Enseñanza 244

1. Mi amor y mi caridad están entre vosotros, ¡oh, pueblo amado de Israel!

2. Hombres y mujeres que doblegáis vuestra cerviz ante mi presencia: ¡Yo os bendigo! Espíritus del pueblo escogido de Dios en los Tres Tiempos y que hoy nuevamente abrís vuestros ojos para contemplar mi presencia y mi luz: ¡Benditos seáis!

3. Penetrad en el fondo de mi palabra. Cristo se está comunicando a través del entendimiento humano, para daros la enseñanza, mas os digo, que cuando os he entregado mi palabra, ahí ha estado Jehová el Padre y el Espíritu Santo. No busquéis en mi Espíritu Divino tres personas sino un solo Espíritu Creador, un solo Padre que ha venido a vosotros en Tres Tiempos y fases diferentes.

4. De cierto os digo: ¡Cuánto han confundido a la humanidad los teólogos! Pero os doy mi luz para salvaros, redimiros y levantaros, diciéndoos con verdad, que no será vuestra mente la que revele al espíritu estas enseñanzas, sino el espíritu quien revele a la mente humana el conocimiento espiritual y divino. Por ello os digo: No serán los teólogos, sino los Espiritualistas, los verdaderos discípulos del Espíritu Santo, los espíritus que aprendan a comunicarse y a estar en contacto con mi Espíritu Divino, para escuchar mi voz y sentir mi caricia, mi fortaleza y arrullo.

5. Por eso en este instante, me he limitado en un solo rayo de luz para comunicarme con vosotros a través de un solo entendimiento y os hablo como Padre con mi propio Verbo, que fue el que encarnó en el Segundo Tiempo, con mi Espíritu Santo que siempre ha estado en Mí, porque soy Yo mismo y de quien habéis brotado todos vosotros. Reconoced la verdadera Trinidad Divina, buscando un solo Espíritu, una sola esencia y un solo calor.

6. Habéis penetrado en el tiempo de la evolución, de la manifestación y revelación del Espíritu Santo, y cada una de mis revelaciones despertará al pueblo y le hará meditar. Habrá instantes de confusión en que diréis: “Padre, la razón siempre está en Vos, la verdad sois Vos y yo soy siempre un párvulo delante de vuestra presencia”.

7. Os recibo en este día de conmemoración, y la tradición que aún es con vosotros, se borrará en tiempos futuros y el advenimiento de la Divinidad y del Mundo Espiritual no será conmemorado en un solo día: Quiero que siempre estéis en contacto Conmigo y con vuestros hermanos.

8. En el Primer Tiempo me entregabais un culto de temor y no de amor hacia Mí, que brotaba tan solo de vuestra parte material, porque no habíais descubierto aún en el Corazón del Padre su amor infinito y perfecto para sus criaturas, y solamente mirabais en Mí a un Padre inexorable, severo y justiciero.

Poseíais mis leyes y las cumplíais por temor a mi justicia, y Yo esperaba el tiempo en que me reconocierais como a un Padre amado y no temido. Pero a pesar de que os di grandes pruebas de mi amor, mi calor y mi ternura, vosotros seguíais temiendo la justicia de Jehová; seguíais temiendo la voz de vuestra Conciencia, a través de la cual os hablaba incansablemente.

En aquel tiempo de preparación y despertar para el espíritu, en el cual comenzabais a dar los primeros pasos con firmeza, en el camino que conduciría a vuestro espíritu hacia el Mío, os di a comprender que no era mi voluntad que penetrarais en comunicación con los espíritus del Más Allá, porque todavía no estabais preparados para ello y no sabríais hacer buen uso de aquella gracia; no estaba preparado el Mundo Espiritual ni vosotros para tener comunicación entre sí, pero la intuición de esto ya existía, como también la facultad y la gracia, y es por eso que desde aquel entonces ya surgían en el mundo los hombres que buscaban la comunicación con los espíritus.

9. La prohibición no había de ser eterna; ¿cómo había de prohibir el Padre, que ama tanto a sus hijos, la comunicación entre ellos mismos?; ¿cómo había de poner barreras y distancias mi Espíritu Divino, a los hermanos que se buscaban con afán y amor?

No era el tiempo propicio, y por eso os lo evité; mas en mi amor infinito hacia el hombre, hacia vuestro propio espíritu encarnado, me hice hombre, profetizándoos, previéndoos antes estas enseñanzas, para que mi venida no fuera una sorpresa y os pudiera encontrar velando y orando, en vigilia y en espera de mi presencia.

10. Cumplí mi promesa y encarnó mi Espíritu. Vine a nacer como hombre y a habitar entre vosotros, a vivir, crecer y morir; en ese tiempo en que Yo, vuestro Padre, me hice hombre, os di manifestaciones, lecciones y enseñanzas llenas de espiritualidad. Muchas revelaciones entregué a vuestro espíritu, las que a unos los llenaron de luz y por las cuales otros se confundieron.

11. Os preparé con mi venida en el Segundo Tiempo, para que elevaseis vuestra mirada y contemplaseis más de cerca mi Reino, para que en este tiempo sintiese vuestro espíritu que el Reino de los Cielos se iba acercando más y más. Y entonces, encontré entre la humanidad a grandes legiones de espíritus invisibles e intangibles para vosotros, que eran un misterio inaccesible todavía para vuestro propio espíritu; aquella vida que vibraba y se agitaba entre vosotros, Yo os la revelé, descubrí el misterio de esas manifestaciones y mostré al teólogo y al científico que mi revelación era superior a sus descubrimientos y palabras.

12. Yo sané a los enfermos desahuciados por la ciencia, porque sus enfermedades eran sobrenaturales, porque pertenecían a la naturaleza espiritual. Liberté a los poseídos por las grandes legiones de espíritus turbados y los que en Mí creían se levantaron glorificando mi Nombre y reconociendo mi poder; los que no creían en Mí me juzgaron y atribuyeron aquellos poderes al mal, tratándome como hechicero.

Yo abrí una puerta de luz a la humanidad, para que contemplaseis que para el espíritu no hay distancias, y en el instante de mi muerte en cuanto hombre, mi Espíritu despertó a los espíritus que moraban en sus sepulcros, les levanté como a Lázaro de sus tumbas y los envié entre vosotros para dar testimonio de su presencia y de su existencia.

13. Vuestros ojos les contemplaron y vuestros corazones les sintieron muy cerca, porque Yo, en ese instante de prueba les resucité, para que testificaran la vida gloriosa del espíritu, la vida eterna del Más Allá, que a todos vosotros espera.

Y aun fue mi voluntad, que después de pasar mi cuerpo por las entrañas de la Tierra, volviera a vosotros en la forma de Jesús, para manifestarme delante de vuestros ojos, por primera, segunda y muchas veces más para dejar eternamente abierta la puerta que comunica al Valle espiritual con éste que vosotros habitáis actualmente, para dar acceso a los espíritus hacia mi Reino prometido, y que ellos contemplasen que esa puerta de amor del Padre, del Espíritu Santo, quedaba por siempre abierta para todos.

Aquella puerta, cerrada por un tiempo solamente, porque vuestros espíritus estaban incapacitados para atravesar sus umbrales, era abierta por la caridad del Señor. Desde ese instante el espíritu del hombre despertó para la comunicación espiritual.

14. Mas no era todavía el tiempo de la plena comprensión de las revelaciones espirituales, pero la sed de estas enseñanzas divinas comenzó a envolver a la humanidad, los hombres de las distintas generaciones de la Segunda Era, comenzaron a buscar con ahínco el Más Allá, haciendo uso de sus facultades y dones dormidos en su propio seno, y fueron encontrando la senda que les conducía al Valle espiritual.

15. Muchos tropiezos y desengaños tuvieron los humanos, muchas profanaciones se cometieron en mi obra y en mi Mundo espiritual, mas el Padre todo lo perdonó, contemplando la ansiedad de los espíritus que poblaban esta Tierra por lograr la comunicación con sus hermanos espirituales. Y mientras parte de la humanidad anhelaba el descubrimiento de estas revelaciones, y la comunicación con el Más Allá, otra parte veía con recelo y repulsión la comunicación espiritual.

16. Pero ha llegado entre vosotros el Tercer Tiempo, el tiempo en que Yo, vuestro mismo Dios, el mismo Padre que vino en el Primer Tiempo como Ley, el mismo que se hizo hombre para derramar entre vosotros su Verbo, ha venido como Espíritu Santo; no a materializarme como en el Primer Tiempo, ni a humanizarme como en el Segundo, sino a prepararos a través del entendimiento del hombre, comunicándome por breves instantes, para después poder hacerlo con vosotros de Espíritu a espíritu; porque ahora todavía, hablando como Espíritu Santo tuve que materializarme hasta donde fue mi voluntad al hablar a través del propio hombre.

17. En corto instante se abrirá ante vosotros una nueva Era: El tiempo de la Gracia del Espíritu Santo, en el cual vosotros me encontraréis, no a través de ritos, ni de ceremonias religiosas, ni a través del entendimiento, sino en vuestro propio espíritu.

18. Los tiempos han pasado y con ellos las pruebas, la lucha, la evolución para vuestro espíritu; y ahora os levantáis en el Tiempo del Espíritu Santo como seres capaces de comprenderme.

19. Ya no es el tiempo de la prohibición de la comunicación con el Más Allá. Ya no es el tiempo en que os venga solamente a preparar y a prometer; es el tiempo del cumplimiento de mis promesas, tiempo de deciros que no solamente habéis esclavizado vuestra materia en esta Tierra, sino también a vuestro espíritu le habéis encadenado a las necesidades materiales, siendo que vuestra verdadera morada es el Infinito, es el Universo, es el Espacio espiritual sin fin que Yo os brindo; porque no importa que vuestro espíritu se encuentre encarnado, desde aquí podéis conquistar los espacios, podéis en verdad, habitar en el Mundo espiritual y estrecharos como hermanos los unos a los otros.

20. Si mi luz ha borrado las fronteras, antes os he preparado para que podáis entrar en comunicación tanto con mi Espíritu Divino, como con vuestros hermanos del Valle espiritual, porque no quiero que seáis los hijos de la ignorancia, sino que como discípulos de mi Obra Espiritualista Trinitaria Mariana, podáis entrar con toda pureza y elevación dentro de esa comunicación. Sólo el que no sepa prepararse, no podrá quedar dentro de ella. Aquel que se encuentre manchado, no podrá tampoco llegar a la feliz comunicación de que os estoy hablando, porque ya os he dicho que lo manchado no llega a Mí.

21. Si solamente la curiosidad os llevase a pretender la comunicación con el Más Allá, no encontraréis la verdad; si os llevase el deseo de grandeza o la vanidad, no obtendréis la comunicación verdadera; si la tentación revistiese vuestro corazón de falsas finalidades o intereses mezquinos, tampoco obtendréis la comunicación con la Luz de mi Espíritu Santo.

Sólo vuestro respeto, vuestra oración limpia, vuestro amor, vuestra caridad, vuestra elevación espiritual obrarán el prodigio de que vuestro espíritu extienda sus alas, traspase los espacios y llegue a las mansiones espirituales hasta donde sea mi voluntad.

22. Esa es la gracia y el consuelo que mi Espíritu Santo os reservaba, para que contemplaseis una sola morada y os convencieseis de que la muerte y la distancia no existen. De que ni una sola de mis criaturas muere para la Vida Eterna, porque en este Tercer Tiempo, podréis también estrecharos en un abrazo espiritual con aquellos seres que habéis conocido y amado y perdido en este mundo, pero que no habéis perdido en la eternidad.

23. Muchos de vosotros os habéis comunicado con esos seres a través de mis labriegos, pero de cierto os digo, que ésta no es la comunicación perfecta, y que se acerca el tiempo en que los espíritus encarnados y desencarnados se podrán comunicar entre sí de espíritu a espíritu, sin emplear ya ningún otro medio material o humano: Por inspiración, por el don de la sensibilidad espiritual, de la revelación o del pensamiento.

Los ojos de vuestro espíritu podrán sentir la presencia del Más Allá, después vuestro corazón sentirá el paso de los seres que pueblan el Valle espiritual y entonces el regocijo de vuestro espíritu será grande, lo mismo que vuestro conocimiento y amor hacia el Padre.

24. Entonces sabréis cuál es la vida de vuestro espíritu, quién es y quién fue, reconociéndoos a vosotros mismos sin consideraros con límites tan pequeños como los que corresponden a vuestra materia, pues el Padre os dice: Si pequeña es en verdad vuestra materia, cuán semejante es vuestro espíritu a mi Espíritu Divino.

25. Os hablo para el presente y para el futuro. Os estoy preparando y despertando con mi palabra a través de esta revelación. Vosotros levantaréis vuestra planta para hacer lo mismo con los demás hombres, hablándoles de mi Obra divina, no solamente del Tercer Tiempo, porque lo que os he enseñado y revelado en él, no es mi Obra completa. Lo que os enseñé y revelé en el Primero y Segundo Tiempos, son también parte de ella y por eso tendréis que conocer las enseñanzas de los Tres Tiempos, para que podáis ser los verdaderos Trinitarios; porque habéis estado con el Padre en los Tres Tiempos, en sus tres manifestaciones, en sus tres revelaciones.

26. Preparaos en esa forma pueblo amado, para que mañana no confundáis a la humanidad y para que no exista en el corazón, en la mente o en el espíritu de los hombres, una sola pregunta que os deje en silencio; sino que vosotros, con la Luz de mi Espíritu, todo lo podáis contestar o iluminar, para que no dejéis a un solo espíritu en turbación, sino que les deis a todos la vida, la explicación de lo que el hombre había visto envuelto en misterio, en tiniebla o incertidumbre.

27. Yo soy Luz, Sencillez y Verdad; no es tiempo ya de que veáis misterios donde todo es claridad. Yo voy revelando mi sabiduría al espíritu según éste se eleva; a medida que avanza y se espiritualiza, comprende más y más las revelaciones que él ignoraba, y por este camino eternamente gozará vuestro espíritu con las lecciones siempre nuevas que os muestre mi Espíritu Divino.

28. Vosotros ya tenéis la certeza en este tiempo, de que habéis venido a morar la Tierra en múltiples veces, porque creéis en la reencarnación del espíritu, pero esta revelación, como os la he entregado, estremecerá al mundo, hará revolución entre los hombres y con ello alcanzarán la explicación de muchos misterios y la fortaleza para su espíritu, porque es Ley de amor y en ella está mi luz.

29. No sabéis aún, oh, pueblo amado, cuántas veces fuisteis en este mundo a través de distintas materias y aún cuando la carne se escudriña a sí misma y pregunta a su propio espíritu, no alcanzáis a contemplar vuestro pasado, vuestras vidas anteriores; porque Yo, como Padre, he velado estos conocimientos, he evitado que vuestro espíritu a través de la vida humana descubra sus vidas anteriores, siendo ésta todavía una prohibición del Espíritu Santo que existe entre vosotros.

Pero estáis preparando a las generaciones venideras, a los que han de venir poseyendo espíritus de gran elevación espiritual y que aún están habitando en el Más Allá, en donde se encuentran acrisolándose y elevándose para venir a este planeta; a ellos sí les será dado por mi Espíritu Santo, la facultad de recordad sus vidas anteriores, conocer su pasado, porque ello será útil a su propio espíritu.

Si no os lo he concedido a vosotros, es porque todavía encuentro fragilidad en vuestro espíritu y más aún en la materia y comprendo que os acobardaríais, contemplando vuestro pasado. El que mucho faltó y ofendió a su Padre, no tendría fuerzas para resistir el arrepentimiento y el reclamo de su Conciencia; el que fue grande se llenaría de vanidad; el que fue pequeño se sentiría humillado y en su corazón nacería el ansia de la venganza; es por eso que vuestro Padre, que es sabiduría perfecta, no ha querido revelaros todavía a través de vuestra materia, el pasado de vuestro espíritu.

30. Para las generaciones del futuro está reservada esa gracia, a las que el conocimiento de su pasado no hará mella, y vosotros seréis para ellas como un libro abierto delante de sus ojos. Serán esos espíritus los reveladores de muchos misterios, los que vengan a aclarar la vida del espíritu a través de sus propias vidas materiales, los que hablen a este mundo de otros mundos y de ese camino tan largo que es el camino espiritual.

31. Preparaos, pueblo, para que podáis heredar esta preparación a los que han de brotar de vosotros, para que exista esta gracia en vuestra descendencia; para que las materias que engendréis y concibáis, sean instrumentos dóciles a los espíritus de las generaciones venideras, porque me encuentro preparando a través de vosotros mismos, un mundo nuevo para esta humanidad. Sois el trigo que estoy cultivando en este tiempo y regando con las aguas cristalinas de mis enseñanzas.

32. Los espíritus encarnados y los que habitan en el Valle espiritual, me rinden homenaje en este instante. Toda la Creación me entrega su tributo de amor.

33. El que no se preparó en este día para recibirme, lleva tristeza en su corazón. Mas esa puerta que se cerró para Mí, Yo la abriré con la llave de mi amor, porque soy el Peregrino que visita a todos, para dejar como huella de mi paso, mi enseñanza perfecta.

34. Mi voz viene a despertar al que duerme y a fortalecer al que cansado se encuentra, para hacerle comprender que es corto el tiempo de que dispone y es menester aprovecharlo.

35. Mi palabra ha sido para todos, lo mismo para el culto que para el rudo. A todos les he hablado en una sola forma, humilde y sencilla, porque ante la Cátedra espiritual del Divino Maestro, todos sois párvulos. Pero dentro de esa palabra humilde, ¡cuánta vida, cuánta verdad y cuántas revelaciones habéis encontrado, no habiendo llegado aún a comprenderla y a analizarla completamente!

36. Grande es la responsabilidad de quienes me han escuchado en este tiempo, porque ellos deben ser como semilla de regeneración en este mundo y un estímulo para que los hombres se conviertan. Mis nuevos apóstoles y labriegos, llevarán la resurrección a los que han muerto a la vida de la gracia aunque siguen viviendo materialmente. Ellos escucharán la voz de mis enviados, semejante a aquel “¡levántate y anda!” que escuchó Lázaro.

37. Unos se han preparado desarrollando sus dones y practicando mis divinas lecciones y llenos de ahínco y esperanza se aprestan a la lucha. Otros, por el contrario, se muestran cabizbajos, porque no han aprovechado el tiempo, no han luchado aún. Yo a todos hablo e ilumino, para que cada quien tome lo que le corresponde.

38. No quiero ver a unos satisfechos por el buen cumplimiento, presentando el trigo dorado en abundancia, mientras otros esconden apenados sus manos vacías, porque mi gozo no podrá ser absoluto.

Mas no quiero quitar con esto la alegría al que ha cumplido con su misión, porque para mostrarme su cosecha ha tenido que trabajar, desvelarse y muchas veces llorar, pero a ellos toca también reanimar y estimular a los tímidos, a los fríos, a los que se han fatigado, para que haya fiesta en todo el pueblo cuando se presente el Maestro a pediros cuenta del resultado de vuestro trabajo.

39. Con amor estoy forjando vuestro corazón, para que de él broten obras de caridad y fraternidad.

40. Seguid caminando siempre hacia adelante y no penséis como aquellos que se han conformado con lo que han hecho, creyendo haber conquistado ya la Tierra Prometida.

41. Estáis en el camino de los espíritus, trazado por Dios desde la eternidad. No es camino terrestre visible a los ojos humanos, porque si así fuera, las tierras de Canaán seguirían siendo la meta y Yo de ahí saqué a los espíritus para dispersarlos en todo el orbe, como vosotros que, habiendo habitado en tiempos pasados en el Oriente, ahora habéis surgido en Occidente sin haberos salido del sendero espiritual.

42. Para algunos es aún indispensable el símbolo representado en forma material, otros llevan en su mente las figuras que representan las fuerzas espirituales. Cuando lleguéis a la verdadera espiritualidad, no tendréis necesidad de imágenes o figuras visibles o invisibles, para creer en la presencia de lo divino o para comprender su sentido.

43. Sois precursores porque nuevas generaciones de vosotros brotarán y en ellas encarnarán nuevas legiones espirituales.

44. A ellos les estáis preparando el camino para que su culto, sus prácticas y comunicación Conmigo sean más adelantados.

45. Caminad con paso firme y escalaréis peldaño por peldaño. Despojad vuestro culto de errores y materialismo y daréis cada día mayor elevación y libertad a vuestro espíritu.

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