Enseñanza 329
1. Bienaventurados seáis los que quisiereis ampliar vuestros conocimientos para descubrir lo más elevado.
2. Felices y bienaventurados sean los que quieren ver con claridad, mas de cierto os digo, que debéis estudiar y analizar mi palabra para que caiga la venda que cubre vuestros ojos.
3. El hombre se ha hecho doblemente culpable, no solamente porque no hace ningún esfuerzo para que caiga esa venda que le impide el conocimiento de mis enseñanzas, sino porque se extenúa en los lazos de la carne que le llevan a los placeres materiales en perjuicio de los placeres espirituales, y es así que se ha convertido en esclavo de sus pasiones y ha destruido su fuerza de voluntad para regenerarse.
4. Los ciegos quieren guiar a los ciegos y los que no han practicado mi Doctrina, quieren dar conducción a los pecadores. El hombre es débil porque no ha querido hacer un impulso para regenerarse y purificarse con mi palabra; no ha querido hacer uso de esa potencia de que ha sido dotado, que es la voluntad, para luchar en contra de sus vicios y vencerse a sí mismo. Cuando vuestro espíritu gane esa batalla, entonces podréis decir que estáis liberados. Y al tener dominio vuestro espíritu sobre la carne, contemplaréis que hasta las fieras se doblegan mansamente ante vuestro llamado de amor.
5. Cuando el hombre se espiritualice, comprenderá con la Luz de mi Espíritu Santo todo lo que en Dios y en la Naturaleza ha visto como un misterio.
6. No digáis que creéis en Mí, si vuestras obras o vuestros pensamientos dicen todo lo contrario. Día llegará en que por vuestra espiritualidad sentiréis que Yo estoy en vosotros y vosotros en Mí. Si vosotros queréis ser mis verdaderos discípulos, procurad esa espiritualidad.
7. Mi mesa está preparada, venid a alimentaros con el pan de Vida Eterna, preparaos con mis lecciones de amor, apartad vuestra ignorancia con mi luz, libertaos de las pasiones, sed los hijos de la luz.
8. Entonces vuestras obras y vuestra espiritualidad, serán como un cántico que entone vuestro espíritu para glorificarme.
9. Preparaos, discípulos, porque se acerca el día en que os hable por este medio por última vez y es menester os encontréis fuertes para esperar el nuevo día, el nuevo tiempo, en el que ya no buscaré el cerebro de vuestros portavoces como aparatos que trasmitan mi palabra, sino que estaré presente en Espíritu, presto a derramar mi inspiración sobre el espíritu de cada uno de vosotros.
10. Sólo unos meses os quedan para recrearos por último con estas manifestaciones, tiempo suficiente para meditar sobre mi mensaje y mis revelaciones, para que os preparéis con estudio, con oración y con práctica y así acumularéis fuerzas, ayudéis a vuestros hermanos, levantéis a los que han caído, deis consuelo a los que lloran enmedio de sus pruebas y dejéis en cada uno de vuestros pasos una verdadera huella de espiritualidad.
11. Quien esté en su puesto en la hora suprema de daros mi última palabra, ese quedará firme en la lucha, ese permanecerá en pie; mas todo el que estuviese pisando en falso caerá, porque sólo lo bien cimentado resistirá el paso de los torbellinos que luego llegarán a este pueblo, por lo que os digo, que toda obra que no hubiese sido edificada sobre cimientos de verdad, celo, caridad y espiritualidad, será derrumbada.
12. Aprended a conocer la esencia de mi palabra para que sólo de ella alimentéis a vuestro espíritu, porque he visto que por no preocuparos por encontrar mi esencia, habéis asimilado más bien la fraseología de los portavoces y de las facultades, y no olvidéis que el sabor que vais a dar al mundo, no será sabor humano, sino divino.
13. En verdad os digo, que si el cuerpo de portavoces se hubiese preparado y se hubiese consagrado al desempeño de su misión tan alta y delicada, sus labios, al trasmitir mi mensaje, no habrían tenido necesidad de hablar tanto para expresar mi inspiración, ni mis manifestaciones se habrían prolongado durante horas.
14. Si ellos hubiesen comprendido y obedecido el dictado de su Conciencia y se hubiesen inspirado en el amor hacia el pueblo y en la caridad hacia los necesitados de luz espiritual, mi palabra se hubiese concretado a unas cuantas frases, pero tan llenas de perfección aun en la forma, que hubiesen estremecido a los que más sabios se creyesen en la Tierra, y la duración de mis mensajes habrían sido de minutos solamente, pero en ellos se hubiese derramado tanta esencia, que los espíritus de los oyentes se habrían sentido transportados a lo eterno, donde el tiempo ni es largo ni es corto. Y mi presencia la habríais sentido en toda su intensidad, porque no habría estado empañada por las imperfecciones, las impurezas y la materialidad de vuestros portavoces.
15. ¡Ah, mis hijos, a quienes veo llorar en estos instantes, pero ya tardíamente, porque en lo que resta de cumplimiento del cargo que tenéis, ya no es suficiente para lograr un fruto de perfección, aquel fruto que debíais haber madurado a través de una lucha continua por alcanzar la espiritualidad! Sin embargo, algo podréis hacer en estas albas postreras.
16. Ahora voy a deciros cómo podréis enmendar vuestros errores para no llevarlos más adelante, ni mucho menos trasmitirlos a vuestros hermanos como si fuesen parte de la verdad.
17. Tomad la palabra tal como la oísteis de los labios del portavoz y entonces, serena y juiciosamente, elevando vuestra mente por medio de la oración, meditad en aquellas lecciones, hasta encontrar su sentido, su fondo, su contenido, y esa será la esencia divina que dejaréis guardada en vuestro corazón y que luego llevaréis como mensaje de luz a la humanidad.
18. Cuando prescindáis de las palabras vanas, de las formas, de las prácticas simbólicas y las ceremonias, habréis rasgado el velo que os impide contemplar la verdad. Cuando renunciéis a lo externo y a lo superfluo, será señal de que la espiritualidad comienza a ser sentida y vivida por vosotros; entonces vuestro espíritu, vuestro corazón y entendimiento y hasta vuestros sentidos, dejarán de impresionarse fácilmente por manifestaciones superficiales o de escaso significado. El espíritu buscará en todo la esencia, la verdad, la vida, el principio.
19. ¿Podría uno de estos discípulos llevar a sus hermanos un mensaje en el que se mezclasen lo puro con lo impuro, lo divino con lo carnal y lo elevado con lo vulgar? No, pueblo, es natural y justo que penséis que esos buenos discípulos sólo irán a extender un Mensaje celestial, que tanto en su esencia como en su forma sea un testimonio vivo de luz y verdad.
20. ¿A quiénes confiaré la obra de convertir en escritos mi palabra, para que sea un medio más para extender vuestro testimonio? Sólo Yo sé, mas en verdad os digo, que a ellos les probaré mucho y que serán elegidos entre quienes más amor sientan, para que la espiritualidad de mi Doctrina se extienda entre sus hermanos.
21. Fortaleceos en estas enseñanzas para que podáis encontraros firmes en la hora postrera de mi manifestación y paséis después a formar parte del número de los soldados que luchen por la esencia, espiritualidad y sencillez de esta Obra.
22. Cuando esta semilla haya germinado en el corazón de los pueblos que forman la humanidad, habrá un cambio absoluto en la vida de los hombres. Cuán grande será la diferencia que demuestren tanto en su vida humana, como en su culto espiritual, cuando se establezca la comparación entre la forma de vivir, de creer, de adorar, de luchar y pensar, de los hombres de los tiempos pasados y de los que practiquen la espiritualidad.
23. De aquel tiempo de fanatismo, de idolatría, de materialidad y absurdas creencias, no quedará ni piedra sobre piedra. Todos los errores que vuestros antepasados y vosotros mismos leguéis a esas generaciones venideras, serán destruidos; todo lo que no tenga esencia de bien y de verdad no perdurará, pero todo lo bueno que hayáis heredado, eso tendrán que conservarlo.
24. Esta Doctrina, expuesta en una forma más espiritual que en los tiempos pasados, tendrá que luchar entre hombres, pueblos, religiones y sectas, para abrirse paso y llegar a establecerse; mas pasado el momento de confusiones, vendrá a los hombres la paz y se recrearán extrayendo de mi palabra el contenido que en sí ha guardado siempre.
25. El concepto sobre mi Divinidad, sobre la vida espiritual y sobre la finalidad de vuestra existencia irá tomando el cauce verdadero, porque cada hombre será un buen intérprete de cuanto os fue dicho en parábola y en sentido figurado por vuestro Maestro, por sus enviados y profetas.
26. Aquel lenguaje sólo en parte fue comprendido por los hombres; era la lección que les estaba asignada de acuerdo con su capacidad espiritual y mental, pero ellos, queriéndolo saber todo llegaron a turbarse y a confundirse, dando interpretaciones materiales a lo que sólo podía analizarse en forma espiritual.
27. Ya está la luz nuevamente brillando en cada espíritu y podréis, por lo tanto, penetrar en el fondo de aquellas y de estas revelaciones, mas no olvidéis que si en verdad aspiráis a conocer el sentido o esencia de mi palabra, tendréis que penetrar en el estudio de estas revelaciones, analizándolas espiritualmente y entonces ella se simplificará; su significado aparecerá diáfano, claro, sencillo. Los misterios quedarán destruidos y con ello la ignorancia, y entonces la Tierra comenzará a devolver al Valle espiritual seres luminosos y no seres oscuros envueltos en el velo de la ignorancia.
28. Desde que esta comunicación comenzó a manifestarse, vuestro espíritu se iluminó con mi enseñanza, aunque también surgieron los incrédulos lo mismo entre los que han cultivado la mente, como entre los rudos e ignorantes.
29. ¡Cuántos argumentos para desmentir esta revelación! ¡Cuántos intentos para destruir esta palabra! Mas nada ha detenido el curso de mi Mensaje, por el contrario, mientras más se ha combatido a esta Obra, más se ha encendido la fe de las multitudes y mientras más ha pasado el tiempo, mayor ha sido el número de aquellos por quienes trasmito mi palabra.
30. ¿Qué quiere decir esto? Que jamás el poder humano logrará impedir que el Poder Divino lleve a cabo sus designios.
31. Si el hombre actual con toda su ciencia no es capaz de someter a su voluntad a los elementos de la Naturaleza, ¿cómo podrá imponer su poder contra las fuerzas espirituales?
32. Del mismo modo que los astros en el Cosmos siguen su orden inalterable, sin que la voluntad del hombre pueda hacerles cambiar su curso o su destino, así el orden que existe en lo espiritual tampoco podrá ser variado por nadie.
33. Yo hice el día y la noche, es decir, Yo soy la Luz y nadie más que Yo puede retenerla. De la misma manera acontece en lo espiritual.
34. Yo soy la Luz de vuestro espíritu y sólo Yo sé cuándo debo enviaros el caudal de claridad divina.
35. El cauce del río de la vida nadie podrá modificarlo. El paso de la luz nadie podrá impedirlo. Por eso veis que después de algunos años de manifestarse a vosotros en esta forma, ha llegado mi comunicación a su final, sin que ninguno de tantos opositores de esta Doctrina hubiesen logrado ni siquiera un día impedir el acto de mi manifestación.
36. El portavoz, al contacto de mi Luz se ha sentido fuerte, invencible, invulnerable, y en verdad así ha sido.
37. El pueblo, al congregarse en el interior de estos recintos, lo ha hecho siempre sin temor al mundo, siempre pleno de confianza en mi presencia y en mi protección, y Yo le he probado que su fe ha estado cifrada en la verdad.
38. Ante las pruebas que sobre la verdad de mi presencia he dado a este pueblo, las multitudes han ido en aumento y el número de sitios en que manifiesto mi palabra, se ha multiplicado.
39. También debo deciros que el número de incrédulos, de escépticos y de negadores ha aumentado, porque mientras la humanidad no tenga de Mí el concepto que se apegue a la verdad, siempre habrá quienes me nieguen; debido a su confusión no me pueden comprender, ni me pueden escuchar, ni sentir, y entonces tendrán que negar y combatir lo que para ellos no puede ser verdad, puesto que no entra en el dominio de su comprensión.
40. Yo los perdono, porque su intención no es hacerme daño alguno, ni podrían tampoco causármelo. Ellos de buena fe creen que estas multitudes son víctimas de una alucinación o de un engaño y quisieran poder evitarlo.
41. Mas ya vendrán otros negadores, los que, al escuchar el significado de esta Doctrina, tiemblen ante su verdad y su justicia y mirando en peligro su poder y su nombre hagan la guerra y combatan con armas innobles mi Obra. En esos corazones no será la ignorancia ni la buena fe la que los impulse a combatir a este pueblo, será la envidia, el odio y el temor a que la luz se haga en la humanidad. Mas nadie podrá impedir que la luz se haga cuando llegue la hora del amanecer para el espíritu.
42. ¿Sabéis, cuál es el origen de esa luz que hay en la palabra vertida por los labios de los portavoces? Su origen está en el Bien, en el Amor divino, en la Luz universal que emana de Dios. Es un rayo o un destello de ese Todo luminoso que os da la vida; es parte de la Fuerza infinita que todo lo mueve y bajo la cual todo vibra, palpita y gira sin cesar. Es eso que llamáis Irradiación divina. Es la Luz del Espíritu Divino que ilumina y vivifica a los espíritus.
43. Esa irradiación lo mismo se manifiesta sobre el espíritu que sobre la materia, lo mismo sobre los mundos que sobre los hombres, las plantas y todos los seres de la Creación.
Es espiritual sobre el espíritu, es material sobre la materia, es inteligencia sobre el entendimiento, es amor en los corazones. Es ciencia, es talento y es reflexión; es instinto, es intuición y está sobre los sentidos de todos los seres, según su orden, su condición, su especie y su grado de adelanto. Pero el principio es sólo uno: Dios; y su esencia una sola: El amor. ¿Qué imposible puede ser entonces que Yo ilumine la mente de estas criaturas para enviaros un mensaje de luz espiritual?
44. Las plantas reciben la irradiación de vida que les envía mi Espíritu para que den frutos; los astros reciben la fuerza que sobre ellos irradia mi Espíritu para poder girar dentro de sus órbitas; la Tierra que es el testimonio presente, vivo, al alcance de todos vuestros sentidos, recibe sin cesar la irradiación de vida que hace brotar de su seno tantas maravillas. ¿Por qué ha de ser imposible que el hombre, en cuyo ser brilla como una joya la presencia de un espíritu, que es donde radica su semejanza Conmigo, no reciba directamente de mi Espíritu sobre su espíritu la divina Irradiación, que es la semilla espiritual que en él tendrá que fructificar?
45. Conocedme todos para que ninguno me niegue, conocedme para que vuestro concepto sobre Dios esté fundado en la verdad y sepáis que donde se manifieste el bien, ahí estoy Yo.
46. El bien no se confunde con nada. El bien es verdad, es amor, es caridad, es comprensión.
47. El bien es preciso, exacto, determinado. Conocedlo para que no os equivoquéis. Cada uno de los hombres podrá ir por diversos caminos, pero si todos ellos coinciden en un punto, que es el bien, llegarán a identificarse y a unirse. No así cuando se empeñen en engañarse a sí mismos, dándole cariz de malo a lo bueno y disfrazando de bueno a lo malo, como acontece entre los hombres de este tiempo.
48. Meditad sobre esta enseñanza, incrédulos de mi manifestación y de mi palabra y entonces juzgad, pero antes recordad que cuando estuve entre los hombres, os dije que, mi Reino no era de este mundo, dándoles a comprender que mi morada es espiritual. Al hablarles de la vida espiritual lo hice por medio de parábolas, ya que no hubiesen podido comprender si les hubiese descrito en toda su grandeza y verdad el Reino de los Cielos.
49. Erróneamente la humanidad ha tomado en forma literal mis parábolas y enseñanzas en sentido figurado, porque en su imaginación han dado formas materiales o humanas a todo lo divino.
50. A causa de la interpretación material que las mentes humanas han dado a mis revelaciones, muchas creencias sobre la vida espiritual están tan alejadas de la verdad.
51. ¿Cómo podrán los hombres dar así una justa interpretación a lo que he llamado “Reino de los Cielos”? ¿Cómo podrán conocer mi justicia, mientras crean que existe un infierno como el que su imaginación ha forjado y cuándo podrá aceptar y comprender que la Ley de la reencarnación no es una simple teoría ni una falsa creencia de unos cuantos hombres, sino una Ley de eterna justicia y de amorosa compensación, a través de la cual el espíritu se purifica, se perfecciona, se modela y eleva?
52. Oídme nuevamente, humanidad: Este es el Tercer Tiempo en el que me he presentado para deciros que no he venido a borrar una sola de mis palabras reveladas por Mí cuando estuve en la Tierra, sino a borrar de vuestro corazón todas las interpretaciones erróneas que a mis enseñanzas habéis dado.
53. Cuando renunciéis a vuestro fanatismo que es lo que os ciega y os impide mirar la verdad, comenzaréis a comprender esta Doctrina y ante vosotros miraréis surgir pleno de luz, el contenido de mis revelaciones, tanto de este tiempo, como de los tiempos pasados. Entonces llamaréis justicia perfecta a lo que hoy llamáis misterio y sabréis dar su valor eterno a lo inmutable y su justa importancia a lo humano, que es pasajero.
54. Así sabréis que una sola existencia en la Tierra, por ser tan breve comparada con la vida espiritual, no puede ser decisiva sobre la eternidad de un espíritu, o sea que ni será suficiente para que uno de vosotros alcance dentro de ella la perfección, que os lleve directamente al Reino de la más alta espiritualidad que es a lo que llamáis Cielo, como tampoco, los errores de una vida en la Tierra podrán determinar que un espíritu se pierda en las tinieblas o en el dolor por una eternidad.
55. Ciertamente que una vida humana, concedida a un espíritu, tiene un valor tan grande, y representa una oportunidad tan propicia al progreso de un espíritu, que el hecho de desaprovecharla o de emplearla mal, implica que mi justicia, siempre inexorable, se manifieste en el sendero de quien profana dones tan sagrados como los que Yo confío a cada espíritu al enviarle a la Tierra; pero que de una existencia tan breve como es la del hombre en el mundo, depende toda la eternidad de su espíritu, es un error, con mayor razón si reflexionáis en que los errores humanos son propios de seres que carecen de desarrollo, de luz y elevación.
56. Mi Doctrina, llena de luz y amor, viene a fortalecer al espíritu, con el fin de que llegue a imponer su potestad sobre la carne y sensibilizarla de tal manera, que cada vez le sean más perceptibles las inspiraciones de la Conciencia.
57. Espiritualidad es la meta que la humanidad debe perseguir, ya que a través de ella llegará a identificarse en plenitud con la Conciencia y llegar por fin a distinguir el bien del mal, porque a causa de la falta de elevación espiritual de los hombres, aquella voz interior, profunda y sabia, recta y justa, no ha podido ser debidamente escuchada e interpretada, y por lo tanto, el hombre no ha llegado a tener un conocimiento absoluto que le permita distinguir verdaderamente el bien del mal y no solamente eso, sino que también encuentre en sí la fuerza necesaria para seguir todo impulso bueno y obedecer toda inspiración luminosa, rechazando al mismo tiempo cualquier tentación, pensamiento o sentimiento impuro o malo.
58. Las mejores armas para que el hombre venza a todos sus enemigos, las encontrará en su propio espíritu y será la Conciencia la que le revele la forma de combatir y la de defenderse en esa batalla que tendrá que sostener irremisiblemente contra el mal, esa fuerza a la que tan inclinado se siente el hombre, personificándola en un espíritu, al que ha dado tantos nombres y atribuido forma.
59. Yo os digo, que tendréis que combatir el mal, la tentación y la tiniebla, mas no en ese ser que habéis forjado en vuestra imaginación, sino interiormente, con vosotros mismos, que es donde habitan las flaquezas, las malas inclinaciones y las tinieblas, porque los hombres han amado más las tinieblas que la luz.