Enseñanza 221
1. Pueblo, voy a tocar vuestras fibras más sensibles para prepararos y haceros dignos de recibir mi enseñanza.
2. Voy a hablaros de la Madre Divina, de ese Espíritu que encarnó en el Segundo Tiempo para cumplir un elevado destino.
3. María fue enviada para manifestar su virtud, su ejemplo y Divinidad perfecta. No fue una mujer más entre la humanidad. Fue una mujer distinta y el mundo contempló su vida, conoció su manera de pensar y de sentir, supo de la pureza y gracia de su Espíritu y cuerpo. Ella es ejemplo de sencillez, de humildad, abnegación y amor. Y a pesar de que su vida ha sido conocida por el mundo de aquel tiempo y de las siguientes generaciones, hay muchos que desconocen su virtud, su Virginidad. No se explican el hecho de que haya sido Virgen y Madre, y es que el hombre es incrédulo por naturaleza y no ha sabido juzgar las obras divinas con el espíritu preparado. Si estudiara las Escrituras y analizara la encarnación de María y la vida de sus antecesores, llegaría a saber quién es Ella.
4. María es esencialmente Divina, su Espíritu es Uno con el Padre y con el Hijo, ¿por qué juzgarla humana, si fue la Hija predilecta, anunciada a la humanidad desde el principio de los tiempos como la Criatura en quien se encarnaría el Verbo Divino?
5. Entonces, ¿por qué blasfema el hombre y duda de mi poder y escudriña sin respeto mis obras? Es que no ha profundizado en mi enseñanza divina, no ha meditado en lo que hablan las Escrituras, ni acepta mi voluntad.
6. Hoy, en el Tercer Tiempo, también duda de que Ella venga a comunicarse con los hombres y Yo os digo, que tiene participación en todas mis obras, porque es la representación del amor más tierno que se alberga en mi Espíritu Divino.
7. Os he dado pruebas de esta verdad y he permitido que los profetas de todos los tiempos testifiquen a María como la Madre Universal; hoy los que poseen este don, también han visto manifestarse en símbolos o alegorías que la representan.
Habéis sentido su influencia maternal que os acaricia, su fortaleza y consuelo aliviando vuestras penas, y también presentís que su intercesión os ha salvado de muchos peligros, en este tiempo en el que va el mundo transitando por diversos caminos conducidos por la ciencia en vertiginosa carrera, en el que la materialización, la vanidad y los placeres le han alejado del verdadero camino.
8. Por eso vengo a llamar al corazón de mi pueblo para doctrinarlo y enviarlo después como emisario de esta Buena Nueva.
9. Siempre han sido desconocidos mis enviados, mas no temáis que el Todopoderoso está con sus siervos. Yo mismo fui desconocido, ya que no todos supieron ver en Cristo, la presencia de Dios y sólo alcanzaron a ver en Él, a un profeta, o a un iluminado.
10. Tuve que dar testimonio de Mí mismo, con mi vida, mis obras y mi muerte sobrehumanas. Y ante aquella verdad se levantaron muchos con la fe ardiente en su corazón, que testificaron mi Doctrina.
11. Aún muerto no os abandoné, porque después del sacrificio me manifesté espiritualmente en plenitud de vida. Llegué entre mi pueblo del Valle espiritual y ahí le preparé, le envolví en mi luz, le atavié con la blanca vestidura de la pureza y le envié al mundo a encarnarse nuevamente. Mas llegó el tiempo de reunir las tribus de mi pueblo y les hice el llamado hacia este jirón de tierra, porque sois en verdad el pueblo de Israel, mas no por la sangre sino por el espíritu. Mi Reino no es de este mundo ni vuestra morada eterna está en la Tierra.
12. Ved a vuestro Rey y Señor, cómo desciende entre la maldad humana lleno de humildad y amor para hacer llegar sus enseñanzas a los muertos a la luz del Tercer Tiempo.
13. Ya no me busquéis en cultos idólatras. Ya no es tiempo de que me améis con fanatismo. Desde los primeros tiempos he combatido estas malas inclinaciones entre vosotros y os he revelado la comunicación directa con mi Espíritu por medio de la oración.
14. Las Escrituras de los tiempos pasados podrían revelaros lo que hoy os repito, pero el hombre se ha atrevido a falsear mis verdades para difundirlas adulteradas. Y ahí tenéis una humanidad espiritualmente enferma, cansada y sola.
15. Por eso mi voz de ¡alerta! se deja escuchar a través del portavoz, porque no quiero que encontréis la confusión.
16. Por el camino que os estoy trazando, podréis encontrar el que os enseñé en los tiempos pasados, porque todos son uno mismo.
17. Van los hombres caminando con ansiedad, en busca de justicia, de verdad, de caridad y amor. Van tropezando y cayendo ante la indiferencia humana. Mas los que han oído esta voz en el Tercer Tiempo, han sentido mi presencia y en mi esencia han calmado su hambre, su sed y su dolor. Sin embargo, entre los que han sido testigos de mi manifestación, existen aquéllos que la niegan, creyendo imposible que Dios se digne comunicarse a través del hombre pecador. Al incrédulo le digo, que la Luz purísima de la Divinidad no se empañara con el pecado humano, porque mi Luz es infinitamente superior a las obras buenas o malas de los hombres, y además, he venido a dar luz al que se encuentre entre sombras.
18. Hay un placer divino en llegar hasta el pecador, confortar su corazón, hacerle sentir mi calor de Padre y darle a conocer el sabor del pan de Vida Eterna.
19. Vosotros que me oís y que sabéis que formáis el pueblo del Señor, comprended que hasta ahora no habéis cumplido la misión que os asigné desde el principio de los tiempos, que habéis ocultado la Ley y habéis sembrado los caminos de dolor; pero la amargura y las vicisitudes os han hecho conocer el dolor, para que podáis comprender y amar a vuestra hermana, la humanidad.
20. Mi palabra es universal, mas si no es escuchada por todo el mundo es por su materialismo, que cual venda de oscuridad cubre sus ojos, y su oído espiritual ha perdido la sensibilidad para escuchar al Verbo Divino.
21. Tiempos de peligro se acercan. La guerra con su caudal de dolor, miseria y luto hará estremecer una vez más a los hombres. Se turbarán las mentes y los espíritus, y todo ello hablará a la humanidad de su falta de obediencia a mis leyes de amor y de justicia. Mas, Yo como Padre de amor, me interpondré ante el caos y haré brillar mi luz en el firmamento como una aurora de paz y redención.
22. Os estoy preparando para que seáis mañana la luz del mundo, que seáis vida y pan, caridad y amor entre vuestros hermanos.
23. Penetrad en mi palabra y en su esencia me hallaréis.
24. Mi palabra, es luz y paz para el espíritu, desciende en estos instantes a vuestro corazón. Mi luz busca a ese pueblo que en los Tres Tiempos ha recibido mis divinas lecciones.
25. Dormía Israel, cuando de pronto las señales de mi llegada comenzaron a despertarle y a inquietarle. Me presenté entre los hombres y abrí para ellos una nueva Era.
26. Traje en mis nuevas lecciones mayores enseñanzas que las de los tiempos pasados, porque encontré más capacidad en las mentes y mayor evolución en los espíritus.
27. No toméis como una distinción el hecho de haber escogido un pueblo de la Tierra entre los demás; Yo amo igual a todos mis hijos y a los pueblos que ellos han formado.
28. Cada pueblo trae una misión a la Tierra, y el destino que Israel ha traído es el de ser entre la humanidad el profeta de Dios, el faro de la fe y el camino de perfección.
29. Mis profecías y revelaciones que desde los primeros tiempos os he hecho, no tuvieron una justa interpretación, porque no había llegado aún la hora en que la humanidad las comprendiese.
30. Ayer, Israel era un pueblo de la Tierra, hoy, es una multitud diseminada en el mundo; mañana, el pueblo de Dios estará formado por todos los espíritus, los cuales en perfecta armonía, formarán junto con su Padre, la familia divina.
31. Mi palabra es el Libro de la Sabiduría que hará penetrar al hombre en una vida desconocida, más elevada y más bella, conocerá su esencia y a través de su espíritu comprenderá las revelaciones que antes le parecían arcanos insondables y que Yo estaba dispuesto a revelárselas cuando la hora fuese llegada.
32. Buscaréis y amaréis las enseñanzas espirituales, y al ir en pos de ese ideal, sentiréis que se hace ligero vuestro tránsito en la Tierra. Cada hora que pasa, cada día y cada año que transcurren, os aproximan a la culminación de ese tiempo.
33. Estoy derramando a raudales mi palabra para que cuando cese de oírse, no caigáis en confusiones. No quiero que ese día sorprenda impreparados a los primeros ni a los postreros. ¡Con cuánta confianza podréis entregaros después a vuestro cumplimiento si sabéis comprender y obedecer mis mandatos!
34. Falta que os despojéis de muchas prácticas que todavía empañan vuestra vida y vuestro culto. Debéis de interesaros por elevar más vuestra existencia, para que lleguéis a leer en el libro divino que hay en Mí.
35. Hablo al espíritu más que al corazón, porque es el que puede concebir lo que quiere decir elevación y eternidad. Y a los que han hecho de esta Tierra su mansión eterna y en ella buscan su gloria, honores, placeres y poder, les digo: Mirad vuestro mundo estremecido de dolor, poblado de miseria y desolación e iluminado por las falsas luces de una ciencia egoísta y vanidosa.
36. Toda la vida y las obras de los hombres son juzgados en estos instantes; hasta la Naturaleza por medio de sus elementos toca a los espíritus y habla a los corazones.
37. A cada criatura le preguntaré, ¿cuál es el fruto de su siembra? ¿Cuál será su repuesta ante el Eterno? ¿Y vosotros, multitudes que habéis oído mi voz en este tiempo y sabéis que en cada palabra mía habéis recibido un mandato, qué responderéis llegada la hora?
38. De cierto os digo, que a unos y a otros les estoy concediendo el tiempo necesario para que no se presenten desnudos delante de Mí, manchados o miserables. Os quiero fuertes para que sepáis enfrentaros a las vicisitudes, a las grandes lecciones de la vida, a las tentaciones.
39. En verdad os digo, que sois más fuertes de lo que creéis, pero os falta penetrar más en mi Doctrina para que sepáis descubrir en vuestro interior el tesoro espiritual con que está donada cada criatura.
40. Vosotros podéis solucionar conflictos, disipar tinieblas y hacer luz, alejar el mal y atraer el bien.
41. Soldados de Dios serán llamados los que sepan esgrimir sus armas y vencer con ellas toda adversidad. Los espíritus más evolucionados intuitivamente protegerán a sus hermanos más débiles, y éstos a su vez, presentirán cerca de cuál corazón se sentirán más seguros.
42. La grandeza del hombre no se la darán sus posesiones terrestres, ni sus títulos, ni su atavío; en el pobre podrá estar un espíritu elevado por su evolución y espiritualidad, y entre ellos están muchos que manifestarán a la humanidad la Verdad eterna.
43. Esta hora en que os reunís Conmigo, es para vosotros un momento de gozo espiritual, porque os disponéis para recibir mi inspiración y mis mandatos. Vuestro espíritu se ha purificado para recibir la esencia de esta enseñanza y comprenderla.
44. Unos habéis sido dóciles y habéis estado dispuestos a escucharme, otros se han obstinado en desconocerme y Yo espero paciente el despertar de estos discípulos. He venido como Guerrero y me he lanzado a la conquista de los espíritus, porque son mis hijos. No será el rigor el que venza su reaciedad, sino mi amor y mi paciencia. Quiero que me miréis, que me reconozcáis, para que podáis amarme y sepáis que vivís dentro del Universo que Yo gobierno celosamente, y que debéis seguir el camino de rectitud que os he trazado.
45. Os he dado la Ley y he esperado vuestro cumplimiento basado en lo que os dice vuestra Conciencia; no os he impuesto mi voluntad, puesto que os he dado voluntad propia, libre albedrío, facultades, para haceros semejantes a Mí; mas si queréis saber mi anhelo, os diré que ya quiero veros caminar celosamente dentro de mis leyes de justicia, libres de errores, para que dejéis a vuestros descendientes, una simiente buena, un ejemplo claro, un sendero luminoso.
46. La lección que hoy os dejo para vuestro perfeccionamiento forma parte del Libro de mi Palabra, en el cual está contenida mi sabiduría para que sea estudiado y sentido, más con el espíritu que con la mente o el corazón.
47. Hay mucha pobreza en el espíritu de los hombres por su escasa espiritualidad, de ahí nace la tristeza, la orfandad, el hambre. Esta humanidad que amo tanto, necesita alimentarse de sabiduría, de esencia pura y sólo la Palabra divina la fortificará. Para que la humanidad tenga el testimonio del pueblo que me ha oído, aún tendrá que esperar vuestra preparación y entrega al cumplimiento de vuestra misión.
48. Os he enseñado a trabajar con el espíritu, para que vuestra obra sea pródiga en beneficios. Os he dicho que ahí donde vuestra planta no pueda ir, porque no podáis salvar las distancias, vuestro espíritu puede llevar vuestro mensaje y preparar el ambiente de pueblos y naciones que se encuentren en peligro, de hogares que hayan sido invadidos por la pena, o de enfermos que invoquen la caridad. Todo esto podéis hacer en mi Nombre, os lo permito para que podáis presentarme mayores méritos.
49. Para el espíritu no hay distancia que no pueda salvar. Podéis llevar vuestra oración o un buen deseo a vuestros hermanos, y no encontraréis obstáculo que os detenga en vuestro afán de enviar a los demás vuestro mensaje de buena voluntad.
50. Vuestro espíritu presiente que ya está cercano el tiempo en que ha de penetrar en una etapa de mayor elevación, en la que ha de alcanzar la comprensión de sus dones en toda su significación.
51. No quiero que vayáis a quedaros sin recibir hasta la última de las lecciones que he de entregaros. Os daré a conocer mi Obra de este tiempo desde la primera hasta la última parte, para que os sintáis capacitados para presentar a la humanidad el testimonio de mi palabra con vuestras obras de amor.
52. Os he enseñado a orar, para que aprendáis a estar en comunicación Conmigo y podáis recibir mi inspiración que vendrá a iluminaros en los momentos de prueba, porque los hombres se hundirán en un caos mayor que aquél por el que están atravesando y es menester que oréis por todos vuestros hermanos.
53. Estoy escribiendo la historia de la humanidad, en ese libro quedará impreso todo lo que en el mundo hicisteis. ¿Queréis presentar ejemplos de mansedumbre y de paciencia, o preferís dejar una herencia de desobediencia y rebeldía?
54. Muchos de vosotros ya no tendréis una nueva oportunidad de venir a la Tierra, a reparar en ella vuestras faltas, no poseeréis ese instrumento que hoy lleváis y que es vuestro cuerpo, en el que os apoyáis. Es menester que comprendáis que el venir al mundo es un privilegio para el espíritu, que nunca es un castigo; por tanto, debéis aprovechar esta gracia.
55. Después de esta vida iréis a otros mundos a recibir nuevas lecciones y allí encontraréis nuevas oportunidades para seguir escalando y perfeccionándoos. Si habéis cumplido vuestros deberes como hombres, dejaréis este mundo con satisfacción por la misión cumplida, llevando en vuestro espíritu la tranquilidad.
56. En este tiempo os he enviado no sólo para que vosotros os salvéis, sino que os he confiado una legión de seres encarnados unos y desencarnados otros, para los cuales debéis ser guías y guardianes.
57. A todos debéis llevarles mi palabra con la misma pureza con que os la he dado, sencilla en su exterior y profunda en su fondo, sustanciosa, plena de revelaciones para todos, lo mismo se trate de entendidos que de rudos. Y después de las grandes luchas que en el mundo se van a librar en busca de la verdad, triunfará mi Doctrina, prevalecerá una sola idea; el culto de los hombres a mi Divinidad se simplificará para hacerse espiritual. Habréis conocido todos los caminos y habréis elegido el más corto para llegar a Mí.
58. Mi Obra vendrá a coronar el esfuerzo de todos aquéllos que han vivido en vigilia, esperando mi retorno. Esclarecerá muchos de los misterios que el hombre aún no ha logrado comprender, será un arma poderosa en manos de aquéllos que aman el bien y la justicia, llenando de alegría los corazones.
59. Veréis convertirse a mi enseñanza a los grandes príncipes y dejar su reinado, su poder temporal para alcanzar el del espíritu, aquél que no se acaba jamás. Así veréis derrumbarse iglesias que antes lucieron fuertes en su soberbia y vanidad, para seguir mi huella de humildad. Los hambrientos buscarán con avidez hasta en la última de mis palabras al Espíritu de Verdad, al Consolador, al Maestro que regresa triunfante para restablecer su reinado en el espíritu de los hombres.
60. Antes que todo eso suceda, toda impostura y falsedad será señalada, no permitiréis más adulteraciones. Los libros en los que no esté encerrada la Verdad, desaparecerán y sólo quedará el único libro que Yo he confiado a los hombres y que ha sido escrito desde el principio de los tiempos en su propio espíritu.
61. Siempre que la humanidad se ha encontrado en peligro, he llegado para salvarla. Hoy estoy preparando a mi pueblo para que sea baluarte de esta humanidad que se ha empeñado en tantas luchas, que ha caído en un caos del cual no ha podido levantarse. Cuando esta prueba haya pasado, brillará el iris de la paz.
62. ¿Quiénes de vosotros estaréis en la Tierra para ese tiempo? ¿Quiénes verán esa Era de paz? En verdad os digo, que no está lejano ese día y entonces este mundo será una imagen de la Tierra de Promisión que existe en el Más Allá.
63. El amor, que es el principio y la razón de ser de vosotros, estará en todos los corazones de los que se elevará un culto sencillo y puro que llegará a Mí.
64. No habéis pensado en el mañana y esperáis tranquilos los acontecimientos. Estáis confiados en que el Maestro saldrá en defensa de su Obra y debéis de recordar que con mi Obra es al hombre a quien he venido a rescatar. Yo siempre he venido en contra de sus enemigos, éstos son su vanidad, su egoísmo, su apego al mundo, su materialismo; y Yo quiero que en esa lucha seáis los soldados invencibles para que detengáis y extingáis al mal que hoy habita en vosotros.
65. El arrepentimiento, como agua purificadora, está lavando a los espíritus y en ellos está penetrando la luz, el reconocimiento a mis mandatos, han comenzado a germinar los buenos propósitos.
66. Yo bendigo todas las obras y buenos pensamientos de mis hijos.
67. Vengo a concederos lo que os hace falta, ¿qué pueden daros estas criaturas por quienes me comunico para alimentar a vuestro espíritu? Aunque son como vosotros, imagen mía y llevan mis virtudes, no están capacitados para ofreceros el Pan del espíritu, miradlos sólo como mis instrumentos para esta comunicación que he establecido con el hombre.
68. El espíritu de Israel ha evolucionado y aún así no ha alcanzado la completa espiritualidad, y ha sido menester que Yo, a través del entendimiento humano, os entregue mis enseñanzas en lenguaje material para hacerme comprender de vosotros.
69. Los tiempos en que Jesús, mi Verbo encarnado, se manifestó a los hombres, han pasado; Él es ejemplo para los portavoces de hoy, y si éstos lo imitan, alcanzarán grandes inspiraciones y los seguirán grandes multitudes.
70. No todos han comprendido mi Obra escrita con letras imborrables a través de los tiempos; por eso me acerco a vosotros para ayudaros a analizar mi lección de los tiempos pasados y a estudiar las presentes revelaciones. Libertaos, pueblo, no más esclavitud ni cautiverio; sed libres para amar, creer, pensar, y trabajar por el bien universal.
71. Buscad y reconoced en vosotros la semejanza que tenéis Conmigo, para que hagáis obras poderosas y dejéis ver mi imagen en vuestras obras de amor hacia vuestros hermanos. Si por el contrario, os apartáis del camino, os alejaréis de vuestro Creador y no permitiréis que mi Espíritu se manifieste en vuestras obras, estaréis limitando las virtudes con las que os he donado, perderéis la ruta y no sabréis de dónde habéis venido, a dónde vais y cuándo será vuestro retorno al Señor.
72. El espíritu de los hombres está hambriento, busca en religiones, ideas o doctrinas, el alimento que le hace falta; siente el llamado de su Padre y no sabe dónde encontrarlo. Yo hablé a su espíritu desde la montaña, para que aprenda a elevarse y alcance la comunicación directa con mi Espíritu.
73. A todos invito a mi mansión, he hecho palpables mis manifestaciones; como buen Pastor estoy señalando el aprisco que es mi Seno, para hacer descansar en él a los espíritus.
74. Todo os lo entregaré para ese viaje de retorno al Padre. Analizad la esencia de mi palabra, y en ella tendréis el conocimiento y la fortaleza necesaria.
75. No distingáis a nadie, en todos los caminos hay hombres de buena voluntad, espíritus que me aman y que saben recibir mis dones. Llevad presente mi precepto que os dice: “Amaos los unos a los otros”.