaron ni cumplieron, practicarán y cumplirán.
18. Desde el Más Allá contemplamos al pueblo Espiritualista, y vemos que la mayor parte de él no se da cuenta del momento en que vive, no lleva en su corazón la preocupación por el problema en que se agita, ni mira el caos; no ve el presente, ni presiente el futuro.
19. Con dolor contemplamos dormir a la mayor parte del pueblo, contemplamos su letargo, su rutina que no permiten al Mundo Espiritual de Luz ser cual lengua de fuego que se presente ante cada recinto, cada congregación para prevenir, para amonestar a este pueblo que no sabe lo que hace ni lo que le espera.
20. Vosotros habéis despertado ya, y eso implica una responsabilidad ante el Señor, ante el Mundo Espiritual de Luz y ante el pueblo.
21. ¿Cuándo vais, entonces, a despertar a los demás? ¿Cuándo vais a poner en práctica las humildes instrucciones, los consejos que el Mundo Espiritual de Luz ha derramado sobre vuestros espíritus?
22. El Padre, en Cátedra reciente, os dijo que en tanto el pueblo no se preparara como es Su voluntad, Él no ha de permitir que el pueblo presente a la humanidad Su obra, y con esto os da a entender que, antes que el pueblo llegara a levantarse prevaricando, pregonando una verdad que con sus propios hechos no pueda demostrar, Él ha de tocarle, pulimentarle y a probarle en múltiples formas, hasta que este pueblo, ya purificado, espiritualizado y elevado, pueda presentar dignamente esta Obra magna y grandiosa ante la humanidad.
23. Comprended que el papel que cada uno de vosotros ha de desempeñar en esta Obra, aunque pequeño, debe ser digno y esencial.
24. El Maestro nos ha confiado el deber de despertaros, de poneros alerta, de hacer un llamado de atención incesante y continuamente, para que aprovechéis, ya no los años o meses, sino los minutos que os quedan de esta etapa de comunicación por el entendimiento humano de la Divinidad y de Su mundo espiritual de luz.
25. Todavía en este tiempo no podéis pensar siquiera en la lucha exterior, porque la interior es grave e intensa, y sus problemas son profundos, porque las raíces de todo aquello erróneo y superfluo, profundas también son.
26. La Obra, en su sencillez, no os es fácil, porque sólo la buena preparación que podáis alcanzar os llevará a un buen fin.
27. Habéis ya sondeado el terreno, habéis escudriñado las tierras, habéis probado los caminos y os habéis dado cuenta que la labor no es fácil, y que no llegaréis al término de vuestra tarea en cortos instantes.
28. Seguid pues, trabajando, preparando y desarrollando vuestros sentimientos y vuestros dones, hacedlo con la oración, con la sana intención, con el buen deseo de ayudar.
29. Si así lo hacéis, veréis cómo no tan sólo será vuestro espíritu quien actúe, sino que también vuestro pensamiento, vuestro corazón y vuestra materia toda actuará, porque a través de vuestros labios y de vuestras miradas, en todos vuestros actos se reflejará la preparación espiritual que hayáis desarrollado.
30. No abandonéis ninguna de las tierras que el Señor os haya confiado, no desconozcáis a ninguno de los corazones que ahora sentís que se distancian de vosotros, porque no sabéis lo que el Maestro os tenga deparado en el futuro.
31. Estad verdaderamente preparados para que podáis actuar ante el Señor y ante vuestros hermanos con el perdón a flor de labio, con el amor en vuestro espíritu y en vuestra materia.
32. Preparaos en verdad con la espiritualidad, con la razón y con la humildad.
33. ¿Cuál es, hermanos, la clave del éxito para Israel? No la busquéis en el dolor ni en las pruebas; la clave está en el amor que es espiritualidad, y es ésa la simiente y la esencia misma de la Obra del Padre: Amor.
34. La mirada perspicaz del Padre se encuentra vigilando cada uno de vuestros pasos, por lo tanto, espiritualizaos más y más.
35. Vosotros vivís el presente, y debéis vivir el pasado, el presente y el futuro porque sois espíritu, y el espíritu debe vivir en todos los tiempos.
36. ¿Qué habéis preparado para la partida del Maestro y después de ella? ¿No contempláis el caos, la confusión y el dolor que se están forjando poco a poco en el corazón de Israel?
37. ¿No veis cómo unos cuántos de los guías nombrados por el Señor van conduciendo a millares de espíritus y corazones hacia el dolor, hacia el caos?
38. No es digno de Israel llegar, en el último día del año de 1950, a postrarse ante las plantas del Señor en el estado actual de debilidad, de intrigas, de incomprensiones, de fanatismo, de idolatría y materialismo.
39. ¿No pensáis que con ello provocaréis que el Señor, en vez de entregar como últimas palabras a Su pueblo Sus bendiciones, en vez de Sus inspiraciones, Su sabiduría y Su caricia, os vaya a entregar siete palabras de dolor como sucediera en el Segundo Tiempo?
40. Vienen para vosotros una hora suprema y unos momentos trascendentales tan sublimes y grandiosos como aquel primero de septiembre de 1866 y, ¿cuáles han de ser vuestros pasos en esa senda que se abrirá para vosotros?
41. ¿Cuál va a ser el pan y el alimento con que vais a sustentaros tanto los primeros como los postreros cuando ya la palabra del Divino Maestro no resuene por el entendimiento humano?
42. ¿Cómo vais a desempeñar la misión que el Padre os confió, que es la de extender Su obra entre la humanidad?
43. Ese es el papel, ésa la labor y ése el destino del Espiritualismo Trinitario Mariano en el Universo: Extender su luz, su espiritualidad, su justicia, su amor y su redención.
44. Y cómo podréis hacerlo si no os habéis unido, si no os habéis Amado los unos a los otros, si no habéis sabido conduciros mutuamente, si no habéis llevado en el seno mismo de vosotros la verdadera Obra Espiritualista Trinitaria Mariana?
45. ¿Qué le vais a presentar al mundo?
46. Podéis obtener las divinas complacencias únicamente a cambio de perder las complacencias materiales; será entonces cuando escuchéis trinar a todos los ruiseñores elevando el mismo canto con la misma perfección en todos los lugares, la purificación del pueblo será retirada y los dones que el Señor le ha confiado a cada uno de Sus hijos surgirán con toda potestad.
47. En esos días, la unificación que os ha parecido un problema sin solución, una obra sobrehumana o imposible, la contemplaréis al alcance de vuestra mano, vuestra voz será escuchada y vuestro espíritu será obedecido, seréis reconocidos por las multitudes e iréis, paso a paso, demostrando vuestra representación y responsabilidad dentro de la Obra divina, y lo haréis con toda dignidad, con toda fraternidad y con toda espiritualidad ante el Padre.
48. Grandes torbellinos os han azotado, y todavía por un tiempo os han de azotar, y es que el Padre viene derribando piedra tras piedra de todo aquello que no haya sido construido sobre cimientos de amor, espiritualidad y fraternidad.
49. Así, a través de esos torbellinos, de las pruebas y de Sus palabras, Él viene revelando a cada uno de vuestros espíritus que es el tiempo de uniros con amor y espiritualidad, para formar los verdaderos cimientos fuertes del Santuario que debe levantarse en el espíritu mismo de Israel, la verdadera Torre de Israel que es el verdadero Templo de Dios, Templo en el cual ha de rendirse el culto perfecto a la Divinidad, el culto de espíritu a Espíritu, mismo que hasta este tiempo el hombre no le ha entregado a su Dios.
50. Es momento de meditación, es el instante de llevar a cabo el propósito firme de prepararos para alcanzar el galardón de la bendición y el perdón del Padre, ahora que esta etapa llega a su final.
51. No os sorprenda que nuestra voz espiritual resuene llena de energía, aunque sin llegar a la dureza, porque no es palabra complaciente, es un grito en el silencio, es clarín en la medianía de la noche.
52. El Maestro os ha hablado incesantemente durante años en todos los recintos Espiritualistas, aquellos lugares que llamáis indebidamente templos y a los que erróneamente consideráis sagrados, pero el corazón del pueblo se encuentra como si estuviese muerto ante esa manifestación divina.
53. ¡Ah!, ¡qué no harían las naciones distantes que apuran tiempo ha el cáliz de amargura por escuchar una sola cátedra, por tener un sólo día una de estas manifestaciones y recibir así el pan de los cielos de Espíritu a espíritu!
54. Y vosotros, ahítos y hastiados, desperdiciáis el pan, lo arrojáis lejos de vosotros y lo desconocéis; mas llegará el momento de la añoranza, cuando aquilatéis en todo su valor lo que ahora con tanta familiaridad no apreciáis.
55. El Señor prepara ya Su partida, de 1866 a 1950 os ha hablado y os hablará, mas los instantes para que Su rayo divino cese de descender desde la escala de Perfección a la escala de Jacob son en verdad cortos.
56. En estos tres últimos años ha corregido con todo Su amor de Maestro a Sus discípulos, descubriendo ante vuestros ojos la perfección y la pureza de Su obra, descubriendo también con ello las imperfecciones que habéis añadido a Obra tan sublime.
57. Mas esto ha sido para invitaros a dar el paso firme hacia la espiritualidad, para daros a comprender que estos últimos instantes de Su comunicación a través del entendimiento humano deberían ser la ocasión para brindarle vuestra unión, vuestra fraternidad y vuestra elevación de espíritu, para proporcionarle así el ambiente propicio, el santuario digno donde Él pueda comunicarse y manifestarse a perfección, aunque fuese en estos últimos momentos.
58. En cumplimiento de la misión delicada que el Señor ha confiado a Su mundo espiritual de luz, os he dado mis consejos en esta alba de gracia; que ellos sirvan para que le brindéis a nuestro Padre todo aquello que Él, con tanto amor y cuidados ha sembrado en vuestros corazones y en vuestros espíritus.
59. Que la paz del Padre quede con mis hermanos.