Enseñanza 303
1. Pueblo: Al iniciar con esta Cátedra el último año de mi comunicación a través del entendimiento humano, os invito a que hagáis un profundo y minucioso examen a la luz de vuestra Conciencia para que sepáis responder espiritualmente cuando Yo os pregunte: ¿Qué es lo que habéis comprendido de mi Obra y cuáles son los pasos definitivos que habéis dado en esta senda? Si a pesar de haberos concentrado en el fondo de vuestro corazón, no alcanzáis a tener una noción clara de lo que habéis hecho bien, así como de lo que habéis hecho mal, en mi palabra encontraréis un juicio perfecto de vuestras obras.
2. Es menester hacer un balance por medio de la Conciencia, antes de dar el primer paso en el año postrero de mi comunicación, porque quiero que al final de él, me ofrezcáis como cosecha y tributo de vuestra lucha, el fruto de la obediencia, de la comprensión y la espiritualidad.
3. El lapso que abarcará 1950, estará lleno de acontecimientos que habrán de conmover al mundo. Todos los órdenes de vuestra vida sufrirán una conmoción. El culto espiritual de la humanidad será tocado, a través de las religiones; las naciones fuertes serán tocadas, la ciencia quedará asombrada ante las grandes señales de la Naturaleza, y la vida humana en general se verá llena de hechos y sucesos que los hombres llamarán extraños e insólitos.
4. Vosotros sabéis que todo esto sucederá para significar el último año de mi comunicación con hechos visibles y tangibles a todos los hombres, ya que, si las señales de la consumación de esta etapa se las diera espiritualmente a la humanidad, no las percibirán debido a su escepticismo y a su materialidad.
5. Todas las pruebas y acontecimientos que estremezcan al mundo durante el año de 1950, serán imagen de cuanto ocurrió en aquel Segundo Tiempo en Jerusalén el día en que Jesús expiró en la cruz.
6. Si en verdad os preparáis y sabéis observar cuanto en este año ocurra, os daréis cuenta del oscurecimiento, de aquellas tinieblas que invadirán al mundo, de las tempestades que azotarán pueblos e instituciones, así como del instante en que la humanidad sienta espiritualmente mi presencia y contemple intuitivamente la luz del Tercer Tiempo. ¿Cuál será ese instante? El momento final de mi comunicación, aquel en el que espiritualmente se rasgue el velo del templo, como ocurrió en Jerusalén, y la humanidad vea mi luz y conozca la verdad.
7. No temáis, pueblo, porque mi caridad os cubrirá y vuestra oración y cumplimiento serán como una coraza que os proteja en las adversidades; tampoco temáis quedaros solos cuando cese mi palabra entre vosotros, porque en verdad os digo, que ninguno de los dones con que he engalanado vuestro ser, se apartará de vosotros. El que ha aprendido a guiar multitudes, seguirá conduciendo corazones; el que ha recibido en su entendimiento mi rayo, tendrá gran inspiración; el que ha sido instrumento o portavoz del Mundo Espiritual, seguirá siendo sensible a aquella voz; y el que ha tenido don de palabra, de análisis, de curación o de profecía, verá aumentarse el poder de sus dones si en verdad se prepara, revistiéndose de espiritualidad y de fe.
8. Preparaos mucho, para que después de mi partida forméis un pueblo fuerte y capacitado para recibir a todo el que os buscare, sin sentiros torpes ni pequeños ante los hombres de ciencia, ante los títulos que ostenten, o ante los que os pongan a prueba, porque crean poseer el conocimiento de la verdad sobre lo espiritual.
9. Si ahora, en el tiempo de mi comunicación, estas casas se han visto pletóricas, quiero que después lleguen a ser insuficientes, porque ello marcará el instante propicio para que este pueblo se levante y se extienda por el mundo.
10. Sé que en vuestro corazón me decís: “Señor, vuestra palabra llena de poder, de majestad y esencia, ha hecho el milagro de atraer multitudes en pos de esta luz, pero, después de este tiempo, ¿quién hará el milagro de atraer multitudes y caravanas como Vos lo habéis hecho?” Discípulos: ¿Por qué sois hombres de tan poca fe?; ¿por ventura no son ciertos los dones que os he confiado?; ¿no habéis palpado las maravillas que por medio de ellos habéis realizado? De cierto os digo que en futuros tiempos, mayores obras haréis, bastando para que se consume el milagro, con que cumpláis con mis máximos mandatos de: “Unión, obediencia y espiritualidad”.
11. En verdad os digo, que en los instantes en que mi palabra se hace oír a través del portavoz, no sólo el espíritu de este pueblo se estremece, sino todos los seres que habitan en el Valle espiritual también necesitan de la luz divina.
12. No llega a ellos el sonido de la palabra humana, pero sí la esencia y la inspiración de mis mensajes, porque mi voz es universal y su eco alcanza a todos los mundos y moradas donde habite un hijo de Dios.
13. Yo envío a cada mundo un rayo de mi luz; a vosotros os he hecho llegar esta luz en forma de palabra humana, como a otras mansiones les llega por medio de inspiración.
14. En la luz de ese Rayo divino se irán uniendo todos los espíritus, haciendo de él una escala que les conduzca hacia un mismo punto, hacia el Reino espiritual prometido a todos los que sois partícula espiritual de mi Divinidad.
15. ¿Imagináis el regocijo de todos los seres que en la Tierra tuvieron vínculos materiales con vosotros y que hoy habitan más allá de vuestro mundo, cuando saben que la voz que ellos escuchan también hay quienes la oyen en la Tierra? Ellos no se han alejado de vosotros, no os olvidan, ni dejan de hacer algo por los que se quedaron unos instantes más en el Valle terrenal. Su caricia y sus bendiciones son continuamente sobre vosotros.
16. Allí habitan los que fueron vuestros padres, hijos, hermanos, esposos, amigos o benefactores, ya en espíritu son simplemente hermanos vuestros, pero su amor por vosotros es el mismo o aún mayor, así como su potestad para ayudaros y protegeros ha aumentado.
17. Orad por ellos, pueblo, vosotros tampoco dejéis de amarles y recordarles porque vuestro recuerdo y vuestras oraciones son un dulce consuelo en la lucha de ellos. Nunca los imaginéis turbados o habitando entre tinieblas, porque sería tanto como si vosotros os sintieseis capacitados para dictar un juicio y una sentencia sobre ellos, y si aquí en la Tierra los humanos suelen ser tan imperfectos e injustos para juzgar las causas de sus Semejantes, ¿qué será tratándose de juicios sobre algún espíritu?
18. Nuevamente os digo, que a vosotros sólo os toca ayudarles con vuestra oración y con vuestras buenas obras en el mundo.
19. No sintáis la necesidad de que ellos se manifiesten en alguna forma material en vuestra vida, ya sea tomando un cerebro o por otro medio, porque negaríais la espiritualidad que os he enseñado. Tampoco tengáis para ellos determinado día del año para invocarles, meditad en que lo espiritual vive fuera del tiempo material y que por lo tanto, todo instante podrá ser propicio para aproximaros a ellos a través de la oración espiritual.
20. ¡Cuántos de esos seres a quienes muchas veces habéis imaginado sufriendo turbaciones, son precisamente los que han luchado por acercaros a este camino de luz, que ellos no pudieron encontrar cuando estuvieron en la Tierra! No lloréis más por ellos, y mucho menos llevéis luto porque partieron al Valle espiritual; no han muerto, simplemente se adelantaron unos instantes al momento en que vosotros habéis de partir, mas así fue dispuesto por Mí, para que os preparasen el camino. ¿Creéis que sea necesario que os diga, que nada tenéis que hacer en los cementerios y que las lágrimas que sobre las tumbas derramáis, son lágrimas de la ignorancia, de la materialidad y el fanatismo?
21. El espíritu de los que lloráis, vive y os obstináis en darle por muerto en aquel cuerpo que desapareció bajo la tierra. Les dais por perdidos, mientras ellos llenos de amor os están esperando para daros testimonio de la verdad y de la vida. Les creéis lejanos o insensibles y sordos ante vuestras luchas y penalidades y no sabéis cuántos pedruscos van apartando de vuestro paso y de cuántos riesgos os van librando.
22. La ignorancia os obliga a ser ingratos y hasta crueles con vosotros y con los demás, aunque debo deciros: ¿Quién puede ser ignorante después de haber escuchado alguna de mis Cátedras?
23. Mi palabra es el rayo de luz que ha de envolveros a todos para que quedéis fundidos en el fuego de mi amor; si después de oírla, la creéis y la ponéis en práctica, quedaréis desde ese instante unidos a todos los que me aman y me glorifican.
24. La Luz de mi Espíritu ha venido a revelaros todos los dones que se ocultan en el fondo de vuestro ser, todo lo que desde vuestro origen habéis llevado con vosotros sin presentirlo. Os he hecho saber que ya es tiempo de que os conozcáis verdaderamente, de que os encontréis a vosotros mismos y conozcáis vuestra heredad para que seáis grandes de espíritu.
25. De tiempo en tiempo os he hecho revelaciones, primero fue la Ley, más tarde mi Doctrina, finalmente el conocimiento pleno de vuestra misión espiritual.
26. Vosotros decís que Yo he estado tres veces con los hombres, mas lo cierto es que he estado siempre. Aquel Padre que en el Primer Tiempo reveló su Ley de justicia a la humanidad, que en el Segundo Tiempo hizo encarnar su Verbo en Jesús, su hijo, y que ahora se manifiesta espiritualmente al mundo, os ha dado esta divina parábola a través de las Eras, cuyo sentido os habla de vuestra evolución espiritual y os hace saber que Quién os ha hablado a través de los tiempos, ha sido un solo Dios, un solo Espíritu y un solo Padre.
27. Cuando os he dicho que os apartéis de los placeres habéis interpretado mal mi palabra, llegando a pensar que más me agrada veros en los sufrimientos que en los goces, y estáis en un error. Si soy vuestro Padre, ¿cómo concebís que prefiera miraros llorar que reír? Al deciros que os apartéis de los placeres, me refiero únicamente a aquellos que son insanos para el espíritu o nocivos para vuestra materia. Mas Yo os aconsejo que procuréis todas aquellas satisfacciones sanas para el espíritu y para el corazón que estén a vuestro alcance.
28. Es tan dura la prueba que encierra la vida del hombre, que es menester endulzarla con todos aquellos goces espirituales y materiales que le hagan más amable y llevadero el peso de la cruz.
29. Yo bendigo a todos aquellos que saben encontrar en el calor de su hogar los mejores goces de su existencia, procurando con su cariño de padres a hijos, de hijos para con sus padres, y de hermanos con hermanos, formar un culto, porque aquella unión, aquella armonía y aquella paz se asemejan a la armonía que existe entre el Padre Universal y su familia espiritual.
30. En esos hogares brilla la luz del espíritu, habita la paz de mi Reino y cuando las penas llegan a presentarse, son más llevaderas y los momentos de prueba menos amargos. Más meritorio es aún en aquellos que buscan satisfacción procurándosela a los demás y gozan con la alegría sana de sus Semejantes. Esos son apóstoles de la alegría y cumplen con una grande misión.
31. En verdad os digo, que si supieseis buscar instantes de satisfacción y alegría, así como de tener horas de paz, las tendríais en todos los días de vuestra existencia, pero para eso, elevad primero vuestro espíritu, elevad vuestros sentimientos y la forma de pensar sobre la vida.
32. Este mensaje que os envío a través de mi palabra, va lleno de luz que iluminará vuestro camino y dará a vuestro ser la elevación que os enseñe a vivir en paz y a gozar sanamente todo aquello con que he bendecido vuestra existencia.
Mucho ha de luchar esta humanidad combatiendo las sombras del dolor y venciendo su inclinación hacia los placeres falsos y las satisfacciones engañosas. Tendrá que luchar contra su fanatismo religioso que le impide conocer la verdad, tendrá que luchar contra el fanatismo que le hace pensar que todo marcha hacia la destrucción final de la que nadie podrá salvarse, y tendrá que luchar contra su materialismo que le hace buscar sólo placeres pasajeros, goces de los sentidos que precipitan al espíritu en un abismo de vicios, de dolor, de desesperación y tinieblas.
33. Os doy mi luz, para que salgáis de las sombras y lleguéis a encontrar en este planeta que convertisteis en Valle de lágrimas, los goces verdaderos del espíritu y del corazón, junto a los cuales todos los demás placeres son pequeños e insignificantes.
34. Os estoy dando ya la nueva lección que será para todos los hombres. No todos han orado esperando mi llegada, pero el dolor les ha mantenido alerta y les ha preparado para recibirme.
El mundo tiene la experiencia que el pueblo de Israel le legó desde el Segundo Tiempo, para que nadie desafíe a la divina justicia. ¿No sabéis que a los pobres de espíritu que anhelaban la venida del Señor para recibir de Él la luz de la esperanza y del saber, les fueron dados los dones de la profecía, de la Ciencia divina y del poder espiritual? Si me preguntáis por el paradero de aquellos espíritus, os diré que están habitando moradas en las cuales todo lo que existe de grande en este planeta, es ante ellos como simple polvo de la Tierra. Mas si me preguntáis: “¿Qué fue de los que nada aceptaron de mi Reino porque les pareció pobre mi palabra y mis promesas?” Os diré que son de los que encarnan y reencarnarán hasta la consumación de los tiempos, porque pidieron oro, mundo, carne y poder, y en justicia y para su restitución espiritual les fue dado el mundo con sus mezquinas riquezas y su falso poder.
35. Han sido tocados por un tiempo por la justicia divina, pero no desechados del camino de salvación que lleva al Reino de verdad; por eso, ahora que os envío a raudales la Luz de mi Espíritu, les buscaré afanosamente para preguntarles: “¿Si ya es suficiente el tiempo de prueba que les fue asignado?”, haciéndoles comprender que éste es el Tercer Tiempo, precisamente aquel en el que se consuman los tiempos, de los que hablé al referirme al juicio del pueblo Judío.
36. Todos tenéis una cita Conmigo y os habréis de reunir para escucharme, porque tendréis que oírme.
37. Todo será puesto en la balanza de mi justicia, donde serán pesadas todas las obras que estén sin juzgar. Mi presencia y mi poder se harán sentir cual nunca se han manifestado, porque después del caos, todo volverá a su cauce.
38. Velad y orad continuamente para que no seáis sorprendidos, ¡oh, pueblo!, mas de cierto os digo, que si velaseis y oraseis por el mundo, habrá un manto invisible que os protegerá, porque supisteis amar a vuestros hermanos y sentir como propio su dolor.
39. Os repito que voy a hacer sentir mi presencia, mi poder y mi justicia.
Si he permitido que el hombre en su maldad profane cuanto es sagrado en la vida, voy a poner límite a su maldad; si lo he dejado caminar por la senda de su libre albedrío, voy a probarle que todo tiene un hasta aquí; si lo he dejado colmar sus ambiciones de poderío y de grandeza en el mundo, voy a detenerle en el camino para que juzgue su obra a través de su Conciencia, para que pueda responder a mis preguntas.
40. Yo he permitido que el dolor, la destrucción y la muerte se dejasen sentir en vuestra vida, para que sus frutos tan amargos os hicieran comprender la clase de árbol que cultivasteis, mas, también haré que el dolor se esfume y deje que el espíritu descanse y medite, porque de él tendrá que surgir el himno de amor. Dicho está y también escrito, que ese día llegará, cuando los hombres hayan ataviado su espíritu con la vestidura blanca de la elevación.
41. Todos serán salvos, todos serán perdonados, todos serán consolados. ¿Dónde está entonces la muerte, dónde la condena eterna y el infierno sin fin?
42. Yo no formé la muerte ni el infierno, porque al concebir mi Espíritu la idea de la Creación, sólo sentí amor y de mi Seno solo brotó vida, si la muerte y el infierno existen, entonces tendrían que ser obras humanas por pequeñas, y ya sabéis que nada de lo humano es eterno.
43. He aquí a vuestro Maestro, pueblo escogido, mostrándoos nuevamente el camino. Vengo a convertiros en los soldados fuertes que sepan luchar y defender mi causa.
44. Unificados con mi amor, os levantaréis para ir sobre el haz de la Tierra a dar vida a los muertos, mostrando con la Luz de mi Espíritu Santo, este camino a los que se han descarriado, a los que se han convertido en los destructores de la humanidad. Llevaréis por doquier este pan de Vida Eterna, esta leche y miel con que vosotros os habéis alimentado.
45. Sois mi pueblo escogido, al cual no distingo por colores o razas, a todos os he hecho el llamado para que reconozcáis al Dios verdadero, para que no os contaminéis con la confusión de la humanidad. Sois mis escogidos a quienes he heredado, en quienes he puesto mis dones y en quienes he depositado una joya de incalculable valor, para que seáis reconocidos por la humanidad.
46. Yo he limpiado y preparado vuestros ojos espirituales para que penetréis en el Más Allá y contempléis mi presencia y de ello deis testimonio a las multitudes. Os he confiado mi sabiduría, el Libro escrito con letras de oro, para que nunca os perdáis del camino y para que por él conduzcáis a la humanidad.
47. Os he convertido en mis profetas, para que deis testimonio de lo que Yo os muestro en el Más Allá, para que preparéis también a las generaciones venideras.
48. En este Tercer Tiempo os he hecho el llamado y os he invitado a mi mesa, unos habéis llegado en materia y los otros en espíritu y todos habéis saboreado el néctar de la vida.
49. Escucháis mi palabra y decís: “El Señor viene de las alturas”, a lo cual os contesto que si por alturas tomáis lo puro, lo perfecto, lo eterno y lo sabio, estáis en lo justo; porque si por alturas tomáis el punto material que sobre vosotros se halla en el infinito, entonces habéis caído en error, pues Yo me encuentro en todo y en todas partes. Yo soy Omnipresente y mi Espíritu lo llena y lo abarca todo.
50. Si vosotros decís que Yo desciendo, decís bien, porque desciendo de lo perfecto a lo imperfecto cuando me comunico con vosotros, porque me humanizo y aun me materializo para hacerme sentir por vosotros que sois humanos.
51. Este pueblo que escucha ahora mi palabra, pronto comprenderá el sentido de lo que estoy enseñando y quedará preparado para transmitir mi mensaje a los demás.
52. Por ahora, Yo recibo a estas multitudes en representación de la humanidad, y al referirme a la humanidad no sólo hablo de los hombres del presente, sino de todas las generaciones que a través de Seis Etapas espirituales han habitado la Tierra. Los mensajes que en esos seis tiempos os he entregado, son precisamente lo que he simbolizado con el nombre de “Sellos”, que como ya sabéis, falta uno por desatarse, para que él os revele el sentido o significado de todos los demás, ese elevado significado de la vida del espíritu, de la evolución y el perfeccionamiento.
53. Como una fuente de sabiduría, como un manantial inagotable de conocimientos, dejaré a la humanidad la herencia de esta palabra en la que encontrará el deleite supremo de lo divino, de lo espiritual y de lo eterno.
54. Ya la semilla ha comenzado a esparcirse sobre la Tierra, mas, cuando la semilla haya germinado, enviaré las aguas que fecunden los campos del espíritu y será entonces cuando miréis florecer la espiritualidad en el corazón de la humanidad.
55. Ahora son en escaso número los párvulos y en número menor aún los discípulos, pero ellos se multiplicarán y se extenderán por todos los lugares y rumbos de la Tierra, dando testimonio de que un nuevo tiempo es llegado a los hombres, un tiempo llamado, Sexto Sello, por ser la Sexta Etapa espiritual del hombre en la Tierra, y llamado además, Tercer Tiempo, por ser la tercera comunicación de mi Espíritu con el de la humanidad, tiempo en el que Elías os ha entresacado de los diversos caminos. Yo os he enviado nuevamente a este mundo para que cumpliendo vuestra delicada misión, podáis perfeccionaros, mi enseñanza os prepara para que llevéis espiritualidad.
56. Yo también vengo a hablaros como Amigo para que ya no os sintáis solos en las pruebas de este mundo, para que en vuestro corazón llevéis la fe y la confianza en vuestro Dios que se manifiesta y os habla a través del entendimiento humano. Si no me habéis sentido, es porque no os habéis preparado. Mas si vosotros preparáis vuestro corazón y eleváis vuestro espíritu al Mío, me sentiréis y me contemplaréis con los ojos de vuestro espíritu.
57. He venido a hablaros en este tiempo, para recordaros la Ley y para que le deis cumplimiento. He permitido que mi Mundo Espiritual venga a convivir con vosotros para que os aconseje, os ayude y os proteja, ellos luchan y trabajan llevando en su espíritu mi amor de Padre.
58. La palabra que os entrego es humilde y sencilla para que todos me comprendáis, para que todos seáis iluminados con la Luz de mi Espíritu Santo. Quiero que cuando ya no me escuchéis a través de estos entendimientos, hayáis quedado preparados como mis discípulos, para que os levantéis dando testimonio de mi presencia con vuestras palabras y buenos ejemplos.
59. Los hombres vendrán hacia vosotros a preguntaros: “¿Cuál es la enseñanza, cuál es el manjar espiritual que vuestro Maestro os ha confiado para la humanidad?” Y vosotros les mostraréis la esencia y el amor que está en mi palabra.
60. La verdad triunfará a través de los tiempos, Yo os estoy entregando palabras de verdad para que con ellas enjuguéis el llanto de vuestros hermanos. En este tiempo en que tenéis la libertad de creencias, no os dejéis esclavizar por la materia. Yo con mi amor os estoy doctrinando nuevamente, mas en mi mano no encontraréis látigo para obligaros a creer en Mí, porque si así fuera, dejaría de ser vuestro Padre y vuestro Dios.
61. Buscad mi grandeza divina, enseñaos a perdonar. Os he confiado dones para que hagáis buen uso de ellos y os convirtáis en mis buenos discípulos que orientéis a la humanidad. Elías y mi Mundo Espiritual están con vosotros para que no sintáis pesada vuestra cruz.
62. Bienaventurados los hombres de buena fe que abran su corazón a este Mensaje y bienaventurados los hombres de buena voluntad que llevan a la práctica mis enseñanzas, porque ellos serán hijos de la luz y de la paz.
63. Mi palabra ha sido siempre una Verdad entre vosotros, mas cuando os he entregado una profecía que consideráis muy grande, habéis dudado.
64. Así como lo que dije a través de Joel, el profeta del Primer Tiempo, todo se ha cumplido en este Tercer Tiempo con la comunicación de mi Rayo divino y con la presencia del Mundo Espiritual, con vuestros mirajes espirituales y sueños proféticos; así habéis tenido la realización del anuncio que os hice a través de los primeros portavoces cuando os dije al principio de mi comunicación: “De cierto que para el año de 1950, tiempo en que levantaré para siempre esta forma de entregaros mi palabra, los recintos como éste se habrán multiplicado por doquier, mi Verbo resonará en todos ellos y habrá millares y millares de labriegos. El eco de mi palabra y la fama de mi presencia habrán penetrado en los hogares más humildes y en los suntuosos palacios, y los extranjeros vendrán de los distintos países de la Tierra a inclinar su cerviz y convertirse en mis labriegos”.
65. Así profetizaba el Padre por conducto de Damiana Oviedo, y a los escasos congregantes de aquellos días les parecía imposible que la humanidad llegara a aceptar tan extraña revelación.
66. 1950 ha llegado y el Padre no necesita preguntar a sus discípulos si en verdad se han cumplido aquellas profecías: Vosotros contempláis la multiplicación de los recintos y del número de labriegos, el perfeccionamiento de mi manifestación a través de muchos portavoces, y cómo ha ido resonando mi palabra de provincia en provincia, de una a otra ciudad.
67. El eco de la revelación de mi nueva venida entre los hombres ha llegado por conducto de mis emisarios a las naciones que llamáis extranjeras.
68. Mi promesa se ha cumplido. ¿Qué aceptación le dará entonces vuestra fe y vuestra confianza a mis profecías, si hoy os dijera algo con respecto al año 2000?
69. De cierto, dice el Padre a su pueblo, que la Doctrina Espiritualista Trinitaria Mariana, para el año 2000 estará extendida por todo el orbe y habrá llegado a todas las naciones.
70. Pero este lapso de cincuenta años será de gran lucha para Israel. ¡Cuánto es lo que debéis perseverar en las virtudes y la espiritualidad! ¡Cuánto tendréis que luchar contra la idolatría y el fanatismo de las distintas religiones, advirtiéndoos que esto es el veneno más grande que pueda sorprender a los hombres en la Tierra!
71. Mirad cómo ha despertado el espíritu de la humanidad. Mirad cómo todas sus congregaciones conmovidas se encuentran. Ved en cada religión, en cada secta, un reino, un señorío; y todos esos reinos se levantarán llamándose unos a otros a unificación, y como ninguno estará dispuesto a doblegarse para acudir al llamado de los demás, vendrá la contienda.
72. Desaparecerán las palabras de amor para dar paso a los anatemas, a las amenazas, a las condenaciones y a las excomuniones; todo eso tendréis que contemplar, ¡oh, Israel!
73. Se desatarán las lenguas, se desencadenarán las pasiones humanas, todos tomarán mi Nombre, mi palabra y mis leyes para hacerse la guerra, para combatirse, para exterminarse y humillarse.
74. ¡Alerta, pueblo de Israel! Porque la humanidad se levantará contra sus propios ídolos, su fanatismo y sus tradiciones, y comenzará entre las religiones el movimiento hacia el principio de espiritualidad.
75. Dejad que el pueblo Judío vuelva a su antigua Palestina, Yo así lo permito. Dejad que busquen allá sus tradiciones antiguas en los lugares que ellos consideran sagrados. Dejad que erijan nuevamente el templo de Salomón. Yo tengo dispuestas las pruebas para su desengaño y todo obedece, todo colabora con mis planes divinos.
76. Y cuando las grandes pruebas sean con ellos, entonces clamarán por la venida del Mesías y sus voces estremecerán las bóvedas de su templo, mas el Mesías no llegará entre ellos.
77. Irán por los montes y collados de Palestina; buscarán las tierras que pertenecieron a las tribus de Jacob, la Judea y la Samaria, y en ningún lugar podrán encontrar al Mesías ni señal alguna de su venida y entrarán en congoja; despojados de sus bienes materiales, en su desesperación invocarán a Jehová y entonces Jehová, en quien se encuentra el Mesías y el Espíritu Santo, les hablará con claridad, por medio de grandes acontecimientos.
78. Despertará entonces el pueblo Judío, descansará de su larga jornada y se unificará a la humanidad con verdadera fraternidad espiritual.
79. Dejad que en el Cristianismo, tan dividido en diversas ramas desde su principio, se levanten los unos contra los otros.
80. Dejad que unos pongan sus ojos en Roma, que las grandes caravanas dejen su huella en el camino y crucen los mares. Dejad que lleguen descalzos ante la iglesia de Pedro, y mi divino silencio les hablará grandemente a aquellos espíritus, pues tan sólo encontrarán oro, pompa, galas humanas, rituales, liturgias y festines, mas todo lo mirarán pequeño y pasajero.
81. Y aquellos símbolos que antes tan grandes les parecieran a los hombres, serán vistos como pobres figuras que no tienen ni mi verdad ni mi presencia. Y en la soledad de aquel silencio, retornarán.
82. Y entonces, cuando la miseria espiritual sea entre ellos, Yo descenderé como Espíritu Santo, como el Consolador para decirles: “Aquí estoy. Aquí está el Mesías, el que os prometió que volvería. Recordad que os dije que volvería en la nube, rodeado de ángeles y que desde esa nube descenderían infinitos rayos de luz sobre los hombres”.
83. Discípulos: No os conforméis solamente con la unificación del pueblo de Israel, no; tened el pleno conocimiento de lo que el Espíritu Santo trajo a vuestro espíritu en este Tercer Tiempo: La Simiente de Unificación Universal.
84. Vengo a unificaros con los espíritus del Universo todo, y ante este llamado de unificación universal desaparecerán linajes y razas, sectas y religiones; desaparecerán las fronteras entre los distintos mundos y sólo existirá la familia espiritual, la hija del Espíritu Santo.