Enseñanza 246

1. Discípulos amados: Habéis sido llamados para desempeñar una misión espiritual en este tiempo. Para que vuestro espíritu fuera digno de alcanzar estos cargos, tuvo que atravesar grandes pruebas y apurar cálices muy amargos, pero ese crisol os dio temple, evolución y experiencia.

2. Sois los mismos a quienes en otros tiempos he buscado para doctrinaros, pero esta porción que formáis, es sólo una mínima parte del pueblo de Dios que está diseminado en el Universo, y al que amo por igual como a vosotros.

3. Todos tenéis el mismo origen, todos poseéis los dones del Espíritu Santo y llegaréis al mismo fin, mas os he nombrado mi pueblo, porque sois como hermanos mayores entre la humanidad, que tenéis la misión de llevar la simiente de amor a todo espíritu. De Mí brotasteis como simiente virgen y habréis de volver a Mí como semilla multiplicada en número infinito, pero tendrá que ser limpia como la original.

4. Así llegarán los espíritus a mi Seno: Grandes por el desarrollo de sus dones y limpios por la pureza de sus obras.

5. Os he confiado una parte de mi Obra, porque si Yo todo lo hiciese, no os daría ocasión para perfeccionaros.

6. A través de los tiempos os he dado una Doctrina que he ido ampliando para que ella como Ley rija vuestra vida humana, y afirme a vuestro espíritu en la senda que conduce a la luz eterna.

7. De mi Ley, que es semejante a un árbol, los hombres han cortado ramas que son las sectas y las religiones, las cuales por haber quedado desprendidas del árbol han perdido la savia, su sombra ha sido escasa y entre su follaje no existen nidos de amor ni frutos de buen sabor.

8. No os he revelado mi Doctrina sólo para que viváis bien en la Tierra; ella es el camino que conduce al espíritu a la parte más alta, a las regiones más elevadas del amor, de la sabiduría y de la armonía con todos los seres.

9. Las religiones no han cumplido con la misión de conducir a los espíritus hacia los umbrales de la eternidad; éstos, al desprenderse de este mundo, se pierden en la encrucijada de la muerte, ignoran el camino, tropiezan por falta de luz y caen en materialismo, buscando la vida que dejaron.

10. Ese no es el camino que he trazado; mi camino es de luz, de revelación, de profunda sabiduría para todos, de caridad y amor. Para no desviarse de él se requiere sacrificio, renunciación y perseverancia en el cumplimiento de mi Ley.

11. Y mi Espíritu, que os ama, se ha presentado en el camino de cada uno de mis hijos, para despertarlos a la luz de la verdad y ponerlos en camino de encontrar el Árbol de la Vida, que brinda agradable sombra y ofrece buenos frutos porque su savia es perfecta.

12. Esto os da a comprender que llegarán tiempos en que no tengáis más pastor, ni más guía que vuestra propia Conciencia, en la que brilla mi luz.

13. En este mundo no existen fuentes de verdadero saber espiritual, la fuente de gracia y sabiduría la hallaréis en Mí a través de vuestra humildad, en vuestra comunicación espiritual con el Padre.

14. Estos humildes y pequeños recintos donde penetráis para tener y gozar de mi manifestación, os protegen de la inclemencia del tiempo y de las miradas indiscretas, pero ellos nunca podrán ser el Templo de mi Divinidad, porque prefiero buscarlo en el Universo que he creado, donde cada ser es una ofrenda, donde cada vida es un santuario y cada corazón una lámpara.

15. Doquiera que vayáis y miréis, palparéis mi presencia, porque mi Espíritu habita eternamente en su Templo, donde lo divino, lo espiritual y lo material están enlazados en perfecta armonía para formar el Santuario de Dios.

16. Pero no sólo Yo habito este Templo, sino que dentro de él están todas mis criaturas, ocupando cada quien la morada que le corresponde.

17. En verdad os digo, que no existe en la Tierra maestro alguno que pueda enseñaros un camino más corto y que os lleve más lejos que éste, ni que pueda mostraros un horizonte tan amplio cuya luz os haga contemplar la eternidad.

18. El hombre ha desarrollado su ciencia grandemente, mas siente que está llegando a un límite, pero no es que la ciencia pueda tener límites, es que me he interpuesto en la carrera de aquél, para hacerlo meditar sobre su obra, para hacerle oír la voz de su Conciencia y esperar su rectificación; cuando el hombre aplique su ciencia al bien de sus hermanos, la Naturaleza desbordará sobre él sus secretos y como sierva quedará a sus pies, porque envié al hombre a la Tierra para que en ella gobernase y fuese su señor.

19. La purificación es universal, porque desde el pequeño que está naciendo hasta el que ha llegado a la ancianidad, apuran un cáliz de amargura. Todos los elementos y las fuerzas se encuentran empeñados en una batalla.

20. Legiones de espíritus de toda índole luchan entre sí, y un ambiente de guerra, de dolor y de tristeza, se respira por doquier. Sed fuertes, porque cuando esta batalla pase y las heces amargas hayan sido bebidas, el cáliz vacío será llenado con el vino de la vida y habrá en todos los espíritus de la Tierra como un renacimiento.

21. Entre los que han aprendido mi lección escuchándome en este tiempo, habrá quienes no salgan de su comarca para desempeñar su misión, pero otros tendrán que levantarse en pos de otros pueblos y de otras naciones. Hoy quiero que permanezcáis escuchando mis últimas Cátedras, para que llevéis hasta la última de mis palabras como una herencia.

22. ¡Ay, de los portavoces que cierren sus labios antes de tiempo! ¡Ay, de los que retengan mis revelaciones por falta de preparación o inspiración, porque después su Conciencia implacablemente les reclamará!

23. En 1950 dejaré de comunicarme en esta forma, pero vuestra misión no habrá terminado, por el contrario, será el principio de una vida de lucha. Os mostraré una nueva forma de comunicación, hablaré a vuestro corazón, me comunicaré con vuestro espíritu, inspiraré vuestra mente y así seguiréis oyendo la voz del Divino Maestro cada vez más perfecta, más elevada, más espiritual.

24. Después de levantar mi palabra de entre vosotros, nadie intente atraer mi Rayo para escuchar nuevamente mi Verbo, porque no sabe a lo que se expone. Si en otros pueblos o países donde desconozcan estas enseñanzas, llegasen a comunicarse con el Mundo Espiritual y a invocar mi Divino Espíritu para escucharlo a través del entendimiento humano, Yo perdonaré a aquéllos porque no saben lo que hacen.

Pero a vosotros os digo: Apresuraos para que mi luz llegue antes que el caos, porque viene un tiempo de confusión en el que el sabio creerá no saber nada, en que muchas convicciones queden destruidas y muchas lámparas apagadas. Y en medio de ese torbellino, andará mi Nombre de boca en boca. La humanidad volverá sus miradas a las Escrituras en busca de las profecías y en busca de fe. Los teólogos, los ministros y los hombres de ciencia serán interrogados. Y ese tiempo que os anuncio y para el cual os preparo, es el mismo para el que debéis preparar a las nuevas generaciones, a los que han de continuar vuestra misión, para que mi pueblo no muera en vosotros, sino que crezca y se multiplique en número, en espiritualidad, en saber y en virtud.

25. Se acerca el día en que os deje como maestros, como ejemplo y como libro, porque cuando mi Doctrina resuene entre la humanidad, mi mirada os escudriñará.

26. Pasaron los tiempos en que me escuchabais sin sentir responsabilidad alguna, en que comíais en mi mesa el fruto y el pan sin contraer deuda y bebíais el vino que queríais hasta derramarlo y erais felices encontrando el bálsamo para vuestras enfermedades.

27. Ahora venís con el espíritu despierto, ahora sentís vuestra responsabilidad. Os preocupáis por la humanidad, sufrís por vuestros enfermos y lucháis por mi causa. Y conscientes de que estáis presenciando mis últimas comunicaciones, os apresuráis a oírme y a guardar en vuestra Conciencia mis inspiraciones. Hacéis bien en prepararos, para recibir el juicio en el último día de esta comunicación.

28. El mundo verá surgir a Israel de entre sus cenizas, pero no al Judío metalizado y carnal, sino a Israel por el espíritu, el que haciendo acto de presencia entre los hombres, dará testimonio de la reencarnación del espíritu, Ley de amor y justicia que conmoverá cimientos, criterios y creencias.

Al principio provocaréis luchas y originaréis guerras de ideas, pero luego haréis sentir vuestra paz, que aun en los instantes de mayor agitación os hará permanecer serenos e inmutables y la confusión pasará porque la turbación espiritual nunca es eterna, ya que en el fondo de cada ser existe una chispa de luz que nunca se apaga.

29. Entonces seréis llamados para que expliquéis lo que os enseñé y deis luz para destruir la confusión de vuestros hermanos, y cuando el mundo haya penetrado en paz, mi Reino estará cerca de los hombres, porque mi caridad se encontrará dispuesta a desatar el Séptimo Sello.

30. Sin pregonar que sois mi apóstol, lo seréis. Aunque seáis maestros diréis que sois discípulos. No llevaréis vestidura que os distinga de los demás; no llevaréis libro en vuestras manos, no edificaréis recintos, ni tendréis en la Tierra el centro o cimiento de mi Obra, ni tendréis delante a hombre alguno que me represente.

31. Los guías que habéis tenido hasta ahora, son los últimos.

La oración, la espiritualidad y la práctica de mi Doctrina guiarán a las multitudes por el camino de la luz.

32. Es solemne el instante en que la esencia de mi palabra llega hasta vuestro corazón, dejando una huella de luz; es la misma que en otro tiempo os tracé con sangre de amor.

33. El espíritu, en su afán de redimirse, busca el camino en este tiempo y en él me encuentra, a Mí que soy el Perdón que lava y el Amor que eleva. En verdad os digo, que este amor es la fuerza que une todo lo creado por Mí, es el aliento divino que da vida y fortaleza a todos los seres.

En el trayecto de vuestra evolución, habéis ido transformándoos hacia la perfección, tanto espiritual como corporal, aunque os digo, que lo esencial de vuestro ser es el espíritu, ya que la materia es solamente una envoltura en la cual el espíritu se desarrolla.

34. Si a través de los tiempos os habéis perdido, siguiendo las inclinaciones de la carne, comprended ahora que ya habéis encontrado el camino, que habéis penetrado en el recogimiento, en el cual el Padre se está manifestando al mundo, para que éste alcance salvación. Vosotros, en el afán de salvaros, habéis llegado a veces al sacrificio, porque comprendéis que tarde o temprano, pero inexorablemente tendréis que penetrar en la vida espiritual.

35. No dejéis de reconocer que esta vida, sembrada de bellezas y maravillas, es grandiosa; no podéis negar que el hombre ha puesto en ella su obra también, que ha dado adelanto a vuestra manera de vivir. Sin embargo, ha llegado el tiempo en que volváis vuestros ojos a Mí, para decirme que Yo soy el Creador y Dueño de todo cuanto os rodea y que soy la Luz que revela la ciencia a los hombres. A este grado de elevación no todos han llegado, porque no todos han comprendido los tiempos en que viven, ni tienen noción de la vida que anteriormente han tenido.

36. ¿Cómo pueden presentir la gracia de este tiempo, aquellos que envueltos en fanatismo religioso, quitan toda libertad al espíritu y le privan de toda expresión natural? Todo espíritu guarda en sí mismo grandes dones, puesto que él ha sido antes que el mundo, pero si él se encuentra encadenado y privado de expresar lo que encierra, tendrá que vivir incomprendido y confundido; tendrá que vivir de presentimientos de lo espiritual y de reminiscencias de su propio pasado, ocultando y callando todo, por el temor que sobre lo espiritual le han infundido fanáticas creencias. Así no podrá sentir mi presencia si le sorprende hasta la palabra, espíritu. ¿Cómo podrá tener fe en la resurrección del espíritu, que es la reencarnación? ¿Cómo podrá creer en estas manifestaciones que ahora miráis?

37. Se aproximan los últimos instantes en que os hablaré así, y la humanidad no ha dado pruebas de sentir mi presencia.

38. ¡Cuán pocos son los que han sabido de mi comunicación en este tiempo! ¡Cuán pocos los que, a más de dar crédito a mi comunicación por medio del entendimiento humano, tienen la certeza de que la Divinidad para manifestarse, puede hacerlo en número infinito de formas! Mas si vosotros, a quienes estoy preparando para que seáis mis testigos, no dieseis testimonio de mi manifestación en este tiempo, la Naturaleza y sus elementos hablarán, y las nuevas generaciones conocerán mi Obra aún no habiendo escuchado mi palabra.

39. Pesad vuestra responsabilidad y ved que aún es tiempo de aprovechar mis enseñanzas, las cuales sabéis que encierran un profundo sentido espiritual, que marca un camino de desarrollo para vuestro perfeccionamiento. Guardad en vuestro corazón la impresión que os deja mi esencia y olvidad que fue manifestada a través de un hombre, cuyos labios sólo expresaron mi inspiración.

40. No daréis enseñanza si antes no la habéis practicado, porque nadie os creerá. Los hombres os pedirán pruebas, que a vosotros os he enseñado a dar. De lo que hasta ahora podéis y debéis saber del espíritu, os he hablado; nada añadiréis a lo revelado por Mí. Seguiréis luchando por ser fuertes de espíritu y materia, pues si hasta ahora existen enfermedades entre vosotros, es porque no habéis sabido elevaros sobre la miseria y el dolor de esta vida, por falta de espiritualidad y de fe.

41. Mi Doctrina no sólo enseña a tener fe en el poder de Dios, sino a que tengáis fe en vosotros.

Quien sea verdadero Espiritualista podrá en cualquier hora recibir en su entendimiento la idea pura de su Señor, porque tanto en su espíritu como en su cuerpo habrá dignidad. Os digo en este día: Velad y orad, y que la fuerza de vuestro pensamiento, elevada en oración al Padre Celestial, descienda y se extienda como bálsamo sobre los sufrimientos de esta humanidad.

42. Hijos amados: He aquí mi presencia divina con vosotros, no hecho hombre como en el Segundo Tiempo, sino espiritualmente.

43. Hablo al conjunto que me escucha, pero si penetráis en mi palabra sentiréis que el Maestro habla a cada corazón.

44. No os familiaricéis con mi palabra, mirad que ella está modelando vuestro espíritu para que afirme su planta en el sendero.

45. Elías es el pastor invisible que guía a las ovejas hacia el aprisco seguro, como Moisés os guió en el Primer Tiempo hacia la tierra de promisión.

46. ¿Cuándo seguirá esta humanidad extraviada la huella de su pastor? Yo la iluminaré para que encuentre el camino.

47. El camino del que hablo es el de la regeneración, el de la espiritualidad, el de la práctica de la caridad. Que todo el que escuche la voz angustiada del enfermo, la petición del cansado y sin consuelo, abra su corazón y lo sienta palpitar de amor y de piedad.

48. Es mi deseo que dejéis manifestar a vuestro espíritu en su verdadera esencia, para que seáis reconocidos como apóstoles de mi Obra.

49. Preparando me encuentro a las nuevas generaciones que darán un paso más adelante en el camino. Vosotros preparadles el sendero.

50. A vosotros os tocó escuchar mi divina enseñanza en este tiempo, porque así estaba escrito. El reloj marcó la hora en que cada uno había de llegar a recrearse bajo la sombra del Árbol corpulento, donde habita el Padre en espera del retorno del hijo pródigo para quien siempre tiene una mirada de perdón, un abrazo de bienvenida y una sonrisa de amor.

51. Llega la Luz de mi Divino Espíritu al fondo del corazón a través de vuestro cerebro. Y en vuestros labios pongo mi palabra para que cumpláis la misión que os he confiado.

52. No es esta palabra obra de la fantasía humana. Es la elevación que el espíritu ha alcanzado, la que lo ha acercado en esta forma a Mí; porque vais comprendiendo mi Ley, y conforme os desarrolléis dentro de ella vais alcanzando mayor evolución.

53. Quien no me comprenda, aún habiéndome escuchado, es porque mezcla a mis enseñanzas sus teorías e ideologías de la Tierra, es porque confunde el Espiritualismo con credos dogmáticos y costumbres religiosas, impuestas a ellos por sus antepasados.

54. Mi Doctrina no os impone dogma alguno; vuestra capacidad espiritual es la única que os dará el conocimiento de mi enseñanza. Vosotros sólo debéis seguir ese desarrollo sin deteneros, hasta que vuestro espíritu haya alcanzado su perfección.

55. Mi deseo, expresado en mi Ley y en mi Doctrina, es que los hombres fraternicen, que se Amen unos a otros, que exista paz en el mundo, que cada hombre me represente en la Tierra por su virtud y ejemplos.

56. He sorprendido a la humanidad confundida en este Tercer Tiempo y le he enviado esta Inspiración divina para que se salve.

57. Mas he tenido que combatir sus costumbres y formas antiguas de rendirme culto, porque las he juzgado impropias ya de este tiempo, y mi lucha ha sido grande con los conservadores de esta herencia que no es mía.

58. La Doctrina que os he traído y que he nombrado Espiritualista, es la eterna, la que siempre os he enseñado, mas en verdad os digo: Quien no la haya sentido nunca, no podrá decir que la ha comprendido.

59. Debéis estar de plácemes, porque mi venida marca en vosotros un paso en la senda del progreso espiritual.

60. Como aún sois pequeños y débiles, no alcanzáis a contemplar toda la grandeza que mi revelación encierra. Pero os desarrollaréis bajo mis enseñanzas y llegaréis a dar un buen ejemplo ante aquéllos que esperan que vosotros marquéis con vuestra vida, el camino espiritual que la humanidad ha perdido. No vayáis a desesperarles o decepcionarles si a ellos llegáis sólo con palabras y ningún ejemplo, porque no os reconocerán como a mis discípulos, debéis de dar testimonio de mi enseñanza con vuestras obras.

61. ¡Qué distantes se encuentran los hombres de comprender la paz espiritual que reinará en el mundo! Ellos tratan de imponerla por medio de la fuerza y de amenazas, es el fruto de su ciencia, de la cual hacen alarde.

62. No es que Yo venga a desconocer, o esté en contra de los adelantos de la humanidad, porque ellos son también una prueba de su evolución espiritual; pero sí os manifiesto que no es grato ante Mí, su alarde de fuerza y de poderío terrestre, porque con él, en vez de hacer liviana la cruz de la humanidad, ultrajan los principios más sagrados, atentan contra las vidas que no les pertenecen y siembran dolor, lágrimas, luto y sangre, en vez de paz, salud y bienestar.

¿Por qué si la fuente de donde toma su ciencia, que es mi propia Creación, que es inagotable en amor, sabiduría, salud y vida, sus obras manifiestan lo contrario?

63. Quiero igualdad entre mis hijos, como lo prediqué desde el Segundo Tiempo, pero no como la conciben los hombres únicamente material. Yo os inspiro la igualdad por el amor, haciéndoos comprender que todos sois hermanos, hijos de Dios.

64. No temáis llevar a la humanidad estas revelaciones; no seréis llevados al martirio, porque esos tiempos ya pasaron, aunque sí seréis motivo de investigaciones.

65. Así os preparo a través del entendimiento del hombre. Mi palabra tiene la misma esencia en todos los portavoces y si juzgáis que ella es diferente en todo, es porque vosotros os detenéis en la forma y no vais al sentido.

66. Quiero recibir vuestras obras en beneficio de vuestros hermanos, quiero contemplar en vosotros la práctica de mis enseñanzas. ¡Cuántas maravillas que sorprendan a los hombres podéis hacer!

67. Cumplid, y por medio de vuestros méritos, poseed la Tierra Prometida, esa promesa que será en vosotros realidad eterna.

68. Llega el hijo ante su Padre en busca de calor, viene a convertirle en su Confidente para depositar en Él, cuitas, amarguras, e inquietudes. Y en verdad me complazco escuchando hasta el más íntimo latido de su corazón. A esto me acerco entre vosotros, a daros la luz de mis enseñanzas para que os levantéis.

Si no vengo a derramar riquezas de la Tierra en vuestras manos, tampoco quiero que viváis en la miseria; entonces podréis mostrar un limpio ejemplo a las futuras generaciones, cuando sepan que me seguisteis y os regenerasteis sin perseguir intereses mezquinos ni apartaros con fanatismo de vuestros deberes materiales.

69. Edificad sobre la tierra firme, para que lo que he levantado de espiritualidad y regeneración en vosotros, no vengan a destruirlo los incrédulos. Mas no por temor al mundo vayáis a ocultaros; esta Verdad tendréis que mostrarla al mundo a la luz del día; en este tiempo no buscaréis catacumbas para orar y poder amarme. No debilitaréis al hablar o al dar testimonio de Mí en alguna forma, porque los hombres negarán que me comuniqué con vosotros, dudarán de que las multitudes de enfermos y menesterosos sanaron y encontraron consuelo a sus penas, negarán los prodigios que hice para encender vuestra fe.

70. Os dejaré el Libro de mis enseñanzas para que digáis al mundo: “He aquí lo que legó el Maestro”. Y en verdad, ¡cuántos al oír la lectura de mi palabra creerán y cuántos pecadores se regenerarán! Recordad todas estas enseñanzas para que no os sorprendan las pruebas en vuestra vida.

71. Seguiréis impartiendo el bálsamo a lo largo de vuestra jornada, vuestra palabra será consuelo dulce para niños, jóvenes y ancianos, y así como ahora habéis sido buscados, mañana seguiréis siendo solicitados. Seréis llamados por el agonizante que busca vuestro auxilio, y vuestras palabras serán como un camino o un faro en la hora suprema de los espíritus.

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