El retorno del Espíritu de Verdad
Libro de la Vida Verdadera
El retorno del Espíritu de Verdad
Os prometí volver entre vosotros y no podía dejar de asistir a esta cita con vuestro espíritu. 2-31-2
Comprended y analizad el momento en que vivís. Yo os anuncie en el Segundo Tiempo que volvería y os dije cuales serían las señales de mi venida. Quiero que la humanidad reconozca que estas señales han aparecido ya. 1-3-29
Si os dije que volvería, es que tenía algo más que deciros y que en aquel tiempo aún no os lo podía revelar, porque no lo hubieseis comprendido. 1-3-30
Mi venida en este tiempo es una nueva invitación al camino de la Ley, y toda la esencia de esta palabra se resume en aquella máxima que ha tiempo os enseñé: “Amaos los unos a los otros”. 7-193-22
No vino mi Verbo a encarnarse nuevamente. Estoy en este tiempo sobre la nube, símbolo del Más Allá, de donde brota mi rayo que ilumina la mente del portavoz. 8-217-15
Me ha placido comunicarme con el hombre y mi determinación es perfecta. Conozco al hombre porque Yo lo he creado. Puedo servirme de él porque para eso lo formé, y puedo manifestar mi gloria por su conducto, porque lo creé para glorificarme en él. 8-217-16
¡El hombre! He ahí mi imagen porque él es inteligencia, vida, Conciencia, voluntad, porque posee algo de todos mis atributos y su espíritu pertenece a la eternidad. 8-217-17
Profetizada estaba esta Era. Escrito estaba que Yo volvería. Mas he aquí, que al escuchar mi enseñanza a través de un hombre, muchos tuvieron duda y me negaron, otros no dieron la menor importancia a mi manifestación. 1-3-35
Quiero que toméis de mi palabra su esencia que es el alimento de todo espíritu. En ella encontraréis el pan de la vida, el vino de la alegría espiritual, el fruto del verdadero amor. 6-157-56
La Luz de mi Espíritu ha venido a revelaros todos los dones que existen en vuestro ser, todo lo que desde vuestro origen habéis llevado con vosotros sin presentirlo. Os he hecho saber que ya es tiempo de que os conozcáis verdaderamente, de que os encontréis a vosotros mismos y sepáis cuál es vuestra heredad, para que seáis grandes de espíritu. 7-175-1
Yo soy aquel Padre que en el Primer Tiempo reveló su Ley de Justicia a la humanidad, que en el Segundo hizo encarnar su Verbo en Jesús, su Hijo, y que ahora se manifiesta espiritualmente al mundo. Os he dado con ello una parábola divina a través de las Eras, cuyo sentido os habla de vuestra evolución espiritual y os hace saber, que Quién os ha hablado a través de los tiempos ha sido un solo Dios, un solo Espíritu y un solo Padre. 7-175-3
Me preguntáis: “¿Qué pretendo al manifestarme espiritualmente a la humanidad de este tiempo?” Y os contesto: Lo que busco es vuestro despertar a la luz, vuestra espiritualidad y vuestra unificación, ya que en todos los tiempos habéis estado divididos, porque mientras unos han buscado los tesoros del espíritu, otros se han consagrado a amar las riquezas del mundo. 7-175-4
Soy Cristo, al que se ha perseguido, blasfemado y convertido en reo en este mundo. Vengo a vosotros después de lo que me hicisteis en el Segundo Tiempo en Jesús, para daros una vez más, prueba de que os he perdonado y de que os amo. 2-29-27
He venido en busca de esa parte de mi Espíritu que está en vosotros y que me pertenece, para rescatarla. Vengo a declarar la guerra, pero no a la humanidad, sino al pecado, al mal. 7-179-49
Todos tenéis una cita Conmigo y os habréis de reunir para escucharme, porque todos tendréis que oírme. 7-175-12
Todo será puesto en la balanza de mi justicia, donde serán pesadas todas las obras que estén sin juzgar. Mi presencia y mi poder se harán sentir cual nunca se habían manifestado, porque después del caos, todo tendrá a volver a su cauce. 7-175-13
Os repito que voy a hacer sentir mi presencia, mi poder y mi justicia. 7-175-14
Si he permitido que el hombre en su maldad profane cuanto de sagrado existe en la vida, voy a ponerle límite a su maldad; si lo he dejado caminar por la senda de su libre albedrío, voy a probarle que todo en él tiene un hasta aquí; si lo he dejado colmar sus ambiciones de poderío y de grandeza en el mundo, voy a detenerle en el camino, a hacerle mirar su obra a través de su Conciencia, para que pueda responder a mis preguntas. 7-175-15
He permitido que el dolor, la destrucción y la muerte se dejen sentir en vuestra vida, para que esos frutos tan amargos os hagan comprender la clase de árbol que cultivasteis; mas también Yo haré que el dolor desaparezca y dejaré que el espíritu descanse y medite, porque de él tendrá que surgir el himno de amor a su Creador. Dicho está y también escrito, que ese día llegará, cuando los hombres hayan ataviado su espíritu con la vestidura blanca de la elevación, cuando se Amen los unos a los otros. 7-175-16
Todos serán salvos, todos serán perdonados, todos serán consolados. ¿Dónde está la muerte, dónde la condena eterna y el infierno sin fin? 7-175-17
Yo no creé la muerte ni el infierno, porque al concebir mi Espíritu la idea de la Creación, sólo sentía amor y de mi Seno sólo brotó vida; si la muerte y el infierno existiesen, entonces tendrían que ser obras humanas, por pequeñas, y ya sabéis que nada de lo humano es eterno. 7-175-18
¡Cuánto habéis caminado humanidad y errado por los caminos! ¡Cuánto habéis buscado y escudriñado! Os habéis levantado muy alto y caído en el abismo. Y he aquí a Jehová, el Eterno, al desconocido, al olvidado, preguntando a los hombres: ¿Ya os habéis cansado? ¿Ya queréis deteneros en el camino del pecado? ¿No os habéis desengañado aún? ¿Queréis ser todavía grandes en este mundo? ¿No sabéis que en la humildad está la grandeza? 6-145-39
Yo soy el Padre y soy el Dador. Yo soy el que en todos los tiempos ha dicho al hombre: “Pedid, que se os dará”. He aquí mi mano, en ella se encuentra un cetro de justicia, una espiga dorada y una espada de luz, tomad lo que queráis, todavía queda en el fondo del cáliz lo más amargo. 6-145-40
¿Queréis que el Reino de los Cielos se acerque a vosotros, como os lo he prometido? ¡Mi voluntad sea la vuestra! Yo os perdono, humanidad pecadora, porque soy Padre amoroso. Tomad la espiga dorada y cultivad el trigo; multiplicadlo al ciento por ciento y recread vuestro espíritu con vuestra cosecha. Es el trigo del amor, de la armonía, de la fraternidad, de la paz y la buena voluntad, ¡llevadlo en vosotros! Amasad el pan de cada día con este trigo y brindadlo a vuestro hermano. 6-145-41
Hoy la humanidad camina perdida por un sendero donde sólo reina la incertidumbre y la angustia, que son simiente de confusión. 6-169-8
¿Acaso hay serenidad y paz en algún pueblo de la Tierra o en algún hombre? ¿Por ventura los humanos han puesto su confianza en el triunfo del bien y la justicia sobre el mal? ¿Tienen los pueblos de la Tierra un camino seguro para salvarse moral, espiritual y físicamente de la destrucción que amenaza a la humanidad? No, los hombres no saben a dónde van, ni que es lo que quieren. 6-169-9
El odio, que proviene de la falta de espiritualidad y de la ignorancia de la Ley; el temor de los unos a los otros, la ambición, el querer ser superiores a los demás, la libertad que se ha dado a las bajas pasiones y la falta de verdad en el cumplimiento a las leyes divinas, han conducido a la humanidad a un sendero de tinieblas, donde todo es presagio de mal y donde no hay esperanza ni fe, mucho menos caridad. 6-169-10
Muchos hombres están de tal modo familiarizados con el mundo de pecados y dolores en que vivís, que piensan que esa vida es la más natural, que la Tierra está destinada a ser Valle de lágrimas y que jamás podrá dar albergue a la paz, a la concordia y al progreso espiritual. 6-169-11
Esos hombres que así piensan, están aletargados en el sueño de la ignorancia. Está equivocado quien crea que este mundo fue destinado por Mí para Valle de lágrimas y expiación. 6-169-12
El edén que ofrecí a los hombres, puede y debe retornar, porque todo cuanto Yo he creado es vida y amor. Por lo tanto, está equivocado quien diga, que el mundo fue destinado por Dios para dolor de los hombres, cuando debieran decir, que ellos fueron quienes lo condenaron en un mundo de injusticia y amargura, cuando había sido formada para deleite y recreo del espíritu hecho hombre. 6-169-13
Esta Tierra profanada con el pecado, manchada con crímenes y mancillada por la codicia y el odio, tendrá que recobrar su pureza. La vida humana que ha sido una lucha incesante entre el bien y el mal, será el hogar de los hijos de Dios, un hogar de paz, de fraternidad, de comprensión y de nobles anhelos; mas para alcanzar ese ideal, es necesario que los hombres pasen por las pruebas que los despierten de su letargo espiritual. 6-169-14
La ofuscación de la mente, la falta de fe, la ignorancia de la verdad, son tinieblas para el espíritu y por eso hoy se encuentra perdida la humanidad. ¡Cómo se han multiplicado los hombres que caminan sin saber ni importarles hacia dónde van! 4-99-8
Yo sabía que había de llegar para los hombres un tiempo así, lleno de dolor, de confusión, de incertidumbre y desconfianza. Os prometí venir a salvaros de esa tiniebla y aquí me tenéis: Soy el Espíritu de Verdad. ¿Para qué me queréis nuevamente en cuanto hombre? ¿No recordáis que como hombre morí y dije que os esperaba en mi Reino? Con ello os daba a entender que el espíritu es eterno, inmortal. 4-99-9
Fue el Espíritu Divino quien habló por boca de Jesús y el que escribió con su sangre el precio de vuestro rescate. ¿Cuál fue vuestra sentencia? Vivir, para más tarde venir como luz a través de vuestra Conciencia. Os di pruebas de mi inmortalidad y os envolví en mi manto de perdón para haceros saber que aquella sangre derramada en el Calvario, fue la más sublime lección de cumplimiento para alcanzar la paz en la eternidad; por eso os digo, que vuestra felicidad vosotros la tenéis que labrar. 4-99-10
Os profeticé que volvería, cuando la humanidad se encontrase en su mayor altura de maldad y confusión; es por eso, que al contemplar los hombres que su ciencia y su perversidad han dado un fruto que se encuentra en plena madurez, presienten que algo divino está por manifestarse. Ese presentimiento, es debido a que mi presencia espiritual le habla a cada espíritu, mi justicia está manifestándose entre la humanidad. 1-13-5
No volveréis a verme en cuanto hombre, hoy tenéis que prepararos para contemplarme en Espíritu; así se os dio a entender desde el Segundo Tiempo. En una nube ascendió el Maestro la última vez que estuvo visible ante sus discípulos, y en esa misma forma se os anunció que volvería. 1-13-6
Yo os revelé que mi retorno sería en una nube. Hoy que ya me encuentro entre vosotros y que por lo tanto, he cumplido aquella palabra, de cierto os digo, que la nube es la representación de mi presencia en Espíritu. En la misma forma en que me vieron ascender mis discípulos, una vez que dejé concluida mi Obra en el Segundo Tiempo, así he descendido en este tiempo entre la humanidad. 1-13-40
Debéis recordar que cuando Moisés fue llamado al Sinaí por Mí, una nube cubrió dicho monte y al tercer día, de enmedio de la nube, resonó la voz de Jehová. Aquella manifestación fue contemplada por todos, aquella nube fue vista por la multitud congregada al pie de aquel monte. Desde entonces os daba a entender que mi Reino y mi morada están más allá de todo lo material. 1-13-41
Ahora que vengo en la nube, estoy posándome en vuestro espíritu, por lo tanto mis manifestaciones en este Tercer Tiempo son invisibles a los ojos mortales. Sólo el espíritu con sus sentidos elevados, es el que puede mirar, sentir y comprender mis revelaciones. 1-13-43
Ese sentido espiritual que os estoy desarrollando, es para que por medio de él podáis analizar y contemplar todo cuanto hasta ahora se os ha revelado desde el principio de vuestra vida, será el que venga a destruir todas las falsas interpretaciones que de lo divino han hecho los hombres. Poco a poco la luz va penetrando en el corazón de mis hijos, por lo cual os digo, que ya no está muy lejana la hora en que por ellos mismos comprendan el sentido de lo que acontecerá en la vida de la humanidad. 1-13-44
Contemplad las páginas del Libro cuyos Sellos fueron desatados por el Cordero. La voz del Verbo Divino brota del Libro de la Vida y llega a los que están muertos a la vida de la gracia para resucitarles. 1-13-47
No me es indispensable un cuerpo humano para hacerme oír de los hombres. Aquí me tenéis en Espíritu, hablándoos a través del entendimiento humano sin que Yo tenga que pisar materialmente el polvo de la Tierra. Esta manifestación ha sido la preparación para la comunicación directa de espíritu a Espíritu, entre vosotros y vuestro Creador. 1-13-48
Bienaventurados sean los que en este tiempo esperan mi llegada espiritual, porque ellos me verán llegar en la nube. 1-13-49
Los hombres se han dedicado a escudriñar los antiguos Testamentos, torturando su mente en la investigación e interpretación de las profecías y de las promesas. Los que de entre ellos se han aproximado más a la verdad, son los que han encontrado el sentido espiritual de mis enseñanzas, porque aquellos que siguen aferrados a la interpretación material, y no saben o no quieren encontrar el sentido espiritual de mis manifestaciones, tendrán que sufrir confusiones y decepciones, como las que sufrió el pueblo Judío cuando llegó el Mesías, al cual habían imaginado y esperado de una manera distinta a la que le mostró la realidad. 1-13-50
Os entrego esta explicación al desatar el Sexto Sello del Libro de la Vida. 1-13-51
Para que os diese estas nuevas revelaciones, fue necesario que el tiempo que transcurrió entre mi manifestación a la humanidad en cuanto hombre y mi llegada en Espíritu en este tiempo, hubieseis pasado por muchas reencarnaciones en la Tierra, para que cuando Yo viniese a pediros la lección pasada, vuestro espíritu supiese contestar y cuando le hiciese nuevas revelaciones, las supiera comprender. 1-13-52
El Libro de los Siete Sellos es la historia de vuestra vida, de vuestra evolución en la Tierra, con todas sus luchas, pasiones, contiendas y finalmente con el triunfo del bien y la justicia, del amor y de la espiritualidad sobre las pasiones del materialismo. 1-13-53
Creed verdaderamente que todo tiende hacia un fin espiritual y eterno, para que deis a cada lección el lugar justo que le corresponde. 1-13-54
Mientras os alumbre la luz del Sexto Sello, será tiempo de contienda, de vigilia y purificación, mas pasado ese tiempo habréis llegado a una nueva Etapa en la que se os mostrará nuevas revelaciones: El Séptimo Sello. Cuán satisfecho y gozoso recibirá al nuevo tiempo, el espíritu de aquel que haya sido sorprendido limpio y preparado. Mientras el Sexto Sello os ilumine, materia y espíritu se purificarán. 1-13-55
Se acerca el tiempo en que vuestro espíritu debe manifestarse con plenitud en la Tierra. Hasta ahora, no le ha sido posible por la dureza y el materialismo que conserva; pero después de la purificación, los hombres dejarán a su espíritu manifestarse y desarrollarse en la virtud. El vaso estará limpio y transparente, y dejará contemplar su contenido y también lo dejará desbordarse. 1-13-56
Antes de partir para el Más Allá, harán los hombres de esta Tierra un mundo de paz, una morada donde brille eternamente la luz del espíritu. 1-13-57
Esta es la continuación de mis lecciones, mas no la consumación de los tiempos, según lo interpreta el hombre. El mundo seguirá girando en el espacio; los espíritus seguirán llegando a la Tierra a encarnarse para cumplir su destino; los hombres seguirán poblando este planeta y sólo la forma de vida entre la humanidad cambiará. Las transformaciones que la vida humana sufra, serán grandes, tanto, que os parecerá como si un mundo se acabara y otro naciera. 5-117-14
Así como en todos los tiempos la vida del hombre se ha dividido en Eras o Edades, y cada una de ellas se ha significado por algo, ya sea por sus descubrimientos, por las revelaciones divinas que dentro de ella han recibido los hombres, por el desarrollo del sentido de lo bello, a lo cual llamáis arte, o por su ciencia; así os digo, que este tiempo se significará por el desarrollo de los dones del espíritu, esa parte de vuestro ser por la que debíais haber empezado a cultivaros, para evitaros tantos males y errores. 5-117-15
¿No creéis que la vida humana pudiera transformarse totalmente, desarrollando vuestra espiritualidad, cultivando vuestros dones y estableciendo en la Tierra, la ley de la Conciencia? 5-117-16
¡Ah, sí pudieseis daros cuenta de todo lo que posee vuestro espíritu! Mas no lo sabéis, a pesar de los milenios que lleváis habitando el mundo y el espacio, porque en vuestro egoísmo, que es amor hacia vosotros mismos, sólo os ha importado ya encarnados la ciencia al servicio de la existencia material. 5-117-17
Yo seré quien descubra ante vosotros las virtudes, dones, bellezas, poderes y maravillas que se encuentran ocultos en vuestro espíritu, ya que éste es el tiempo propicio, porque estáis recogiendo los últimos frutos de una Era. 5-117-18
Pronto reconocerán todos los pueblos, que Yo, su Señor, les he hablado en cada una de las Eras por las que ha atravesado la humanidad, siendo cada una de mis revelaciones, como un peldaño de la Escala espiritual que he tendido para que todos podáis ascender hasta Mí. 5-117-19
Este Tiempo será llamado: “El de la Luz”, “La Era del Espíritu”, o “El Tiempo de la Verdad”; mas Yo os digo, que será: “El Tiempo de la elevación de los espíritus y el de su reivindicación”. 5-117-20
Hoy vengo a hablar a vuestro espíritu y a revelaros el contenido de los Siete Sellos, el Libro de vuestra historia, de la profecía, de la revelación y la justicia. 1-1-3
Soy Yo quien ha venido a deciros, que hoy vivís en el Tiempo perteneciente al Sexto Sello. 1-1-4
1866 marca el principio de este Tiempo de Luz. Yo envié a Elías, para que descorriese el velo del misterio e iniciase el tiempo de mi comunicación como Espíritu Santo entre la humanidad. Elías iluminó a un varón destinado por Mí para que fuese el precursor. Aquel escogido llamado Roque Rojas, fue quien escuchó de espíritu a espíritu la voz del profeta que le ordenaba en mi Nombre, llamar y reunir a sus hermanos, porque una revelación divina estaba a punto de iluminar los destinos de la humanidad, Roque Rojas, manso y humilde como un cordero, obedeció la voz espiritual, respondiendo: “Hágase en mí la voluntad de mi Señor”. 1-1-5
Roque Rojas reunió a un grupo de hombres y mujeres de fe y buena voluntad, y allí, en el seno de sus primeras reuniones, Elías se manifestó a través del entendimiento del enviado, diciendo: “Yo soy Elías, el profeta de la transfiguración en el Monte Tabor”. Y dio las primeras instrucciones a los primeros discípulos, al mismo tiempo que les anunciaba la Era de la Espiritualidad y les profetizaba, que pronto llegaría el rayo del Divino Maestro a comunicarse con su pueblo. 1-1-6
Un día en que el humilde recinto de Roque Rojas, se encontraba pletórico de adeptos que confiaban en la palabra de aquel varón, descendió Elías a iluminar la mente de su portavoz, e inspirado por Mí, ungió a siete de aquellos creyentes a quienes les dio la representación o el simbolismo de los Siete Sellos. 1-1-7
Más tarde, cuando llegó el instante prometido de mi comunicación, encontré que de aquellos siete escogidos, sólo uno velaba en espera de la llegada del Casto Esposo y ese corazón era el de Damiana Oviedo, la doncella cuyo entendimiento fue el primero en recibir la luz del Rayo divino, como premio a su perseverancia y a su preparación. 1-1-8
Damiana Oviedo representaba el Sexto Sello, como una prueba más, de que la luz del Sexto Sello es la que ilumina esta Era. 1-1-9
En el Segundo Tiempo encontré regazo de Mujer, regazo materno, y en este tiempo también, descansé en el corazón limpio y puro de Damiana Oviedo. Su regazo de doncella fue maternal para el pueblo de Israel y por su conducto preparé a los guías, a los portavoces y a los labriegos. 1-1-10
Poco a poco mi Doctrina irá haciendo comprender a los hombres la esencia o finalidad de la vida y entonces este breve paso por la Tierra será aprovechado en bien del espíritu, mas para ello es necesario que os perdonéis los unos a los otros para que brote la luz y la paz entre la humanidad. 1-1-22
Comprended que esto os lo dice Quién en aquel tiempo os dio su sangre y su vida, amando y perdonando a una multitud que le juzgó, le sentenció y le dio muerte. 1-1-23
Mas la verdad que es la vida, que es el amor, es inmortal y hela aquí de nuevo entre vosotros, al comunicarse mi Espíritu a través del entendimiento humano. 1-1-24
Mi palabra de este tiempo viene a repetiros aquella lección de: “Amaos los unos a los otros”. Vengo también a explicarla, para que todo misterio quede esclarecido y aquel libro que os legue y después los hombres ocultaron o cerraron, sea de nuevo abierto delante de vosotros. 1-1-25
Muchos velos quedarán rotos. Mi palabra es espada de luz que destruye las tinieblas. 1-1-26
Lecciones ocultas saldrán a la luz y enseñanzas desconocidas os serán reveladas. Muchos misterios se disiparán. Mas estas revelaciones no las hallaréis en los libros del mundo sino en esta palabra. 1-1-27
Todo aquel que quiera ser en verdad, hijo de la luz, penetre respetuosamente al fondo de mi palabra y ahí verá a su Maestro esperándole para enseñarle. 1-1-28
En verdad, en verdad, no serán las doctrinas de los hombres las que hagan la paz en el mundo y salven de su abismo a esta humanidad. 1-1-29
He ahí a las religiones desconociéndose las unas a las otras, diciendo estar enseñando mi Doctrina. 1-1-30
La luz de mi palabra unirá a los hombres en este Tercer Tiempo. Mi verdad brillará en todo entendimiento, haciendo desaparecer diferencias de credos y de cultos. 1-1-66
Hoy, mientras unos me aman en Jehová y desconocen a Cristo, otros me aman en Cristo, ignorando a Jehová; mientras unos reconocen mi existencia como Espíritu Santo, otros por mi Trinidad, discuten y se dividen. 1-1-67
Yo pregunto a esta humanidad y a quienes la conducen espiritualmente, ¿por qué distanciaros los unos de los otros, cuando todos estáis reconociendo al Dios Verdadero? Si me amáis en Jehová, estáis en la verdad. Si me amáis a través de Cristo, Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Si me amáis como Espíritu Santo, os acercáis a la luz. 1-1-68
¡Cuán poco han penetrado los hombres en mi verdad! Y en ese poco que han penetrado, ¡cuánto se han confundido! Creen haber llegado al fondo de la verdad; pero mientras vivan empleando la verdad para mentir, para matar, para destruir la paz y para desconocerse los unos a los otros, que es lo contrario de lo que mi palabra enseña, no podrán decir los hombres que andan por el camino de la verdad. 1-1-77
A todos os envío mi Mensaje en este tiempo, mensaje prometido a la humanidad por labios de Jesús cuando estuve entre los hombres. 1-1-78
Sé que al principio será menospreciada esta enseñanza por haber sido entregada a través de criaturas humildes y pecadoras como los son mis portavoces, mas la verdad que esta Revelación contiene se impondrá y la enseñanza será escuchada, porque en su esencia está presente el Espíritu Santo, el Consolador y la Verdad prometida. 1-1-79
Mi paz sea con vosotros.