La Ley de la Reencarnación

Libro de la Vida Verdadera

La Ley de la reencarnación

El misterio de la resurrección de la carne, lo ha esclarecido la revelación de la reencarnación del espíritu. Hoy sabéis que la finalidad de esta Ley de amor y de justicia, es la de que el espíritu se perfeccione, de que no se pierda jamás, porque siempre encontrará una puerta abierta como oportunidad que le da el Padre para su salvación. 1-1-61

Mi juicio en cada espíritu, por medio de esta Ley, es perfecto e inexorable. 1-1-62

Sólo Yo sé juzgaros, porque cada destino es incomprensible para los hombres. Así, nadie es descubierto ni delatado ante los demás. 1-1-63

Y después de perderse en los pecados, de tantas luchas y vicisitudes y de tanto caminar, llegarán los espíritus ante su Creador, llenos de sabiduría por la experiencia, purificados por el dolor, elevados por los méritos, fatigados por su largo peregrinaje, pero sencillos y gozosos como niños. 1-1-64

No sois nuevos ante mi enseñanza, si así fuere, os habría tenido que entregar la Ley labrada en piedra como lo hice en el Primer Tiempo; pero si he venido a hablaros de espiritualidad y a revelaros los misterios que en aquellos tiempos no les fueron mostrados a los hombres, es señal de que ya fuisteis mis discípulos en los tiempos pasados. He aquí la razón por la que a veces os digo que: “Aquellos y vosotros, sois los mismos”. 1-7-54

Estáis sujetos a la Ley de Evolución, he aquí el por qué de vuestras reencarnaciones. Sólo mi Espíritu no necesita evolucionar: Soy Inmutable. 1-8-25

Desde el principio os he mostrado la Escala, por donde tienen que ascender los espíritus para llegar a Mí. Hoy no sabéis en qué plano os encontráis, mas cuando dejéis vuestra envoltura conoceréis vuestro grado de evolución. 1-8-26

La existencia de un hombre en la Tierra es sólo un instante en la eternidad, un soplo de vida que alienta por un tiempo al ser humano y luego se aparta, para después volver a alentar a un nuevo cuerpo. 1-12-4

En el hombre hay dos fuerzas que siempre están en lucha: Su naturaleza humana, que es pasajera, y su naturaleza espiritual que es eterna. Ese eterno ser sabe muy bien que habrán de pasar tiempos muy largos para que logre alcanzar su perfeccionamiento espiritual; presiente que ha de tener muchas existencias y que en ellas pasará por muchas pruebas, antes de lograr la felicidad verdadera. El espíritu presiente que después de las lágrimas, del dolor y de haber pasado muchas veces por la muerte corpórea, llegará a la cumbre que su anhelo de perfección siempre ha buscado. En cambio la materia, el ser frágil y pequeño, llora, se rebela y a veces se niega a seguir los llamados del espíritu, y sólo cuando éste ha evolucionado, es fuerte y experimentado en la lucha con la carne y con cuanto lo rodea, es cuando logra dominar a la materia y se manifiesta por ella. 1-18-24

Si mi Ley os enseña la moral, la rectitud y el orden en todos los actos de vuestra vida, ¿por qué buscáis caminos adversos labrándoos con ello el dolor? Y cuando partís al Más Allá dejando vuestro cuerpo en la Tierra, lloráis. Os pregunto: ¿Por qué habéis amado mucho esa envoltura? Al sentir que ya no os pertenece la materia y que tenéis que seguir el camino hasta llegar al Padre, os he preguntado: “Hijo mío, ¿qué me hacéis presente?; ¿habéis vivido en la Tierra cumpliendo mis mandatos?” Vuestro espíritu, ante mi presencia se muestra cabizbajo y avergonzado, porque no lleva un presente de amor para Quién tanto le ha amado y concedido, porque además ha formado cadenas que abruman a su espíritu, y éste, habiendo perdido la gracia, aparece sin luz, llora y se lamenta, sólo oye mi voz de Padre que le llama, mas como no ha evolucionado ni se siente digno de llegar a Mí, se detiene y espera. Pasan los tiempos y el espíritu vuelve a escuchar mi voz, y en medio de su pena pregunta: “¿Quién me habla?”, y mi voz le dice: “Despertad, ¿acaso no sabéis de dónde habéis venido ni a dónde vais?” Entonces eleva sus ojos, ve una inmensa luz, ante cuyo esplendor se contempla mezquino, reconoce que antes de haber sido enviado a la Tierra ya existía, ya era amado por el Padre, y que ahora al verle en doloroso trance, sufre por él; reconoce que ha sido enviado a distintas moradas para recorrer el camino de la lucha y alcanzar por sus méritos su galardón. Y el hijo pregunta: “Si antes de ser enviado a la Tierra he sido vuestra criatura muy amada, ¿por qué no he permanecido en la virtud y he tenido que descender, que sufrir y trabajar para volver a Vos?” MI voz le contesta: “Todos los espíritus han sido sujetos a la Ley de Evolución y en ese camino mi Espíritu de Padre os protege siempre y se complace en las buenas obras del hijo; ciertamente os he enviado a la Tierra para que hagáis de ella una mansión de lucha, de perfeccionamiento espiritual, no un Valle de guerra y de dolor. Os he dicho que os multipliquéis, que no seáis estériles, y ahora que volvéis al Valle espiritual no traéis cosecha alguna, sólo lloráis y venís sin la gracia con que os revestí. Por eso os envío una vez más a la Tierra, y os digo: Limpiaos, buscad lo que habéis perdido y labrad vuestra elevación”. El espíritu vuelve a la Tierra, busca un pequeño y tierno cuerpo humano para descansar en él y dar principio a la nueva jornada; encuentra la pequeña envoltura que le es señalado y la toma para comenzar a restituir sus faltas a mi Ley. Con conocimiento de causa viene el espíritu a la Tierra, sabe que es aliento del Padre y conoce el encargo que de Él trae. 2-33-15

En los primeros años de su vida material es inocente y conserva su pureza, permanece en contacto con la vida espiritual; después empieza a conocer el pecado, mira de cerca el orgullo, la soberbia y la rebeldía de los hombres ante las leyes justas del Padre, y la carne reacia por naturaleza, empieza a contaminarse con el mal. Caído en tentación, olvida la misión que trajo a la Tierra y se levanta haciendo obras adversas a mi Ley. Espíritu y materia toman los frutos prohibidos, y cuando han caído juntos en el abismo, les sorprende la última hora. Vuelve el espíritu a encontrarse en el espacio, cansado y doblegado por el peso de sus culpas. Entonces recuerda la Voz que en otro tiempo le habló, que aun le llama, y después de llorar mucho, sintiéndose perdido sin saber quién es, recuerda que ha estado ya en aquel sitio, y Yo que lo he creado con tanto amor, aparezco en su camino diciéndole: “¿Quién sois, de dónde venís y a dónde vais?” El hijo reconoce en aquella voz la palabra de Quién le ha dado el ser, la inteligencia y los dones, al Padre que siempre le perdona, lo purifica, le aparta de las tinieblas y le conduce a la luz; éste se estremece porque sabe que está ante el Juez y habla diciendo: “Padre, mi desobediencia y mis deudas Contigo son muy grandes y no puedo aspirar a vivir en tu morada porque no tengo méritos; hoy que he retornado nuevamente al Valle espiritual contemplo que sólo he acumulado faltas, las cuales, debo de restituir”. En mi amor de Padre, le señalo una vez más el camino y vuelve a encarnar, a formar parte de la humanidad; el espíritu ya más experimentado, con mayor fuerza, doblega la envoltura para sobreponerse y obedecer los dictados divinos, se entabla la lucha, combate con los pecados que hacen caer al hombre y quiere aprovechar la oportunidad que le ha sido concedida para su salvación. Lucha de principio a fin. Y cuando las canas brillan en su sien y su cuerpo, antes robusto y fuerte va doblegándose por el peso de los años, el espíritu por el contrario se siente fuerte, más desarrollado y experimentado. ¡Qué grande y repugnante le parece el pecado!, se aleja de él y llega al final. Ya sólo espera el momento en que el Padre lo llame, porque ha llegado a la conclusión de que la Ley divina es justa y la voluntad de Dios es perfecta; que ese Padre vive para dar vida y salvación a todos sus hijos. Y cuando por fin llego el día postrero, palpó en su carne la muerte y no sintió dolor, se apartó callada y respetuosamente, se contemplo en espíritu, y como si tuviese delante de él un espejo, se miró hermoso y radiante de luz. Entonces mi Voz le habla y le dice: “Hijo, ¿a dónde vas?” Y él, que sabía Quién era, se acerco al Padre, dejó que su Luz invadiera su ser y habla así: “¡Oh, Creador! ¡Oh, Amor Universal! Vengo a Vos, para descansar y entregaros el cumplimiento”. Las deudas estaban saldadas y el espíritu se contempló sano, limpio y sin cadenas de pecados, y vio delante de él, el galardón que le esperaba. Sintió después que él se fundía en la Luz de su Padre, y su gozo finalmente fue muy grande. 2-33-16

Yo soy quien envía a los espíritus a encarnar de acuerdo con la Ley de Evolución, y en verdad os digo, que no serán las influencias de este mundo las que hagan variar mis planes divinos, porque por sobre todas las ambiciones de poder se hará mi voluntad. 2-37-18

Vosotros sois de los que en otros tiempos se dijo que viviríais en el tiempo del Espíritu Santo. Esta es la Era de la Luz, en que todo espíritu abrirá los ojos a la verdad. Ya mi hoz comenzó a cortar la cizaña de raíz. No os extrañéis de que haya venido cuando el mundo está ocupado en guerras; así estaba predicho. 2-38-12

Tomad cada quién la parte que os corresponda y oíd mi enseñanza en una parábola: 2-38-47

“Delante de Dios un espíritu se encontraba lleno de luz, pureza e inocencia que dijo a su Señor: “Padre, decidme cuál es mi misión, porque deseo serviros”. Y el Señor con dulzura le respondió: “Esperad, voy a unir en el mundo a un hombre y a una mujer y de su unión nacerá un hijo en el cual encarnaréis, para que siendo hijo del hombre recojáis experiencia en las pruebas del mundo y sintáis de cerca la ternura de una madre y la caricia de un padre”. 2-38-48

El espíritu se regocijo y esperó. Entre tanto, el Señor unió un varón a una mujer con lazos de amor y así les envió por el camino de la vida. 2-38-49

Un nuevo ser germinó en el seno de la mujer y entonces Dios envió a aquel espíritu a encarnar en aquel cuerpo y al noveno mes contempló la luz del mundo. La madre sonreía de felicidad y el padre le contemplaba con orgullo. Aquel hijo era la obra de ambos, era el fruto de su amor. La mujer se sintió fuerte y el hombre se sintió semejante en algo a su Creador. Los dos se dedicaron a cultivar a aquel tierno corazón. 2-38-50

El espíritu que animaba al hijo sonreía al contemplar la dulce mirada de su madre y la faz severa y a la vez cariñosa del padre. 2-38-51

Pasó el tiempo y el padre en su lucha se alejo del nido de amor y tomando caminos torcidos se internó hasta perderse, dejando en los zarzales jirones de su vestidura, comiendo frutos venenosos y deshojando las flores que a su paso hallaba. Al sentirse enfermo, intentó retornar en busca de ellos, mas las fuerzas le faltaron. Entonces, sacando fuerzas de flaquezas, arrastrándose y tropezando por el largo camino, llegó a las puertas del hogar, la esposa le recibió en sus brazos con lágrimas en sus ojos, el hijo estaba enfermo y agonizaba. 2-38-52

Al contemplar el padre a su hijo agonizante imploró a la caridad divina su alivio, mesó desesperado sus cabellos y blasfemó. Mas aquel espíritu se desprendió de su cuerpo y se fue al Más Allá. Los padres quedaron desolados haciéndose mutuamente responsables de la desgracia que los afligía, él por haberse alejado, ella por no haberlo sabido retener. 2-38-53

Cuando aquel espíritu llegó a la presencia del Creador, le dijo: “Padre, ¿por qué me habéis apartado de los brazos de aquella dulce madre a quien mi ausencia ha dejado sollozante y desesperada?” A lo que el Señor le respondió: “Esperad, aguardad, que nuevamente volveréis al mismo seno cuando aquellos hayan reconocido sus faltas y comprendido mi Ley”. 2-38-54

El hombre y la mujer continuaban unidos, solitarios, interiormente arrepentidos de sus faltas, cuando nuevamente fueron sorprendidos por el anuncio de un nuevo hijo. Dios hizo retornar al espíritu nuevamente en aquel seno diciéndole: “Sed en aquel cuerpo que se prepara para la vida y recreaos de nuevo en aquel regazo”. 2-38-55

Los padres que daban por perdido al primogénito, no sabían que había vuelto a su seno; mas el vacío que el primero dejo, lo llenó el segundo, volvió la alegría y la paz al seno de aquel hogar, volvió a sonreír la madre y a recrearse el padre. 2-38-56

Ahora el varón temía apartarse de los suyos y procuraba rodearles de amor, permaneciendo cerca de ellos. Pero el tiempo le hizo olvidar su pasada experiencia e inducido por los malos amigos, cayó en el vicio y en la tentación. La mujer le reclamaba y comenzó a repudiarle; el hogar fue convertido en un campo de batalla. Pronto el varón cayó vencido, enfermo y debilitado, mientras la mujer dejando al hijo en la cuna, se levantaba en busca del pan para el inocente y del sustento, para aquel compañero que no sabía amarla ni cuidarla. Ella sufría humillaciones y blasfemias, atravesaba por peligros y desafiaba los instintos de los hombres de mala fe. Y en esa forma llevaba el pan de cada día a los labios de los suyos. 2-38-57

Dios tuvo caridad del espíritu inocente y antes de que abriera sus ojos a la razón, volvió a llamarle. Y cuando el espíritu fue ante su Señor, le dijo lleno de dolor: “Padre, nuevamente me habéis arrancado de los brazos de aquellos a quienes amo, mirad cuán duro es mi destino, hoy os pido me dejéis ya sea en el seno de ellos o en el Vuestro por siempre, mas no me hagáis ya caminar, estoy cansado”. 2-38-58

Cuando el varón volvió de su letargo, contempló un nuevo cuadro de dolor, la esposa lloraba sin consuelo a la cabecera del lecho donde yacía muerto el segundo hijo. Quiso el hombre arrancarse la existencia, mas la esposa le detuvo diciéndole: “No atentéis contra vuestra vida, detened vuestra mano, mirad que nosotros mismos somos la causa de que Dios se lleve a nuestros hijos”. El varón se serenó reconociendo que había luz en aquellas palabras. Un día y otro fueron trayendo la calma a aquellos corazones, que recordaban con dolor a los hijos que partieron, que habían sido la alegría de aquel hogar que después se hundió en la desolación. 2-38-59

El espíritu preguntó entonces a su Señor: “Padre, ¿nuevamente vais a enviarme a la Tierra?” “Nuevamente, -le dijo el Señor,- y cuantas veces sea necesario, hasta pulimentar aquellos corazones”. Cuando volvió a encarnar, su cuerpo estaba enfermo, porque su madre se encontraba enferma y su padre también. Desde su lecho de dolor aquel espíritu se elevaba al Padre en demanda de alivio. Esta vez no había contemplado la luz del mundo, no había sonrisas en los labios de sus padres, solamente llanto; la madre lloraba desde el amanecer hasta el anochecer junto a la cuna del infante, mientras el padre arrepentido, sentía que a su corazón lo taladraba el dolor, al ver que el hijo había heredado sus propias lacras. 2-38-60

Breve fue la estancia del espíritu en aquella carne enferma, retornando nuevamente a la presencia del Señor. 2-38-61

Volvió la soledad entre los esposos; pero el dolor les había unido como nunca, sus corazones se amaban y se prometieron caminar unidos hasta el fin de la jornada. El varón cumplía con sus deberes, ella cuidaba a su esposo, y ambos se sanaban de sus males. 2-38-62

Creían difícil que Dios volviera a concederles un hijo más, y he ahí, que cuando el Señor contempló que la salud corporal y espiritual florecía en aquellos seres, les envió a aquel espíritu, como un premio a la abnegación de la una y a la enmienda del otro, y del seno de la mujer brotó un cuerpecito fragante como un capullo, que inundó de felicidad y de paz a aquel hogar. 2-38-63

El varón y la mujer postrados llorando de dicha, dieron gracias a su Señor, mientras aquel espíritu sufrido y obediente sonreía a través del hijo diciendo a Dios: “Señor, no me apartéis más de mis padres, hay paz en mi hogar, hay amor en sus corazones, hay calor en mi cuna, hay leche y miel en el seno de mi madre, hay pan en la mesa, y en mi padre hay caricias y en sus manos herramientas de trabajo. Bendícenos”. Y el Señor con regocijo en su Espíritu, les bendijo y los dejó unidos en un solo cuerpo, en un solo corazón y en una sola voluntad”. 2-38-64

Hoy os digo: Bebed de este vino, de mi enseñanza y brindad, porque cuando os reunís con vuestro Padre hay fiesta en mi casa. 2-38-65

Cuando os digo, que aquéllos y vosotros sois los mismos, quiero haceros comprender que la evolución la vais logrando mediante las reencarnaciones de vuestro espíritu. Desde el instante en que mi voz de Padre os dijo: “Creced y multiplicaos” hasta el presente, no se ha detenido un instante vuestra evolución. Mas, ¡cuán lentamente camináis! 2-55-22

Por eso ahora que me estáis escuchando, analizad y comprended mi palabra y en vosotros habrá luz. Este es el tiempo en que vengo a deciros con toda claridad que la reencarnación del espíritu existe, que ella es desde el principio de la humanidad como luz de Justicia y de Amor divinos, sin la cual no podríais avanzar en el largo camino del perfeccionamiento del espíritu. 3-66-65

Cumplid vuestro destino; no queráis retornar a Mí sin antes haber recorrido el camino que os señalé, porque tendríais el dolor de contemplar manchas en vuestro espíritu que él no alcanzó a lavar, porque no llegó hasta el fin de su restitución. Las reencarnaciones han pasado sobre vosotros y muchos no habéis estimado la gracia infinita y el amor que con ellas os he concedido. Mirad que mientras mayor sea el número de oportunidades, mayor será vuestra responsabilidad y si estas oportunidades no son aprovechadas, en cada una irá en aumento la restitución y la justicia; ese es el fardo cuyo peso insoportable muchos seres no se explican y sólo mi Doctrina os puede revelar. 3-67-46

Muchos vienen a oír mi palabra, mas sólo Yo sé qué espíritu viene oculto en cada cuerpo. Unos me escuchan con frialdad, otros con duda; mas hay muchos que tiemblan de amor y de gozo al sentir mi esencia divina, mientras otros son atormentados por remordimientos que su materia ignora, porque muchos de ellos gritaron en aquel tiempo ante Pilatos: “¡Crucificadle! ¡Crucificadle!” y hoy sollozan, y en su dolor serían capaces de gritar con lágrimas en sus ojos: “¡No le crucifiquéis, es el Divino Maestro!” 3-69-15

Las ciencias, las religiones y los teólogos no podrán descubrir en este tiempo cómo obra mi justicia. Cada corazón humano es una prueba viviente de mi justicia y de mi sabiduría. A veces en el corazón de un miserable se oculta el espíritu del que en otro tiempo llevó corona sobre su cabeza, o en un presidiario se esconde el que en otra vida privó de su libertad a un pueblo. 3-70-62

¿Cómo habéis podido creer que en el Día del Juicio, resuciten los cuerpos de los muertos y se unan a sus espíritus para penetrar en el Reino de Dios? ¿Cómo podéis interpretar así lo que en otros tiempos se os enseñó? 3-76-41

La carne es de este mundo y en él queda, mientras el espíritu se levanta libre y vuelve a la vida de donde brotó. Lo que es nacido de la carne, carne es, lo que es nacido de mi Espíritu, espíritu es. La resurrección de la carne es la reencarnación del espíritu y si unos creen que esa es una teoría humana y otros creéis que es una nueva revelación, de cierto os digo, que esta revelación comencé a darla a conocer al mundo desde el principio de la humanidad; prueba de ello podéis encontrarla, en el texto de las Escrituras que son un testimonio de mis obras. 3-76-42

Vengo a vosotros para despertaros y preguntaros: “¿Quién de vosotros es discípulo por su propia voluntad?” Ninguno, Yo soy quien os ha llamado. Para escuchar de nuevo mi palabra habéis tenido que estar varias veces en la Tierra. Entre una reencarnación y otra os he concedido una tregua de meditación y preparación para una nueva vida. 3-78-26

Ya os he dicho, que el espíritu es antes que el cuerpo como el cuerpo es antes que el vestido. Esa materia que poseéis es tan sólo un atavío pasajero del espíritu. 3-80-53

Las tribus de aquel pueblo que oyó los mandatos de Jehová en el Primer Tiempo, en apariencia han desaparecido del haz de la Tierra, ¿quién podrá reconocer o descubrir entre aquellos espíritus, diseminados ahora por todo el orbe y reencarnados en hombres y mujeres de diferentes razas, a los que estuvieron ligados con él por lazos de sangre en anteriores reencarnaciones? Sólo mi mirada providente, perspicaz y justiciera sabe descubrir lo que hoy les está vedado a los hombres. 4-86-33

Cada tiempo que os doy, cada reencarnación, es un escalón más que el espíritu alcanza, adquiriendo cada vez mayor luz. 4-86-52

Aquí están, conmovidos ante mi palabra, muchos de los que en aquel tiempo cayeron llenos de temor al escuchar la voz omnipotente de Jehová en el Sinaí; de los que habían dejado el cautiverio, las lágrimas y la humillación para levantarse en busca de la tierra de bendición y paz. Sus ojos se han abierto a una nueva luz que los hace mirar con claridad el camino recorrido por su espíritu hasta este tiempo. 4-93-44

Entre la humanidad se encuentran seres que en otro tiempo cruzaron el desierto en pos de una promesa divina; descubro a otros que vivieron en tiempo de Jesús, vieron sus obras y escucharon su palabra, lo siguieron al desierto y comieron de los panes y peces, como también a los que anduvieron entre las turbas gritando el día de mi crucifixión. Aquí mismo, entre las multitudes que vienen a oír el mismo Concierto celestial que es ahora nuevo para ellos, descubro a aquellos espíritus. 4-94-30

Estos que lloran, éstos que se estremecen al oírme y reconocen la voz que les habla, son aquellos cuyo espíritu conserva aún el eco de mis palabras. 4-94-31

Aquí están los que en otros tiempos fueron poderosos y ricos en la Tierra, que ahora han venido a saber de la pobreza y la humildad, Yo los bendigo por su conformidad y por su anhelo de perfeccionamiento. Ahí tenéis una prueba de mi amorosa justicia al hacerlos venir nuevamente a la Tierra, para mostrarles una página más del Libro de la Sabiduría eterna. 4-96-17

Los que en aquel tiempo fueron en busca de Jesús con la esperanza de recibir riquezas del mundo y bienes temporales, se sintieron defraudados al ver que el Rey que sus padres les habían anunciado que vendría a salvar a su pueblo, estaba sin corona, sin cetro y sin trono, con sus manos vacías y desnudos sus pies. No pudieron reconocer en Jesús al Mesías prometido. Considerad ahora todos los caminos que habrán tenido que recorrer esos espíritus para recobrar la paz y los beneficios que desaprovecharon. Hoy están entre vosotros. 4-96-52

Sabed que vuestro espíritu no nació al mismo tiempo que vuestro cuerpo, sino que ha habitado en diferentes Épocas y hoy, al sentir mi presencia, viene a Mí con avidez y me pide que le permita oír mi palabra hasta el final de mi comunicación; tiene la impresión de que en otro tiempo no me quiso escuchar y hasta me negó, y ahora quiere reparar su falta. 4-96-53

Alguien dice en su corazón: “Señor, si nuestros antepasados fueron los que faltaron, ¿por qué hemos de ser nosotros los que suframos esas consecuencias?” Y os digo: “¿Qué sabéis vosotros de las faltas de los primeros? ¿Quién os dice que no seáis vosotros de los que formaron las primeras generaciones?” Por ahora, despertad, velad y orad, comprended que no será vuestro amor sino el dolor, lo que purifique a la humanidad y le devuelva su dignidad. Ya sobre la tierra preparada Yo derramaré la semilla de mi Doctrina, ésta que estoy revelándole a un pueblo humilde que ha sabido reconocerme por la esencia de mi palabra, y que será el indicado para dar la Buena Nueva a la humanidad en el momento oportuno. 4-96-61

Os he dicho que no habéis venido a la Tierra sólo una vez, sino que vuestro espíritu ha tomado envoltura tantas como ha sido necesario para su desarrollo y perfeccionamiento; ahora debo añadir que también de vosotros depende que el tiempo para llegar a la meta se acorte o se prolongue, según vuestro anhelo. 4-97-61

En esta Era el Verbo de Dios, que es eterno, os habla para llevaros a la luz. Yo conozco el espíritu que se oculta en cada uno de vosotros, y por eso Soy el único que puede revelaros que ya en otros tiempos habéis sido testigos de mi comunicación con la humanidad. 4-98-37

Cada vez que la muerte siega la existencia de vuestra envoltura, es como una tregua para el espíritu, el cual, al reencarnar, surge con nuevas fuerzas y mayor luz, para continuar estudiando aquella divina lección que no había concluido. Así madura a través de las Eras el trigo, que es vuestro espíritu.

Mucho os he revelado acerca de la vida espiritual, mas os digo, que no es menester por ahora que lo sepáis todo, sino sólo lo que sea esencial para vuestra llegada a la morada eterna. Allá os diré todo lo que está destinado a vuestro conocimiento. 4-99-32

Sabed que el espíritu cuando encarna, trae consigo todos sus dones, que su destino está ya escrito y que por lo tanto, nada tiene que recibir en el mundo. El trae un mensaje o una restitución. A veces viene a recoger una siembra y en otras a saldar una deuda, pero siempre viene a recibir en esta vida, una lección de amor que le da su Padre. 4-99-64

¡Descansad en este instante, en que Yo os bendigo y os doy mi paz! Porque tenéis que cumplir vuestra restitución, para eso os he concedido la gracia de reencarnar. Mi amor os da esta oportunidad, para que podáis llegar a Mí. ¿Cómo he de querer que lleguéis ante mi presencia, con el dolor en vuestro espíritu? Mas vosotros que me escucháis, sabed que mi palabra no se apartará de vuestra Conciencia; mas, ¡cuántos hay a los que haciéndoles el llamado, no quieren venir! Son los que van tras el placer como supremo ideal de su vida, y no tienen por ley más que el dictado de su libre albedrío. No porque no quieran ellos seguirme les abandono, por el contrario, son a los que busco más, porque sé que ellos serán los que han de levantar sus ojos hacia Mí, cuando el dolor sea muy grande en su corazón. 4-101-37

¡A cuántos seres les hago el llamado día tras día! Ellos se purificarán en la luz de mi divina justicia antes de volver y esos que se limpian así, no volverán a mancharse con el fango, porque vendrán con el firme propósito de hacer obras meritorias, obras agradables y dignas ante el Padre. 4-101-39

¡Cuántos de vosotros tendréis que retornar a la Tierra en busca de la misión que dejasteis de cumplir o en busca de una ocasión de reparar los errores cometidos! 4-101-40

Todos vosotros habéis venido a una nueva encarnación y es tan grande el dolor que apuráis, que me pedís ponga fin a vuestra existencia, mas os pregunto, ¿no sabéis que no podéis dejar de existir y que si hoy padecéis en la Tierra, al pasar vuestro espíritu al Valle espiritual, seguirá viviendo bajo la misma prueba hasta saldar sus deudas o aprender la lección? Estáis apurando un cáliz muy amargo, porque os encontráis en el final de una Etapa y en el principio de otra. Es el tiempo de la siega en el que estáis recogiendo la cosecha de lo que habéis sembrado a través de la última jornada. Es menester que así sea para que cuando las tierras se encuentren limpias, vuelva Yo a depositar en mis sembradores la semilla del amor, que bien cultivada os de los frutos de paz y redención. 4-103-15

Cuando habitáis en la carne, vuestro espíritu viene a purificar manchas de vidas pasadas y se ha hecho necesario revelaros todo esto, para que podáis llevar con paciencia los sufrimientos de la Tierra. 4-105-51

Desde el principio de la humanidad existe la reencarnación del espíritu como una Ley de amor y justicia y una de las formas en las que el Padre ha demostrado su infinita clemencia. La reencarnación no es sólo de este tiempo, lo es de todos los tiempos, mas tampoco penséis que es hasta ahora cuando os ha sido revelado ese misterio. Desde los primeros tiempos existió en el hombre la intuición sobre la reencarnación del espíritu, mas esta humanidad, buscando ciencias materiales y riquezas del mundo, se dejó dominar por las pasiones de la carne endureciéndosele aquellas fibras con las que se percibe lo espiritual, convirtiéndose en sorda y ciega para todo lo que corresponde al espíritu. ¿De qué le sirve posar sus ojos en los libros que contienen la Ley y la Doctrina que os revelé en los tiempos pasados, si su mente no logra penetrar en su significado ni su corazón percibe su esencia? Reconoced que la sensibilidad y la intuición espiritual están atrofiadas en los hombres, y que por eso las más de las veces, al buscar mi verdad en aquellos textos caen en erróneas interpretaciones. Ellos tienen la luz frente a sus ojos, pero en vez de penetrar al fondo de las lecciones, se detienen en las letras, o sea en la forma exterior, con lo que frecuentemente se confunden. Mas ya estoy aquí, para hacer luz en los misterios y en las tinieblas así como para libraros de confusiones y de errores. 4-105-52

Igual que el hombre que busca la luz del saber en la Naturaleza, como el que busque mi sabiduría en las revelaciones espirituales, tendrá que recorrer por su propio pie el camino en donde hallará todas aquellas verdades que por otros senderos no puede encontrar. Es por eso que he enviado a vuestro espíritu a vivir una vida tras otra aquí en la Tierra para que mediante su evolución y su experiencia, descubra todo lo que hay en él y en lo que lo rodea. 4-105-54

La reencarnación es la oportunidad que Dios, en su amorosa justicia, ofrece al espíritu, para que recobre su pureza y retorne al camino. Esa es la forma en que puede aprovechar la experiencia recogida en su peregrinaje. 5-118-3

Cuando miréis a los niños, hacedlo con respeto, porque no sabéis qué espíritu se oculta en ellos; mas de lo que podéis estar seguros, es que en cada uno de esos pequeños seres existe un pasado que es toda una historia, toda una vida de evolución. 5-118-4

¿Teméis hablar con vuestros hermanos acerca de la reencarnación del espíritu? ¿No estáis acaso persuadidos de la amorosa justicia que ella encierra? 5-120-15

Comparad esta forma de restitución con la del eterno castigo en el fuego perenne del infierno, forma de la que se valen los hombres para amedrentar al espíritu de la humanidad. Decidme, ¿cuál de estas dos formas os da la idea de una justicia divina, perfecta y misericordiosa? Una revela crueldad, rencor sin límite, venganza; la otra encierra tan sólo perdón, caridad, esperanza de alcanzar la Vida Eterna. Cuán grande es la deformación que han sufrido mis enseñanzas por causa de las malas interpretaciones. 5-120-16

Os preparo para la lucha porque sé que seréis combatidos por lo que vais a enseñar, pero si a vuestros hermanos que en estos instantes os combaten, la muerte les sorprendiera, y Yo les preguntara al morir en pecado: “¿Qué prefieren, si el fuego eterno en el que ellos creen o la oportunidad de purificarse en una vida?” De cierto os digo, que manifestarían su preferencia por la segunda solución, aun cuando la hubieran combatido en su vida, cegados por el fanatismo. 5-120-17

Yo soy la Aurora que empieza a iluminar en este tiempo, y vosotros sois de los primeros en despertar en este amanecer. No es una nueva luz, es la que ha alumbrado en todos los tiempos vuestra Conciencia. Esta voz que os dice: “Elevaos por medio de la espiritualidad hacia Mí”, es la misma que os dijo en aquel tiempo: “Perseverad en el bien y seréis salvos”, y también os dijo: “Amaos los unos a los otros”. Este camino espiritual del que os hablo ahora, es el que di a conocer a Jacob en lejanos días, al revelarle la Escala de Perfección. Ahí está esa Escala delante de todo espíritu, como un camino que os invita a la ascensión. Su base es este Valle humano, más abajo hay abismos, pero esos no los he creado Yo. Hacia arriba están los peldaños en número infinito, como una cuesta que conduce a la cumbre de la espiritualidad. 5-126-12

¿Quién estará apenas en el primer peldaño? ¿Quién en las tinieblas del abismo? ¿Quién en los más elevados peldaños? Son secretos que sólo mi justicia conoce. 5-126-13

La Tierra está preparada por Mí y limpia como Yo la formé; si en ella existe algo malo, eso es obra de los hombres. ¡Cuánto mal habéis hecho con vuestro pecado, humanidad! Aunque haya quien diga que no sois responsables de lo que ha pasado tiempo atrás, Yo os respondo: Vuestro espíritu ha habitado la Tierra en otros tiempos, ha faltado y la ha profanado. ¿Por ventura sabéis quién sois? ¡Cuánto debéis trabajar humanidad para restituir todo cuanto le habéis negado! 5-128-9

Yo hablo la verdad, enseño el camino, revelo la reencarnación que es Ley para que se perfeccione el espíritu y llegue a la meta de su destino. ¿Lo dudáis? De cierto os digo, que la verdad en nada se altera con vuestras dudas; ella sigue siendo la misma. 6-150-63

Yo os digo, que nunca neguéis por el solo hecho de que no comprendáis. Pensad que si sólo fuese verdad lo que vuestra pobre mente comprende, no existiría nada. 6-150-64

Se levantará mi pueblo dando la Buena Nueva y propagando mi Mensaje de este tiempo. Daréis pruebas de mi verdad, no sólo con vuestras palabras, sino ajustando vuestra vida al cumplimiento de esta Doctrina, en todas vuestras obras. Afirmaréis que la reencarnación del espíritu, es una de las grandes verdades que la humanidad debe conocer y creer. Hay quienes por intuición presienten, aceptan y creen en ello, como algo que no podía faltar en mi amorosa justicia hacia los hombres, mas también habrá muchos que os llamen blasfemos y mentirosos; no temáis, lo mismo les sucedió a mis apóstoles cuando predicaban la resurrección de los muertos enseñada por Jesús, los sacerdotes y los magistrados los pusieron en la cárcel por predicar tales enseñanzas. Más tarde, el mundo aceptó aquella revelación, aun cuando os lo puedo asegurar que no llegó a comprender toda la importancia de esa enseñanza, siendo menester que viniese Yo en este tiempo a enseñaros que la resurrección de la carne sólo puede referirse a la reencarnación del espíritu, ya que éste es el principio y la razón de la vida, de que en verdad es eterno. 6-151-56

¿Con qué fin habrían de resucitar los cuerpos muertos, cuando sólo fueron las vestiduras temporales del espíritu? 6-151-57

La carne baja a la tierra a fundirse con ella, ahí se purifica, se transforma y surge de nuevo a la vida incesantemente; mientras, el espíritu sigue elevándose, sigue encaminándose a la perfección y cuando vuelve a la Tierra, es para él una resurrección a la vida humana y es también para su nueva envoltura una resurrección al contacto del espíritu. Mas lo material no tiene naturaleza eterna y en cambio lo espiritual sí, por lo que os digo una vez más, que es a vuestro espíritu al que busco, al que enseño y al que quiero llevar Conmigo. 6-151-58

En aquel tiempo dije a Nicodemo, quien me había buscado de buena fe para hablar Conmigo: “Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del espíritu, espíritu es; no os sorprendáis si os digo, que es necesario nacer otra vez”. ¿Quién comprendió aquellas palabras? Yo os quise decir con ellas que una vida humana no es bastante para entender una sola de mis lecciones y que para que lleguéis a comprender el libro que esta vida encierra, os son necesarias muchas existencias. De ahí que la carne tenga que servir sólo de báculo al espíritu en su tránsito por la Tierra. 6-151-59

El espíritu recibe de la materia las impresiones que ésta recoge en la vida; cuando mayor llegue a ser su sensibilidad y preparación, mayor será la cosecha para el espíritu. El cuerpo es sólo el instrumento, el intérprete, el báculo y el crisol. 6-151-60

No sabéis cuantas etapas tendréis que vivir aún en este planeta. Si encuentro justo que volváis a encarnaros, tendréis que venir en nueva materia, pero trayendo mayor evolución en el espíritu, el cual no se rebelará a la voluntad divina, y continuaréis vuestra labor en bien de vuestros hermanos: Seguiréis elevándoos y perfeccionándoos, plenos de confianza y esperanza en mi justicia. 6-156-7

Por eso es que instituí, como una de mis leyes de amor y de justicia, la reencarnación del espíritu, para concederle un camino más extenso, que le brinde todas las oportunidades necesarias para lograr su perfeccionamiento. Cada existencia es una breve lección, porque de otra manera sería muy corta la oportunidad de un hombre para abarcar en ella el cumplimiento de toda mi Ley; pero es necesario que conozcáis el sentido de esta vida, para que toméis de ella su esencia y alcancéis su armonía, que es la base de la perfección humana, para que podáis pasar a un plano superior, hasta llegar a la vida espiritual, donde tengo guardadas para vosotros tantas lecciones que debo enseñaros y tantas revelaciones que aun debo haceros. 6-156-29

Nunca han marchado todos los seres aquí en el mundo en el mismo nivel espiritual; junto a hombres de una gran elevación, han convivido otros en gran retraso. Debo advertiros que este tiempo tampoco será el único en el que puedan surgir hombres de un espíritu muy elevado. 6-156-30

En todos los tiempos, aun en los más remotos de la historia de la humanidad, habéis tenido ejemplos de hombres de espíritu elevado. ¿Cómo podríais explicaros que desde los primeros tiempos ya hubiese hombres de espíritu evolucionado, si antes no hubiesen pasado por reencarnaciones sucesivas que les ayudaron a elevarse? 6-156-31

Es que el espíritu no nace al mismo tiempo que la envoltura, ni el principio de la humanidad coincide con el del espíritu. En verdad os digo, que no existe un sólo espíritu que haya venido al mundo sin antes haber existido en el Más Allá. Y, ¿quién de vosotros puede medir o conocer el tiempo que haya vivido en otras moradas antes de haber venido a morar la Tierra? 6-156-32

Viene el tiempo de controversias en el que los hombres pondrán de manifiesto su inteligencia y su elocuencia, de la que llegarán hasta el alarde y la vanidad. Volverá a ponerse a discusión mi palabra del Segundo Tiempo, y también se discutirán las diversas interpretaciones que a ella se han dado. En verdad os digo: De ese torbellino surgirá la luz y muchos velos quedarán descorridos y la hipocresía será abatida por la verdad. 6-159-36

Haced que vuestras obras sean dignas de imitarse; entonces podréis con justicia ser comparados con un espejo limpio, en el cual vuestros hermanos puedan contemplarse y corregir sus defectos. Ya en otras vidas vuestro espíritu consagró su existencia al goce de los placeres terrenales. Ahora, consagrad parte de vuestro tiempo al cumplimiento de vuestros deberes espirituales; con ello se elevará vuestro espíritu sin que hayáis tenido que abandonar vuestros deberes humanos. 6-168-56

¿Quiénes fuisteis antes de esta vida, quiénes sois en la presente y quiénes seréis en el futuro? Estos son los misterios que sólo al Juez Divino corresponde saber. Por ahora debe bastaros comprender el verdadero significado de la Ley de reencarnación, que os he revelado como una suprema verdad. 6-168-57

Mi creación es constante y nada muere. Si el dolor consume la carne y el espíritu queda desnudo sin haber cumplido su misión en la Tierra, Yo le daré una nueva vestidura corporal y le haré tornar a ella. 6-174-33

Os esclarezco todas las lecciones, para que vuestro espíritu deje de ser prisionero de vuestros sentidos, para que cuando vayáis a sembrar mi enseñanza, deis a conocer que el espíritu, como todo lo creado, está sujeto a la Ley de evolución. 7-180-29

Evolución: Palabra que estará en los labios de la humanidad cuando se ocupe de su espíritu, porque significa progreso, elevación, transformación y perfeccionamiento. 7-180-30

Yo lloré vuestra partida desde el instante en que dejasteis la Morada espiritual para ir a la Tierra. Desde entonces han sido mis lágrimas y mi sangre las que os han perdonado vuestros pecados, y mi voz dulce y serena no ha dejado de aconsejaros en vuestra jornada. Mi sombra os ha seguido por todos los caminos. Yo soy quien en verdad os ha extrañado, vosotros no, porque cuando partisteis os sentíais fuertes y creíais que ya no necesitaríais de mi apoyo. Vuestro camino fue el libre albedrío, vuestros sentidos se dilataron para aspirar y palpar todo cuanto os rodeaba, y fue necesario que cayeseis muy abajo para que volvierais vuestros ojos nuevamente hacia Mí. Hasta entonces recordasteis que teníais un Padre a cuya mesa os sentabais. Entonces clamasteis a vuestro Señor, mas antes ya os había llamado Yo y estaba reclamando en mi mesa vuestra presencia. Os había buscado, como el padre que vio partir a su hijo llevando la inocencia en su corazón y desconociendo el camino. 7-180-63

Si analizáis mi palabra comprenderéis que mi intención al enviaros al mundo a recorrer sus caminos llenos de peligros y asechanzas, no fue para que os perdierais en ellos, porque habían sido preparados de antemano para que en ellos encontraseis las lecciones necesarias para la evolución del espíritu, para daros la experiencia de que carecíais, y finalmente para volveros a Mí llenos de luz. Vuestro espíritu al brotar de mi Espíritu, fue como una chispa a la cual los vientos habían de convertir en flama para que al retornar a Mí, vinieseis a fundir vuestra luz en mi Divinidad. 7-180-64

Les revelaréis que el Padre, en su amor infinito y en su justicia perfecta, concede a cada espíritu tantas existencias materiales, como le sean necesarias para su perfeccionamiento; que algunas materias sufrirán más que otras, que habrá vidas plenas de bienestar y otras de amargura y expiación. 7-186-43

Esas materias que viven sin dolores ni grandes pruebas, son las que han dado lugar a que muchos ignorantes e inconformes me llamen injusto. 7-186-44

Estos casos abundarán en vuestro camino y vosotros seréis los encargados de dar la aclaración. Os preguntarán: “¿Si es cierto que existe el premio o castigo después de esta vida?” A lo cual contestaréis: “Mientras el espíritu no haya alcanzado la elevación suficiente para morar en el Valle espiritual, tendrá que reencarnar en esta Tierra, recorriendo cada existencia de acuerdo con el adelanto de la anterior; a veces será para recoger una buena cosecha, otras para saldar alguna deuda o concluir una obra empezada. 7-186-45

Y cuando el espíritu haya recorrido todo el camino señalado a él como su destino en la Tierra, podrá elevarse a la Mansión espiritual, donde encontrará la continuación del camino que le conducirá a la gracia eterna, al seno del Señor”. 7-186-46

Llegará a comprender el hombre que su reino tampoco es de este mundo, que su cuerpo o envoltura humana es tan sólo el instrumento a través de cuyos sentidos se asoma su espíritu a este mundo de pruebas y restitución. Concluirá por saber que esta vida es tan sólo una magnífica lección ilustrada con maravillosas formas e imágenes, para que puedan llegar a entender mejor los discípulos, o sea toda la humanidad, las lecciones que la vida les da, con las cuales, si las saben valorizar, alcanzarán la evolución de su espíritu y comprenderán la finalidad de la lucha que los va forjando, el dolor que los pulimenta, el trabajo que ennoblece, el saber que ilumina y el amor que eleva. 7-194-34

Si esta existencia fuera la única, en verdad os digo, que ha mucho tiempo que habría apartado de ella el dolor, pues sería injusto que sólo hubieseis venido a este mundo a beber el cáliz de amargura. Mas los que hoy están sufriendo y llorando, es porque ayer se deleitaron con exceso, pero ese dolor les purificará y les hará dignos de elevarse a gozar en forma más pura en las moradas del Señor. 7-194-35

La materia es sólo la vestidura temporal del espíritu, de la que cambia cuantas veces le es necesario para sus experiencias, su evolución o expiaciones. Aquél que todavía no comprenda esta Ley de Justicia divina, es un párvulo. 7-195-46

No seríais Espiritualistas si dudaseis de la Ley de la Reencarnación, porque es un conocimiento fundamental que viene a revelar a muchos y a confirmar a quienes de ello tenían un presentimiento o intuición. En esa Ley existe una razón y una justicia tan clara como la luz. 7-195-47

La Tierra es campo de lucha, mucho hay allí que aprender; si así no fuese, os bastarían unos años de vida sobre este planeta y no seríais enviados una vez tras otra a reencarnar. No hay tumba más lóbrega y oscura para el espíritu, que su propio cuerpo, si éste lleva en sí escoria y materialismo. 8-213-24

Pensad que si sois parte de mi Espíritu, poseéis la vida y la gracia al igual que Yo. Sois puros en cuanto a vuestro principio y así es como debéis llegar a Mí, en vuestro retorno. Por eso debéis de luchar sin descanso en este tiempo, para que podáis volver a vuestra primigenia pureza y perfección. 8-218-39

Sed firmes en el camino, pueblo, porque vuestro espíritu está cumpliendo una delicada misión en este planeta.

Solamente el que se purifique por el amor, el que practique mis leyes, puede dejar de venir a reencarnar en este planeta; mas aquél que en su presente reencarnación deje huella de sangre o de maldad, ése tiene que tornar a esta Tierra a reparar yerros, a reconstruir lo destruido, a dar vida a lo que dejó inerte, a perdonar a los que no perdonó. En una palabra: A restituir. Por eso mi amor infinito os dice: ¡Oh, peregrino incansable que ha tiempo venís caminando con la amargura en vuestro corazón! He aquí Al que viene a consolaros, Al que viene a fortaleceros, para que prosigáis la jornada hasta el fin. 8-219-39

Muchos de vosotros ya no tendréis una nueva oportunidad de venir a la Tierra, a reparar en ella vuestras faltas, no poseeréis ese instrumento que hoy lleváis y que es vuestro cuerpo, en el que os apoyáis. Es menester que comprendáis que el venir al mundo es un privilegio para el espíritu, que nunca es un castigo; por tanto, debéis aprovechar esta gracia. 8-221-54

Largo es el desarrollo de las potencias del espíritu, tanto que una sola materia no le es bastante, ni una sola existencia en la Tierra le es suficiente. Pero mi providencia, que en todo está, va preparando a cada espíritu nuevos cuerpos en que pueda continuar su desarrollo, ayudándole en su perfeccionamiento, para que pueda llegar al lugar que le está destinado. Os lo digo, porque os he sorprendido pensando que es muy poco lo que habéis logrado en comparación con lo que se os ha dicho que poseéis; entonces surgen en vuestro corazón dudas y os invade el decaimiento. 8-223-10

Con lo que ahora os he dicho, podréis ya comprender que no os será posible, en una sola existencia, desarrollar en toda su capacidad los dones de que está formado vuestro espíritu, porque siendo ellos parte de un ser que pertenece a lo eterno, que es parte de lo infinito, es natural que en una vida tan efímera, como es la vida del hombre en la Tierra, no alcancéis a mirar el desarrollo completo de algunos de vuestros dones. 8-223-11

Sin embargo, debo aclararos que no por saber que en la presente existencia no podréis alcanzar el máximo desarrollo de vuestros dones, vayáis a flaquear en vuestro ahínco de lograr vuestra evolución. Por el contrario, pensad que si en una sola existencia pudieseis contemplar el desarrollo completo de vuestros dones espirituales, éstos serían muy pequeños. 8-223-12

Sólo os pido que deis un paso en cada reencarnación, pero que sea un paso firme hacia la perfección; entonces será vuestro espíritu el que advierta su adelanto, manifestándose cada vez con mayor sabiduría a través de aquellos cuerpos que le vayan siendo confiados. 8-223-13

En el Tercer Tiempo el Verbo Divino no se ha hecho hombre, ha venido a vosotros en forma espiritual. Y esta parte de la Tierra en que vivís, ha sido ahora la destinada para recibir el cumplimiento de mis promesas y designios. Aquí estoy escribiendo el tercero de mis Testamentos, y aquí os reuní para que me esperaseis, porque vosotros sois los mismos de los tiempos pasados. Así como en este tiempo me estuvisteis esperando y vuestra espera fue dolorosa, llena de ansiedad, sólo animada por la luz de mi promesa de volver, así en el Primer Tiempo, cuando crujían las cadenas de vuestra esclavitud, soportasteis las penalidades del destierro, alentados por la esperanza en mi promesa hecha a vuestros padres. Probé vuestra fe, hicisteis méritos de paciencia, y al fin lograsteis como recompensa, la posesión de la tierra prometida. Y encontrasteis una nueva vida. 8-235-54

Os he prometido enviar a morar entre vosotros a los espíritus de grande luz, que esperan tan solo el momento de acercarse a la Tierra para encarnar y cumplir una gran misión de restauración. Cuando aquellos seres habiten este mundo, ¿qué tendréis que enseñarles? Nada, de cierto os digo, porque ellos vendrán a enseñar, no a aprender. Os maravillaréis de escucharles desde la infancia hablando de enseñanzas profundas, sosteniendo conversaciones con los hombres de ciencia y con los teólogos, asombrando con su experiencia a los ancianos y aconsejando la buena senda a la juventud y a la niñez. 8-238-30

Bienaventurado el hogar que recibiese en su seno a uno de estos espíritus. ¡Cuán graves serán los cargos que se hagan a quienes traten de impedir el cumplimiento de mis enviados! 8-238-31

Vosotros ya tenéis la certeza en este tiempo, de que habéis venido a morar la Tierra en múltiples veces, porque creéis en la reencarnación del espíritu, pero esta revelación, como os la he entregado, estremecerá al mundo, hará revolución entre los hombres y con ello alcanzarán la explicación de muchos misterios y la fortaleza para su espíritu, porque es Ley de amor y en ella está mi luz. 9-244-28

No sabéis aún, oh, pueblo amado, cuántas veces fuisteis en este mundo a través de distintas materias y aún cuando la carne se escudriña a sí misma y pregunta a su propio espíritu, no alcanzáis a contemplar vuestro pasado, vuestras vidas anteriores; porque Yo, como Padre, he velado estos conocimientos, he evitado que vuestro espíritu a través de la vida humana descubra sus vidas anteriores, siendo ésta todavía una prohibición del Espíritu Santo que existe entre vosotros. Pero estáis preparando a las generaciones venideras, a los que han de venir poseyendo espíritus de gran elevación espiritual y que aún están habitando en el Más Allá, en donde se encuentran acrisolándose y elevándose para venir a este planeta; a ellos sí les será dado por mi Espíritu Santo, la facultad de recordad sus vidas anteriores, conocer su pasado, porque ello será útil a su propio espíritu. Si no os lo he concedido a vosotros, es porque todavía encuentro fragilidad en vuestro espíritu y más aún en la materia y comprendo que os acobardaríais, contemplando vuestro pasado. El que mucho faltó y ofendió a su Padre, no tendría fuerzas para resistir el arrepentimiento y el reclamo de su Conciencia; el que fue grande se llenaría de vanidad; el que fue pequeño se sentiría humillado y en su corazón nacería el ansia de la venganza; es por eso que vuestro Padre, que es sabiduría perfecta, no ha querido revelaros todavía a través de vuestra materia, el pasado de vuestro espíritu. 9-244-29

Para las generaciones del futuro está reservada esa gracia, a las que el conocimiento de su pasado no hará mella, y vosotros seréis para ellas como un libro abierto delante de sus ojos. Serán esos espíritus los reveladores de muchos misterios, los que vengan a aclarar la vida del espíritu a través de sus propias vidas materiales, los que hablen a este mundo de otros mundos y de ese camino tan largo que es el camino espiritual. 9-244-30

Nuevamente se posan mis ojos en las multitudes, reconociendo a uno y a otro de los que me rodearon, de aquéllos que habiendo recibido prodigios un tiempo antes, no supieron reconocerme. 9-247-32

El hombre tiene un desarrollo como lo tiene todo lo que forma la Creación. Él era pequeño en un principio. Su inteligencia estaba de acuerdo con la vida primitiva que llevaba; pero Dios hizo que él se desarrollara por sí mismo, que conociera lo que es el bien y el mal para que descubriese en sí su parte espiritual y su parte material, porque él en un principio desconocía su espíritu. Así el hombre se fue desarrollando, sabiendo de dónde viene y a dónde va, reconociendo sus facultades que le habrán de conducir a la perfección. Así ha llegado hasta este tiempo en que le he revelado que para el perfeccionamiento del espíritu no es bastante una existencia. 9-248-60

De esto podéis tener una prueba clara, al comprobar que la experiencia del hombre de ahora es mayor que la de los hombres de hace tiempo; porque es el espíritu el que trae consigo la luz recogida en los caminos de anteriores vidas. 9-248-61

Cuando vuestros sentidos hayan alcanzado una mayor espiritualidad, el recuerdo de vuestro pasado y la intuición serán más claras en vosotros. Ahora es sólo un vago presentimiento el que tenéis de todo esto, pero que sin embargo, os ayuda a llevar con resignación y conformidad vuestra cruz, con la certeza de que en esa forma se limpia y se salva vuestro espíritu. 9-248-65

Una gran enseñanza espiritual se requiere para que el hombre camine de acuerdo con la voz de su Conciencia, porque la materia que le rodea en el mundo a pesar de estar todo saturado de Amor divino, sabiamente hecho para el bien y para la felicidad del hombre, constituye una prueba para el espíritu, desde el instante en que viene a habitar un mundo al cual no pertenece, unido a un cuerpo cuya naturaleza es diferente a la suya. 9-257-18

Ahí podréis encontrar la causa por la que el espíritu olvida su pasado. Desde el instante en que encarna en una criatura inconsciente, recién nacida y se funde en ella, inicia una vida junto con aquel ser. Del espíritu sólo quedan dos atributos presentes: La Conciencia y la intuición, pero la personalidad, las obras hechas y el pasado, temporalmente quedan ocultos. Así ha sido dispuesto por el Padre. ¿Qué sería del espíritu que ha venido de la luz de una elevada morada a habitar entre miserias de este mundo, si recordara su pasado? ¡Y cuántas vanidades habría entre los hombres al serles revelada la grandeza que en otra vida existió en su espíritu! 9-257-19

Es preciso que sepáis que el espíritu antes de encarnar, ha tenido una vasta preparación, ya que va a quedar sometido a una larga y a veces dura prueba; pero gracias a aquella preparación no se turba al penetrar en esta vida; cierra sus ojos al pasado para abrirlos a una nueva existencia y así, desde el primer instante se adapta al mundo al que ha llegado. Cuán diferente es la forma en que vuestro espíritu se presenta ante los umbrales de la vida espiritual o cuando acaba de dejar su cuerpo y al mundo; como ha carecido de verdadera preparación para retornar a su morada, entonces se ve turbado, le domina aún las sensaciones de la materia y no sabe qué hacer ni a dónde ir, eso se debe a que no aprendió que también es necesario saber cerrar los ojos para este mundo en el postrer instante, porque sólo así podrá ir a abrirlos al Mundo espiritual que había dejado, donde le esperaba todo su pasado para unirlo a su nueva experiencia y a todos sus méritos anteriores, sumar los nuevos méritos. 9-257-20

Un denso velo nubla su mente mientras recobra la luz; una influencia tenaz de todo lo que dejó, le impide sentir la vibración de su Conciencia y en tanto se desvanecen sus sombras para reintegrarse a su verdadera esencia, ¡cuánta turbación, cuánto dolor! 9-257-21

¿Habrá quién, después de escuchar o de leer este mensaje, lo rechace como lección inútil o falsa? Yo les digo, que sólo aquél que llegare a encontrarse en un grado de materialismo extremo o de ciego fanatismo, podría rechazar esta luz sin que su espíritu se conmoviese. 9-257-22

En este tiempo no vengo a revelar al hombre el pasado de su espíritu; pero sí a asegurarle que su espíritu ha vivido, que ha venido a desempeñar una misión elevada a la Tierra y que debe retornar a su mansión, no sólo sin mancha, ni siquiera con la misma luz que trajo, sino aún con mayor luz. 9-257-23

¡Cuántas lecciones os he dado para que aprendáis a amar! ¡Cuántas oportunidades, vidas y reencarnaciones os han proporcionado la misericordia divina! La lección se ha repetido cuantas veces ha sido necesaria, hasta que ha sido aprendida. Una vez cumplida, no existe razón para ser repetida, porque tampoco podrá ser olvidada. 9-263-44

Si pronto aprendieseis mis lecciones, no tendríais por qué sufrir ni por qué llorar errores. Un ser que en la Tierra aprovecha las lecciones en ella recibidas, podrá volver al mundo, pero siempre será con mayor adelanto y en mejores condiciones. Entre una vida y otra siempre tendrá una tregua, necesaria para meditar y descansar antes de emprender la nueva tarea. 9-263-45

Alguno en su corazón me dice: “Padre, esa tregua o descanso, ¿es para enviarnos a buscar nueva fatiga en el mundo?, y ¿hasta cuándo?” 9-263-46

¡Ah, pequeños, Yo perdono vuestra ignorancia y os digo, que nada injusto ni imperfecto tengo dispuesto en la jornada que habréis de recorrer! El espíritu es incansable, sólo cuando vive en la materia siente la impresión de la fatiga que el cuerpo le transmite, mas volviendo nuevamente a la libertad y a la luz espiritual, se despoja de su fatiga y se torna nuevamente en incansable. 9-263-47

¿Qué sabéis de vuestro pasado y hasta dónde se remonta vuestro origen? ¿Qué sabéis de dónde venís, por dónde habéis pasado y a dónde os dirigís? 9-267-12

Os tocó habitar en la Tierra en estos instantes difíciles para la humanidad; mas no os quejéis de vuestro destino, porque ello significaría un reproche para Mí. Pensad que cada uno de vosotros, me refiero a vuestro espíritu, ha estado varias veces en la Tierra, y que en algunas de aquellas existencias habéis saboreado todo aquello que el corazón humano desea. 9-272-22

Tened la certeza de que quienes más sufren en este tiempo, es porque antes bebieron hasta el fondo en la copa del placer, de las satisfacciones humanas y de la gloria del mundo, con lo que se alejaron de la senda espiritual y se mancharon. 9-272-23

Vuestra mente no recibe las impresiones o los recuerdos del pasado de vuestro espíritu, porque la materia es como un velo espeso que no alcanza a penetrar en la vida del espíritu. ¿Qué cerebro podría recibir las imágenes e impresiones que el espíritu ha recogido en el trayecto de su pasado? ¿Qué inteligencia podría coordinar con ideas humanas lo que le es incomprensible? 9-274-54

Por todo esto no os he permitido hasta ahora saber quiénes sois espiritualmente ni cuál ha sido vuestro pasado. 9-274-55

Cuando me escucháis, vuestro ser tiene un dulce estremecimiento y os preguntáis: “¿En dónde habré escuchado yo esta voz en otros tiempos?” Otros al oírme, dicen: “Me parece contemplar al Maestro predicando a la orilla de un río o en la montaña, ¿dónde lo habré visto?” 10-283-17

Un mundo de espíritus espera solamente la hora de venir a habitar este Valle. Son seres de luz que no desdeñarán venir a encarnar en el seno de los pueblos retrasados, porque su misión será precisamente la de despertar a los que duermen. 10-288-46

¿Alguno de vosotros cree que su presente existencia es la primera que vive en la Tierra? No, pueblo, si así fuera, no os hubiese buscado en este Tercer Tiempo. 10-288-57

Si por un instante descorréis el velo que impide a vuestra mente conocer vuestro pasado, en verdad os digo, que caeríais postrados ante mi presencia, agobiados de arrepentimiento ante vuestras ingratitudes, desobediencias, infidelidades y falta de fe en mi Obra; pero el mérito está en desarrollar la intuición, en escuchar la Conciencia; en desarrollar al ser que vibra en vosotros y que se llama: Espíritu. 10-289-40

Habéis tenido una oportunidad tras otra, y en ello podéis comprender mi amor infinito por vosotros, porque os he dado y concedido a vuestro ser la oportunidad para reparar errores, purificar y perfeccionar vuestro espíritu, en vez de castigaros o condenaros eternamente como solíais pensar antes. 10-289-45

El mundo sabrá la verdad sobre la resurrección de la carne, que es la reencarnación del espíritu. 10-290-53

Reencarnar: Volver al Mundo material para nacer de nuevo en cuanto hombre; surgir el espíritu en un cuerpo humano para continuar una misión. Esa es la verdad sobre la resurrección de la carne, de que os han hablado vuestros mayores, dándoles tan torcidas como absurdas interpretaciones. 10-290-54

La reencarnación es un don que Dios ha concedido a vuestro espíritu para que no se limite nunca a la pequeñez de la materia, a su efímera existencia en la Tierra, a sus naturales debilidades; sino que, procediendo el espíritu de una naturaleza superior, pueda tomar cuantas materias le sean necesarias para el desempeño de sus grandes misiones en el mundo. 10-290-55

Por este don, el espíritu demuestra su inmensa superioridad sobre la carne, sobre la muerte y sobre todo lo terrestre, venciendo la muerte, sobreviviendo a un cuerpo a otro y a todos cuantos le sean confiados; vencedor del tiempo, de los escollos y de las tentaciones. 10-290-56

La luz del Espiritualismo está revelando al mundo la verdad, la justicia, la razón y el amor que existen en el don espiritual de la reencarnación; sin embargo, el mundo al principio tendrá que combatir encarnizadamente esta revelación, dándole un cariz de doctrina extraña y falsa, para hacer desconfiar a los hombres de buena fe. 10-290-57

En este Tercer Tiempo, os he traído la confirmación de la reencarnación del espíritu. La humanidad a través de los tiempos, ha tenido esa intuición y el espíritu ha venido revelándole este misterio a la carne. Siempre han venido seres del Más Allá a entregar esta revelación a los hombres, y sólo han sido creídos por algunos, mas éstos han sido combatidos en sus creencias y repudiados por los ignorantes e incrédulos, pero hoy palpita cual nunca entre la humanidad el presentimiento, la certeza de estas manifestaciones, aunque no todos se atreven a confesarlo, por temor al mundo. Yo he venido en este tiempo a traeros la confirmación y a deciros: En la reencarnación del espíritu se manifiesta mi Ley perfecta de amor. Y de cierto os digo: Cuán pocos son los que tan sólo una vez han venido a encarnar en la Tierra, y cuántas oportunidades les he brindado a los espíritus a través de distintas materias en el mundo, para restaurar lo que habían hecho de malo sus espíritus; pero vuestra materia es un espeso velo que os impide descubrir el fondo de estas enseñanzas. 10-309-22

Muy poco es lo que os he permitido conocer acerca de lo que habéis sido a través de los tiempos, porque no quiero que vosotros en materia, antes de que hayáis alcanzado la verdadera preparación espiritual, penetréis en el Santuario, en la intimidad de mis altos juicios; no quiero que hagáis de las enseñanzas acerca de la vida espiritual, nuevas ciencias que tan sólo os conduzcan a la curiosidad, el escrutinio y a la pérdida de tiempo. No quiero que en la senda espiritual deis un paso que os sea inútil, quiero que todos os sean de provecho, que solamente escuchéis y os sea revelado, lo que os ayude en vuestra evolución espiritual, mas todo aquello que sólo os sirva de satisfacción humana, eso no lo concretéis; siempre estará detrás de un velo, porque constituye lo sagrado, lo íntimo de vuestra herencia espiritual. 10-309-23

Así irán despertando los hombres en su evolución y llegarán a comprender que no es suficiente una vida humana para conocer mi eterna lección. 10-309-25

Si Yo amo por igual a todos mis hijos, ¿por qué entonces existe desolación en el mundo? Esta es la pregunta que se hacen los hombres y vosotros sabéis el por qué de los acontecimientos. 11-310-4

No es la primera vez que vuestro espíritu viene a habitar en este mundo, ha mucho tiempo que a través de distintas materias, Yo le he permitido que reencarnara para que así reparase sus yerros y se dignificara ante mi Ley; puse en la Tierra a los espíritus desde el principio de su formación para que ganaran, por sus propios méritos, el poder llegar a mi Reino. 11-310-5

La Escala que en sueños vio Jacob, hoy se levanta luminosa delante de cada espíritu, invitándole a ascender y a conocer los misterios que los hombres no han podido penetrar. 11-315-41

¿Sabéis que significado encierra aquella Escala que en sueños contempló Jacob? Esa Escala representa la vida y la evolución de los espíritus. El cuerpo de Jacob dormía en el momento de la revelación; pero su espíritu se encontraba despierto. Él se había elevado hacia el Padre, buscando como medio la oración y al penetrar su espíritu en las regiones de luz, alcanzó a recibir un mensaje celestial que quedaría como un testamento de revelaciones y verdades espirituales para su pueblo, que es toda la humanidad, porque Israel no es nombre material sino espiritual. 11-315-45

Jacob veía que aquella Escala estaba apoyada en la Tierra y que su cúspide tocaba el Cielo; esto indica el camino de elevación espiritual que empieza en la Tierra a través de la carne y termina fundiendo su luz y su esencia con la de su Padre, fuera de toda influencia material. 11-315-46

Vio el patriarca que por aquella Escala subían y descendían ángeles, representando ello, el incesante encarnar y desencarnar, el continuo ir y venir de los espíritus en pos de luz, o también en misión de restituir y de purificarse, para elevarse un poco más al retornar al Mundo espiritual. Es el camino de evolución espiritual que conduce al perfeccionamiento, por eso Jacob contempló en la cumbre de la Escala la forma representativa de Jehová, indicando que Dios es la meta de vuestra perfección, de vuestras aspiraciones y el supremo galardón de infinitos goces, como compensación de arduas luchas, a los prolongados sufrimientos y a la perseverancia por llegar al seno del Padre. 11-315-47

En las vicisitudes y en las pruebas, el espíritu encontró siempre la oportunidad de hacer méritos para ascender. Ahí, en cada prueba, ha estado siempre representada la Escala de Jacob, invitándoos a subir un peldaño más. 11-315-48

Grande revelación fue aquella, oh, discípulos, porque en ella se os hablaba de la vida espiritual en un tiempo en el que apenas se iniciaba el despertar del espíritu hacia el culto a lo divino, a lo elevado, a lo puro, bueno y verdadero. 11-315-49

Ese mensaje no podía ser tan sólo para una familia, ni siquiera para un solo pueblo; su esencia era espiritual y por lo tanto tenía universalidad. Por eso mismo mi voz de Padre dijo a Jacob: “Yo soy Jehová, el Dios de Abraham y el Dios de Isaac, la tierra en que os encontráis os la daré a vos y a vuestra simiente y esa simiente será como el polvo del mundo y os extenderéis hacia el Occidente y al Oriente, y al Norte y al Mediodía y todas las familias de la Tierra serán benditas en vos y en vuestra simiente”. 11-315-50

Este mensaje os podrá parecer de poca importancia en apariencia, pero es profundamente infinito en su contenido espiritual. Mas, ¿cómo podrían los hombres encontrar su esencia, si no la han valorizado, si huyen de toda señal o revelación espiritual? He tenido que ser Yo mismo quien viene a daros la interpretación de aquel mensaje que os di en otro tiempo, cuando apenas se iniciaba el despertar del espíritu en el mundo, para alentaros en vuestra misión. 11-315-51

Así sabréis que una sola existencia en la Tierra, por ser tan breve comparada con la vida espiritual, no puede ser decisiva sobre la eternidad de un espíritu, o sea que ni será suficiente para que uno de vosotros alcance dentro de ella la perfección, que os lleve directamente al Reino de la más alta espiritualidad que es a lo que llamáis Cielo, como tampoco, los errores de una vida en la Tierra podrán determinar que un espíritu se pierda en las tinieblas o en el dolor por una eternidad. 11-329-54

Ciertamente que una vida humana, concedida a un espíritu, tiene un valor tan grande, y representa una oportunidad tan propicia al progreso de un espíritu, que el hecho de desaprovecharla o de emplearla mal, implica que mi justicia, siempre inexorable, se manifieste en el sendero de quien profana dones tan sagrados como los que Yo confío a cada espíritu al enviarle a la Tierra; pero que de una existencia tan breve como es la del hombre en el mundo, depende toda la eternidad de su espíritu, es un error, con mayor razón si reflexionáis en que los errores humanos son propios de seres que carecen de desarrollo, de luz y elevación. 11-329-55

De cierto os digo, que el espíritu es como una simiente, es como las semillas que vosotros conocéis; os hablo en sentido figurado. También germinan, echan raíces y crecen, florecen y fructifican; pero algo más tengo que deciros: No todos los espíritus germinan al mismo tiempo, ni fructifican en tiempo determinado. Unos lo hacen antes y otros después, aun cuando hayan sido sembrados al mismo instante. Esto comprendedlo y aplicadlo vosotros al pasado, al presente y al futuro vuestro y de toda la humanidad, porque de ello entresacaréis grandes conclusiones, grandes revelaciones y grandes contestaciones a las interrogaciones y a las dudas de los hombres. 11-332-33

Si penetráis en mi Cátedra de este día, descubriréis en ella una intención marcada del Maestro: La de afirmar vuestro espíritu para que vosotros llevéis a la humanidad la revelación verdadera de la reencarnación de los espíritus. La intuición de ello la conserva todos los hombres; en todos los pueblos de la Tierra presienten el misterio que encierra el pasado, presente y futuro de cada espíritu. Para los unos es teoría, para otros es posibilidad, para otros fantasía, otros lo niegan rotundamente. Sin embargo, los encuentro pensativos en torno a esa verdad. 11-332-34

Los pueblos más remotos y hasta las tribus más escondidas en las selvas, presienten el misterio de la reencarnación del espíritu. Es que la tierra está preparada, está fecundada, es que el espíritu humano en sus evoluciones ha alcanzado a revelar a la materia parte de ese misterio, como vosotros lo llamáis. Sólo falta que llegue mi pueblo, mis doctrinados, mis fieles, los que siempre me han esperado, los que han sabido recibir mis revelaciones y enseñanzas, para darles la confirmación con palabra viva, con razones, con verdades. Entonces los hombres despertarán a un nuevo conocimiento, a una nueva vida, la cual no es sino el Reino de Dios en el corazón de los hombres, el Reino espiritual en el espíritu mismo de la humanidad. 11-332-35

A veces juzgáis que es una injusticia tener que sufrir las consecuencias de los errores de quienes ya hace tiempo pasaron a la Tierra; mas, ¿quién de vosotros puede asegurar no haber sido de aquéllos que sembraron de espinos el sendero? A muchos hombres les moverá a risa esta Doctrina, pero no será su espíritu quien se mofe, será su corazón, porque el humano siempre ha sido escéptico e incrédulo tratándose de lo espiritual; pero me bastará que mi palabra sea conocida por ellos para que, a pesar de su ironía e incredulidad, algo les diga que esta palabra puede encerrar un fondo que por necedad no quieren reconocer. 11-340-70

Pues bien, discípulos: Si habéis de volver al mundo una o algunas veces más, sea para que recojáis frutos agradables, cultivados por vosotros con anterioridad, para que vuestro espíritu experimente la satisfacción de tener ante sí la oportunidad de concluir alguna obra empezada. 12-340-77

Vengo para ayudaros a reparar vuestros errores, a revelaros el secreto de reponer en un día, un año perdido y en un año un siglo mal empleado, y así capacitaros para conquistar la eternidad. 12-340-80

Yo os he escuchado en aquellos Valles espirituales, arrepentidos de no haber cumplido con mi Ley. Me habéis dicho: “Padre, Padre, concededme una materia para cumplir vuestros mandatos a través de ella”. Y Yo os he concedido esa oportunidad, os he enviado a este mundo para que en un nuevo cuerpo podáis cumplir. 12-343-24

He venido a doctrinaros, porque ha llegado el Tercer Tiempo y en él habéis escuchado la voz de la trompeta celestial que ha despertado a vuestro espíritu. Los unos me habéis preguntado: “¿Padre, por qué habré venido nuevamente a morar en la Tierra?” Y os digo: Para que vuestro espíritu restituya la limpidez perdida y en verdad os digo, bienaventurado el que ha penetrado en esta restitución, porque él será en mi Reino, porque se habrá purificado y habrá cumplido con su misión. 12-346-8

El espíritu irá a gozar, a disfrutar de Dios, mas antes tiene que evolucionar habitando diferentes materias, para después seguir su evolución en planos elevados hasta llegar a fundirse en la eterna perfección. 12-352-78

No basta a vuestro espíritu una sola materia en su existencia eterna, como tampoco es suficiente para vuestro cuerpo un solo vestido durante su vida en este mundo. Por ello la reencarnación del espíritu es necesaria para su evolución. En cada etapa conocéis la riqueza y la pobreza, la salud y todas las enfermedades que afligen a la humanidad; conocéis el egoísmo, la soberbia, la inquietud y la falta de caridad, también el perdón y el amor, la nobleza y la generosidad. 12-359-69

Habéis llegado a este tiempo encarnando en una y otra materia; vuestro espíritu ha ido purificándose de sus manchas, porque desde el principio se dejó vencer por las inclinaciones de la materia, alejándose de la pureza y perfección que tenía cuando brotó de mi Seno. 12-359-70

Habéis llegado hasta el Tercer Tiempo y vuestro espíritu ha evolucionado, mas no lo suficiente para poder dominar por completo sus instintos materiales y vivir en una etapa enteramente espiritual. 12-359-71

Yo os conozco y en todos los tiempos en que os he enviado a reencarnar, me he manifestado delante de vosotros. 12-363-34

Mi paz sea con vosotros.

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