Enseñanza 307

1. Es mi palabra la que viene a dar calma a vuestro corazón y paz a vuestro espíritu. Lo más grande que tengo destinado para él, es la paz, quien posee ese tesoro, lo tiene todo, quien conoce ese estado espiritual, no lo cambiaría por las pasiones o tesoros más grandes de la Tierra.

2. Si me preguntáis: “¿Cuál es el secreto para alcanzar y conservar la paz?” Yo os digo, que el secreto consiste en hacer la voluntad de vuestro Padre; y si me preguntáis cómo se cumple con mi voluntad divina, os contestaría que aplicando mi Ley y mi Doctrina a vuestra vida.

3. Oyéndome decir que lo más grande que vengo a daros, es la paz, hay quienes sufren una decepción, porque les agradaría oírme decir que vengo a repartir tesoros y bienes de este mundo. Es que ellos no saben lo que es la paz, mas no sólo ellos, ¿quién conoce la paz?, ¿qué humano puede decir que la posee? Nadie, pueblo, por eso veo a muchos a quienes les parece poco el que Yo traiga como máximo don para vosotros, la paz. Cuando lleguéis a saber lo que es ese estado del espíritu, pondréis cuanto esté de vuestra parte por no perder esa gracia, ya que a través de ella, habréis tenido una idea de lo que será la vida espiritual en el reinado de la luz.

4. Como no sabéis lo que es la paz verdadera, os conformáis con suspirar por ella y tratáis por todos los medios posibles y en todas las formas imaginables de lograr alguna tranquilidad, con comodidades y satisfacciones; pero nunca lo que es verdaderamente la paz del espíritu. Yo os digo, que a ella sólo la conquista la obediencia del hijo hacia la voluntad de su Señor.

5. Hacen falta en el mundo buenos explicadores de mi palabra, buenos intérpretes de mis enseñanzas, por eso la humanidad, aún llamándose cristiana, vive espiritualmente atrasada, porque no hay quien la haga estremecer con mi verdadera Doctrina, no hay quien cultive su corazón con el amor con que Yo vine a enseñar a los hombres.

6. Día tras día, en recintos, iglesias y templos, se pronuncia mi Nombre y se repiten mis palabras, mas nadie vibra, nadie se estremece con su luz, y es que el sentido de ellas lo han equivocado los hombres. Creen las mayorías que la virtud de la palabra de Cristo consiste en repetirla una vez tras otra, maquinalmente, sin comprender que no es necesario decirla, sino estudiarla, meditarla, practicarla y vivirla.

7. Si los hombres supiesen buscar la esencia en la palabra de Cristo, cada vez la encontrarían nueva, fresca, viva y palpitante, pero la conocen tan sólo superficialmente y así no pueden ni podrán alimentarse con ella.

8. ¡Pobre humanidad, perdida entre las tinieblas teniendo tan cerca la luz, llorando angustiosamente y estando a su alcance la paz! Mas no pueden contemplar esa divina luz porque ha habido quienes han vendado sus ojos, sin piedad. Yo que os amo en verdad, vengo en vuestra ayuda, apartándoos de las tinieblas y probándoos que cuanto os dije en aquel tiempo, fue para todos los tiempos y que no debéis considerar aquella divina Palabra, como una Doctrina antigua, pasada de época, porque el amor que fue la esencia de toda mi enseñanza, es eterno, y en él está el secreto de vuestra salvación en esta Era de confusiones, de inmensa amargura y de desenfrenadas pasiones.

9. Tampoco es una nueva Doctrina lo que os traigo en este tiempo, sino una luz para que podáis comprender todo cuanto os ha sido revelado, desde los primeros tiempos hasta el presente.

10. La humanidad se sorprenderá cuando reciba este Mensaje espiritual y se convenza del amor infinito de mis pasadas enseñanzas, amor que ni siquiera presentía. Entonces comprenderá que ha sido ingrata, infiel, indiferente para con su Padre, a quien sólo buscó cuando alguna necesidad o pena material la afligía.

11. Yo os perdono, os amo y tengo verdadera caridad de vosotros. Bienaventurado el que se prepare de espíritu, de corazón y entendimiento, porque él recibirá directamente mi luz, que desde ese instante le guiará por sendas muy distintas a las que sus hermanos le trazaron en el mundo.

12. Os hago sentir mi calor para que no os falte ánimo en la lucha.

13. El Tercer Tiempo es de lucha espiritual, es crisol y también es heredad, porque he venido a legaros un Testamento divino.

14. A los labriegos que han trabajado en mis tierras les inspiro a preparar su simiente para hacérmela presente en aquel día de gracia que ya se aproxima, y que será al terminar el año de 1950, último de mi comunicación con vosotros. Quiero que traigáis el grano dorado, el más limpio y hermoso que hayáis recogido en las campiñas, entonces Yo tomaré vuestra cosecha para bendecirla y deciros: “Sea esta semilla la que sigáis sembrando en mis tierras”.

15. ¿Verdad, discípulos, que si bien habéis luchado en este camino, al mismo tiempo habéis recogido goces y que si bebisteis del cáliz de amargura, con ello comprendisteis mejor a Jesús, vuestro Maestro? ¿Verdad que después de vuestras pruebas me habéis amado más? Sí, pueblo, de cierto os digo, que es muy distinto pedir y recibir, a dar.

16. El día se acerca en que os vais a quedar sin mi palabra, para que seáis vosotros los que habléis de mi enseñanza, explicándola con obras y con lenguaje claro y persuasivo.

17. Orad para que entréis con paso firme en el tiempo de vuestros hechos, en el tiempo de vuestra lucha, pero orad con aquella sencillez con que Yo hacía orar a las multitudes cuando me siguieron al desierto, al valle o bien a la montaña.

18. Orad por toda la humanidad, orad también por vosotros, Espiritualistas, porque se aproxima la hora de vuestra prueba.

19. No os turbéis si os digo, que a mi partida tendréis entre vuestra congregación confusiones que habrán de dividiros temporalmente. Por un tiempo quedaréis divididos en tres grupos mientras lleguéis todos a la comprensión de mi mandato, mas, desde ahora bendigo a los que comprendiendo mi voluntad, la obedezcan con amor y buena voluntad, porque sobre sus espíritus me desbordare en inspiraciones. Estos llevarán sobre sí la responsabilidad de prepararse, de espiritualizar sus prácticas y ser fieles en todo a mi Obra, para que, llegada la prueba que deba uniros a todos nuevamente, sepan abrir su corazón sin reclamos, sin vanidades, sin sentir superioridad sobre sus hermanos.

20. Una nube de tristeza ha hecho sombra a la paz de vuestro corazón cuando habéis escuchado el anuncio de estas profecías; sirva este dolor que sentís, para que no seáis de los que se tornen infieles, de los que pasen sobre mi palabra tratando de hacer su voluntad.

21. A los que me vuelvan la espalda les digo desde ahora, que mucho habrán de llorar antes de confesar su error y volver al camino de la obediencia, y a los que me van a ser fieles, les anuncio que la lucha que les espera va a ser grande y que mientras los demás no se sometan al divino mandato que todos conocéis porque le lleváis escrito en la Conciencia, mucho tendréis que llorar por la desunión, mucho tendréis que soportar, sufrir y esperar.

22. Bienaventurados los que perseveren, porque verán la unificación de este pueblo y el principio de la lucha espiritual.

23. Orad, discípulos, para que os llenéis de luz y de fuerza y no vayáis a caer en tentación.

24. Aprended a beber con amor vuestro cáliz de amargura, ahí está el mérito del discípulo. Caminad con firmeza y llegad hasta la cima del calvario bendiciendo a vuestro Padre y a la humanidad. Yo os digo, que el que sabe conducirse por mi senda con fe y con obediencia, ése no cae ni se pierde, ése siente mi presencia y experimenta mi paz a lo largo de la jornada.

25. ¿Cómo quieren algunos salvarse en el instante de su muerte corporal, después de haber llevado una vida de pecado? ¿Cómo quieren muchos vivir entre fango y pisar sobre cardos, sin mancharse ni herirse?

26. Os traigo una enseñanza clara y sencilla para que aprendáis a vivir entre pecadores sin contaminaros; a cruzar entre espinos sin heriros, a contemplar horrores e ignominias sin escandalizaros; a habitar en un mundo de miserias sin tratar de huir de él, sino más bien deseando permanecer en su seno, para hacer todo el bien posible a los necesitados, sembrando la semilla del bien en todos los caminos.

27. Ya que este Edén fue convertido en infierno por el pecado de los hombres, es menester que ellos laven sus manchas devolviendo a su vida, su pureza original.

28. Discípulos: Observad cómo en cada una de estas lecciones os voy definiendo mi plan divino y os doy a conocer vuestra misión, y gracias a ello vais comprendiendo el sentido de este mensaje.

29. Mi Doctrina se extenderá y conquistará muchos corazones. Sin embargo, abundarán los que se mofen de ella, los que la nieguen, los que la combatan, pero eso no será nuevo, será lo mismo que se ha hecho contra la verdad en todos los tiempos.

30. Para que este pueblo salga avante en medio de la tempestad que habrá de sorprenderle, tendrá que dejar afirmar su planta en la senda de mi Ley, tendrá que dejar brillar en su corazón la flama de la fe. Su espíritu tendrá que buscar como barca salvadora el verdadero culto del espíritu, y su corazón tendrá que refugiarse en el culto del hogar, que es el segundo templo en la vida del hombre.

31. Especialmente le hablo en este día a las doncellas, las que mañana habrán de iluminar con su presencia la vida de un nuevo hogar, que sepan que el corazón de la esposa y el de la madre, son lámparas que iluminan ese santuario, así como el espíritu es quien ilumina el Templo interior.

32. Desde ahora disponeos para que vuestra vida nueva no os sorprenda, desde ahora id preparando la senda por la que habrán de caminar vuestros hijos, aquellos espíritus que aguardan la hora de acercarse a vuestro seno a tomar forma y vida humana para cumplir una misión.

33. Sed mis colaboradoras en mis planes de restauración, en mi Obra de regeneración y de justicia.

34. Apartaos de tantas tentaciones que acechan vuestro paso en este tiempo. Orad por las ciudades pecadoras, donde las mujeres se pierden, los santuarios se profanan y las lámparas se apagan.

35. Extended con vuestros ejemplos la semilla de vida, de verdad y de luz que contrarresten los efectos de la falta de espiritualidad en la humanidad.

36. ¡Vírgenes de este pueblo, despertad y preparaos a la lucha! No os ceguéis por las pasiones del corazón, no os deslumbréis ante lo irreal. Desarrollad vuestros dones de intuición, de inspiración, vuestra delicadeza y ternura, fortaleceos en la verdad y tendréis preparadas vuestras mejores armas para hacer frente a la lucha de esta vida. Para que vosotras transmitáis el amor a los de vuestra sangre, para que sustentéis a vuestros hijos con la esencia de la vida que es el amor de que tanto os hablo, necesitáis antes vivirlo, saturaros de él y sentirlo profundamente. Esto es lo que viene a hacer mi enseñanza en vuestro corazón.

37. Bienaventurado el corazón de la esposa, porque es refugio del hombre. Bendito el corazón de la madre, porque es manantial de ternura para sus hijos. Mas también os digo, que son benditas las vírgenes que saben amparar bajo su manto a los necesitados, porque su ternura será como un desposorio y como una maternidad que estén más allá de lo humano. ¡Cuán pocas han sabido renunciar a los deberes del mundo por cumplir con los deberes del espíritu!

38. No todas ni todos traéis la misión de ser padres en el mundo. Los hijos son como cadenas para sus madres y hay espíritus que necesitan libertad para el desempeño de alguna misión que está más allá de los hijos.

39. ¿Cuándo llegará a formar esta humanidad una sola y verdadera familia, que al sentarse a la mesa con su Padre o al orar y elevarse hacia Mí, me muestre cada quién el regocijo de estar cumpliendo con su misión?

40. Todavía andáis lejos de esa obediencia, de esa conformidad y de esa armonía, porque mientras unas equivocan el sendero, otras se muestran inconformes con su destino.

41. Es menester que la Doctrina Espiritualista, la que os he venido a revelar por el entendimiento de estos portavoces, sea extendida por la Tierra para que las tinieblas comiencen a dar paso a la luz de la espiritualidad, para que la humanidad beba el agua de la verdad.

42. Ahora mi enseñanza se concreta a prepararos para la lucha, mi profecía sólo os anuncia las grandes pruebas. Mi palabra os previene, os corrige y os juzga, mas vendrá el tiempo de gracia cuando la humanidad se comunique de espíritu a Espíritu y entonces, en lo elevado de su ser, sentirá vibrar la Palabra divina, aquella que sin formas ni acentos humanos sea comprendida por quienes la reciban.

43. Esa palabra ya no traerá juicio, ni reclamos, ni prevenciones. Ese mensaje estará lleno de sabiduría y de amor.

44. Quisierais ver llegado ese tiempo, mas tendréis que esperar, no con espera pasiva, sino con lucha y trabajo incesante.

45. Yo os he enseñado a orar y os he revelado la forma de alcanzar la espiritualidad, porque en ella está la llave que abrirá la puerta hacia la comunicación perfecta entre Dios y el hombre a través del espíritu.

46. Para lograrlo, pueblo amado, haced méritos para contrarrestar los pecados del mundo. Multiplicad vuestro esfuerzo, llegad al sacrificio si es menester. Si vuestro cáliz es amargo, sed pacientes.

47. Confiad en Mí, mirad que sois mis discípulos y que debéis imitarme, entonces, si habéis creído, si vuestra fe es grande, apurad las pruebas, pasad llenos de fortaleza por las vicisitudes y si vosotros dais testimonio de Mí, Yo daré testimonio de vosotros.

48. Mi Espíritu se ha derramado sobre todos los hombres, pero vos sois el pueblo que ha sabido sentir mi presencia. El resto de los pueblos de la Tierra ignoran las revelaciones de este tiempo; no saben que la Tercera Era ha llegado, entonces vuestra misión aumenta, porque tendréis que ser los que deis la voz de alerta, los que extendáis la Buena Nueva.

49. Cierto es que ya muchos hombres han reconocido las señales de mi nueva venida, que escudriñan las Escrituras en busca de profecías, que sienten que las pruebas que hoy pesan sobre la humanidad hablan del juicio del Señor; me buscan, me esperan, me desean, pero no saben que mi Vibración divina ya está entre los hombres, ignoran la forma en que me he manifestado a este pueblo y la forma en que estoy vibrando sobre toda materia y sobre todo espíritu.

50. La Buena Nueva llegará a las naciones en labios de los que me escucharon durante mi comunicación, entonces todo el mundo sabrá de mi venida, conocerán mi mensaje. Cuando conozcan el tiempo en que principio esta manifestación y el tiempo en que ella terminó, se sorprenderán al comprobar que cada nación, cada pueblo y cada hombre, tuvo en sí pruebas y acontecimientos que anunciaron mi presencia.

51. De cierto os digo, que no volveré a comunicarme en la forma que me habéis tenido, ni aquí ni en otros pueblos, porque el mérito consistirá en que este pueblo extienda por la Tierra el testimonio de mi palabra, y en que la humanidad crea en mi mensaje.

52. En verdad os digo, que si en aquel tiempo hasta los reyes se maravillaron de la humildad en que nací, en este tiempo también habrá sorpresa cuando todos sepan el medio humilde que elegí para entregaros mi palabra.

53. En torno a mi mensaje se suscitarán las discusiones: Unos afirmando que es una verdad, otros tratando de desmentirlo, unos dando testimonio de sus propias experiencias espirituales y otros negando la existencia de tales manifestaciones; pero la verdad se impondrá, porque este es el tiempo en que los dones y potencias dormidos en el espíritu, se desaten y manifiesten a través de las materias, porque ya los hombres en este tiempo han alcanzado la evolución y la sensibilidad indispensable para la comunicación con lo espiritual.

54. Desde los niños hasta los ancianos, pasando por la juventud, todos tendrán manifestaciones que en un principio les parecerán extrañas, porque ha mucho tiempo que la humanidad vive alejada de lo espiritual, pero que después las tomarán como algo absolutamente natural en la vida superior del hombre. Será cuando los niños hablen de enseñanzas profundas, cuando los hombres y las mujeres tengan mirajes espirituales y sueños proféticos, y cuando se propague el don de la curación por toda la Tierra.

55. ¡Cuán combatidos serán los primeros que manifiesten el despertar de los dones de su espíritu! Mas Yo les daré fuerza y paciencia para resistir las críticas, los juicios y la mofa.

56. No temáis, testigos amados, Yo os anuncio que esta humanidad materialista, que por tanto tiempo sólo ha creído en lo que toca, ve y comprende con su limitado entendimiento y en lo que comprueba con su ciencia, se tornará en espiritual y sabrá mirarme y buscar la verdad con su mirada espiritual.

57. Grande será la sorpresa en los señores y grandes de la Tierra cuando confirmen la verdad de mi retorno, porque en su corazón se preguntarán, ¿a qué habré venido? En los pobres será grande el gozo porque su corazón les dirá que ya se acerca el instante de gracia, de libertad y de paz para los oprimidos y para los que han tenido hambre infinita de amor y de justicia.

58. Esta Obra, que ahora miráis limitada a vuestra pequeñez y oculta en vuestra pobreza, surgirá como un resplandor divino, iluminando toda la Tierra, despertando a los espíritus dormidos, encendiendo la fe en los corazones, abriendo ante el entendimiento de la humanidad el Libro de la Vida Verdadera, el Libro de la Verdad.

59. Pueblo: Si queréis conocer una de las razones por la cual ha sido tan prolongada mi comunicación con vosotros, es la de que, siendo vosotros quienes me escucháis, retuvisteis en vuestro corazón mi palabra y la escribisteis en libros, tendréis que ser los emisarios y encargados de llevarla a los corazones.

60. Ya pronto estaréis libres para comenzar vuestra preparación, porque mi comunicación toca a su fin en 1950.

61. El principio de una nueva etapa pronto llegará y en ella buscaréis el florecimiento de vuestros dones, para que fluya la inspiración, se desate el don de la palabra, se perfeccione el don de la videncia y vuestro corazón se llene de sentimientos de amor y caridad hacia vuestros hermanos.

62. En una sola herencia recibiréis los Tres Testamentos y cuando a vuestro paso encontréis a los que esperan la venida del Espíritu Santo, les mostraréis mi Mensaje y les diréis que no vayan a imitar al pueblo Judío, que esperando al Mesías no supo reconocerlo cuando llegó entre ellos y aún lo siguen esperando.

Id por las sendas de vuestra misión espiritual, de tal manera que vuestros hermanos al contemplar vuestra forma de vivir y escuchar vuestra palabra, os reconozcan como la simiente para un nuevo mundo, como las generaciones que servirán de base a una nueva humanidad.

63. Padres y madres que habéis tenido el privilegio de guiar sobre la Tierra a estas generaciones y a las que están próximas a llegar: ¡Velad y orad por ellas! ¡Preparadles el sendero! Quiero encontrarlas dispuestas a recibir mis nuevas revelaciones. De entre ellas surgirán los profetas que conmuevan al mundo con sus profecías, como lo hicieron los grandes profetas de los tiempos antiguos, los cuales fueron como heraldos en las horas de prueba y como antorchas en medio de las tinieblas.

64. El Mundo Espiritual, como un inmenso ángel custodio, velará por los pasos de estas criaturas, ayudando con ello a quienes reciban en su seno como a hijos, a estos seres que os anuncio y os prometo.

65. Os bendigo, pueblo, porque en este día, apartándoos por unos instantes de cuanto al mundo pertenece, os habéis entregado al goce espiritual de oírme, reconociendo que en mi palabra se encuentra la paz, la alegría y el consuelo que necesitáis para soportar el peso de vuestra cruz.

66. Mi amor os envuelve, mi paz os acaricia, mi Espíritu os invita a orar por todos los que sufren y no encuentran en la Tierra una gota de bálsamo o una palabra de consuelo y amor.

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