Enseñanza 287
1. La voz de mi Espíritu, haciendo eco en vuestra Conciencia, es como el tañer de una campana que invita a la humanidad a la meditación.
2. El Libro de la Sabiduría espiritual espera abierto a que lleguen ante él las grandes multitudes, las grandes caravanas a saciar su sed de luz.
3. Probad, probad de mi palabra, cuya esencia destila dulzura, sabiduría, bálsamo y paz.
4. Vengo a decir al hombre que él es un desconocido ante sí mismo porque no ha penetrado en su intimidad, porque no sabe su secreto, porque ignora su esencia. Mas, Yo quiero enseñarle en este tiempo el contenido del Libro que por tanto tiempo había permanecido cerrado para él, y en donde están guardados todos los misterios que desde el Segundo Tiempo os prometí venir a esclareceros con la Luz de mi Espíritu.
5. Ahora será cuando verdaderamente os conozcáis y penetréis en la intimidad de vuestro espíritu, entonces podréis decir que empezáis a saber quiénes sois.
6. Llegará el hombre a saber su origen, su destino, su misión, sus dones, y toda esa vida infinita y eterna que vibra en derredor de él; ya no podrá ofender a su Semejante, ya no podrá atentar contra la existencia de sus hermanos, ni osará profanar nada de cuanto le rodea, porque habrá llegado a comprender que todo es sagrado.
Llegará a conocer lo que se encierra y oculta en su espíritu y será entonces cuanto tenga una idea clara y una fe profunda en que si es maravilloso el espíritu, maravillosa tendrá que ser también la morada que su Padre le tiene destinada en la eternidad.
7. Me preguntáis: “¿Por qué no os revelé todo desde un principio para evitaros tropiezos, errores y caídas?” Y os digo: No podríais haber comprendido mis revelaciones estando carentes de evolución y de desarrollo espiritual. Entonces os era suficiente el conocimiento de mi Ley, como el camino recto que había de llevaros hasta la fuente de inagotable sabiduría y eterna revelación. Mi sabiduría he venido enseñándola a lo largo del tiempo de las Eras, ya que siendo tan grande, no podríais conocerla en un instante.
8. Yo poseo todos los medios para que ninguno de mis hijos se quede sin la herencia de mi sabiduría, puesto que Yo soy la Vida, el Poder y la Justicia. De Mí brotó vuestro espíritu como también de Mí brotan cuantas moradas y cuerpos necesitéis para vuestro tránsito y perfeccionamiento espiritual.
9. Podrá el hombre caer y hundirse entre tinieblas y sentirse por ello alejado de Mí, podrá creer que cuando muere todo ha terminado para él; en cambio, para Mí ninguno muere, ninguno se pierde.
10. ¡Cuántos hay que en el mundo pasaron como seres perversos y hoy están llenos de luz! ¡Cuántos que dejaron como huella la mancha de sus pecados, de sus vicios y sus crímenes, ya han alcanzado la purificación!
11. Me preguntáis: “¿Por qué es tan largo el camino y tan lleno de pruebas el sendero del espíritu?” Porque es muy grande la dicha que tendrá que disfrutar en el Reino perfecto que le aguarda y que debe alcanzar con sus méritos.
12. Los primeros hombres, aquellos que fueron padres de la humanidad, conservaron por un tiempo la impresión que su espíritu trajo del Valle espiritual, impresión de beatitud, de paz y delicia que estuvo en ellos mientras no surgieron en su vida las pasiones de la materia y también la lucha por subsistir.
Mas debo deciros que el espíritu de aquellos hombres, con haber venido de una mansión de luz, no fue de las moradas más altas, de aquellas a las que sólo por méritos podréis llegar. Sin embargo, el estado de inocencia, de paz, de bienestar y salud que aquellos espíritus conservaron en sus primeros pasos, fue como un tiempo de luz, inolvidable, cuyo testimonio transmitieron a sus hijos y ellos a sus descendientes.
13. La mente materializada de los hombres, confundiendo el verdadero sentido de aquel testimonio, llegó a creer que el paraíso en que vivieron los primeros hombres, fue un paraíso terrenal, sin comprender que fue un estado espiritual de aquellas criaturas.
14. ¿Por ventura presentís la Morada espiritual de donde partisteis para venir a la Tierra? “No Maestro, -me decís,- nada presentimos ni recordamos”.
15. Si, pueblo, hace tanto tiempo que os alejasteis de la pureza y de la inocencia, que ni siquiera imagináis aquella existencia de paz, aquel estado de bienestar; mas, ahora que estáis preparados para oír la voz de la Conciencia y recibir de ellas sus revelaciones, tenéis a vuestro alcance el camino que conduce al Reino prometido a los que se elevan al Padre; no es aquel paraíso de paz de donde partieron los primeros, sino el mundo infinito del espíritu, el mundo de la sabiduría, el paraíso de la verdadera dicha espiritual, el Cielo del amor y la perfección.
16. Si para ir de un continente a otro de la Tierra, tenéis que cruzar por montes altos y bajos, por mares, por pueblos, ciudades y países, hasta alcanzar la meta de vuestro viaje, pensad que para llegar a aquella Tierra Prometida, tendréis que viajar mucho, para que en el largo tránsito recojáis experiencia, conocimiento, desarrollo y evolución del espíritu. Ese será el fruto del Árbol de la Vida, que iréis al fin a saborear, después de haber luchado y llorado mucho por alcanzarlo.
17. Venid ante el Maestro, discípulos. Ovejas: Acercaos a vuestro Pastor.
18. El Maestro es uno solo, los discípulos son muchos, mas mi enseñanza, siendo una, es para todos.
19. Vengo a buscaros con amor infinito. He puesto en vuestro espíritu tanta gracia y tantos dones, que no estoy dispuesto a perder a ninguno de mis hijos. Sois parte de mi Espíritu, sois algo de mi Ser, ¿está mal el que os busque con tanto afán y amor?
20. Siempre que desciendo a daros mi palabra, encuentro postreros entre las multitudes, son los que más me preguntan en su corazón, mas Yo les complazco respondiendo siempre a sus interrogaciones. Hoy, los postreros me preguntan: “¿Cuál es la finalidad de mi nueva venida?” A lo cual Yo contesto: Que el fin es el de capacitar al hombre para que por sí mismo retorne a su original pureza.
21. Si en principio le fue concedido ir en pos del conocimiento de la vida y le fue dado el libre albedrío para obrar, ahora cuando su espíritu puede brillar cual nunca ante la luz de su Conciencia, y su experiencia es muy grande, vuelve a oír la voz dulce aunque justiciera de aquel Padre que le dijo: “Creced, multiplicaos y enseñoread la Tierra”, y ahora le dice: “Retornad a Mí, con vuestros méritos”.
22. Con méritos, esfuerzo y sacrificios, habrá de volver el hombre al paraíso, del cual salió para conocer muchos misterios, para hacerse digno hijo de Dios en la lucha, en el dolor, en el trabajo, en la evolución, paraíso al cual habrá de retornar para nunca más salir de él.
23. Comprended que, para que esta humanidad llegue a alcanzar un verdadero conocimiento sobre ese retorno hacia lo puro y lo elevado, habrá lucha, conmociones y perturbaciones en la mente y en el espíritu de los hombres.
Mi Doctrina, clara, dulce y persuasiva, mostrará al mundo el camino luminoso del retorno, y, uno tras otro, los hombres vendrán hacia Mí, mas ya no agobiados bajo el peso del fardo del pecado, sino mirando a las alturas, con la fe en el corazón y una cruz de amor sobre sus hombros.
24. La puerta estará abierta, y mi Espíritu, lleno de amor, dispuesto a estrecharle en mi Seno divino, del cual aquel espíritu ya no se desprenderá jamás.
25. Humanidad: Si sólo fuese el instinto el que guiase todos los actos de vuestra vida, no tendría vuestro Padre que haberos revelado su Ley, ni hubiese tenido que venir como Redentor a salvaros; pero no dependéis de vuestro instinto, fuerzas superiores gobiernan vuestros actos, y esas fuerzas están en el espíritu.
26. El espíritu goza del don del libre albedrío, medio por el cual debe hacer méritos para salvarse.
27. ¿Quién guía, orienta o aconseja al espíritu durante su libre trayecto, para distinguir lo lícito de lo ilícito y por lo tanto para no perderse? La Conciencia.
28. La Conciencia es la chispa divina, es una luz superior y es una fuerza para ayudar al hombre a no pecar. ¿Qué mérito habría en el hombre si la Conciencia tuviera fuerza material para obligarlo a permanecer en el bien? Yo quiero que sepáis que el mérito consiste en escuchar aquella voz, en persuadirse de que ella nunca miente ni se equivoca en lo que aconseja y en obedecer fielmente sus dictados. Como vosotros podréis comprender, para escuchar claramente aquella voz, se requiere preparación y concentración en sí mismo. ¿Quiénes practican esta obediencia en los tiempos presentes? Contestaos vosotros.
29. La Conciencia siempre se ha manifestado en el hombre; pero la humanidad no ha alcanzado el desarrollo necesario para guiar toda su vida por esa luz. Ha tenido necesidad de leyes, enseñanzas, preceptos, religiones y consejos.
30. Cuando los hombres lleguen a penetrar en comunión con su espíritu, y en vez de buscar lo espiritual hacia el exterior, lo busquen en su interior, podrán escuchar la voz suave, persuasiva, sabia y justa que estuvo siempre vibrando en ellos sin que la escuchasen, y comprenderán que en la Conciencia está la presencia de Dios, que ella es el verdadero medio por el cual debe el hombre comunicarse con su Padre y Creador.
31. El primer paso hacia la regeneración de los hombres, para que alcancen un estado de elevación espiritual, es la caridad. Caridad para con el espíritu, caridad para con el cuerpo, caridad hacia los Semejantes. Mas, debo deciros que ese sentimiento no ha sido debidamente interpretado. La caridad es un nombre que vosotros le dais a determinadas acciones que lleváis a cabo, las cuales en la mayoría de los casos, no llevan en su fondo piedad o una verdadera intención de aliviar una necesidad.
32. Vuestros sentimientos humanos distan aún de ser una realidad, por eso debéis tener siempre presente las palabras y las obras de Jesús en el mundo, como el ejemplo vivo y verdadero de la caridad.
33. ¿Qué será de un espíritu cuando ha cubierto la verdadera caridad con formas que sólo encierran hipocresía? Su despertar será muy doloroso el día que logre penetrar en comunión con su Conciencia y escuche aquella voz justiciera e inexorable.
34. ¿Cómo queréis que los pueblos se reconcilien, que los gobiernos se unifiquen y las guerras cesen, si los hombres están sordos a toda voz que viene de la Conciencia?
35. ¡Cuán fácil será para los humanos entenderse cuando penetren en meditación y escuchen la voz de su razón superior, la voz de ese Juez a quien no quieren oír, porque saben que les ordena todo lo contrario de lo que están haciendo!
36. Puedo deciros que si no habéis estado dispuestos a escuchar los dictados de vuestra Conciencia, tampoco habéis sido obedientes y mansos para practicar mi Doctrina. La reconocéis en teoría, mas no la lleváis a la práctica. A Cristo le reconocéis esencia divina, decís que fue muy grande y que su enseñanza es perfecta; pero nadie quiere ser grande como el Maestro, nadie quiere llegar hasta Él, imitándolo verdaderamente, y debéis saber que Yo vine, no sólo para que supieseis que soy grande, sino también para que todos vosotros lo seáis.
37. El hombre quiere salvarse desconociendo su naturaleza espiritual y eso no puede ser.
38. ¿De qué le sirve a muchos creer en una vida después de ésta, si no emplean su existencia en hacer méritos para la eternidad? Toda su fe se concreta en saber que después de la muerte, su espíritu irá a un Más Allá y espera el último instante para reponer todo el tiempo perdido y borrar todas sus manchas con un acto de contrición.
39. Triste equivocación, porque los errores sólo pueden repararse con obras que requieren haber obedecido los reclamos de la Conciencia, y tiempo para reparar todos los pecados cometidos; y en cuanto al arrepentimiento en los que están por partir hacia lo espiritual, Yo os digo, que son pocos los que en esa hora lloran por los males que han causado y que su preocupación es más bien el temor al castigo, a la sentencia o a la condena según ellos la imaginan.
40. ¿Verdad que os hace falta una Doctrina que os hable ampliamente, os prepare y os abra los ojos a la luz, como lo hago a través de mi palabra?
41. Ved cuán necesario es que vosotros extendáis este Mensaje por todos los lugares de la Tierra. Con ello, estaréis haciendo con vuestros hermanos una verdadera obra de caridad.
42. Borrad de los hombres la impresión errónea que de las doctrinas espirituales se han formado basadas en la ignorancia, superchería y engaño. Presentad mi Doctrina en toda su pureza y majestad para que ella borre la ignorancia, el fanatismo y la dureza que no permiten a la humanidad pensar en su yo espiritual, al que han privado de toda libertad de acción.
43. Andáis huyendo de lo espiritual y no pensáis que pronto seréis espíritu; mas no siempre tenéis la culpa de vuestra ignorancia, sino quienes os guían.
44. Os han invertido el sentido de los valores esenciales, hasta el grado de creer que la verdad está en lo opuesto a la verdad.
45. ¿No tomáis a veces objetos materiales como si fuesen divinos? ¿No concedéis eternidad a bienes pasajeros? Creéis haber comprendido a Cristo y ni siquiera lo conocéis.
46. ¿Acaso vine Yo a daros pruebas de grandeza empleando para ello riquezas o poderíos de la Tierra? Jesús vino sin riquezas materiales, se presentó en el mundo en la pobreza más absoluta. Él fue grande en cuanto a sus obras, a su palabra, a su Doctrina; pero nunca en cuanto a su aspecto superficial.
47. ¿Por qué habría de tomar los bienes de la Tierra, si éstos fueron creados por el Padre para las criaturas humanas? ¿Qué podría Yo necesitar de esta Naturaleza cuando es ella la que se nutre de Mí?
48. Yo vine a mostraros la belleza de una Vida superior a la humana, a inspiraros las obras elevadas, a enseñaros la palabra que prodiga amor, a anunciaros la dicha no conocida, aquella que espera al espíritu que ha sabido escalar la montaña del sacrificio, de la fe y del amor.
49. Todo esto debéis reconocer en mi enseñanza, para que al fin comprendáis que son vuestras obras las que acercarán a vuestro espíritu a la verdadera felicidad.
50. Cuando la primera lección haya sido comprendida y después ejecutada, os rendirá un fruto agradable, el cual os estimulará para dar el siguiente paso.
51. Hoy se abre al mundo una nueva etapa en la que el hombre buscará mayor libertad para su pensamiento, en la que pugnará por romper las cadenas de esclavitud que su espíritu ha arrastrado.
Es el tiempo en que veréis a los pueblos traspasar las barreras del fanatismo en busca de sustento espiritual y de luz verdadera, y os digo, que todo aquel que por un instante llegase a experimentar la felicidad de sentirse libre para meditar, para escudriñar y practicar, jamás volverá voluntariamente a su cautiverio, porque ya sus ojos contemplaron la luz, y su espíritu se extasió ante las revelaciones divinas.
52. Pueblo: Antes que las guerras terminen en el mundo, mi Ley de Amor tocará todos los espíritus, aunque hoy no podéis saber de qué manera.
53. Este Mensaje de luz espiritual también llegará, mas ello será cuando estéis fuertes. Nadie se atreva a decir que esta Obra es la verdad si no está convencido de ello, porque nadie os creerá; pero si vuestra fe es absoluta y vuestra convicción verdadera, nadie os evitará que llevéis la Buena Nueva a todos los corazones.
54. Humanidad: Siempre habéis presentido la existencia de seres invisibles que vagan por el espacio, que a veces se acercan a vosotros, que os rodean y pensando que pueden ser espíritus que sufren, habéis tratado de hacer algo por ellos. La intención ha sido buena, pero siempre os ha faltado el conocimiento para que aquella caridad resultase efectiva. Hasta ahora, no habéis sabido la forma verdadera de hacer luz en los seres turbados o presas del remordimiento.
55. Les habéis ofrecido ceremonias y dádivas materiales y, aunque habéis logrado tranquilizar vuestro corazón, ellos nada han recibido, porque lo del mundo ya no les pertenece, ya no llega a ellos. Esos seres buscan caridad espiritual, consuelo, amor, comprensión. Mas, ¿cómo poder ofrecerles una ayuda espiritual? Mi palabra viene a ilustraros también sobre la forma de hacer la caridad a aquellos a quienes ni siquiera contempláis.
56. Si en verdad queréis hacer un bien a vuestros hermanos espirituales librándoos a la vez de sus malas influencias, debéis orar por ellos, con oración sentida, plena de piedad, y de elevados pensamientos. Si sentís que en vuestra vida humana se manifiestan en alguna forma, presentadles buenos ejemplos y buenas obras, para que en ellas tomen luz para su espíritu. Dejad que os vean sanar a los enfermos, que os contemplen perdonar a quien os haya ofendido, que vean brillar nobles ideas en vuestra mente, que sólo escuchen buenas palabras en vuestros labios.
57. ¿Qué misiones tendréis que cumplir con ellos y ellos con vosotros? ¿Qué deudas habéis contraído unos con otros? No lo sabéis, mas en verdad os digo, que no es la casualidad la que les pone al paso de los hombres, siempre hay una razón para que ellos se aproximen a sus hermanos.
58. Será muy agradable para vuestro espíritu ser recibido por ellos a vuestra llegada al Valle espiritual, recibiendo muestras de gratitud por la caridad que les brindasteis y será grande vuestro gozo viéndoles inundados de luz; pero cuán doloroso será encontraros con aquella legión de seres, oscurecida por la turbación y saber que ellos esperaron una caridad de vuestra parte y vosotros no se las disteis.
Meditando en esa responsabilidad, ¿estáis dispuestos a poner en práctica los conocimientos que en esta lección os doy? Ved que en ella no os estoy autorizando a que materialicéis en alguna forma a aquellos seres, por el contrario, os inspiro la forma de que les conduzcáis hacia la espiritualidad, ofreciéndoles el ejemplo de una vida virtuosa y limpia, y a que apartéis de ellos sus confusiones y tinieblas por medio de vuestras oraciones, cuyos pensamientos e ideas hagan luz en sus entendimientos.
59. Jacob, os reveló con su sueño la existencia de la Escala espiritual por la cual ascendían y descendían seres sin cesar. ¿Quién ha entendido su contenido? ¿Quién ha descifrado su misterio? Ahí, en el sentido de aquella figura contemplada por el patriarca, está la evolución de los espíritus, el incesante reencarnar de las criaturas espirituales en los hombres, la restitución y expiación de los seres, la comunicación de Dios con el hombre y la comunicación de espíritu a Espíritu.
60. Es menester que conozcáis este mensaje para que deis justa interpretación a las revelaciones de los tiempos pasados.
61. Mirad cuántas etapas tienen que pasar sobre los espíritus, para que éstos lleguen al fondo de mis enseñanzas.