El Alma Universal y cuando desencarnamos

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Hablemos un poco sobre el Alma Universal y cuando nos desprendemos de la carne llegado el momento:
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Nuestro Padre como Espíritu de Verdad, nos enseña y explica que nuestro ser cuando encarna está conformado por una trilogía: La divina que pertenece a nuestra CONCIENCIA, la espiritual que pertenece a nuestro ESPÍRITU, y la MATERIAL que corresponde a la carne.
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Todo cuanto formó el Padre en Su creación material tiene alma, así lo explica el Mundo Espiritual de Luz, tanto el reino mineral, el vegetal y el animal. Y cada reino está compuesto de lo más esencial: los átomos y después de la unión de éstos, las moléculas. Si analizamos un poco, absolutamente todo está conformado de la partícula más elemental, el átomo, y por lo tanto, toda la Creación tiene alma, a esto se le llama ALMA UNIVERSAL.
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El Libro de la Vida Verdadera lo siguiente no lo explica, pero sí puede encontrarse en otras Cátedras inéditas antes de 1950: La VESTIDURA del espíritu cuando desencarna, es su ALMA. Así, si meditamos un poquito más, encontramos que nuestra trilogía cuando ya no tenemos carne es: La divina que sigue siendo la Conciencia, la espiritual por el espíritu, y ese elemento o naturaleza sutil que no es ni totalmente espiritual ni material, nuestra ALMA.
¿Qué es el alma? La explicación 50 nos lo dice:
14. Mas para SUJETAR al espíritu a lo material, puso el espíritu unido al alma, y ésta a su vez unida al cuerpo.
15. El hombre está hecho a semejanza de Dios, Él lo ha revelado en Su palabra, sois a imitación de Dios, en vosotros están tres potestades, y estas potestades están en vosotros a semejanza de los Tres Tiempos.
16. Así tenéis la potestad del cuerpo, ese cuerpo que brotó del lodo y que, cumplida su misión debe rendir tributo a la tierra de donde surgió; mas ese cuerpo posee un vibrar, un ejecutar, un pensar y luchar, y esto es por el alma, que en su potestad se asemeja al Segundo Tiempo en que Cristo tomara cuerpo material para dar la enseñanza viva y el vivo ejemplo a la humanidad.
17. Y toda la lucha y trabajo del alma, está iluminada por la luz suprema, que es la luz del espíritu, luz que llevan todos los hijos de Dios y que llevan todos los seres humanos, y esta potestad está representada en el Tercer Tiempo.
18. De Dios habéis brotado, y la chispa divina os ilumina, os entrega el poder y la fuerza para que, en unión del alma, transite vuestro espíritu en esta Tierra en su envoltura.
19. Mas no confundáis el espíritu con el alma: El espíritu es ESENCIA y el alma es SUSTANCIA.
20. Espíritu es el hálito del Padre, soplo esencial, y alma es la FORMA SUTIL por la cual el espíritu se MANIFIESTA en el Universo material.
21. Aún siendo tan etérea y diáfana el alma, ¿creéis que existía antes de la Creación material? El espíritu es el que ha existido desde antes de los tiempos, y no ha precisado entonces de más sustancia que el pensamiento divino de donde brotó.
22. Antes de que el mundo fuera, esa partícula esencial y divina, el espíritu, ya estaba en el Seno Supremo, esperando DESCENDER para continuar su evolución, hasta el PLANO DE LAS ALMAS y al REINO DE LA FORMA.
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También es necesario comprender que nuestro Padre NO TIENE un lugar determinado para manifestarse, porque Él está y lo abarca todo. Sí, lo abarca todo, todos los planos, todas las moradas, todo cuanto pertenece a la Creación material y también el espiritual. Sin embargo, también Él se manifiesta y se encuentra en todas las NATURALEZAS por haber;… nosotros conocemos con certeza que existe la Naturaleza material, que es la que nos pertenece en estos momentos, el mundo de las formas. Pero también nos habla nuestro Padre de la Naturaleza espiritual, y no sólo eso, sino también la divina, y que entre la Naturaleza material y la divina, existen muchas otras tantas,… una de ellas es la Naturaleza del alma, la almica. Es aquí, en esta Naturaleza donde nuestro espíritu tendrá que habitar, cuando él desencarne. Ya que aún no seremos totalmente esencia, pero tampoco totalmente materia, y nuestro espíritu aún tendrá la necesidad de SUJETARSE A LO QUE ES SUBSTANCIA.
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Esta Creación material tiene muchos mundos, muchas moradas materiales, y en muchas moradas existen los hijos de Dios,… el Universo no está vacío, en él están, viven, se manifiestan los hijos de Dios. Hoy habitamos este mundo, mañana será otro, y otro más; podrán parecernos muy lejanos un mundo de otro, pero para el espíritu no existe la distancia material. Esas distancias inimaginables para el entendimiento humano, dejan de ser para el espíritu elevado y evolucionado. Así, llegará el instante en que nuestro espíritu abarque mucho, en que un mundo y otro, sea a semejanza a lo que encontramos en este mundo, un hogar junto a otro. Pero mientras llegamos a este grado de evolución y perfeccionamiento, nuestro espíritu estará SUJETO a la morada que le pertenece y merece por sus obras, hechos y méritos.
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No es de extrañar que nuestro Padre nos diga que en esta morada llamada Tierra, la humanidad esté rodeada de seres espirituales. Que no hay lugar en el mundo en que no estén Sus hijos desencarnados. Y así es, no hay lugar donde vayamos en que nuestros hermanos que han dejado su carne, estén presente entre los encarnados. ¿Por qué está situación? Es simple, la mayoría de la humanidad no se preocupo por su espíritu. Así los espíritus se encadenan a esta morada de las formas; ellos no tienen la elevación suficiente que les permita habitar en mejores mundos o planos, donde la luz y la sabiduría son mayores. Sus méritos espirituales, su deuda espiritual, sus obras y hechos alejados de la Ley espiritual, su poco cumplimiento, sólo les permite estar y habitar esta morada siendo desencarnados.
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Esos hermanos nuestros y nosotros habitaremos la Naturaleza almica. Y es allí donde esperaremos para volver a encarnar, o… si así lo decide nuestro Padre, el elevarnos a otra morada de mayor luz y sabiduría, y todavía así, en esos mundos mayores estaremos atados a la Naturaleza de las formas por nuestra alma. Sin embargo, no siempre estaremos sujetos al alma,… llegará el instante que por nuestra evolución y perfeccionamiento espiritual, ya no nos sea indispensable, y vuelva a ser nuestro espíritu como lo fue al principio al surgir o nacer del Seno Divino: sólo esencia. Cuando esto sea, nuestro espíritu siendo esencia no sólo le pertenecerá por hogar toda la Creación material con sus mundos y moradas, sino también abarcará todos los planos espirituales, así como todas las Naturalezas por haber.
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Sí, la mayoría de nuestros seres amados que han desencarnado, están sujetos a esta morada aún, que aunque invisibles a nuestros ojos mortales, todavía tienen como compañía y vestidura, ese elemento sutil, que les sirve para SUJETARSE a la Naturaleza de las formas, su alma. Mucho podría decirse del alma, pero hasta aquí por hoy.
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