Mensaje de María 7
1. He aquí a vuestra Madre Espiritual. Me habéis llamado y os he hecho sentir mi calor y mi ósculo de paz.
2. Habéis soportado los sufrimientos de la vida y a pesar de ellos permanecéis fieles a mi amor.
3. Yo estoy con todos, a nadie excluyo de mi protección, pero aquellos que me buscan ven su sendero libre de tropiezos, pues la luz de la fe ilumina su camino.
4. Donde está la presencia del Señor, ahí estoy Yo, porque soy en Él. Su Espíritu y el Mío son uno solo.
5. Jesús y María pasaron juntos por el mundo, como en este tiempo de manifestaciones espirituales. Junto al Espíritu del Maestro, está el de la Madre; y así como en la Tierra, desde la aldea de Nazaret cubrí a la humanidad con el manto de mis oraciones y acudí a socorrer y consolar a los pobres, hoy os hago sentir mi presencia espiritual como manto que desciende del infinito a protegeros en vuestra caminata.
6. Mi Espíritu maternal ha sido siempre en el Padre. Jesús me consagró en su agonía como Madre espiritual de la humanidad. En Juan, el discípulo, os amé y acogí en mi regazo; desde entonces la humanidad siente mi presencia y sabe que existo.
7. En aquel tiempo entregué frases de aliento a los discípulos de Jesús. Ahora vengo a deciros, que recibáis en vuestro corazón las lecciones de Cristo y les seáis fieles hasta el fin.
8. La Ley y la Doctrina las entrega el Señor, Yo sólo os doy consejos; mas también soy Confidente, Intercesora, Enfermera y Amiga. Contadme vuestras penas, confiadme vuestros anhelos, decidme vuestros defectos y faltas. Yo os confortaré, os consolaré y llevaré de la mano por el camino certero.